Partida Rol por web

Madrid, te han dicho que en un local tendrias algo de ayuda, bueno o al menos te acogeria una de las muchas manadas e la ciudad hasta ue pudieras conseguir alguna propia, la verdad es que no sabes realmente que puede ser.

una mujer por lo que dice la nota. Elena se llama y no te han dado ni foto, ni nada, bueno sabes que viste de ropas de cuero negro, un mono de motorista, una gabardina y el pelo corto, con unos ojos azules profundos.

Tras un rapiod vistazo la ves a lo lejos en la barra hablando con un assamita por lo que parece por su aspecto mientras miran de reojo a un reservado donde ha entrado una chica con un chico, tal vez sea su comida.

Al entrar en el bar, me doy cuenta de lo mucho que cambian las cosas de un lugar a otro. Esto no tiene nada que ver con los locales de mala muerte de mi rusia natal. No es que esto sea un restaurante de cinco tenedores, no es precisamente un local lujoso ni elegante, pero al menos da la sensación de que los vasos están limpios y no huele a paletos de mierda.

Camino dubitativa. No tengo ni una foto ni apenas información. Un nombre, y una breve descripción, nada más. Mientras caminaba hacia aquí, rezaba por que no se tratara de un bar de moteros, o reconocer a una tal Elena que viste de cuero negro y con gabardina iba a ser de risa. Afortunadamente, al entrar veo que la clientela tiene un gusto muy variado -como en todas parte de esta ciudad tan cosmopolita-, y la silueta de una mujer con mono de motorista y pelo corto se dibuja al fondo del bar. Camino hacia ella, decidida, y cuando se gira momentáneamente y veo el azul de sus ojos acelero sonriente.

Te encontré.

No está sola, claro. Pocos serán los que pasan solos sus noches en esta ciudad, y los que lo hacen deben cuidarse las espaldas. Como yo misma, que soy actualmente una presa fácil para cualquiera. Sola, poco impresionante físicamente, y con altos conocimientos místicos que de poco me sirven en un enfrentamiento. No los aprendí para eso, aunque ahora desearía haberme concentrado en determinadas líneas de estudio pensando más en su utilidad que en mi fascinación. En ocasiones tengo la impresión de que mi poder sirve más para huir o para aparentar que para obtener resultados reales.

Y ambas cosas se me dan bien.

Por eso me siento ligeramente nerviosa al adentrarme en las entrañas del bar, lejos de la salida y del espacio abierto donde mejor se desarrollan los poderes del viento. Creo que he pasado tanto tiempo mirando sobre mi hombro mientras huía que me he vuelto algo obsesiva. Aún tengo otros trucos por si es necesario, debo centrarme y seguir con lo que estoy haciendo.

El tipo que está con ella... no me gusta. No tengo nada contra él, no le conozco, pero su aspecto hace que piense en los Assamitta Antitribu. Asesinos y cazadores, diabolistas sin igual. Yo podría ser una presa apetecible, a pesar de ser miembro de la Espada de Caín. En teoría no nos hacemos esas cosas entre nosotros, pero también mi propio Sire me busca para hacerme vete a saber qué. Nada bueno. Es el miedo lo que me ha mantenido con vida hasta ahora, es el miedo quien me advierte de los peligros.

Ese tipo me da miedo.

• Buenas noches -Me planto frente a ellos, decidida y risueña, disimulando mi nerviosismo. No he podido dejar de observar que estaban mirando a una pareja que se adentra en un reservado, y me pregunto si estaré interrumpiedo su caza- ¿Eres Elena? Me dijeron que te encontraría aquí. -Muestro la nota entre mis dedos, juguetona, enseñando las palabras manuscritas de puño y letra del Toreador que se empeña en prestarme ayuda de un modo tan poco esclarecedor- Mi nombre es Alysa. También me dijeron que podrías ayudarme, aunque no especificaron cómo.

Sonrío forzadamente, dándome cuenta de lo torpe que debe haber resultado mi presentación. Más aún cuando mi aspecto difiere tanto del suyo. Con una camiseta ajustada y escotada a rayas, mostrando el ombligo, una chaquetilla rosa, y vaqueros ajustados de talle bajo, debo dar la impresión de ser una niña pija que se ha perdido camino a alguna fiesta universitaria en la que intentar colarse por no tener edad suficiente. Si no me hubiera maquillado con esmero, es posible que ni me hubieran dejado entrar por la puerta esos gorilas de la entrada...

