Partida Rol por web

[JJVV2017] II Campeonato de RPW

[PARTIDA 01] Primer grupo de juego

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21/11/2017, 17:22
Director 1

El par de asaltantes no parecían demasiado preocupados por Bullock, es más, parecían incluso aliviados de saber que uno de los altos mandos dentro de la estación estaba muerto. Seguramente la fama que le había llevado a ser jefe de seguridad era bien conocida por ellos también, un peligro potencial menos siempre era bueno.

Schmitt se cubrió de la sangre del muerto. Daba igual que suplicara a los asaltantes por un botiquín mejor y desde luego que negaron ambos con un gesto cuando señaló había los minisubs.

-No creas que te dejaremos escapar con una excusa tan burda- replicó uno de ellos bajo su máscara, sabiendo que si la científica llegaba a uno de los minisubmarinos, no tardaría en ponerlo en marcha para salir de allí como fuera. De la sección central llegaron voces, alguien gritaba y peleaba con los asaltantes.

-¡Por favor, no me hagan daño! Déjenme marcharme, yo no sé nada- la voz no era otra que la del doctor Elías Monteros, otra eminencia científica y por ello era el asistente de la doctora Mellows en sus estudios.

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21/11/2017, 17:22
Director 1

Bedoin quería esconderse hasta que todo pasara, para ello estaban en el almacén y había provisiones y material de sobra para ello. Si la estación era tomada al completo, al menos ellos esperarían a que todo pasara.

Popov sin embargo tenía otro plan, retomar comunicaciones. Algo que Bedoin podía hacer si así quería, pues era la técnico habilitada en ese campo, pero no parecía por la labor. Ahora debían decidir si debían esconderse o tratar de pedir ayuda al exterior, evacuando si fuera posible la estación.

Mientras de la sección central llegaron voces, alguien gritaba y peleaba con los asaltantes.

-¡Por favor, no me hagan daño! Déjenme marcharme, yo no sé nada- la voz no era otra que la del doctor Elías Monteros, otra eminencia científica y por ello era el asistente de la doctora Mellows en sus estudios.

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21/11/2017, 23:32
[1] Ana Rodriguez

A lo largo de los años en el ejército Ana había formado parte de distintos tipos de operaciones militares. Había participado en ataques directos y mentiría si no dijese que era en las misiones en las que más cómoda se sentía. Pero también había estado antes en incursiones, donde caminar con sigilo era casi tan importante como no perder nunca de vista el objetivo. Había tenido que aprender a controlarse, a asistir impasible a la muerte y a la tortura. 

Así, aunque al ver cómo se llevaban al doctor se revolvió algo en sus tripas, la seal se quedó inmóvil detrás del fichero. Sí aprovechó el momento para analizar cada detalle que pudo registrar del equipamiento de los intrusos y también su actitud. Incluso valoró la posibilidad de disparar. Pero no había llegado tan lejos para ponerse a dar la nota en el último momento. Una vez alcanzasen el objetivo ya habría tiempo para vaciar los cargadores. 

A ella la visión del trabajo desarrollado en la base durante meses esparcido por el suelo la dejaba más bien fría. No comprendía el valor preciso de esos documentos o de la información que allí se almacenaba. Tampoco sentía ninguna necesidad de comprenderlo. Sin embargo, sí entendía de sobra la urgencia de evitar que información sensible cayese en manos enemigas y en ese instante eso era lo único que tenía en mente. Cuando estuvo segura de que el camino estaba libre de nuevo, hizo un gesto con la cabeza hacia la doctora antes de ponerse de nuevo en marcha. Estaban a punto de conseguir llegar a su objetivo. 

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22/11/2017, 13:46
[1] Bernadette Schmitt

Schmitt se desplomó en el suelo al darse cuenta que los soldados habían cogido a la primera su burdo intento de engaño y, por tanto, cualquier oportunidad de escapar en uno de los submarinos.

Se encontraba desolada, sollozando en silencio mientras colocaba su mano sobre la herida del capitán, sin tener muy claro si lo hacía por contener en vano la sangre en el interior o por consolar al hombre con un mínimo de contacto humano durante sus últimos minutos de vida.

Entonces escuchó los gritos de la ayudante de la Doctora Mellows y no pudo evitar contestarle.

¡Monteros! - gritó, sacando fuerzas de la vana esperanza de que aquellos gritos fueran precursores de una oportunidad para salir de allí.

Su mente científica volvió a funcionar, tratando de analizar la situación y situar la posición de los guardias con la entrada a uno de los submarinos, sabedora que, llegado el caso, solo tendría una oportunidad para acceder a su única salvación.

