Suspira y su gesto vuelve a ser el pensativo de los últimos días
- Muy bien... vamos entonces Haudrey. Aunque no tengo hambre - mira a Ser Madrigal- Mañana si me lo permiten mis obligaciones iré con mi hermano. Yo también quiero entrenar - dice muy serio
- Bueno, pues nada.- Dice visiblemente decepcionado.- Me quedaré aquí con Totto.
¡Por los Siete que es aburrido este Castillo!
Estaba claro que ser noble, aunque sólo fueras un niño, acarreaba pesadas obligaciones ineludibles. Es verdad que no pasarían hambre pero se perdían lo mejor de la vida.
- Mañana ya veré si quiero entrenar con vosotros.- Dijo con el rostro serio. Pero no pudo contenerlo mucho tiempo y al final surgió una sonrisa pícara.- Si venís pronto por la mañana os enseñaré unos trucos a caballo. - Esperaba que Lady Olenna no se inventara más ardides para retrasar el entrenamiento de los chiquillos. - Hablad con vuestro padre y decidle que, Ser Madrigal, el flamante campeón del torneo, estaría encantado de entrenaros.- Se estiró todo lo que pudo, repeinándose el pelo hacia atrás, con porte altivo e hinchando el pecho cual palomo.
-Gracias, Ser Madrigal-dijo Haudrey con una sonrisa, antes de volverse hacia Gwraidd. Parecía que el gesto del niño había vuelto a verse privado de emoción o alegría. Lo cierto es que no le culpaba, reunirse con Lady Olenna a él tampoco le parecía un regalo. Pero, por otro lado, él era su hijo, y estaba convencido de que la esposa de su padre no era tan dura con sus descendientes.
-Venga, Gwraidd, debemos darnos prisa. Y no pongas esa cara tan larga, no es para tanto-añadió el bastardo, riéndose.
A la casa señorial de nuevo.
- No, si la verdad es que quiero ver a padre y a madre. Lo que pasa es que... - empieza a hablar cuando camina junto a su hermano, interrumpiéndose bruscamente- No se, estoy raro
- Haudrey regresa presto a la Casa Señorial.
// Sale de escena: Haudrey. - Sigue en: Casa Señorial.
Acompaño a Haudrey a la Casa Señorial
/ A la Casa Señorial.
El rato con Ser Madrigal, había distraído mi mente de mi cuerpo, por lo que no sentía mi cuerpo tan descompuesto. O al menos eso creía hasta que volví a sentarme junto a madre, apoyando mi cabeza en su regazo. Me gustaba que me acariciara el pelo, era una sensación única, relajante... Aunque no esta vez.
Aun con el estómago vacío, según dejo la cabeza sobre su regazo, el Patio de Armas empieza a dar vueltas de nuevo. No sé cómo hacen para beber tanto vino los adultos. Beurjk. Ese pensamiento, fue suficiente para echar lo poco que quedaba en mis entrañas, casi bilis. Pálido, miro a mi madre, como si volviera de una feroz batalla, el rostro desencajado. - Madre... ¿puedo ir a dormir? ¿Venís conmigo? - Susurro con las pocas fuerzas que me quedan.
PRIMERA MADRE, PRIMERA LUNA, AÑO 140 D.A.
FALTA POCO PARA EL OCASO.
- Gwraidd Tully se apresura a seguir a Haudrey a la Casa Señorial.
- Ser Trycian sale de los Talleres y se dirige a los Gallineros.
// Sale de escena: Gwraidd. - Sigue en: Casa Señorial.
// Pasa por la escena: Ser Trycian. - Procede de: Talleres. - Sigue en: Gallineros.
- Darién llega al Patio desde la Barbacana Exterior, cruzando la Interior.
// Entra en escena: Darién. - Procede de: Barbacana Exterior. - Pasando por: Torres y Murallas.
Mi estado estaba empeorando. Tal vez sólo necesitara agua. O simplemente dormir. Las fuerzas me escaseaban y mi cuerpo estaba sufriendo una revolución. O así es como yo lo sentía. Parecía estar vivo, queriendo salirse de sí mismo.