Niego Faruk, no se por que piensa que, al final me rio.Pero no puedo perder de vista a la pequeña cria de Marcell, si la pasara algo seguro que le daria algo y yo obviamente disfrutaria mucho.

Te aseguro que no se que narices queria el viejo, pero hare lo que sea para averiguarlo. Pero nos lo termina por decir y...

Me giro a la voz, una chica que no conozco, pero huelo que es como nosotros. La recorro con mi mirada de arriba a abajo apoyandome en la barra
Si, soy Elena. Bienvenida a Madrid, algo he oido, pero no lo suficiente.
Cojo la nota y la leo por encima antes de sacar un mechero y de quemarla entre mis dedos, para que caigan los ultimos retazos al suelo, pero casi me quema, es una locura, pero no me importa hacerla. Me aparto y la miro de arriba a abajo rodeandola, quedandome a su espalda y la susurro al oido.

Soy la ductus de los Caballeros del  Saint Grial, hare lo que pueda para que consigas una manada que te proteja, en el caso de no conseguirlo te acojere en la mia, pero bueno te advierto que los mios son algo especiales pongo mi mano sobre su hombro y me giro, se que alguien se esta poniendo nervioso por segundos y eso me gusta, aunque sabe que ...acaricio con la punta de mi lengua mi colmillo cortandola antes de pasarla por mis labios y de esconderla de nuevo.

¿tienes un lugar donde quedarte?

Espero paciente mientras la mujer me inspecciona bien de arriba a abajo, sin conocer aún la naturaleza exacta de tal actitud. Supongo que no debe sentirse demasiado impresionada con lo que ve, aunque tal vez sean de quienes han aprendido a no fiarse de las apariencias. Claro que, en mi caso, si se fiara de ellas tampoco andaría desencaminada: no soy lo que se dice una fuerza a tener en cuenta. Eso sí, estoy segura de que mis múltiples aptitudes pueden llegar a ser de utilidad... a quien sepa emplearlas sabiamente.

En efecto, es ella. No me cabía duda, pero su confirmación seguía siendo necesaria en cualquier caso. Toma la nota y comienza a quemarla, un acto que tampoco comprendo. Realmente la nota no dice nada. Un nombre, un lugar, una escueta descripción. Nada. Pero supongo que incluso algo así puede ser empleado por quienes tengas medios para hacerlo. Y no con buenas intenciones, o al menos esa posibilidad debe ser la que lleve a esta vampiresa a obrar con tan extrema cautela.

Vuelve a inspeccionarme, una actitud que comienza a ser molesta. Camina a mi alrededor, observándome detenidamente, como si creyera que mi aspecto le ofrecerá más información. Nada en mi aspecto me define, más allá de mis gustos acerca de la ropa y mi aspecto general. Lo que yo soy, lo que tengo que ofrecer y que ocultar, poco o nada tienen que ver con mi aspecto. Pocos pensarían al verme que soy una estudiosa de las artes arcanas más antiguas de una tierra ancestral de poder espiritual. Pocos me verían como una avanzada hechicera de la sangre.

Es una Ductus, eso no me lo esperaba. Pensé que me pondrían en contacto con algún miembro “menor” de una manada, antes de ser recibido por su líder. Claro que también pensé que me pondrían en contacto con una manada que me acogiera directamente, y no con alguien que podría ponerme en contacto con una. Solo me ofrece la posibilidad de unirme a ella como último recurso. Parece que tenga que pasar por varios trámites, como si fuera un proceso burocrático, antes de ser aceptada en una manada definitivamente.

• Señora... -Era así el tratamiento para los Ducti ¿verdad? Incluso aunque me equivoque, al menos la trataré de usted. Hasta que ella decida lo contrario- ...ya tengo un refugio, si se refiere a eso. Pero estoy un poco desconcertada, porque tampoco he recibido demasiadas explicaciones acerca de usted. A decir verdad, no tengo muy claro que interés tiene en todo este asunto, y en mí. ¿Por qué ayudarme, a una desconocida, a encontrar una manada?

