Partida Rol por web

Juego de Tronos - Castillo de Aguasclaras.

Lo que aconteció en un principio. - Parte II.

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05/12/2013, 20:22
Ser Baltrigar "el Traidor".

AÑO 103 DE LA DINASTÍA TARGARYEN: Bastión de las Tormentas.  

Stanly Baratheon, hijo de Erick, heredero de la casa. 32 años.

Robert Baratheon, hijo de Stanly, nieto de Erick y futuro padre de Ser Baltrigar, 12 años.

Antepasados directos por línea paterna de Ser Baltrigar.

Robert cargó enarbolando la maza contra su oponente. El maestro de armas esperó hasta el último instante, sólo para apartarse con un rápido movimiento que desequilibró al joven Baratheon.

Pero aun con esas, el chico no cayó al suelo. Dio un traspié pero recuperó el equilibrio y se colocó en posición defensiva.

- Muy bien. – Alabó su maestro. – Si usas una maza debes usar tu fuerza para golpear a tu oponente. Pero golpea con cuidado… escoge el momento oportuno y lanza tu golpe. Pues la maza mermará tus fuerzas más rápidamente que una espada o un arma más ligera. La posición es importante, y la has recuperado bien.

Dicho aquello el maestro pasó al ataque. El largo palo golpeó una, dos y tres veces. Arriba, arriba, abajo a la derecha. Robert bloqueó todos y cada uno de los ataques.

Unos aplausos dieron fin al entrenamiento. Stanly y su mujer observaban el combate de entrenamiento desde unas columnas. Ni el maestro ni Robert les habían visto llegar.

- Has estado increíble. – Dijo Stanly a su hijo. – Me alegra ver que has progresado tanto y que el dinero invertido en tus lecciones está bien aprovechado.

El maestro intervino: - Es un joven inteligente y tiene una constitución envidiable para el combate, Señor. – Agachó la cabeza servicial. – Le viene de familia.

Stanly asintió. Extendió la mano para llamar a su hijo.

- Ven. Salgamos a dar un paseo. Es hora de que tú y yo tengamos una conversación padre hijo. – Su mujer agachó levemente la cabeza y dio un par de pasos hacia atrás.

Robert buscó la mirada de su madre, tratando de averiguar si debía ir o no, pero finalmente tuvo que decidirlo por sí mismo. Acompañó a su padre por las almenas de la Torre.

Cuando ya se habían quedado solos, Stanly comenzó a hablar: - Hijo, tenemos que empezar a buscarte una esposa. Una noble de buena cuna que ayude a mantener la grandeza de nuestra Casa. – Stanly revolvió el pelo de Robert.

El padre guió al hijo bajando de nuevo por las escaleras del torreón y lo llevó hasta una de las habitaciones. Dos guardias estaban en la puerta. Robert miró a Stanly sin comprender.

- Pero antes has de saber cómo tratar a una mujer. Cuanto más satisfecha quede en vuestra noche de bodas, mejor hablará de ti, y mejor predisposición tendrá su familia a apoyarnos. – Stanly sonrió de nuevo, guiñó un ojo a su hijo y abrió la puerta.

En un abrir y cerrar de ojos, Robert se encontró encerrado con aquella hermosa rubia. Las órdenes de su padre habían sido poco claras. – No salgas hasta que te convierta en un hombre.

Y la chica sabía lo que se hacía, sí señor.

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05/12/2013, 21:32
[RIP] Malcom Ríos, Repostero de la Familia del Señor.

AÑO 99 DE LA DINASTÍA TARGARYEN: Un terreno cerca de Aguasclaras.

Jeremy Tully, abuelo de Malcom Ríos. Familiar de Ser Hadder Tully.

- Una pieza excelente señor, debe de ser el más grande de la manada. ¡Nada menos que siete puntas en cada asta! - Se asombró uno de los ayudantes de Jeremy en la cacería.

- Juraría haber visto ocho puntas. [...] Fred, mañana vendremos a buscar de nuevo, intentaré que venga mi hermano y su familia. Les gustará. - Comentó Jeremy dando paso a los que iban a rematar al enorme venado. - Hoy quiero que sea nuestra cena.

Mientras estaban recogiendo, se acercó cabalgando uno de los criados que atendían a Daena. Paró frente a ellos dejando pasar la nube de polvo causada por el jamelgo. Las miradas se intercambiaron entre la nube y sus ondulaciones en el aire. Jeremy comprendió. La nube se esfumó y fue cuando se dio la vuelta.

- Daros prisa, mi primogénito ha nacido.

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05/12/2013, 21:44
[RIP] Malcom Ríos, Repostero de la Familia del Señor.

AÑO 102 DE LA DINASTÍA TARGARYEN: Seagard.

Esaria Milas, abuela de Malcom Ríos, hija de Lucila. Criada limpiadora de los Mallister

Dinna Mallister, tía abuela de Malcom Ríos.

 

- ¡Esaria! No dejaste esto como te ordené, sigue habiendo suciedad. - Exclamó sin levantar excesivamente la voz.

- Sí, mi señora, ahora mismo lo limpio todo de nuevo. - ¡Será cerda! No sabe más que dar órdenes. Pero si es la tercera vez que lo limpio hoy.

El tiempo pasó y terminó de limpiar de nuevo la sala. Quedó todo con el claro brillo que da la plata y el bruñido de las repetidas ocasiones. Para corroborar su trabajo cogió una copa de plata y le echó el vaho de su aliento. Observó cómo aparecía y desaparecía sin dejar una muestra desagradable de suciedad. Era agradable verlo todo limpio, el único problema era que repetía el trabajo cada día repetidas ocasiones. El problema era siempre la misma habitación.

