Partida Rol por web

Disfrutaba de estar con amigos, de mi Coca cola y de mis palomitas, pero la peli era bastante mala, me daba algo de miedo y no dejaban de gritar, con lo que se oía con bastante dificultad.

Aún así me pude relajar y divertirme, y terminé tirando palomitas a mis amigos.

Por un buen rato, me olvidé de todo, de mis tareas, de mi padre, de mis pesadillas, de aquella sangre... solo tenía que sonreír y divertirme.

Había un poco de miedo por la película, pero también risas a partes iguales, veías como algunas de las chicas aprovechaban para arrimarse al chico con el que iban y los chicos encantadísimos, no pudiste evitar que te pasara por la cabeza un instante si tu lo hicieras con Ben o Bill.

No re había dado mucho tiempo a pensar esto cuando sin querer, el bote de palomitas de Eddie que estaba en la barandilla del anfiteatro se le cayó al patio de butacas, este se incorporó a mirar y se puso totalmente pálido.

- ¡Oh, no! ¡Le ha caído encima a Henry Bowers y me ha visto, soy hombre muerto! Será mejor que nos vayamos.

Os asomasteis todos a mirar, y a Richie le entró un pronto de los suyos, no suficiente con lo del bote, que tomando su vaso de refresco ¡Lo tiró encima de Henry y sus amigos! A la vez que decía de forma graciosa

– ¡¡Yo que vosotros no pagaría por ver una peli de terror, me miraría al espejo!!

Una cosa estaba clara, ya era hora que alguien les hiciese algo así, pero ahora se iban a poner más que furiosos.

Observaba a los demás chicos de mi edad disfrutar de lo lindo y me contagié completamente, me dolía la mandíbula de reír cuando Richie le tiró el refresco.

Sabía que todo aquello nos traería mas de un problema, pero ya me preocuparía en su momento, ahora solo quería divertirme.

Todos en pié Ben te tomó de la mano - ¡Hay que largarse de aquí! - Fue solo un momento pues ya fuera del cine te soltó para correr mejor

¿Y a donde ir? Obvio, a vuestro lugar, a los Barrens, donde ya habíais construido una cabaña rudimentaria, se había convertido en un lugar que conocíais bastante bien.

Ya llegando, caminando junto al riachuelo…

Richie: Habéis visto como les hemos puesto

Eddie: Pues ya verás tu ahora

Richie: Si vas a morir igual Eddie… Va ha sido una broma

Bill: A veces te pasas un montón

Richie: Si, pero si no gastas bromas te mueres de aburrimiento ¿Somos personas o ratoncitos?

La adrenalina hizo bien su efecto y corrimos a más no poder hasta las afueras, luego ya bajamos el ritmo a un simple paseo. Eso sí, necesitamos un momento para recuperar el aliento.

La carrera y la mano de Ben me devolvieron un poco a la realidad.

- Creo que la hemos liado buena, no se van a olvidar de esto nunca jamás. Deberíamos idear un plan para estar alerta. ¿Qué os parece si subimos a la cabaña y prepraramos un plan de defensa y otro de ataque? Estaría bien ¿no? miré sonriente a los chicos. Luego miré a Ben más tranquila, había pasado tiempo y ya no nos poníamos tan colorados, pero siempre estaba cuidando de mí y últimamente estábamos más tiempo juntos.

Si, ya no os poníais tan colorados, pero nunca dejó de haber complicidad y juegos de miradas entre los dos, Ben era tímido, pero cuando estabais a solas siempre era un poco especial.

- ¡Ey, eso es genial! – Saltó Ben - "Beb" es la cerebro del grupo

Y pensando en lo que dijiste… - Hay muchas piedras en el río, podemos seleccionar y subir las mejores, así si vienen los mantendremos alejados…

A los chicos les agradó la idea, especialmente a Eddie que estaba un poco más temeroso porque le habían visto a él cuando se le cayeron las palomitas.

- Hay una tienda donde venden unos petardos enormes ¡Los podríamos tirar también desde arriba! – Si, la emoción sobre preparar un sistema de defensa agradó a los chicos

- Jajaja, vale venga, vamos a organizarnos reí ante el comentario de Ben, pero me gustó. Bill, tú y Richie ir a comprar varios petardos. Llevar cuidado y que os los den en una bolsa de tela para evitar que se prendan todos a la vez. Miré luego a Eddie. Eddie tú y Stan ir a por piedras, mientras Ben y yo iremos a preparar la cabaña para subir todas las cosas. Ir pensando en otras opciones para si nos pillan fuera de nuestro refugio. ¡Vamos! dije con un gesto levantando el puño. ¡No podrán con nosotros!

No podía evitarlo, me contagié completamente de la fuerza del grupo y juntos comenzamos a idear planes para evitar que nos dieran buena cuenta de aquellas travesuras. Me gustaba ser el cerebro del grupo, además siempre tenía buenas ideas, con lo cual realmente me sentía muy útil.

A los chicos les pareció bien, fue sorprendente la naturalidad con la que tomaste las riendas del asunto y ninguno de ellos puso pegas, simplemente pusisteis en común los centavos que teníais para hacer la compra.