Sonrio para mi mientras niego.
Elena, por favor, no me gusta ni que en mi propia mañana me hagan esa deferencia, soy una lasombra pero no me gusta que me traten como al resto de los anacronicos que componen mi clan

Me siento en una silla y sonrio para mi mientras la miro. Realmente lo la ha dihco nada y eso es bueno para mi...

Por que soy la tocapelotas mayor del Sabbat, si quieres conseguir algo lo puedo hacer y en el proceso seguro que me llevo a alguien que no me gusta por delante lo que me lleva a una pregunta. ¿tu creador?

Si es dificil de preguntar como tambien lo es para mi, Adeline, maldita puta, me queria muerta pero ahora ella es la que lo esta.

Un dia...Bueno no se tu nombre y yo me he presentado asi que podrais decirmelo, no tenga que llamarte niña o algo asi.

Miro a Faruk que se aleja a buscar a sus compañeros, un dia tendremos que terminar esta charla...pero no hoy ¿Tienes hambre?

Una Lasombra, quién lo diría. Como ella misma dice, no se parece en absoluto a los miembros de su Clan que se acostumbra a ver, señoritos con aires de grandeza y demasiada pompa. No me gustan los extremos, pero puestos a elegir me quedo con la falta absoluta de estilo, antes que con la presuntuosidad de esos elitistas.

• Elena, entones...

Por otra parte, sus motivos siguen sin quedarme claros. Parece que argumente una especie de rebeldía, pero ¿Ante quién? ¿A quién le molesta que yo reciba ayuda? Salvo que Él ya esté aquí... No, desecho tal idea. Yo misma acabo de llegar, no podría haber llegado antes que yo ¿Cómo sabría de mis planes?

Y llevarse a alguien por delante... Tampoco me queda claro ese punto. Sin embargo, casi prefiero no discutir. Al menos, no cuando me ha preguntado algo tan serio.

• Mi creador forma parte de un pasado que estoy tratando de dejar atrás -Aparto la mirada, nerviosa ante tales revelaciones que me veo obligada a hacer- No deseo hablar de él, y no lo haré más de lo debido, si no te importa. Su nombre es Ivan, y es un Tzimisce Koldún de la Madre Rusia, como yo. He viajado hasta aquí huyendo de él.

Espera ¿Que no sabe mi nombre? ¿Niña? ¿¿NIÑA??

Bueno, no suena tan mal...

• Puedes llamarme niña si quieres, no me molesta -¿Está mal de la cabeza como una Malkavian cualquiera, o son achaques de la edad de una vampiresa antigua? Puede tener una respuesta más simple: tampoco me hizo mucho caso cuando me presenté ante ella de improviso- Pero ya te he dicho antes que me llamo Alysa. Alysa Petrova. Y no tengo demasiada hambre, pero te acompañaría si vas de caza y no te importa la compañía. Necesito habituarme a las costumbres locales.

Creo que vamos a tener mucho mas en comun, no nos gustan nuestros creadores y eso es muy, muy interesante.
Alyse, no me referia  a esa presentacion, pero...la verdad es que te llamare por tu nombre, niña es como me han llamado  a mi mil veces...

Asi que uno de esos tzismices brujos, mas que el resto de los de su clan, encima ruso. Yo que creia que alli solo habia brujah y nosferatu

No tengo hambre estoy de niñera de alguien que acaba de llegar a la ciudad, puede que tarde un poco, pero comi antes de salir de mi parroquia.

En cuanto a las costumbres locales. ¿que sabes de Monseñor Monçada? por que eso puede significar tu novida o tu muerte definitiva al final.

Sonrio mientras tamborileo en la barra con mis dedos en un ritmo lento y languido...

Yo solo se lo normal de Rusia, asi que si voy alli, se que no me entendere con ninguno, pero eso no importa desde luego. Solo que no toque las narices al que mande en la ciudad a la que vaya, cosa dificil.

Armand me ha pedido que te cuide hasta que te consiga una manada y la verdad eso me causara mas de un quebradero de cabeza, pero no es importante, creo que nos llevaremos bien.