Puñeteros Mallister, obcecados en que esté todo impoluto, bendito el día que escogieron una frase. Podrían haber dicho. "Sois imperfectos". Significa lo mismo pero no es lo mismo.

Ya bien podría haber sido: "Por la puta de oros" - Esaria no pudo evitar una risa furtiva, por suerte se encontraba sola. Dinna le habría preguntado si la hubiese visto reírse.

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05/12/2013, 22:28
"A Sangre y Fuego".

VIÑETA VII: AÑOS 103 A 117 DE LA DINASTIA TARGARYEN:

Años del reinado del rey Viserys I, nieto de Jaehaerys I: Viserys es un Rey regordete y agradable, criado durante una época de paz y abundancia. De cara redonda, sonriente, jovial. En sus cuarenta. Sin barba, un poblado bigote de oro y plata. Lleva la corona de Jaehaerys, con las siete piedras. Tiene aspecto de ser el tipo ideal para una fiesta, siempre contando bromas. Vestido con brocado de seda, violeta oscuro.

- Los primeros años del reinado de Viserys I son parecidos a los de su abuelo el Viejo Rey. Años de bonanza y prosperidad. Lamentablemente, no son también años de paz como los anteriores.

- Lady Arryn se convierte en su esposa, con la que tiene tres hijos. Dos de ellos, varones, murieron durante su infancia, para gran pesar en todo el Reino (pues Poniente entero anhela que Viserys I tenga un heredero que continúe su legado). Tiene también una hija, la princesa Rhaenyra.

- Al carecer de heredero varón, Viserys I comienza a educar a su hija Rhaenyra con el propósito de que sea la futura Reina.

- La Mano del Rey durante todo el reinado de Viserys I es Ser Otto Hightower, un caballero muy famoso por su conocimiento.

- El hermano menor del Rey es el príncipe Daemon Targaryen, un aventurero y guerrero de enorme fama. Es un hombre muy carismático, que monta un dragón terrorífico llamado Caraxes (un dragón especialmente entrenado para la batalla) y porta una espada de acero valyrio, Hermana Oscura. Esa espada era la espada de la Reina Visenya, esposa y hermana de Aegon el Conquistador, un arma que está en posesión de los Targaryen desde mucho antes del desembarco del Rey.

El príncipe Daemon adquiere su reputación de gran guerrero luchando en las revueltas de los Peldaños de Piedra.

- Año 105: Hadder Ríos deja de ser Escudero de Ser Harllow Vance, hombre de confianza de Lord Harlon Tully. A los veinte años de edad, recibe sus espuelas del Lord Crakehall, tras muchas hazañas y victorias en torneos, y tras salvar a la propia hija pequeña de Lord Crakehall (la pequeña Olenna, de cinco años de edad), que había sido secuestrada por unos bandidos.

- Año 105: Nace Otter Crakehall, hermano menor de Olenna Crakehall, en el Castillo de la Sala Quebrada, en las Tierras de Occidente.

- Año 106: Ser Hadder Ríos, Caballero desde hace un año, rechaza jurar lealtad a su hermanastro Lord Hoster Tully, tras la muerte por causas naturales del padre de ambos (Lord Harlon Tully). Ser Hadder Ríos se convierte en un caballero errante, viviendo infinidad de aventuras durante los siguientes años.

- Año 108: Fin del Verano. Nace Roland Crakehall, hermano menor de Olenna y de Otter. Año 109: Inicio del Invierno.

- Año 110: Guerra de los Reyes del Mar: Un ejército de piratas de las Nueve Ciudades Libres encabezados por Xoblar Xo el Brujo, atacan contra Poniente y los Targaryen.

Ser Arlan Vance (capitán de la Guardia Real) logra hundir en buque insignia del Brujo. En esa batalla, participó Ser Hadder Ríos, matando a muchos piratas enemigos y distinguiéndose en el combate.

- Año 110: Nace Patricya Florent en el Castillo de Aguabrillante, en el Dominio.

- Año 113: Nace Baltrigar Tormenta en una población cercana a Bastión de las Tormentas.

- Año 115: Otter Crakehall se convierte en Escudero de Ser Vanyar Lannister a los diez años de edad. Su hermana mayor Olenna Crakehall, con quince años de edad, es entregada en matrimonio por su padre a Ser Gryor Mallister, un hombre mucho mayor que ella y al que considera repulsivo. Los abortivos la dejan estéril.

- Año 115: Nace Trycian de Dorne en Lanza del Sol, Dorne.

- Año 117: Fin del Invierno.

Notas de juego

AEGON EL CONQUISTADOR Y SUS REINAS HERMANAS:

La de la derecha es la Reina Visenya, portadora de la espada Hermana Oscura, el arma del Príncipe Daemon Targaryen.

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05/12/2013, 22:30
"Familia, Deber, Honor."

VIÑETA VII: AÑOS 103 A 117 DE LA DINASTIA TARGARYEN:

- Año 104: Nace Pik en Gran Wyk (Islas del Hierro).

- Año 104: Nace Edder en Orilla Azul.

- Año 105: Hadder Ríos deja de ser Escudero de Ser Harllow Vance, hombre de confianza de Lord Harlon Tully. A los veinte años de edad, recibe sus espuelas del Lord Crakehall, tras muchas hazañas y victorias en torneos, y tras salvar a la propia hija pequeña de Lord Crakehall (la pequeña Olenna, de cinco años de edad), que había sido secuestrada por unos bandidos.