- Madre... mi cuerpo me habla - Digo antes de volver a echar algo de bilis, esta vez sobre el vestido de mi madre. Me estiro en el suelo, esa posición parece más relajada. Hasta que el cielo empieza a dar vueltas. Intento reincorporarme. Duramente lo hago, usando las cuatro extremidades. Parecía uno de esos insectos cuando flotaban sobre el río.
Quiero dormir...
Tras varias horas paseando por encima de la barbacana solo, era algo increíble volver a ver sus pies moviéndose por tierra y rodeado de más gente. Una vez en el patio, Darién debía encontrar a Rush pues había habido algo extraño en el orden de turnos de vigilancia.
Se acercó a Brosten y le saludó mientras se acercaba. - Buenas de nuevo leñador y gracias de nuevo. No habrás visto o sabrás dónde esta Rush, ¿verdad?
El montón de troncos y hojas que había traido, iban tomando forma gracias a los golpes de hacha. Un montón de pequeñas ramas y cortezas asomaba a un lado dejando a la vista una madera limpia y cuidada.
No lo he visto en toda la mañana, siento no poder ayudarte. Pero seguro que mañana puedo acercarte otra manzana. digo mientras no paro de golpear con el hacha.
- Nana sale al Patio desde los Talleres y se dirige a las Porquerizas.
// Pasa por la escena: Nana. - Procede de: Talleres y Desván. - Sigue en: Gallineros.
Darién se despidió del leñador - Gracias, iré a buscarlo a su casa - y se dirigió a la casa de Rush. Si viera a Armase por el camino lo detendría para hablar con él.
/a casa de Rush
- Darién se dirige a los Barracones.
- Jeremyed sale de la Herrería.
// Sale de escena: Darién. - Sigue en: Barracones.
// Entra en escena: Jeremyed. - Procede de: Herrería.
Resacoso como estoy, incapaz de sentirme en mí mismo, y ante la ignorancia de mi madre. Me pongo en pie. Me tambaleo unos instantes, y por fin, consigo poner la realidad en foco. Ahí estaban, lejos como el Muro, las puertas de nuestros aposentos. Mi cama...
Uno, dos, tres pasos ¡pum! me caigo al suelo. Empujando con mis brazos, intento levantarme y sólo consigo levantar una rodilla, la otra se resbala. Niego con la cabeza. Vuelvo a intentarlo, esta vez lo consigo. De nuevo : uno, dos, tres... cuatro, cinco... Y parece que consigo mantener el equilibrio, guiándome por unas huellas en el suelo que distraen mi mente de mi cuerpo, permitiéndome concentrarme en andar. La puerta, estaba cada vez más cerca, hasta que un cuervo me distrajo, haciéndome tropezar. Maldito cuervo.
Abrió el hatillo en el que dormían las armas reparadas y colocó, no sin cierto orgullo y ceremonial su trabajo en los armeros. Bueno, una cosa hecha Jerem. Dobló el retal de cuero y las cintillas bajo su axila, tomó aire profundamente y regresó a casa
/a la herrería
- Nana sale de la zona de los corrales y los gorrinos.
- Jeremyed regresa al edificio de la Herrería.
// Entra en escena: Nana. - Procede de: Porqueriza y Gallinero.
// Sale de escena: Jeremyed. - Sigue en: Herrería.
¡Brosten, hermoso!-pobrecillo, qué feo que es; no va a encontrar esposa en la vida-¡Yujuuu! Mira lo que te he traído...
Nana se acerca al leñador y destapa el paño que le dió aquel hombre. Dos huevos estaban entre los pliegues, como el corazón de un girasol de tela.
¡Dos huevos frescos! ¡Fresquísimos! Recién cogidos en el corral. Cuando estés "leñeando" fuera del castillo puedes romper la parte de arriba del cascarón. Mete el dedo en la clara y chupa. Es todo energía, los huevos son muy sanos. Ten, toma.
Le devuelve a Brosten el trapo, ahora con un par de huevos de gallina.