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22/11/2017, 13:54
[1] Lucie Bedoin

Cuando escuchó los gritos agarró el arma con sus manos sudadas  y susurró.

—Mierda.

Caminó dos pasos a un lado, y dos a otro y miró al ingeniero.

—No puedo aguantarlo, no puedo aguantarlo.

Tener que escuchar esos ruegos era una tortura. Dió dos pasos, como tomando carrerilla para entrar a fuego, cualquier cosa con tal de dejar de oír esos gritos, pero se detuvo angustiada, como un animal enjaulado. Empezaba a marearse y contuvo una náusea con sabor al champagne de la fiesta de despedida de la noche anterior.

Respiró hondo, tratando de calmarse y volvió a mirar, sudando, a Popov. Señaló con el arma hacia la sala de comunicaciones.

—De acuerdo, vamos a dar la señal de alarma.

Caminó hacia allí tratando de entrar desde un lado, con algo de cobertura pero no se agazapó, ni corrió.

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22/11/2017, 20:38
Director 1

En cuanto los asaltantes se hubieron llevado al doctor Monteros, la doctora Mellows corrió hacia la puerta del módulo 505. Abrió el pequeño teclado y antes de que Rodríguez pudiera ni siquiera fijarse en el código, ella ya había abierto la puerta y entrado. Se encerró dentro y dejó a la seal en la sala de reuniones sola. Ni siquiera un gracias por la ayuda, pero tampoco se necesitaba un gracias cuando el deber estaba cumplido.

No habían transcurrido ni un par de minutos desde que Mellows había entrado en el módulo que un movimiento brusco sacudió a la estación. Lo que había ocurrido es que el módulo 505 se había desacoplado de la misma y estaba usando los propulsores de emergencia para alejarse de la estación.

Un par de asaltantes aparecieron, junto con otro que parecía ser el que mandaba allí, por la sala de reuniones. El “jefe” golpeó y pateó la puerta por la que la doctora Mellows había entrado al módulo 505, con frustración y un enfado evidente.

La siguiente sacudida que sufrieron todos, les hizo caer al suelo. Todo aquel que no estaba agachado en la estación, o con un centro de gravedad lo suficientemente bajo y estable, cayó de culo. El agua alrededor de la estación estaba más que revuelta y es que, la doctora Mellows, temerosa de que robaran su trabajo, había detonado el módulo en una hazaña kamikaze por su parte.

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22/11/2017, 20:38
Director 1

Schmitt intentaba hacerse un mapa mental de todo lo que le separaba de la sala de descompresión, donde se encontraban los mini submarinos. Debía desandar el camino andado cuando los asaltantes la habían encontrado, pues desde el almacén principal podía llegar a la sala de descompresión. Nunca era tarde para intentar huir. Algunos asaltantes más, en parejas, iban trayendo a algún que otro tripulante de la estación. Allí estaba Linda, la psicóloga de la estación, que temblaba y sollozaba mientras la empujaban con malas formas hacia el módulo exterior.

De repente un movimiento brusco sacudió a la estación. Lo que había ocurrido es que el módulo 505 se había desacoplado de la misma y estaba usando los propulsores de emergencia para alejarse de la estación.

Los asaltantes que tenían a Monteros se lo llevaron a prisa hacia el comedor.

La siguiente sacudida que sufrieron todos, les hizo caer al suelo. Todo aquel que no estaba agachado en la estación, o con un centro de gravedad lo suficientemente bajo y estable, cayó de culo. El agua alrededor de la estación estaba más que revuelta y es que, la doctora Mellows, temerosa de que robaran su trabajo, había detonado el módulo en una hazaña kamikaze por su parte.

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22/11/2017, 20:39
Director 1

Bedoin por fin se decidió a tratar de dar la voz de alarma, por mucho que tardara la ayuda, sería mejor que sentarse a esperar escondido en un rincón de la estación, o eso creía Popov. No tuvo problemas en llegar al módulo de comunicaciones, pues los asaltantes no habían dado importancia al mismo. En los últimos días habían tenido problemas por las tormentas para comunicarse con el exterior y ellos debían saberlo.

De repente un movimiento brusco sacudió a la estación. Lo que había ocurrido es que el módulo 505 se había desacoplado de la misma y estaba usando los propulsores de emergencia para alejarse de la estación.

Una rápida comprobación hizo saber a la técnico que las comunicaciones marchaban perfectamente, podría dar un mensaje de alarma y alguien vendría a socorrerles tan pronto como fuera posible.