Tuerzo el gesto al ver que hay algo en lo que dice que no comprendo. ¿De qué presentación hablaba entonces? Si ya le he dicho mi nombre... Debe haber algún tipo de matiz cultural que se me escapa... Espera ¿Se referiría a mi Clan? Sí, claro... Un ligero sonrojo acentúa mis mejillas, al darme cuenta de mi error.

Que vergüenza.

Seguro que ya lo sabe, de todos modos, pero debe considerarse correcto y educado por aquí presentarse con el nombre y el linaje... de sangre.

• ¿Monçada? Bueno... la verdad es que he llegado hace poco y aún no conozco practicamente nada sobre la política local de la secta. Ni siquiera sabía hasta ahora si Madrid era gobernada por un Arzobispo o un Consejo de Obispos. ¿Qué debería saber?

Parece que esta vampiresa tiene costumbre de convertirse en un quebradero de cabeza para más de uno, allá donde va. Puede que por eso haya decidido ocuparse de mí, por fastidiar a más de uno a quien no le haya hecho gracia mi llegada. Eso no es bueno, pues significaría que mi llegada ha tenido opositores. Pero al menos puedo contar con ella. Y con Armand.

• Yo también espero que nos llevemos bien, Elena. No deseo ser un problema para nadie, te lo aseguro. Solo quiero poder dejar de huir...

Nada importante, nunca te encontraras con el a menos que te llame o hagas algo que no debas

Replico levantandome y estirando la gabardina que llevo. Eso si, tendras que cambiar de modo de vestir, no es que tenga nada en contra de ese, pero es mas de presa que de cazador...

Carraspeo al ver a quien entra por al puerta
Mira tu por donde que acaba de llegar mi tocanarices favorito, esta noche hay bronca como se le crucen los cables...Brujah a veces son tan predecibles y le gustan las niñas que van de dulces...si conocieras a una de su manada...Tiene 13 años y es detestable. Los tremere son detestables, pero esa es absolutamente resabida y metomentodo.
Si me .... me callo y sonrio
Buenas y sangrientas noches Snake

Mantengo la mas adorable de mis sonrisas mientras le miro de arriba a bajo. Te presento a Alysa, es la amiga de un amigo

Bueno, si no tengo que preocuparme de Monçada, no me preocuparé de él. Nunca he sido de las que se preocupan por nada, ni de las que ocupan su tiempo en asuntos triviales e inútiles. Prefiero centrarme en las cosas importantes. Como tampoco me preocupa que a esta vampiresa no le guste mi indumentaria. Yo tengo bien claros los motivos por los que la uso.

• Hay muchos tipos de cazadores, tantos como tipos de presas. Cada cual tiene su forma de cazar, no lo discuto. Unos persiguen a sus presas o las acechan en la oscuridad. Otros las atraemos a nosotros, dejando que sean ellos quienes creen estar cazando. Mi indumentaria atiende a este segundo estilo de caza. Pero, si te molesta, puedo trata de ser más discreta al quedar contigo...

Tengo ropa sencilla también, por supuesto. Incluso tengo algo por ahí que se parece a la forma de vestir de Elena, unos pantalones de cuero y una chaqueta de motorista. Me lo regaló un tipo que se ofreció a llevarme en su moto desde Berlín a París, evidentemente con la esperanza de convertirme en sus pequeña compañera de juegos al descansar en un motel por el camino. Yo descansé, pero él no llegó a París.

Me giro hacia la puerta al hacer referencia Elena a alguien que llega. ¿Supone problemas? No es que yo esté especialmente preparada para una... ¿pelea de bar? Me sentiría algo ridícula, como inmersa en una de esas malas películas americanas de Chuck Norris. Gente volando sobre la barra, alguien cogiendo los palos de billar como porras, botellas rotas por doquier... Me resulta poco apetecible, la verdad.

Además, la última vez que asistí a un alboroto en un bar... fue la última vez que vi a Sascha.

Un Brujah. No me gustan demasiado. Demasiado alocados, impulsivos. Yo pienso mucho las cosas antes de hacer nada, sopeso opciones. Ellos no, se dejan llevar, y es complicado hacerles entrar en razón. ¿Qué querrá decir que le van las chicas que van de dulces? ¿Será una afirmación irónica, o real? Maldita sea, y no tengo tiempo de preguntarlo, antes de que él llegue a nuestro lado...

