Partida Rol por web

- ¡Por toda la cerveza y los puros del mundo! ¡Que peste! ¡Huele peor que un vomito de cabra! No te ofendas Pitu. - Decía el mestizo.

Y es que los trogloditas eran muy reconocidos por su aroma tan embriagador, cosa que no pudo dejar escapar el bueno del alquimista.

Sin perder tiempo, volvió a disparar otro de sus virotes con su ballesta al troglodita que tenía en frente. Tras ello, volvió a recargar el arma.

Una vez que consiguió mantenerse en equilibro con aquellas botas resbaladizas lanzó un tajo horizontal contra aquél primitivo ser a la vez que descargaba un rugido de rabia, al más puro estilo de los bersekers con los que se había criado...

El tajo, como venía siendo habitual desde que portaba esa espada, fue, en el mejor de los casos, mediocre... ¿Estaría maldita?. Valk trató de convencerse de que no era ese el caso. Seguramente falló a causa de la herida que tenía en el costado. Recuperando la posición para dar otro tajo, soltó la mano izquierda del arma para sacudirse un poco la sangre y continuo luchando... La herida era más superficial de lo que parecía.

La prisa le volvió incauto. Fue demasiado tarde cuando la punta de la lanza mordió su carne. -Argt!- Pese a la herida, no paró. Tenía un objetivo claro, y sus compañeros pronto ayudarían en el combate.

Volvió a coger aire, llenado sus pulmones, y proyectó la voz del dragón en forma de grito. En su lengua. -Fush Ro Dah!- La energía envolvió a los presentes.

La encarnizada lucha seguía en la sala iluminada por las luces conjuradas por los héroes. Valk logró sajar al troglodita arcano pero para su sorpresa se trataba de alguien resistente que soportó. Ender aprovechó para lanzar uno de sus conjuros más débiles contra el mismo, esta vez surtió efecto. El arcano quedó aturdido, incapaz de actuar.

La saeta de Alexander pasó de largo a pocos centímetros de su objetivo. Atrás, Ghion lograba salir del charco de grasa y al fin podría participar en esa lucha que parecía complicarse.

Pitu también pudo ver lo dura de la situación, por lo que recurrió a sus habilidades de skaldo, aportando nuevos beneficios a sus compañeros.

Entonces los trogloditas golpearon con sus garrotes espinados y trataron de morder. Pitu notó uno de esos mordiscos en el hombro, peor le fue el paladín, pues su oponente le golpeó y después mordió, tirando por tierra sus intentos de sanarse. El otro lagarto más mundano, trató de hincar los colmillos en la pierna de Valk, obligando a éste a interponer el espadón para impedir su peligroso avance.

Por fin! Musita un solitario Ghion, nervioso al escuchar, ampliado por el eco de la caverna, un combate lejano entre sus compañeros y los trogloditas.

Sin pensarlo mucho, echa a correr, y al ver el panorama tras doblar una esquina y casi atropellar a Ender y Alexander, pasa entre ellos y llega a entablar combate con el primer troglodita, intentando posicionarse de manera que su enemigo tenga que dividir la atención entre Valk y él. Vamos! Ya estoy aquí, a por ellos!
 

Después intentó ayudar a ghion con su oponente.

De nuevo volvió a coger ángulo de tiro, dando un paso al lado. Apuntó y mientras lo hacía, vió por el rabillo del ojo que Ghion volvía con el grupo.

- Ya era hora, compa. Ya decía yo que tu y ese suelo frío no hacíais buena pareja. Vamos, elige uno y a darle estopa. - Le dijo a su camarada, mientras dejaba volar su saeta contra el que tenía en frente.

El combate se estaba recrudeciendo, después de todo los trogloditas estaba luchando por su hogar, nada que Pitu pudiera reprocharles. Pero necesitaban esas cuevas para sobrevivir a la legión.

-Argt!- Gritó al recibir una nueva herida. No de dolor, sino para seguir sacando su coraje y rabia fuera. 