La siguiente sacudida que sufrieron todos, les hizo caer al suelo. Todo aquel que no estaba agachado en la estación, o con un centro de gravedad lo suficientemente bajo y estable, cayó de culo. El agua alrededor de la estación estaba más que revuelta y es que, la doctora Mellows, temerosa de que robaran su trabajo, había detonado el módulo en una hazaña kamikaze por su parte.

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22/11/2017, 23:46
[1] Markus Popov

Iba junto a Bedoin, delante, para al menos conservar algo de decencia como hombre. Aunque estos momentos desearía tener dos tetas y un coño para escudarse en su género. 

-Tu tranquila... Podemos llegar hasta la sala de comunicaciones y entonces...- Su voz se vio interrumpida por el estruendo de la estación y un posterior ataque de asma que lo tenía a punto de estallar.

Le costó tomar el ventolín y darse esa bocanada de aire rejuvenecedora. -Podemos llegar... Vamos a salir de aquí-

Mas que querer animarla a ella, podría parecer que trataba de mentirse a si mismo. 

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23/11/2017, 10:58
[1] Bernadette Schmitt

Y como si sus pensamientos estuvieran sincronizados con los del grupo que le habían abandonado a su suerte unos minutos antes, una sacudida de toda la estación llegó a modo de distracción.

Pero estaba claro que Mellows y el resto no se habían conformado con desacoplar el módulo de la Sección 505 si no que había decidido explotarlo.

Según consiguió orientarse tras caer al suelo, Schmitt fue consciente de lo que había ocurrido desde que Mellows, Rodriguez, Bedoin y Popov se habían escondido dejándole a su suerte: solo contaba consigo misma para tratar de salir de allí con vida.

Es tut mir leid... - murmuró mirando a la psicóloga de la estación mientras se incorporaba y echaba a correr hacia la sección central, esperando que el caos provocado por Mellows le sirviera de cobertura para conseguir llegar a la sala de descompresión.

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23/11/2017, 14:06
[1] Lucie Bedoin

El ligero chasquido que hacían las teclas cuando escribía los comandos la sacaron de sus pensamientos sombríos y como si se hubiera despertado de un sueño comenzó a moverse con rapidez, mirando, aquí y allá, las pantallas.

Le dió un subidón de adrelanina al darse cuenta de que al fin las condiciones parecían las ideales y la comunicación factible. Comenzó a teclear el protocolo cuándo el ADCP* pareció volverse loco. Tras la alarma de turbulencias vino el primer zarandeo que tiró al suelo unos vasos de plástico con restos de bebida alcohólica de la noche anterior.

Pensó que la fiesta de la noche anterior habría seguido aquí y recordó, como entre nieblas, que había sido ella que, borracha, había convencido a Nello para pegar un último vistazo y hacer un último intento de comunicación con la superficie, algo que había sido más bien una artimaña…

Y preguntándose si podría haber sido ella capaz de haber intentado algo con su colega, casado, y si él habría aceptado, la segunda sacudida le derribó al suelo, devolviéndola, con el golpe, al presente.

Notas de juego

(*) Los ADCP son "instrumentos hidroacústicos que se utilizan para medir velocidad y corriente del agua en un rango determinado de profundidad". :-)

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23/11/2017, 15:50
[1] Ana Rodriguez

«Pero qué hija de puta...». Eso fue lo primero que pasó por la mente de Rodríguez al ver que la doctora se encerraba en el módulo dejándola fuera. Como si a esas alturas importase que ella viera la mierda que hacían ahí dentro. Podría haber entrado y cubierto la puerta para que Mellows resolviese ahí dentro lo que tuviese que resolver. Quedándose fuera se encargaría de proteger la entrada igualmente, pero estaría más expuesta. 

Y entonces el tiempo empezó a pasar. Dos minutos que a la impaciencia de Ana se le hicieron eternos. Nunca había llevado bien el tema de las guardias. Prefería estar moviéndose, haciendo lo que fuese, antes que quedarse de pie con un arma en la mano simplemente esperando a que algo pasara. Y pasó. Al final siempre pasaba algo. 

Llegó la primera sacudida y la rodilla de la seal golpeó el suelo con dureza. Frunció el rostro en una mueca silenciosa de dolor mientras maldecía mentalmente a la doctora una vez más al comprender lo que estaba haciendo. La muy tarada se largaba con el módulo entero.  Apretó los dientes para controlar el dolor de la rodilla e intentó arrastrarse de vuelta detrás del fichero cuando vio entrar a los asaltantes, pero la base volvió a temblar y tuvo que apoyar las manos en el suelo. «Claro que sí, joder. A lo loco».