No me pasa desapercibida la sonrisa de Elena mientras me presenta. Adorable. Entonces ¿Asumo que es cierto que le gustan las chicas dulces? Será mejor no jugármela, de momento...

• Encantada, Snake.

Una presentación educada, ni fría ni cálida. Sin dejar nada claro, esperando a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Lo último que quiero es colmar la paciencia de un macarra nada más llegar a la ciudad.

Mi peor pesadilla, Elena y con una chica que si esta buena, muy buena, me gusta esa ropita,  puede que sea mi nuevo jugetito unas noches, se lo que le va a algunas.

Buenas noches chicas, ¿algo interesante? buscaba a un capullo assamita que no me deja nada mas que mensajes, sera que su amorcito no le da lo que quiere y quiere marcha de la buena

Me rio un poco y miro al que esta detras de la barra con mi unico ojo bueno antes de que me sirva algo de lo que ya sabe, bien frio, es mejor que tomarlo del cuello de algunos, al menos yo si lo aprecio.

Asi que eres amiga de un amigo de Elena. Pues entonces eres amiga mia. Tal vez te gustaria qu dieramos un paseo por la ciudad los dos, podria e resto me lo callo, por que se lo que me haria esa loca de Elena si se entera.

^¿que te trae por nuestra ciudad?

Ordinario, provocador, bruto... y a pesar de eso, aparentemente sincero. Carente de la habilidad suficiente para no serlo, más bien. Demasiado simple como para tenerle en cuenta, pero demasiado peligroso como para no hacerlo.

¿Un aliado potencial? Es lo que me parece. La gente como él no piensa demasiado antes de actuar. Es difícil convivir con alguien así, pero puedes confiar en ellos. Quiero decir que si ven a un aliado en peligro no se molestan en sopesar sus opciones. Se dejan guiar por sus impulsos pasionales, y eso siempre es bueno... para aquellos a quienes defenderían. No es que le crea capaz de cargarse a Iván, pero una ventaja es siempre una ventaja.

Ya hablo como si le hubiera fichado para mi club de fans. Y aún ni he empezado con él. Es lo malo de pensar demasiado y a demasiado largo plazo, que se olvida una facilmente de lo inmediato. El tipo aún está aquí, jugando al parecer a una absurda y torpe simulación de seducción.

Éste aún tiene mucho que aprender acerca de la coquetería...

Pero tiene suerte, porque es un juego que me gusta. Podría darle una o dos lecciones.

• Oh, me encantaría pasear contigo por Madrid a la luz de la luna, Snake, -pongo ojos melosos mientras encarno mis labios con una expresión sentida- pero me temo que no soy de esas. Nunca en la primera cita, guapo, no puedo ponertelo tan fácil... Además, temo lo que “podrías” hacer, ni siquiera te has atrevido a decirlo...

No me ha pasado desapercibido el modo en que ha cortado la frase, no se si para hacerse el misterioso o porque no quiere que Elena lo oiga. En cualquier caso, añadir más misterio nunca viene mal en el arte de la seducción.

Joder, hablo como una puta entendida. Y eso que solo consigo atraer a niñatos imberbes.

Me encaramo a la alta banqueta de barra, acomodándome en ella y cruzando las piernas. La corta falda se pliega sobre sí misma, dejando ver aún más mis piernas de piel fina, suave y blanquecina. Me apresuro a alisarla, estirando la tela para cubrir lo mostrado, no sin antes asegurarme de que ha quedado a la vista el tiempo suficiente para que ese ojo solitario le echara un buen vistazo.

• Pero te permitiría que nos invites a una copa, cielo. -”Nos”, que no se le olvide que no estamos solos. Seguro que a Elena le hace gracia todo ésto.

Ahora sí, le echo un buen vistazo de arriba a abajo, dejando que mi expresión haga volar su imaginación. Aderezo aún más el asunto acariciando el colgante que pende de mi cuello, muy cerca del escote.

• He venido a quedarme, guapo. Busco un rinconcito agradable donde pasar el rato, y he oído que hay gente interesante por aquí. -Le miro directamente al ojo sano, con la cabeza ladeada- Anhelo la compañía...

Chasqueo la lengua y la guiño un ojo mientras cojo la cerveza, negra con un aderezo como a mi me gusta, mientras me apoyo en la barra.

