Partida Rol por web

 Una oscura capilla, con las ventanas rotas, viejas vidrieras rotas, con sus cristales ajados descoloridos en el suelo pisados por sus pies desnudos, una marca en su frente, un dolor en el corazon, miedo en sus ojos mientras  camina hacia la figura que esta parada frente a la cruz de piedra partida.

Sabia que vendrias, mi amor, sabia que volverias a mi Se gira y su respiracion se acelera mientras coge la mano que la tiende para que se acerque a el mientras una lagrima se desliza por su mejilla y el sonido metalico de algo rebota en el suelo rodando y perdiendose en la oscuridad. Sus labios a punto de tocar los de ella temblorosos cuando la comienza a arder la marca de la frente y se aparta, niega mientras la mira suplicante. No me dejes ahora, que nos hemos vuelto a encontrar Mina, no puedes abandonarme. Nuestro amor es eterno Cierra los ojos mientras suena un disparo y al abrirlos le ve caer, su cuerpo encogido ahora no es su principe, es un anciano, se convierte en el monstruo que la dijo, se convierte en lo que le causa las pesadillas a su marido, da un paso y tropieza con algo, una espada, la coje con sus manos cerrandolas sobre su empuñadura antes de dar el paso y cortarle la cabeza mientras sus ojos rojos se fijan en ella y su mano se agarra a su tobillo.

Te despiertas en ese momento esta sonando tu movil y a atardecido hace poco, al otro lado Sergio o al menos es su telefono

Se despierta sobresaltada. Sus ojos es lo primero en reaccionar y se abren rápidamente. Sí, era el sonido de su movil. Poco a poco se va calmando y si su corazón siguiese latiendo, ahora bajaría el ritmo. Qué sueño tan... extraño. ¿Quién era Mina?

Coge el movil aún algo sobresaltada. Buenos días... bromea. Has sido muy oportuno.. Dice sinceramente. Aunque si hubiese llamado unos minutos antes, se habría ahorrado ese sueño que la preocupaba. Gira la cabeza, aunque no le hace falta, Sergio siempre la llamaba al atardecer.

 Al otro lado oyes su risa

No digas eso Victoria, sabes tengo una pequeña cosa para ti que no se si te gustara. Tengo dos entradas para una funcion que es su ultimo pase esta noche. Te apeteceria venir a verla conmigo. Se que estas ocupada y todo eso pero podria estar alli en unos veinte minutos para recogerte, luego iriamos donde te apeteciera

La puerta de tu cuarto se abre y en el quicio esta tu sire que te mira con una sonrisa y un leve arqueo de ceja.

Victoria dibuja una pequeña sonrisa en sus labios. Era muy atento. Pero no le pasa por alto la visita de su sire.

Mejor te llamo luego y quedamos. ¿Vale? Le dice con tono cariñoso. Hasta luego cielo. Se despide sin dejar de mirar a Eric. Una vez termina deja el teléfono a un lado.

¿Te gusta lo que ves? Pregunta pícara. A pesar de ser vampira, Victoria reposaba por el día con la lencería más fina y sexy. Y esta vez, no era menos. Adopta una pose provocativa y sigue mirándole. ¿A que debo el honor de tu visita a mis aposentos? Dice con una ceja levantada y sonriendo.

 Siempre me gusta pero...digo mientras me acerco y me quedo a unos centimetros de sus labios al inclinarme hacia ella.

Tenemos una visita y es muy importante, es una emisaria del señor del Sabbat, viene ocn la palabra de Monçada. Vistete y acompañame, luego podras ir a hablar con tu amigito.

Deberias acabar con él, un dia te descubrira y los cazadores vendran por todos

Auqneu tambien puedo hacerlo yo

Victoria no aparta la mirada pícara de Eric ni un segundo, mantiene la distancia, aunque juega a tentarle.

Le escucha y sonríe. Me encanta verte celoso.. Le susurra al oído mientras le lame el lóbulo, e immediatamente se levanta guiñándole un ojo y dirigéndose a su enorme armario. No tarda en elegir un elegante y provocativo vestido que realza su figura y le favorece mucho.

No dice nada más respecto a Sergio. Sabe que a Eric no le hace mucha gracia, pero ella le necesita. Era como aferrarse a su humanidad para sentirse viva.

Lista. Le dice una vez impecable y sensual.

 Solo sonrie y camina delante tuyo hasta la puerta, en el piso de abajo hay una mujer de blancura sobrenatural que os mira y sonrie observandoos.

Vaya, vaya, realmente es mas hermosa de lo que pensaba. ¿?Cuando me la ibas a presentar? casi parece un hada...acercate  pequeña y dile a Luz Bell que es lo que mas te gustaria antes de que comencemos con temas anodinos

Victoria con toda su elegancia sonríe y asiente ante el halago, a la vez que hace una perfecta reverencia a la mujer.