Esta vez Rodríguez tardó algunos segundos en comprender lo que había hecho Mellows, pero cuando lo hizo negó con la cabeza. No estaba segura de si debía considerarla una chalada de la hostia o una heroína de guerra. Miró alrededor. Con el revuelo y las sacudidas no estaba segura de si la habían visto, pero le parecía imposible llegar a salir por la puerta sin que se le tirasen encima. Si la cazaban allí en ese momento, armada hasta los dientes, su vida no valdría un centavo, eso lo tenía claro. No se iba a dejar atrapar fácilmente, pero sus posibilidades eran escasas. Y eso siendo generosos.

Sin embargo, tal vez si hacía mucho ruido y la armaba muy gorda eso le daría opciones a Bedoin y Popov para conseguir refuerzos. Se puso en pie tambaleándose y afianzó uno de los subfusiles en sus manos. Nada desestabiliza más que un vacío de poder. Joder, eso lo sabían hasta los chinos antiguos. Así que apuntó hacia el que parecía el jefe, dispuesta a vaciarles el cargador encima a él y a los otros dos cabrones. 

Notas de juego

No sé si llegaré a disparar o me frenarán antes, ni tampoco qué debería tirar para disparar en plan ráfaga o el daño de los subfusiles... Así que por ahora no he tirado nada, pero si me dices que tengo que tirar lo añado en un momento ^^.

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23/11/2017, 18:15
Director 1

Parecía que había caos, que muchos de los que estaban de pie habían caído al suelo y que era el mejor momento para disparar. Quizás Schmitt no contaba que cuando las situaciones están tensas y se tira de la cuerda, esta a veces se rompe. Y mientras que un aviso hubiera sido lo esperado de ser otra la situación, cuando la científica echó a correr un asaltante disparó su arma para pararla.

El dolor mordió su hombro y la derribó. Su constitución estaba lejos de ser atlética para soportar sin más un balazo. El resto de caídos trataban de levantarse como podían del suelo, recomponiéndose tras lo ocurrido. Su grito atravesó la base pues se encontraba en el suelo del módulo central y todos, o casi, pudieron oír su angustia.

El grito de Schmitt fue solapado por una ráfaga de disparos que provenían de la sala de reuniones, disparos y más gritos. Confusión. Quizás aún podía llegar donde quería ir, aún herida.

- Tiradas (1)
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23/11/2017, 18:22
Director 1

La frustración, la confusión y sobre todo el despiste, le dieron a Rodríguez un muy buen momento para poder disparar. De la sala central antes llegó un disparo y un grito, que Ana reconoció como la doctora Schmitt. Un grito de dolor que no provenía de tan lejos. Pero un seal debía priorizar y la prioridad era eliminar a aquellos cabrones.

La primera bala, dirigida al jefe, le voló la cabeza en pedazos. Los instructores de Rodriguez hubieran estado más que contentos de verla tirar así cuando hacía las prácticas. Un disparo limpio, perfecto y que hizo que cayera al suelo de inmediato. La siguiente impactó en el pecho de uno de los asaltantes, cubriendo mesa y sillas de la sala de reuniones de un tono escarlata. La tercera, por desgracia, rebotó y alcanzó a la misma Rodriguez en un muslo, manchando su pantalón de sangre y haciéndola maldecir por lo bajo.

El asaltante que quedaba en pie trató de salir de la sala de reuniones, espantado y se parapetó tras la puerta que daba al módulo central.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Por acuerdo se darán por buenos todos los disparos que saquen 4+ en la dificultad. Como hay 3 guardias, pongo 3 disparos en la "ráfaga" porque no tenemos stats predeterminados para cadencia de armas.

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23/11/2017, 18:29
Director 1

Ambos cayeron al suelo con la sacudida, pero Bedoin comprobó de un vistazo que las comunicaciones seguían siendo posibles. El agua de la superficie parecía estar lo suficientemente "calmado" como para permitirlo. Parece que la explosión del módulo no había vuelto tan locos a los sistemas como lo haría una tormenta en todo su apogeo.

De repente, antes de que pudieran continuar, se oyó un disparo. Al mismo se oyó un grito de dolor desgarrador procedente de la doctora Schmitt. Y solapando a ese grito, una ráfaga de disparos que acabaron de sembrar el caos por completo en la estación. Es como si fuera se estuviera librando una batalla campal. Una que no estaba dejando bien parados a sus participantes.

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23/11/2017, 23:37
[1] Lucie Bedoin

Notas de juego

Dire ¿Cuántos turnos me quedan, uno o dos? Es por postear esta noche y mañana o sólo mañana, si sólo quedara uno.