- Año 105: La familia Lefford asentada en el Castillo del Lago culmina finalmente las obras que iniciara años atrás (en el Año 88) Ser Liman "el Limón" Oakenshaf. Ser Harman Lefford, señor del Castillo, lo celebra por todo lo alto con un gran torneo y festividades que se prolongan durante días.

Ser Liman Oakenshaf no es invitado, y muere ese mismo año en la pobreza y la ignominia, dejando huérfana a su hija Vesania (que en ese momento tiene ocho años). Sus parientes lejanos, los plebeyos Casagrande, se hacen cargo de la niña.

- Año 105: El Bosque de los Ciervos está completamente "domesticado" y es el coto de caza privado de Ser Harman Lefford.

- Año 105: Nace Otter Crakehall, hermano menor de Olenna Crakehall, en el Castillo de la Sala Quebrada, en las Tierras de Occidente.

- Año 106: Ser Hadder Ríos, Caballero desde hace un año, rechaza jurar lealtad a su hermanastro Lord Hoster Tully, tras la muerte por causas naturales del padre de ambos (Lord Harlon Tully). Ser Hadder Ríos se convierte en un caballero errante, viviendo infinidad de aventuras durante los siguientes años.

- Año 108: Fin del Verano. Nace Roland Crakehall, hermano menor de Olenna y de Otter.

- Año 108: Nace Caster en Orilla Azul.

- Año 108: Nace Flavia en Sept de la Bahía.

- Año 109: Inicio del Invierno.

- Año 110: Guerra de los Reyes del Mar: Un ejército de piratas de las Nueve Ciudades Libres encabezados por Xoblar Xo el Brujo, atacan contra Poniente y los Targaryen.

Ser Arlan Vance (capitán de la Guardia Real) logra hundir en buque insignia del Brujo. En esa batalla, participó Ser Hadder Ríos, matando a muchos piratas enemigos y distinguiéndose en el combate.

- Año 110: Nace Patricya Florent en el Castillo de Aguabrillante, en el Dominio.

- Año 110: Nace Russ en Orilla Azul.

- Año 110: Nace Jeremyed en la aldea de Aguasturbias, junto al Castillo del Lago. El mismo año en la misma aldea nace Lumila.

- Año 110: Con 18 años, Vesania Oakenshaf huye de un matrimonio indeseado con Bernadd, heredero de los Casagrande. Se traslada a Orilla Azul, donde Probis el Mayordomo le ofrece el puesto de Ama de Llaves de la casa señorial (en la que desde hace muchos años no habita ningún señor Tully).

- Año 113: Nace Baltrigar Tormenta en una población cercana a Bastión de las Tormentas.

- Año 113: Nace Bresa en Orilla Azul.

- Año 113: Nace Bethan en Solaz del Soldado.

- Año 113: Harry Bridas comienza a trabajar en el Castillo del Lago como mozo de cuadra (nacido en el 102 tiene ahora 11 años). Allí trabaja Rhum (que tiene ya 28 años) como curtidor del castillo.

- Año 114: Nace Tarmall, hijo de Trall el guerrero, en Orilla Azul.

- Año 114: Nace Plumby en la aldea de Aguasturbias.

- Año 115: Nace Randyl en una granja cercana a Sept de la Bahía.

- Año 115: Otter Crakehall se convierte en Escudero de Ser Vanyar Lannister a los diez años de edad. Su hermana mayor Olenna Crakehall, con quince años de edad, es entregada en matrimonio por su padre a Ser Gryor Mallister, un hombre mucho mayor que ella y al que considera repulsivo. Los abortivos la dejan estéril.

- Año 115: Nace Trycian de Dorne en Lanza del Sol, Dorne.

- Año 115: Nace Clarissa, la hija de un mercader, en las proximidades de Bastión de las Tormentas.

- Año 117: Fin del Invierno. El Anciano Brom es ahora el hombre más viejo de la región, con la asombrosa edad de 77 años. Sigue siendo el patriarca de su familia, que ahora abarca a casi todos los habitantes del pueblo de Cabaña de Brom. Ya no empuña las armas contra los bandidos, ahora lo hacen sus hijos y nietos, aunque no son tan temidos ni respetados, por lo que el pueblo sufre ocasionales ataques y robos.

- Durante todos estos años, la distinción entre mercenario y bandido se vuelve muy difusa en el Feudo del Lago. A lo largo de varios años, o incluso en el mismo año, los mismos mercenarios contratados para defender una aldea pueden convertirse en los bandidos que después la saquean y protagonizan una matanza de campesinos, o a la inversa.

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06/12/2013, 16:54
Escudero Horace Crakehall "El Enanito".

Año 108 de la Dinastía Targaryen. Refugio Quebrado.

Dan Crakehall. Tío de Otter Crakehall

Los días se acortan. El frío crece desde el Norte, invadiendo poco a poco el Sur. Algunos jovenes aún no conocían el frío en este lugar. Pero yo lo había visto en el Norte, en Invernalia, en el Muro. El lema de los Stark siempre se acaba cumpliendo. "Se acerca el invierno", dicen siempre. Y, tarde o temprano, aciertan. Se preparaban ya los almacenes para guardar comida, por si se acercaban días duros. Aunque aquí no hacía, desde luego, tanto frío.