Eso decis todas, pero al final terminais antes de que termine la primera cita. Eso es como mi primera novia, y como la segunda y la tercera...todas tan volubles.

En cuanot a lo que puedo hacer, mañana lo podras averiguar, tenemos un pequeño juego, cazaremos a un grupo de humanos que se creen mejores que nosotros.

Miro a Elena que sonrie para si, maldita lasombra, es peligrosa, muy peligrosa y eso me gusta, demasiado el peligro, no voy a negarlo.

Pues otro dia paseamos si te vas a quedar y si no tienes donde siempre puedo dejarte un hueco a mi lado en mi guarida Mis chicos son todo corazon y no haran nada ue no deban de momento. Y mucho menos a una chica tan guapa como tu

Está claro el concepto que tiene de mi género, y eso es algo bueno y malo al mismo tiempo. Malo porque le hace estar demasiado seguro de sí mismo, y bueno porque no será complicado sorprenderle con algo nuevo.

• Parece que se te da bien jugar en las ligas inferiores, Snake. Eso es bueno, esas chicas te lo ponen fácil y no sufres temor al rechazo -Primero picar su orgullo, herirlo para que desee resarcirse- Es una pena, porque esas chicas de segunda no suponen un verdadero... reto ¿verdad? -Un reto. Nada motiva más a un hombre que enfrentarse a un reto. Pon algo difícil o imposible de alcanzar ante sus narices, y lucharán con uñas y dientes por conseguirlo por muy estúpido o innecesario que sea.

Echo un vistazo a Elena. Quisiera saber qué está pasando por su mente en estos momentos. Dudo mucho que sea este tipo y su manada lo que tenía pensado para mí, y yo misma no es que esté demasiado interesada. Tampoco se si él lo estaría, a pesar de haberme ofrecido su refugio. No me ha ofrecido ser su hermana, sino más bien convertirme en su “putita” particular. Y no es que la idea me resulte repulsiva de por sí, pero es pronto y aún creo poder aspirar a algo más.

• Seguro que habrá noches de sobra para que puedas pedirme una cita como Caín manda, Snake. Y de que me convenzas para visitar ese refugio tuyo. -Y su cama, porque es ahí donde pretendes llevarme ¿No? Pues no te será tan sencillo...- Pero antes, háblame de ese jueguecito. Parece divertido ¿es un Juego de Instinto? ¿Por qué dices que se creen mejores que vosotros, esos mortales?

Una sonrisa, asi que quiere jugar a eso, no esta mal, no esta mal, pero no le gustara el resultado, o dentro o fuera
Hacia ese lugar firme caminé.Llevando conmigo un peso. Que quería perder. Llevando el adiós de un pobre corazón Portando conmigo palabras de dolor. No se por qeu tengo que recordar esas palabras en este momento
Mira a Elena y Elena parece en su mundo pero se que no lo esta, esta pensando en mil cosas a la vez como en esa reunion con Monseñor, si se que la has tenido y que la tendras otra vez en esta semana, tengo contactos.
Solo es un juego para hacerles pagar. No creo que se crean mejores de lo que realmente pueden parecer.
No creo que esos cazadores de la Sociedad de Leopoldo sean tan buenos como aparentan...Su sangre es igual que la de los demas y no son nada mas que escoria, dispuesta a que nuestros colmillos las sieguen

pero si tienes miedo no pasara nada, es logico que las damas lo tengais.

Cazadores.

Pablov me habló de ellos. Él se tomaba muy en serio sus actividades, sentía cierto respeto -que no admiración- hacia los humanos que eran capaces de cazar a los inmortales de la noche. Decía que había que guardase de ellos y eliminarlos a la primera ocasión, y que eran la principal razón por la que ser discretos en nuestras actividades. No por ciega obediencia a absurdas y anticuadas tradiciones, como la Camarilla, pero sí por un sencillo sentido común. Muy al contrario, Ivan menospreciaba a todo ser vivo y mortal, para él los cazadores no eran más que ganado estúpido que se cree capaz de resistirse a su destino final.