Rodeó al arcano y arremetió con sus cuchillas, pero esta vez con torpeza.

El castigo que estaba recibiendo de sus enemigos comenzaba a ser insistente pero el paladín se sacudió la sangre y siguió combatiendo.

Aprovechando que Pitu estaba consiguiendo distraer a su enemigo, y dejándose inspirar por la sed de batalla que emanaba de su compañero, Valk'Moor soltó su espada y con la mano limpia arremetió contra el lanzador de conjuros que tantos problemas les había dado.

¡ARRRRGGG! Gritó haciéndose eco de la furia del halfling

Ender había logrado aturdir a uno de los trogloditas por lo que se decidió a reintentarlo con otro de ellos. Esta vez la voluntad del hombre lagarto fue suficiente para superar el inducido trance. Ghion había llegado corriendo, pudiendo al fin unirse al combate junto a sus compañeros. Pitu estaba al fondo de la cueva, tratando de acertar con sus hojas, aunque el enemigo tenía una dura piel que le impidió causarle un corte.

Valk y Alexander pudieron dar una ligera vuelta a la lucha, el paladín sajando a placer con la espada élfica, acabando con la vida del troglodita arcano quien cayó formando un nuevo charco ahora compuesto por su sangre. E incluso hiriendo al lagarto cuadrúpedo, pues Alexander había clavado la saeta en el otro guerrero, matándolo.

Con dos enemigos menos las cosas parecían ir mejor, aunque el lagarto la tomó contra Valk, mordiéndole feromente y luego rodeándolo: lo había logrado apresar.

Pitu tuvo más suerte, el troglodita usó sus garras y mordisco contra él, pero este vez fue el mediano quien esquivó todos esos ataques.

El alquimista, con su ballesta cargada y sus virotes MW casi acabados, se acercó para coger ángulo y disparar al troglodita de más al fondo, dejando el lagarto para sus camaradas. Apuntó y disparó.

Tras el pequeño sprint, Ghion comete el error de inhalar fuertemente para oxigenar sus músculos, justo cuando entra en el cuerpo a cuerpo con una de las criaturas... y el hedor que desprende le causa tal impacto que semeja un ataque físico, dejándole indispuesto momentáneamente a causa de las súbitas náuseas.

Aún así, saca fuerzas de flaqueza para intentar coger del hombro al troglodita y girarle hacia él, desviando su atención de Valk.

Parecía que al fin las tornas cambiaban a su favor. Varios enemigos habían caído, pero las fuertes mandíbulas del enorme lagarto habían tumbado a Valk.

-Arg!- Levantó sus cuchillas contra el reptil. Estaba dando la espalda a otro troglodita pero al valiente Halfling no le importaba.

Un tajo fue seguido de otro, inspirado por la fuerza de la sangre del dragón.

Ender volvio a lanzar un conjuro menor, intentando atontar al troglodita. Despues, con un suspiro se acerco, intentando acostumbrarse al hedor.

El lagarto mantenía agarrado al fuerte bárbaro, lo que permitía a Pitu desgarrarlo con más facilidad, arrancando con su hoja las escamas del animal.

Ghion llegó a su lado quedando entonces afectado por el espantoso olor de todas esas criaturas y de la gruta en general. Todo apestaba allí dentro siendo difícil respirar.

Alexander se fijó por su parte en el troglodita vivo, lanzando una rápida saeta que le rasgó un brazo. Después, Ender hizo un nuevo uso de su conjuro, logrando de nuevo aturdir a un rival. El troglodita trastabilló sin llegar a caer, perdiendo unos valiosos segundos.

El lagarto no siguió abrazando al paladín, en su lugar prefirió soltarle y gravemente herido como estaba fue a meterse entre los restos sobre los que dormían los dueños de las cuevas.

Viéndose libre del reptil, y ya que Pitu estaba encargándose del troglodita que quedaba, Valk cargó* contra la bestia nuevamente

El troglodita cayó muerto debido al garrazo del paladín. El otro lagarto estaba escondido entre toda la porquería.