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23/11/2017, 23:43
Director 1

Notas de juego

Como ha dicho Chemo podéis postear 1 turno o 2. Hay un acuerdo por el cual tras nuestro turno del viernes, vosotros tendréis oportunidad de un último posteo (eso sería este turno y el de mañana a postear) antes del epílogo.

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24/11/2017, 00:14
[1] Lucie Bedoin

Tomó su fusil por el cañón y se lo ofreció a Markus.

—Amigo —.  Si esa era la última vez que hablaba con alguien, quería que fuera con un amigo. —Si estás aquí es porque destacas en tu trabajo y estas armas las diseñan para que las puedan usarlas niños. Lo digo porque quiero que hagas lo que puedas si nos atacan. Sólo tienes que apuntar y apretar el gatillo. Yo voy a estar unos minutos tan concentrada en ese teclado que si entran ni siquiera me voy a girar.

Le salieron unos lagrimones.

—Tiene guasa. Una semana intentándolo y ahora se abre el mar a las ondas de radio.

El mensaje de socorro era estándar, pero tal vez podría añadir notas personales entre el código sin comprometer su credibilidad. Pensó en despedirse de sus seres queridos ¿De su padre? ¿De sus hermanos? Ahora mismo no se le ocurría qué decirles, ni ahora ni en un millón de años. Habló serena, a pesar de que las lágrimas no dejaban de manar.

—¿Quieres que le mande un mensaje a alguien de tu parte, por si acaso?

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24/11/2017, 01:42
[1] Markus Popov

Tomó el fusil que Bedoin le ofrecía, tenía que mantenerse sereno, la pobre ya parecía estar sufriendo lo suficiente.

-Está bien... Te cubro las espaldas, pero... Sé rápida- Incó la rodilla en el suelo, justo como en los entrenamientos, y trató de mantener todos los ángulos de la sala cubiertos. Pero su cabeza no dejaba de maquinar, estaba casi seguro de que no saldrían de ahí con vida, y las palabras de su compañera no hicieron más que confirmar sus sospechas, ella tampoco tenía esperanzas.

-Solo si... Si hay tiempo para mensajes personales... Me gustaría que les dijeras a mis padres que los quiero... Si-Simplemente dí que, pienso en ellos en este momento- Que podía ser ¿Su última media hora de vida? O menos. Aún no acababa de creérselo, algo en él quería pensar que los iban a rescatar y todo estaría bien. Pero no parecía que fuera a ser así.

-Crees que... Schmitt... Ella...- Ni se giró al hablar, no iba a hacer contacto visual. No fue el único que se quedó viendo como se la llevaban.

 

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24/11/2017, 11:23
[1] Bernadette Schmitt

PUM PUM

Schmitt había leídos varios libros de biología en los primeros meses de universidad, en esas asignaturas que parecían ser comunes para varias carreras de la misma rama por si alguien descubría tardíamente su verdadera vocación.

PUM PUM

La sucesión regular de sístoles y diástoles de la musculatura del corazón, la que en condiciones normales se contrae a razón de 70 a 75​ veces por minuto... aún era capaz de recordar párrafos completos de aquellos libros que le habían acompañado durante noches interminables.

PUM PUM

Pero nunca había sido realmente consciente de lo que significaba el bombeo de la sangre por su cuerpo hasta que una bala atravesó su hombro y cada latido provocaba un latigazo de dolor.

PUM PUM

Pero había algo más que aquel dolor lacerante y eran los disparos y gritos provenientes de la sala de reuniones que la hicieron sufrir un escalofrio al sentirlos como una premonición de su futuro cercano.

PUM PUM

En ese instante, su cerebro regresó a la parte más primigenia del ser humano, aquella parte más cercana a los monos que saltaban entre las ramas temerosos de los depredadores cuadrúpedos que podían acabar con ellos en un instante.

PUM PUM

Y una pequeña vocecilla en su cabeza le dio una única orden en un perfecto y marcado alemán parecido al que usaba su padre: rette dich selbst. Sálvate.

PUM PUM

Y Schmitt, entre lágrimas de rabia y dolor, echó a correr como alma que lleva el diablo, sabedora que quedarse quieta solo le llevaría a ser un cadaver más en el fondo del océano.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He tirado Espíritu para salir de Aturdida por la herida sufrida y lo sacaría de sobra. Si no, hubiese gastado ese Bennie que atesoramos pero que ahora se puede gastar si Schmitt tiene que tirar algo en el último turno.