• Oh, sí, estoy temblando de miedo... -Actúo como una chiquilla asustada, en una pésima actuación que, a posta, ridiculiza el mismo sentimiento de miedo- Menos mal que hay caballeros como tú, dispuestos a defendernos de esos mortales... Dime ¿Ya los habéis localizado? ¿Acabaréis con ellos mañana mismo? Me gustaría visitar sus instalaciones, cuando hayáis terminado...

No me interesa en absoluto participar en la caza. Los cazadores guardan sorpresas, o eso decía Pablov, y yo no soy especialmente buena en combate. Mi cacería suele consistir más en engañar y engatusar a los mortales y alimentarme sin resistencia. Además, quisiera centrarme en mi búsqueda de una manada, más que en participar en correrías nocturnas.

Sin embargo, esa Sociedad de Leopoldo podría tener información suculenta en su base de operaciones. Nunca puedo resistirme a estudiar materias nuevas, que pueda aplicar a mis conocimientos de hechicería. Es posible que esos humanos no sepan nada, pero cualquier opción de estudiar algo interesante es bienvenida...

Una sonrisa recorre mi rostro y asiento
Por supuesto que los hemos localizado y esperamos que hermanso de otras cofradias se unan en esta pelea, no me gusta que aparezcan por la ciudad y encima se den de listos, por mucho que el arzobispo los ignore.

Estan en una pequeña iglesia de un barrio del norte, el parroco es uno de ellos, viven alli al menos dos personas mas con el, supuestamente sus ayudantes, pero no lo son, bueno hay tambien una congregacion de monjas qeu vive alli en una escuela cercana, seria un buen lugar para hacer una visita luego para poder comer algo.

Si tantas ganas tienes puedo dejarte ver ese lugar, pero luego me cuentas que te interesaba tanto de dentro.
Elena le dices a Juka que si no viene no le dejo luego hacer nada y que le guardare uno para su experimento si quiere pero quiero lo que le pedi en Mateo

Miro a la niña. La direccion es Pinos Altas 79 el parroco se llama Antonino Lozano

¿Tres cazadores? ¿Eso es todo? Esperaba algo... no se, más espectacular. No soy una experta en esos tipos, pero se que siguen siendo simples mortales, al fin y al cabo. No quiero decir con ello que los menosprecie, se que los mortales se han llevado por delante a más de un vampiro incauto, pero unir a varias cofradías para cazar a tres simples mortales me parece ridículo.

• Oh... Estoy decepcionada. Esa parece misión para que un valeroso cainita demuestre su poder, no para unir a toda la maldita ciudad. Solo son tres mortales, por los poderes de Caín... -Ignoro a Snake, girándome hacia Elena simplemente por humillarle un poco- Dime, Elena, ¿todos los Brujah Antitribu son así en Madrid? Los creía de otra manera. Más... varoniles.

La realidad es que esa es una lucha en la que no desearía verme envuelta. Los mortales son únicos utilizando su propia escuela de magia: la tecnología. No es que les pongan por encima en la cadena alimenticia, pero un arma de fuego nivela bastante el asunto. Sin embargo, me temo que si quiero conseguir mi pequeño huequecito en este lugar, tendré que ganármelo.

• Quizás tendría que ir yo misma a limpiar ese lugar...

Quizás sí. Quizás no. No soy muy dada al combate, incluso con mortales. Es cierto que tengo algunos trucos bajo la manga, pero no estoy habituada a emplearlos de esa manera. Pero si lo hiciera, seguro que encontrar una manada en la que ingresar sería MUCHO más sencillo...

Sonrio mientras doy un sorbo a la copa.
No, solo Snake, creo que le pude el tiempo y que hace mucho que no moja.

La eternidad le hastia...no es tan fuerte como antes y le molesta que una mujer pueda ser mucho mejor que el en muchas cosas.

Pero si quiere llevar a todas las cofradias para acabar con un viejo de sesenta años y dos jovencitos de cuarenta yo no le voy a parar.

Eso me recuerda que aun me debes el dinero de la ultima vez.

Alysa un dia te daras cuenta qeu los hombres no son lo que parecen, bueno nunca lo han sido

Una leve sonrisa en mi rostro mientras le miro Vamos Snake no vas a dejar que la chica piense eso de ti, ahora que ya la tenias en el bote y que puede que tambien me tuvieras a mi.

Piensalo si nos traes su cabeza lo que podrias conseguir.