Pero no era un día para inviernos. Mi hermano iba a tener, o más bien su mujer, a su tercer vástago. Era un día en que se supone que debía de estar contento. Pero no podía. Desde hacía un mes que no podía. Nuestro padre estaba en cama, postrado por una enfermedad que poco a poco le mermaba las fuerzas. Su prominente y fuerte mandíbula se había afinado, y su duro rostro mostraba ahora su auténtica edad.

El maestre decía que tal vez podía recuperarse, siempre daba esperanzas. Pero yo lo dudaba. Mi padre era un hombre recio, duro como una roca, pero hasta las rocas se parten con el continuo y lento desgaste del agua. Esta roca había aguantado muchos años, sus hijos eran ya mayores, estaban casados y tenían hijos. Tenía la conciencia tranquila ya respecto a la siguiente generación, había hecho todo lo que tenía por hacer. En la enfermedad, no es tanto la esperanza de salvarse, si no la necesidad de ello lo que nos hace luchar. Él sabía el amor que todos le profesaban, pero podía descargar el peso de sus hombros en su hijo.

Los pensamientos me asaltaron durante el paseo que solía dar todas las mañanas. Pronto dirigí mis pasos de vuelta a la torre donde mi padre descansaba, para comprobar su estado. Al llegar, estaba febril y pálido. El maestre estaba de nuevo con él, y le suministraba algo de ungüento sobre el pecho para ayudarlo a respirar mejor. Su mirada era triste. Arrimé una silla junto a la cama, y me senté junto a mi padre. Sus ojos febriles se posaron sobre mí, por unos segundos pareció no reconocerme, hasta que me vio bien. - Hijo... - Dijo, casi en un susurro a causa de su debilidad.

- No, padre, no digas nada. Estás débil. No dejes que tus cargas te atosiguen. Has criado un hijo duro y fuerte como tú. Jacob es fuerte y decidido, y tiene hijos fuertes. Sera un gran señor algún día. No guardes pesar en tu alma. - Mi padre pareció relajarse, tosió fuertemente, y después sonrió. Recostó la cabeza, y cerró los ojos. Pronto, su respiración se volvió rápida, y luego lenta y pesada, estertórea. Su ritmo era desacompasado, tosió de nuevo. 

- ¿Le doy la leche de la amapola, mi señor? - Preguntó el Maestre, como gesto frente al dolor de mi padre.

- Sí... ya ha sufrido bastante. - Dije. Su respiración se tornó profunda y pesada. Se durmió, y poco a poco respiraba más lento. Al menos aquello le ahorraría la agonía de sentir cómo sus pulmones dejaban de funcionar. La enfermedad que había contraído los encharcaba, llenándolos de humores purulentos. Quince minutos después, nuestro padre murió. No me separé de su lado, y recordé con pesar la fuerza que demostraba hace apenas dos meses. - Ninguno tan fiero... - Susurré en su memoria.

- ¿Debo llamar a vuestro señor hermano, mi señor? - Preguntó el Maestre, sacándome de mis pensamientos.

- No, hoy nacerá su hijo, dejemos que disfrute de la alegría un poco, démosle este rato, pues pronto cargará sobre sus hombros el peso de la Casa. Yo mismo se lo comunicaré. - Dije, quedándome un rato más, hablando con el Maestre sobre los preparativos para el funeral y disponiendo la sucesión oficial de mi hermano como Lord Crakehall.

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06/12/2013, 22:38
Ser Baltrigar "el Traidor".

AÑO 113 DE LA DINASTÍA TARGARYEN: Alguna población cercana a Bastión de las Tormentas.  

Nacimiento de Baltrigar Tormenta. 

Aquel hombre dio un último trago a su jarra de cerveza.

- ¿Qué te preocupa? - Preguntó el noble anónimo. 

La mirada de respuesta del hombre hubiera podido partir al noble por la mitad. - Tengo que volver con Robert y llevarle la noticia.

- ¿Y acaso son malas noticias? -

- Otro bastardo... ¿tú qué crees? - preguntó el hombre al noble. - Tendré suerte si no me mata con sus propias manos. Robert tiene ya tres hijos varones y no hace más que engendrar bastardos por doquier... Bastión de las Tormentas va a tener más pretendientes que una princesa guapa y rica. - Escupió el tipo. Se le había acabado la cerveza y aún no estaba borracho. Eso significaba que iba siendo hora de salir, montar en su caballo y regresar con su Señor para informarle de su nueva paternidad.

El noble miró al tipo como decidiendo si controlar su furia o si descargarla sobre él. - Oye, estás hablando del hijo de mi hermana... hijo de una noble e hijo de Robert Baratheon... ¡Mi hermana no es como el resto de fulanas que se tira Robert! - Exclamó lleno de ira. No, su hermana tenía mucho más estilo. 

- Oye, oye... tranquilo. - Dijo aquel hombre levantando las manos en gesto de rendición. - No quería decir nada de tu hermana... sólo que... bueno, ya sabes. Robert ha tenido muchas amantes por ahí, y siempre ha engendrado varones, ya sean herederos legítimos o bastardos. Uno más no va a ser el fin del mundo, pero tampoco le va a gustar. -

- Pues si quieres conservar la cabeza va siendo hora de que te marches... corre de vuelta como un perro junto a tu Señor... y dile de mi parte que su hijo, Baltrigar - aclaró diciendo el nombre del niño - no es un bastardo más. Es de alta cuna, mucho más que cualquiera de esos bastardos que va generando por ahí, y quiero que lo reconozca. -

Así de pronto comenzó todo. Nada más venir al mundo y Baltrigar ya era tildado de bastardo. Nadie dijo que la vida fuera justa.