Ante la propuesta de la mujer, al parecer Luz Bell, mira a su sire, como pidiéndole permiso.

¿Qué era lo que más le gustaría? Pues no lo sabía ni ella. Victoria siempre vivía el momento y el día. Nunca pensaba en que le gustaría, siempre que quería hacer algo, lo hacía.

¿Qué más podría desear que estar en tan grata compañía? Dice como halago y una preciosa y al parecer sincera sonrisa. Eric le había dicho que era alguien importante, por lo que la pelotería y su encanto estarían ahí.

 Una sonrisa en mi petreo y marmoleo rostro mientras cruzo las piernas y apoyo mi codo con suavidad en el lateral para poner mi barbilla entre dos dedos observandola detenidamente. 

Guapa, no voy a negarlo, aun pulible, reconozco que le gustan con las piernas largas y con algo mas oculto, no en vano le conozco hace mucho, pero un dia se cansara.

Querida, esa respuesta es simplemente arrebatadora. Pero aun asi todos tenemos anhelos, los principes desean derrocar a los reyes, los pobres a los poderosos, los locos a los cuerdos, los enamorados a sus amadas. El poder subyugar al infeliz...O simplemente desear la luz del sol, prohibida para nosotros desde hace tanto.

Un suspiro, real o falso, una pequeña parte de una gran obra o tenia que ser asi, nunca lo sabran. Bueno, como debes saber nuestro lider Monseñor Monçada esta preocupado, por que se estan perdiendo algunas manadas en la ciudad y desea que se creen otras. Ademas de encontrar a los culpables, miembros de la sociedad de Leopoldo seguro o cualquier cazadorucho que se crea mas que cualquiera.

¿que opinas?

No puede evitar mosquearse un poco al sentirse analizada tan al detalle, pero como siempre, no deja que ni un músculo de su cuerpo así lo demuestre. Sigue sonriendo, pose elegante y real.

Agacha levemente la cabeza y cierra los ojos en señal de respeto.

Nada me complacería más que ser de ayuda a nuestro líder Monseñor Monçada. Cualquier orden será cumplida con sumo gusto. Y se mantiene así, a la espera. Estaba claro que si había venido era porque algo tenían planeado para ellos, o quizá para ella en concreto.

 Bien enseñada, no voy a negarlo, demasiado bien enseñada, tendre que comprobar si continua con su sangre fria cuando conozco a Malice, esa si que conseguira que la salga la fiera de dentro en cuanto la cuente su relacion con su adorado sire. Por eso ahora las buscas morenas, para que no te las recuerden.

Victoria siente y escucha. Bueno, almenos tendría algo que hacer y se movería. Se aburría si no hacía nada. Finalmente alza una ceja.

¿Una debilidad? Típico de humanos. ¿Qué o quién será la causa de su muerte? Pregunta con una mirada y una sonrisa en sus labios.

El cazador cazado. Su juego favorito. Realmente tenía ganas de volver a depredar por ahí. Y si con eso ganaba puntos para su sire, mejor. Aún le debía mucho a Eric y ella era alguien a la que no le gustaba deber favores.

 Una sonrisa recorre mi rostro mostrando un perfecta dentadura.

Victoria asiente y hace una reverencia.

Será un placer. Dice aún agachada. Luego levanta de nuevo la vista, sonriente y elegante esperando que Luz bel y su sire hablen. Tenía por costumbre no hablar si no le preguntaban y era algo que, de momento, le había ido bien. Esa mirada que la mujer dedicaba a Eric no le hacía mucha gracia, pero no era quién para meter su preciosa nariz donde no le llamaban.

Se queda a esperas de órdenes añadidas.

 De acuerdo, tengo un contacto en la policia que puede que te sea de ayuda. Se llama ´Salcedo, es un hombre bastante sencillo, solo ve a verle y pidele que me devuelva el favor, te dara lo que sea necesario.

Victoria abre levemente un poco más los ojos.

¿Salcedo? ¿Como el cazador? Pregunta por la extraña coincidencia.

Con sus últimas palabras, le sonríe, de forma pícara. Tranquilo.. Le susura, tras besarse su propio dedo y finalmente posarlo en los de él.

 Si, curiosa ironia, Es mas la dama en cuestion se llama Maria Salcedo de Salazar. Puede que tenga algo que ver con el cazador o puede que no tenga nada que ver.

Tu solo ve a la comisaria centro y diselo, ella hara lo que haga falta.

Victoria tuerce el gesto. No quería replicar, pero no era una mujer que creyese en las coincidencias y aquello le olía mal. Pero si su sire lo decía, lo cumplía y punto. Sin rechistar.

Asiente. ¿Lo hago hoy mismo? Pregunta por la urgencia.

 Si quieres si, sino puede esperar a mañana. Creo que tenias algo que hacer hoy si no recuerdo nada mal.