Partida Rol por web

- Darién se marcha a la Barbacana.

- Probis se dirige a los Talleres.

- Caster sale de los Barracones de los jinetes libres.

- Brocelyn llega al Patio procedente de la Casa de los Abanderados.

El castellano ve como entra Caster en el patio y se acerca al soldado. 

¿Como va todo por el momento? ¿Has repartido a las tareas de los hombres como te pedí?

PRIMERA MADRE, PRIMERA LUNA, AÑO 140 D.A.

PASADO EL MEDIODIA.

- Flavia llega al Patio, procedente de las Cocinas de la Casa Señorial.

Caster se detiene ante Ser Otter, cambiando de mano su descomunal estrella de la mañana.

–Se distribuyó el orden de guardia y se recordó el castigo impuesto ayer, mi señor –dice.

Flavia se detuvo al salir al patio y lo recorrió con la mirada atentamente buscando algo o a alguien. No pareció encontrar lo que buscaba pues de inmediato se dispuso a cruzar el lugar en dirección a los talleres.

Perfecto, aunque tengo nuevas noticias que deberéis saber- contesta- a la tarde reúne a los hombres para trasmitirlas las nuevas. 

No había mucho mas que decir por el momento. Tendría que hablar de un momento a otro con Russ. Cuando acabase su cometido aquí. 

Se aleja del soldado y se dirige donde se encuentra  Ser Baltrigar.

Hola Ser Baltrigar, me gustaría hablar contigo un segundo- le dice- también me gustaría hablar con vos,  Ser Madrigal.

- Edder "Clavopié" pasa por el Patio de camino a su puesto de guardia en la Torre Norte.

- Flavia se va a los Talleres.

- Haudrey, Lidya y Arianna pasan por el Patio de camino al Septo, procedentes de la Casa Señorial.

Finalmente salió por la puerta, ignorando parcialmente a los adultos en su camino. Recordaba muchos puntos del patio del castillo en los que se podía conseguir algún buen palo que usar como espada. Muchos adultos incluso los darían de buen gusto si se les preguntaba. Pero eso era por la estación del año. En invierno, al que lo encontraran robando leña le tiraban muy fuerte de las orejas.

Al encontrar una rama gruesa, como para que no se quebrara al primer golpe, le sacó las ramas pequeñas. Cortó un pedazo para hacer que fuera de un largo cómodo de manejar, pero en vez de deshacerse del sobrante, lo guardó entre sus ropas con cuidado de que su hermano lo viera.

Si el palo grande era su espada, el pequeño era un cuchillo escondido. El hecho de que algunas veces sus contrincantes cayeran en la trampa y otras veces no, era lo más excitante de jugar a las espadas.

- ¡En guardia! - dijo mientras imitaba las poses de los caballeros que había visto. 

El Caracortada asiente hacia su Castellano.

-Así se hará -murmura con su voz grave y seca.

Se vuelve, atravesando el patio de armas esquivando a unos y otros hasta desaparecer en dirección a los talleres.

Baltrigar observó al Castellano cuando éste se dirigió a él* y a Ser Madrigal. Luego asintió con la cabeza.

- Por supuesto Ser Otter. - El caballero estaba contento después de los ejercicios de entrenamiento practicados con el hombre de armas, Darién. - Cuando gustéis. -

Intuía que el Castellano tenía mucho que organizar después de la fiesta del día anterior.

- Seguiremos nuestra charla en otro momento Ser Madrigal. - Dijo sonriente al hombre montado a caballo. Luego esperó atentamente las palabras de Ser Otter, y se dispuso a seguirle si era necesario.

- Blantel y su hijo Dod retornan al Castillo. Toman una carreta tirada por una mula de los establos y vuelven a salir.

- Caster se dirige a los Talleres.

- Jared sale de los Talleres y se dirige a la barbacana principal.

- Beldyr Tormenta sale al Patio procedente de la Casa de los Abanderados.

A decir verdad, Ser Madrigal el asunto también tiene que ver con vos, así que si no os importa quedaos un segundo- dice el castellano- he mantenido una reunión con Ser Hadder y me ha dado un mensaje que os debo transmitir. A partir de ahora, para todo lo concerniente a situaciones militares os tendré directamente bajo mi mando, junto con Ser Trycian que le comentaré las nuevas en cuanto le vea. 

El caballero desde la altura que le confería su montura observó a los hijos de Ser Hadder pasar hacia el septo. Le parecía una pérdida de tiempo, pero no era quien para decir nada. Cuando el castellano se dirigió a él, Madrigal se bajó de Medianoche y lo mantuvo cogido por las riendas mientras le acariciaba el cuello para que se tranquilizase.

- Soy todo oídos, Señor.- Escuchó al castellano y asintió a sus palabras. ¿Eso quería decir que empezaba a haber movimiento?

- Muy bien Ser Otter. - Respondió Baltrigar asintiendo a su vez. Al menos ahora parecían más organizados. Puede que pronto fueran una fuerza a tener en cuenta. - Me pareció ver a Ser Trycian dirigéndose a las cocinas del Castillo. - Indicó el barbudo Caballero. - Quizá le encontréis ahí. -

Estaba contento con cómo manejaba las cosas Ser Hadder. Parecía tener la cabeza en su sitio y querer organizarlo todo bien. La repartición de tareas y el saber delegar eran síntomas inequívocos de un buen líder. Además Ser Otter había sido el Castellano del Castillo mucho tiempo. Seguro que sabía lo que se hacía.

- ¿Hay alguna orden por el momento? - Preguntó el caballero. De momento eran tiempos de paz y a Baltrigar no le gustaba la guerra aunque sabía jugar a ella cuando era necesario.

Por el momento no- responde- afortunadamente estamos en tiempos de paz, así que vuestros servicios no serán requeridos. 

Iré ahora a informar a Ser Trycian, gracias por vuestra información.

Se despide de los dos hombres y se encamina a las cocinas.

- Tarmall sale a toda prisa de los Barracones de los Jinetes Libres y se dirige a la Torre Nordeste.

- Bethan sale después, más calmado, y con un cubo en la mano.

- Ser Otter se dirige a las Cocinas, en la Casa Señorial.

- Din sale de la Casa Señorial y llega al Patio.