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07/12/2013, 03:37
Ser Trycian de Dorne.

Año 113 de la Dinastía Targaryen, Lanza del Sol.

Lord Trynen Martell, Miembro del Consejo Real de Dorne.

Avanzo del brazo de la que en pocos minutos más será mi esposa. El salón está abarrotado de todos los miembros de la Corte que han asistido a la ceremonia en la que tomo por esposa a la hija menor de la Casa Wyl, una casa siempre fiel a la Casa Martell.

Camino junto a ella mientras veo a los presentes. Mi Hermana junto a su esposo nos miran desde los tronos de los Príncipes. Ella me sonríe, orgullosa de mí y de que finalmente contraiga matrimonio para hacer crecer nuestra gloriosa familia y continuar mi línea de sucesión.

No amo a la mujer con la que me casaré, pero eso nunca ha sido relevante. Nuestras familias fortalecerán sus lazos y ella me dará los hijos que necesito para que hereden mis tierras y mi puesto en el Consejo Real. Sé que soy muy joven, pero ahora que gobierna el Rey Viserys I y el Príncipe Daemon conquista y lucha a lomos de su terrible Dragón, uno nunca sabe cuanto vivirá. Dorne está poblado de hombres y mujeres valerosos por lo que lucharemos sin dudarlo por nuestra libertad, pero si la mitad de la fama de ese caballero dragón es cierta, podría incinerar y vencer todo nuestro ejército mientras se rasca los testículos. Sea como sea, debo tener hijos por el honor de mi familia y la Sangre de los Rhoynar, que nunca se extinga.

Pronuncio mis votos con solemnidad frente al Septón Supremo y juro mi fidelidad frente a los Siete, por mi nombre y el de mis ancestros, prometiendo que respetaré a mi familia y a mi Fe, defenderé mi nación y defenderé el honor por sobre todas las cosas. Hablo convencido de ello pues son los valores que siempre he seguido y admirado, valores que siguió mi padre y el padre de mi padre.

Finalmente comienza el banquete y disfruto de él con alegría. Me honran con brindis en mi honor y el de mi señora esposa. Veo a los familiares de ella felices de nuestra unión y la fortaleza del vínculo de nuestras familias, que se honrarán mutuamente y así seremos una fuerza invencible en Dorne para siempre.

Como y bebo junto a mi hermana, quien me pregunta por mi descendencia aun por venir. Le digo que a mi primer hijo varón le pondré el nombre de nuestro padre, mientras que a mi primera hija mujer le pondré el nombre de mi hermana, de quien siempre he estado muy orgullosa. Nuestra madre murió hace poco menos de un año y se le extraña, pero le recordamos con amor y respeto.

La celebración continúa hasta el alba, momento en que nos retiramos con mi mujer a consumar nuestro matrimonio y engendrar a los hijos que portarán mi legado y el de los Rhoynar el día que yo abandone este mundo.

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07/12/2013, 19:46
[RIP] Olegg el Perrero.

AÑO 104 de la Dinastía Targaryen. Aldea de Aguasturbias y Bosque cercano.

Ortan, mi tío, dijo que saldríamos a cazar con Adam y Noreg. Nunca me gustó mucho lo de cazar, pero hace tiempo que me vienen diciendo que tengo que hacerlo para convertirme en un hombre. Tendría que llevar a Radiante, a Fiera y a Pelusa. Esos perros no me dejarían ir a ninguna parte solo: hemos crecido juntos como si fueran mis hermanos.

Lo que pasaría en el bosque no me lo olvidaría ni que viviera cien años. Todavía no podía manejar una lanza con soltura, a pesar de que tenía fuerza para un niño de mi edad, y tampoco era muy bueno con el arco ya que no practicaba nunca. Pero Ortan había insistido:“Debes convertirte en un verdadero hombre… debes cazar como tus primos.” Claro, pero ellos tenían catorce y quince años, eran unos adultos casi. Yo no, sólo nueve. Aunque pareciera más grande, esa era mi edad.

Salimos al amanecer con apenas un poco de comida.“No estaremos demasiado tiempo… a la noche estaremos disfrutando de nuestra caza.”Eso dijo Ortan, pero yo no le creía. No sabía por qué, pero no lo hacía. La primera caminata fue tranquila. Fueron muchas horas durante las cuales sólo disfrutaba de mis perros. Adam no paraba de mofarse de mi falta de interés. Noreg, como de costumbre, le seguía el juego.

Para el mediodía habían cazado un par de liebres. Yo no me había animado a disparar y eso me significó comer un poco menos de lo que me correspondía.“Eso es porque no te animaste. No serás un hombre si no cazas… si sigues así no comerás de nuevo.”Pero Ortan, se apiadó y me dio algo de comer.

A la tarde, no habían vuelto a cazar nada. Claramente no eran tan buenos cazadores como decían. Pero de pronto, Radiante comenzó a ladrar furiosamente y a tirar de la cuerda. Pronto se le sumaron los otros dos. Miré asustado a Ortan, pero él sólo sonrió y con un gesto de la mano hizo que todos avanzáramos.
No habíamos hecho ni cuatro pasos cuando un gran oso salió de una aglomeración de arbustos y árboles. Ortan atinó a soltar la lanza que llevaba en la mano; Adam, se quedó con la boca abierta; y Noreg salió corriendo así sin más. Yo estaba aterrado. Mi vejiga no contuvo el agua que había tomado un par de horas antes y los perros ladraban furiosos interponiéndose entre el oso y yo. Mis piernas flaquearon y cuando intenté salir corriendo, mi torpeza acostumbrada hizo que tropezara con una raíz y me cayera de espaldas. Ojalá hubiera sido boca abajo… Eso siempre pensé desde ese momento.

