Partida Rol por web

Se produce una serie de amenazas e increpaciones

Ben: ¡Marcharos vosotros!

Henry: ¿Quién nos va a obligar?

Richie: ¡Quítate la cera de los oídos, imbécil!

Bill: ¡Estás a ca cabado, He He Henry!

Henry: Estupido, tartamudo…

Entonces Henry y los suyos comienza a caminar hacia vosotros, se lanzan las primeras piedras y petardos ¿Cómo acabará?

En un momento todo se volvió algo difuso, empecé a gritar y tirar piedras, así como a escuchar varios petardos que tiraron los chicos más hábiles. Escuché también sus gritos y sobretodo los de Henry y sus amigos madiciendonos por todo, el joven negro también gritaba, aunque no sabría decir si de miedo o de emoción.

- ¡MARCHAOS DE AQUÍ! volví a gritar, pero entre los petardos mis palabras eran como una risa en pleno huracán.

Hubo lluvia de piedras y algunos truenos de los petardos, una piedra que lanzó Bill alcanzó la pierna de Henry que se devolvió titando otra y esa te golpeó a ti en el vientre.

Te dolió bastante, entonces Ben se puso echo una furia y echó a correr embistiendo a Henry y derribándolo, sin duda que lo había hecho por ti, ya en el suelo comenzó a darle puñetazos y aunque Ben recibió alguno estaba ganando la pelea.

Los demás chicos acudieron en su ayuda, los amigos de Henry se marcharon dejándolo solo y Bill hizo parar la pelea.

Bill: Marchate Henry, entre los seis podemos mandarte al hospital.

Chico de color: Siete

Henry: Os mataré a todos

Richie: Búscate una frase nueva campeón

Henry comienza a marcharse cojeando y dolorido, os señala con el dedo - ¡Os mataré a todos!

Yo me quedé en la cabaña algo aturdida por el dolor del vientre, pero en principio no parecía nada grave.

Me alegré que Henry y sus amigos se fueran, pero no me gustó nada la amenaza que nos hizo a todos. Juntos éramos fuertes, cada uno a solas podría caer en una gran desgracia si se topaba con el grupo de Henry y no podíamos estar juntos todo el tiempo.

Cuando se fue, bajé a reunirme con todos.

- ¡Es un idiota! ... iba a decir algo más pero me callé. Gracias Ben, le dije sin darme casi cuenta, además esta vez ni tartamudeé ni me ruboricé.

Henry definitivamente se fue, habíais vencido.

Ben se acercó también a ti cuando bajaste – Fue una reacción, me puse furioso ¿Estás bien? ¿Te dolió mucho? – Se preocupó por ti, rozó el dorso de su mano con el dorso de la tuya, en una caricia casi imperceptible.

El chico de color habló dirigiéndose a vosotros

– Gracias por salvarme el pellejo, a saber que me hubieses hecho… Me llamo Michael Hanlon ¿Quiénes sois? ¿Alguna especie de club?

A Bill le agradó la idea y le propuso

– Si, el club de los fracasados ¿Quieres unirte? - Dijo pensando que al resto no os importaría

Casi darle un tono irónico parecía lo más acertado, al fin y al cabo parecía que pocos os habían aceptado, excepto vosotros mismos, y en cierta forma esto os hacía muy fuertes.

- Si, claro, me gustaría formar parte ¿os reunís aquí?

Se acordó de algo y rebuscó entre sus cosas – Tengo una cámara de fotos ¿Nos hacemos una en la cabaña? Si le pongo el temporizador saldremos todos

No sé si me agradaron más las palabras de Ben o su caricia casi impercetible, aunque esta vez tampoco me ruboricé, sí se me aceleró mucho el corazón al mirarle y sonreirle asintiendo con la cabeza.

Aunque entonces habló el chico negro y nos preguntó, yo atendía sus palabras, pero no dejaba de darle vueltas en mi cabeza a lo que había dicho Ben. ¿Se enfureció por mí? No estaba segura, pero creía que me había salido un suspiro al pensarlo.

Bill contestó a lo del club... a lo que no supimos bien sin reír o llorar.

- Seguro que a Richie se le ocurre un nombre mejor jajajajaja terminé riendo, de ver lo acertado que era el nombre y lo que parecíamos todos allí juntos. Pero sí, formamos un club, el mejor diría yo. Y sonreí satisfecha.

Michael se ofreció a sacarnos una foto, vaya... yo siempre había deseado hacer fotos, pero no tenía cámara, de hecho ni siquiera había tenido una en mis manos nunca. Sería genial, después puedo... ¿puedo verla y sacar una foto yo? Nunca he hecho una foto. dije algo tímida por la confesión.

De nuevo hubo un juego de miradas entre Ben y tú, a vuestra edad era un poco complicado, pero a favor que todo era mucho más natural y era evidente que había algo, se llamara como se llamase aquello había un sentimiento mutuo de estar juntos y de buscarse con la mirada.

Los chicos se rieron con lo del nombre, pero algo que os identificara así no era mala idea.