Así Bill y Richie partieron a la tienda, tardarían un rato en volver. Eddie y están más cerca pues el río no estaba lejos y a Ben le gustó quedarse contigo – Tenemos un pedazo de cuerda, podemos atarla a un cubo y hacer como una polea desde arriba… - Te dijo Ben, ahora estabas prácticamente a solas con él

En otro momento habría aprovechado para hablar con él sobre la nota, pero realmente ni me acordé de ella, solo pensaba en hacer trampas para evitar a los matones del colegio y eso consumía toda mi imaginación y creatividad.

- Sí, vamos a ver qué más tenemos... ¿Crees que podremos hacer como en las películas? Esas trampas que haces un agujero y lo cubres para que no lo vean...  dije pensando en voz alta.

- ¡Si! ¿Porqué no? – Te dijo a lo de las trampas en el suelo, pasasteis el resto de la tarde animados, trabajando en algo divertido y todo quedó dispuesto, los petardos, las piedras, y los agujeros cubiertos por ramas y hojas.

Cansados pero satisfechos emprendisteis el viaje de vuelta, subiendo por el caminito Ben se detuvo – Eh mirad…

Señaló en una dirección, a lo lejos se veía un edificio bajo, era la depuradora y la entrada a los circuidos de alcantarillado de la ciudad.

- Me da escalofríos ese lugar, creo que está embrujado

Dijo Eddie que de normal era el más temeroso del grupo

- Anda vamos Eddie, hazme caso, científicamente esas cosas no son posibles, no digas tonterías

Le respondió el chico judío, este era el más realista y con los pies en el suelo.

Al final hicimos los agujeros, pero no demasiado grandes, primero porque no pudimos y segundo porque tampoco queríamos que nadie se matara allí, solo escarmentarles.

Después de una tarde productiva, nos marchamos para casa, aquel día ni me acordaba de mi padre, así que me despisté completamente e iba tranquila con ellos.

Cuando comenzaron a hablar de casas embrujadas, volvió la pesadilla ocurrida hacía tiempo a mi mente. Sin darme cuenta me puse muy pálida, me arrimé a Ben y tomé su mano apretándola muy fuerte. Y sin querer comencé a temblar levemente.

Ben se sorprendió un poco que lo cogieras de la mano, pero no lo exteriorizó demasiado, quizás porque te notó temblar y eso le preocupó.

Este frenó un poco la marcha para que los demás chicos no lo notaran y posó una mano en tu espalda, seguramente sin atreverse a abrazarte pues eso era algo normalmente de mayores y no sabía como podías reaccionar - ¿Estás bien? – Te susurró

- No quiero ir allí, dije simplemente, no quería recordar lo otro, ni contarlo, pero por más que lo intentaba más recuerdos venían a mí, la voz, sus palabras, la sangre...

No dejaba de temblar pero tampoco empeoraba, su mano sobre mi espalda me tranquilizó un poco, sentí el calor que desprendía, yo debía estar perdiendo temperatura, pues la notaba muy caliente.

No quería echarme a llorar, pero sentí como un nudo subía a mi cuello y a mis ojos...

- Pues no iremos… - Dije levantando levemente los hombros, frotó un poco tu espalda y tiró de tu mano suavemente – Vamos con los demás – Dijo pensando que sacándote de las cercanías de ese lugar te podrías sentir mejor.

Te dedicó una bonita sonrisa – Al final ha sido divertido lo del cine ¿No? – Quizás cambiando de tema…

Y ya os alcanzasteis al resto de vuestros amigos que ya entraban en la ciudad.

- Quisiera que este verano no acabara, es el mejor de mi vida - dijo Eddie de pronto

Su casa estaba a las afueras y os sorprendió ver a su madre que se abalanzó sobre su hijo casi de forma desesperada.

Madre: ¿Eddie? ¿De donde vienes? Estaba preocupadísima, casi llamo a la policía

Bill: Es.. es… taba con nos.. nosotros, señora

Madre: ¡Marchaos, a casa!

Eddie: Mamá, son mis amigos

Madre: No necesitas jugar con ellos, no te combiene…

Eddie: Son mis amigos…

Madre: No necesitas ningún amigo, te basta con tu madre, vamos, entra en casa

Me sentí muy aliviada al ver que no insistían en entrar en aquel lugar, pero seguía con aquello en mi cabeza dando vueltas... creí que iba a marearme y todo. Ben cambió de tema y me sacó una tímida sonrisa, realmente había sido un día estupendo pensé.

- Sí, gracias... terminé en un susurro. No me di cuenta que seguíamos de la mano mientras caminábamos, si lo hubiera notado me habría soltado, pero ni me percaté cuando la madre de Eddie me dio un sobresalto. Eso me recordó a mi padre y suspiré cansada.

- Tranquila Señora Kaspbrak, ya nos vamos. Hasta mañana Eddie. eso debía haber dicho, pero se me quedó en la garganta. Si le contaba a mi padre que me había visto con ellos, sería un buen lío. Por suerte, ella no tenía por qué hablar con mi padre, pero mejor no recordarle mi presencia.

Me di la vuelta discretamente y me escondí tras Ben, Quiero irme a casa le susurré desde detrás.