Después de eso, todo sucedió como una ráfaga de colores y sonidos. Marrones, blancos, negros, rojos y rosados pasaron frente a mis ojos. Pero en especial muchos rojos. Y aullidos, sollozos y lamentos. Esos dos últimos eran míos.

Cuando cayó la noche recobré la conciencia. Estaba vivo. Ortan, Adam y Noreg no estaban. Los llamé una vez. No hacía falta seguir, me di cuenta que estaba solo. Bueno, no sólo. Radiante gemía y su respiración era dificultosa. Estaba destripado. Poco tiempo le quedaba y lo vi en sus ojos. Pero cuando me vio sobre él, yo creí verlo sonreír, y dejó escapar lo que le quedaba de vida. Fiera yacía sobre los restos de su hijo, Pelusa, que estaba casi decapitado. Sólo ellos se habían quedado a defenderme, mientras que mi propia familia me había abandonado. Mi verdadera familia acababa de morir. Ya no tenía familia…

Memorias de Olegg, el Perrero.

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07/12/2013, 20:54
[RIP] Din el Forestal.

AÑO 117 DE LA DINASTÍA TARGARYEN: Orilla Azul.  

Din el Forestal. 16 años.

Había esperado este momento toda su vida. Din había sido educado desde pequeño para amar y respetar el bosque, para conocerlo como si fuese la palma de su mano, para considerarlo su hogar. Sabía moverse, dónde encontrar refugios seguros, dónde encontrar alimentos, cómo evitar peligros, cómo tratar con los animales… Din era ya todo un experto. A pesar de ser un muchachito de 16 años estaba bastante crecido, y su sentido de la responsabilidad era elevado.

Éste iba a ser su primer trabajo como guía de bosque, y quería hacerlo bien. Si lo hacía bien, algún día llegaría a ser un buen cazador como su padre, quién sabe si más. Aquellos mercaderes querían escolta… alguien que conociera la región. Su objetivo era llegar a Sept de la Bahía. Y no querían dejarse un dineral en guías, cazadores o forestales que les indicaran el camino. Por ello habían aprovechado la ocasión y alquilaron al joven Din por muy poco dinero. Él les llevaría hasta Sept de la Bahía, y regresaría luego a Orilla Azul con su familia y el dinero ganado.

Le pagarían la mitad antes de comenzar el trabajo, y Din había dispuesto que todo ese dinero se quedara con sus padres. Cuando regresara les daría el resto.

Llevaba lo puesto, y había preparado su mochila con una única muda y todo lo indispensable para sobrevivir en el bosque sin tener que ir muy cargado. Además irían casi siempre por campo abierto, había caminos más o menos frecuentados y la idea de Din era ir por ellos… todo lo seguro que se pudiera viajar. Su padre, Phelis, estaba orgulloso de él, y así se lo había mostrado. Le apenaba no poder acudir, hacía poco se había lesionado una pierna, pero le agradaba que su hijo se preocupara tanto por conseguir un trabajo y algo de dinero para la familia.

El joven llevaba consigo un pequeño cuchillo que no podía considerarse un arma, y la reliquia familiar. Un arco de bastante calidad, demasiado para una familia tan pobre como la suya. Pero en muy buen estado y útil.

Ése fue el primero de los muchos viajes de Din.

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07/12/2013, 21:02
Escudero Horace Crakehall "El Enanito".

Año 110 de la dinastía Targaryen, Refugio Quebrado

Dan Crakehall, hermano de Lord Jacob Crakehall, Tío de Otter Crakehall

"Alas negras, palabras negras". Era un proverbio que repetían mucho en el norte. Me llamó la atención la frase, pues hacía referencia a los augurios que portaban las aves mensajeras. Sin duda, aquella fría mañana aquello se había cumplido. No había llegado el alba aún cuando avisaron de la llegada de un cuervo. Sin duda era un mensaje inquietante, y me apresuré a llevarlo a mi hermano, señor de la casa. 

Desde mi regreso yo hacía las veces de consejero, ahora oficialmente así era. Había decidido al fin permanecer en Refugio Quebrado para preservar a los Crakehall. Acudí a la torre donde estaban las dependencias de mi hermano, y llamé con vigor a la puerta. - Hermano, soy yo, abre. Es importante - A pesar de ser su consejero, dado el caso, solíamos tratarnos prescindiendo de formulismos salvo cuando estábamos en presencia de señores extraños. Él la abrió unos momentos después, tan solo con su ropa de dormir aún. - ¿Qué ocurre? - Preguntó.

Entré en sus aposentos y le entregué el mensaje a la vez que me disponía a hacer un breve resumen del mismo. - Es una misiva de los Lannister. Están convocando a sus abanderados. Al parecer un ejército de las ciudades libres se aproxima a Poniente, nos han declarado la guerra. - Mi hermano clavó los ojos en la misiva, podía observar el sello del león con que se había cerrado la misma. Al parecer el invierno no solo traía el frío. - Bien, si un señor de Lannister nos llama, los Crakehall acudiremos. Disponlo todo, vamos a la guerra. - Asentí, e inmediatamente me marché a iniciar los preparativos.