Michael asintió y te prestó la cámara – Ten cuidado, es muy cara… me gustaría ser periodista algún día, me gusta bucear en la historia, de hecho traigo un trabajo en la carpeta, pero primero las fotos, luego si queréis os lo enseño

Antes de que tocara mis manos, negué con la cabeza, no no, mejor hazlas tú, no quiero estropearla. No podría pagarte otra igual.

Hice una mueca con la boca en señal de fastidio, pero seguí hablando: ¿un trabajo? Vaya que guay! Me encantaría verlo. Y seguro que a los demás también ¿Verdad chicos? dije preguntando al resto pero mirando a Ben.

Ben si que se ruborizó un poco cuando lo miraste, a veces le costaba un poco sostener tu mirada, pero al cabo de unos segundos lo sorprendías de nuevo volviéndote a mirar

– Si, si, claro, molaría ver el trabajo

Cuando llegó el momento de la foto de nuevo buscó colocarse a tu lado, un poco atrás y pudiste sentir su mano levemente en tu antebrazo.

Posasteis los seis mientras Michael preparaba la cámara encuadrándola en la rama baja de un árbol, y cuando todo estuvo listo fue corriendo junto a vosotros para salir en ella ¡Flash! Abría que esperar a revelarla, pero la foto para el recuerdo estaba hecha.

Despues de este momento volvisteis a la cabaña, de nuevo en círculo, apretaditos pues ahora erais uno más, Michael sacó su carpeta, en ella estaba tu trabajo – Es un trabajo para el curso próximo, algo asi como de recuperación, pero me lo he pasado bomba recopilando información, trata sobre la historia de esta ciudad.

El muchacho abre el libro con muchas fotografías antiguas y recortes de periódico – Esto de la foto era una acería, en 1906 mientras se celebraba una fiesta dentro, explotó y todos los participantes murieron.

Pasó la página – Este es el depósito de agua de Derry, suministraba agua a la ciudad, hasta que ocurrió un desastre en 1936, pero lo que es un misterio es que 253 ciudadanos desaparecieron sin dejar rastro

Me alegré mucho de sentir a Ben junto a mí para la foto, cogí aire como si tuviera que mantenerlo durante la foto y ¡Flash! fue un instante, pero sonreí satisfecha... aquella foto sería solo nuestra y estaría con Ben. Nunca me había sentido tan feliz por una foto. Esta no era para el colegio ni para el médico... sería solo para mí.

Después fuimos a la cabaña y Michael nos enseñó su trabajo:

- ¡Vaya! Es una ciudad llena de misterios y desgracias ¿no? susurré apenada, al ver que era todo sobre muertes y desapariciones, después de nuestra conversación de antes, continuaba algo sensible con ese tema. Em... Michael... ¿a ti te han pasado cosas extrañas estos últimos meses? pregunté sin más.

Ben también parecía muy contento y trataba de estar a tu lado, de sentir tu compañía.

- Si, parecen repetirse las desgracias a lo largo de le historia y no… no me ha pasado nada raro, pero… ¿No os parece un poco raro lo de las muertes y desapariciones de los niños? Es más ¿Porqué no sale en las noticias? No hay refuerzos policiales ni nada, si, está el toque de queda… pero poco más.

Entonces, de pronto las hojas del album se comenzaron a mover solas adelante y a atrás.

- ¡Es lo mismo que me pasó en la habitación de Georgy! - El chico no le quitaba ojo a lo que sucedía

- ¡Mirad! ¡En esa foto! – Bill señaló una del cuaderno - ¡Hay un payaso!

El cuaderno detuvo en una vieja imagen de Derry y esta, delante de vuestros ojos cobró vida, pero el que más se movió fue le payaso, que fue de farola en farola de la calle que había en la foto hasta situarse en un primer plano.

- Grrrr os mataré a todos, os volveré locos y luego os mataré a todos, soy cada una de vuestras peores pesadillas, soy vuestro peor sueño hecho realidad, soy una muestra viviente de todo lo que teméis…

Stan reaccionó, se abalanzó sobre el cuaderno y lo cerró de golpe.

- ¡Nooooo! ¡No puede ser! ¡Esas cosas no ocurren! ¡Yo no quería verlo!

El chico que se caracterizaba por ser muy realista en todo parecía a punto de ponerse histérico si es que no lo estaba ya.

- ¡Ahhhhhhhh! grité cuando todo empezó y continuaba gritando cuando se acabó.

Me hice un ovillo y me quedé llorando y temblando, deseando que aquella voz parase de una vez.

Sabía que los demás estarían asustados, pero ahora mismo solo podía pensar en el miedo que tenía y que me decía una y otra vez que esto no podía estar pasando, que era imposible, que no era real, que era una pesadilla... sí, eso era... una pesadilla... una horrible pesadilla. No pude evitar ponerme a llorar.

Unos se preocuparon por Stan, otros se quedaron en blanco y Ben se preocupo por ti.

Sin pensárselo dos veces te rodeó con sus brazos – Eh… Bebi… - Te dijo de forma cariñosa – Ya pasó… ya se fue… - Comenzó a frotar tu espalda tratando de reconfortarte, pero en ningún momento te soltó, se acercó a tu oído para susurrarte - Yo te protegeré, cuidaré de ti, no dejare que nadie te haga daño...