Nos llevó unas semanas disponerlo todo, reclutar a los caballeros y hombres de armas del feudo, preparar las armaduras y armas, los estandartes y escudos. Pero finalmente, el contingente de los Crakehall estaba listo. Dispusimos la formación. Mi hermano avanzaba delante, a su izquierda el portaestandartes acarreaba el pendón con el emblema de los Crakehall, a su derecha, cabalgaba yo. Así, avanzamos hacia Roca Casterly, lugar de encuentro del ejército que los Lannister preparaban para apoyar a la familia Targaryen. Allí se había dispuesto un amplio campamento que ocupaba la fortaleza y las zonas extramuros. Los soldados se amontonaban allí, mientras los señores se reunían en el interior de Roca Casterly para conocer la estrategia. 

Una semana después partimos hacia Lannisport a paso ligero. Al parecer la batalla se llevaría a cabo principalmente en el mar, un dato que no nos agradaba demasiado. Pero los Lannister disponían de una buena flota, y remeros y navegantes experimentados. Ahora iban a llenar los barcos de soldados y arqueros, dispuestos para la batalla. Algún contingente montó también a los caballos, listos para desplegar caballería cuando el combate pasase a tierra firme.

El viaje por mar duró un par de semanas, hasta que divisamos la bahía de los naufragios. Sin duda el camino hubiera sido más rápido si hubieramos avanzado por tierra, pero quizá era una guerra donde la flota podía ser decisiva. Al parecer, la guerra ya había comenzado para cuando llegamos. Entrando directamente en los momentos culminantes de la lucha. La guerra fue corta, aunque intensa. Finalmente todo se decidió en una batalla, frente a Desembarco del Rey, en la bahía del Aguasnegras. La Fortaleza Roja era defendida contra el asedio pirata. Con valentía, los ejércitos de poniente mantenían a ralla a los invasores. En el mar, la flota de los Baratheon y los Targaryen se enfrentaba a los corsarios. Cuando se unió la flota de los Lannister, la flota invasora quedó entre el martillo y el yunque. Para cuando, con un disparo acertado, el Capitán de la Guardia Real, Ser Alan Vance, hundió el buque insignia de la flota enemiga junto con su líder, el ejército invasor se batió en retirada. Los barcos fueron perseguidos y hundidos, llegando a escapar pocos más allá del Mar Angosto.

Aquel día la celebración fue por todo lo grande, los ejércitos reunidos eran vastos, sin duda, y no carentes de caras conocidas. Encontramos allí, aunque no nos sorprendió, al joven caballero Hadder Ríos; aquel que años atrás fuera nombrado caballero por mi hermano como agradecimiento por salvar a su hija de un secuestro. Al parecer había demostrado ser un valeroso combatiente, y bebimos y reímos con él, y con muchos otros de los presentes. Tras la guerra, lo cierto es que habíamos perdido pocos hombres, seguramente debido a que habíamos llegado en el momento culminante de la misma. En Desembarco del Rey nos depedimos de los Lannister, que agradecieron generosamente el servicio prestado con buenos ingresos para nuestra casa.

Desde allí, marchamos por tierra firme, a casa. - Bendita tierra, estaba harto de llevar semanas en un barco. - Comenté a mi hermano en el regreso, y juntos intercambiamos risas. Efectivamente, el viaje había sido más corto, y nuestros corazones se llenaron de júbilo cuando volvimos a divisar Refugio Quebrado. Los pequeños hijos de mi hermano, Olenna, Otter y Roland. - Al fin en casa - Dijo Jacob frente a las puertas de nuestra morada.

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08/12/2013, 02:00
Ser Orsey Crakehall.

Año 108 de la Dinastía Targaryen. Refugio Quebrado.

Joanna Crakehall.

Mentiras, sueños rotos, era todo lo que ahora tenía. Su vida no cambió en absoluto tras la muerte de Lyonel. Joanna no recuperó su infancia, no consiguió librarse de aquellas oscuras pesadillas que seguían devorando su cordura cada noche, cada vez que cerraba los ojos. No. Lyonel, aquel monstruo desalmado, seguía haciéndole daño desde la tumba.

Sus hermanos estaban demasiado ocupados como para preocuparse por ella, y de hecho dudaba que Padre les hubiese comentado alguna vez algo sobre... lo que sucedió entre Lyonnel y ella, ni siquiera nada sobre el trastorno que el chico sufría. Padre llevaba aquel hijo como un estigma de fracaso en su labor como padre. Ella lo sabía y su madre lo sabía, pero dudaba que hubiera dejado que los otros dos hijos que le quedaban se percataran de ello.

Su padre fue su único apoyo desde que murió aquel enfermo. Era su confidente, a él podía contarle sus miedos, su sufrimiento, y él la escuchaba y la tranquilizaba. Pero ahora, él también se había ido. Para siempre. Joanna se sentía vacía de nuevo. Nada tenía sentido para ella ya. Era un cascarón vacío, un alma en pena sin ninguna motivación y sin ninguna forma de aliviar el dolor. Dan y Jacob estaban ocupados con sus asuntos, incluso con su propia progenie. Nadie se había preocupado por ella.

Y así fue como el dolor pudo más que ella, y decidió calmarlo bebiendo la leche de la amapola. Pero su dolor no era físico, era del alma, mucho mayor: necesitaría mucha más cantidad. Unas cuantas gotas corrieron por la comisura de sus ansiosos labios antes de que ella también cerrara los ojos, aliviada de todo dolor, para siempre.

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08/12/2013, 08:57
[RIP] Plumby el Flechero.

AÑOS 95 A 103 DE LA DINASTIA TARGARYEN, Castillo Aguasclaras

Mi padre Plumb se cría con una disciplina férrea otorgada por mi abuelo Brian, los juegos propios de chicos de su edad desaparecen para dar lugar a la dura y ardua tarea de seguir con la profesión de sus antepasados. El crudo invierno hace que le demos gracias a los siete por estar en el castillo, valorando más nuestra profesión que no depende del tiempo para subsistir.

Mi abuelo le hace jurar a mi padre para que nunca se perdieran los conocimientos adquiridos desde generaciones. Ya no sólo eran las formas de hacer las flechas, también los conocimientos del bosque, de las trampas y un sinfín de recursos que sólo se pudo conseguir con la herencia transmitida y practicada hasta sus últimas consecuencias.

En los bosques de guarda real corre el rumor de bandidos, también se dice que los caminos ya no son seguros y que se asaltan a comerciantes y cargamentos. El fuerte a manos de los Lefford empieza otra vez a llenarse ya no sólo se encuentra la figura del cazador también de los forestales, perreros y demás que hacen que la vida peligre menos cuando uno se aleja del castillo. Mi padre acompañará siendo todavía muy joven a éstos en busca de las preciadas plumas, su forma de desplazarse por el bosque de forma cautelosa como la de un gato le costó que pudiese escabullirse más de una vez de los peligros que albergaba el bosque, al final mi señor decide contratar mercenarios en Solaz del Soldado pero la confusión se palpa en el ambiente, algunas veces los mercenarios consiguen matar o proteger las mercancías otras se extravían con excusas débiles, solaz va siendo el rumor de que todo lo malo se cría allí y nada bueno sale, también se dice que si quieres encontrar algo robado ve a Solaz. Todas estas situaciones van quitando credibilidad a los mercenarios contratados pero los que somos leales a mi señor intentábamos no chismorrear con lo acontecido. Los rumores se acallan por un tiempo cuando guarda real vuelve a ser seguro, pero todo parece ser un respirar antes de sumergirse otra vez en la confusión.

Llantos vinieron a finales de este periodo cuando Jaehaerys I el Viejo Rey fallece acompañado años después por su señora. Cuánto le debíamos a este gran Rey por todos estos numerosos años de paz que nos dio, heredando el trono su nieto Viserys I.

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08/12/2013, 09:06
[RIP] Pik Pyke, Cazador.

Año 114 de la Dinastía Targaryen, en algún lugar del Mar del Ocaso, cerca de la Bahía de Sept en la Bahía del Hierro.

Pescar también puede ser divertido.

Una mañana cualquiera de primavera, a primerísima hora de la mañana, mi padre Liroy me despertó para ir por primera vez a pescar con él. Creía que la edad de diez años ya era suficiente para empezar a ayudar a la maltrecha economía familiar, y a pesar de que a mi madre Brysa no le hacía mucha gracia que fuera a navegar por las turbulentas aguas de Hierro, no se opuso a mi padre. Tampoco es que mi padre haciera caso a ningún consejo una vez hubiera tomado una decisión, supongo que he salido a él en eso.

Hemos desayunado lo mismo de siempre, pan duro bañado con vino y azúcar en un cuenco de barro resquebrajado por diferentes sitios. Bueno, eso mi padre, pues yo aún era pequeño para tomar vino según la familia. ¿Irónico verdad? Para trabajar sí tengo la edad, pero para las ventajas de ser mayor es demasiado pronto.

La casa no es muy grande. Mejor dicho, la choza. Pues no estamos muy boyantes de dinero, entre las semillas, las herramientas, el barquito, y la vaca que nos hemos comprado hace poco, se van todas las ganancias de la pesca.

Una vez en una zona secreta que de momento sólo ha encontrado mi padre, rica en bacalaos, empezó a explicarme los secretos de la pesca. A mí siempre me ha interesado más la caza, la encuentro más interesante. El sigilo que se necesita para acercarte a una presa. La destreza al colocar el arco y la flecha. La puntería contando con la fuerza del viento y los obstáculos que provocan las ramas de los bajos árboles de la zona. Pero no, según mi padre, eso vendrá más tarde, por el momento debo aprender a hacer nudos marineros, aprender a elegir los distintos abadejos para atraer a los peces, elegir el anzuelo correcto para los distintos tamaños de los peces a pescar, y el saber qué carnada prefiere cada clase de pescado. Pero cada vez que mi padre se daba la vuelta yo andaba por la borda del bote, subido en los lindes del mismo haciendo equilibrio, jugando a trepar por el pequeño mástil.

Mi padre muchas veces se hacía el despistado ya que de otra manera tendría que sacudirme el culo mucho más a menudo de lo que su mano podía soportar. Sí, siempre he sido un niño rebelde. Pero poco a poco, con manga ancha y unas explicaciones más parecidas a los cuentos que a la realidad, consiguió involucrarme en su estilo de vida, alternando los momentos de aburrimiento con mis piruetas por la barquita, el nadar por el mar, alternándonos los turnos. Tratándome cada vez más como un hombre y no sólo como un niño.

Al final conseguía disfrutar de la compañía de mi padre, descubriendo conversaciones que jamás pensé que tendría con él. Contándome historias de las Islas del Hierro, donde nací. Incluso me explicó el motivo por el que decidieron mudarse a la Bahía de Sept. No es una historia muy original. Simplemente fue por las penurias por sobrevivir, allí en las Islas del Hierro aun sabiendo pescar y cazar, sobrevivir no es un juego de niños.

El territorio áspero, el pillaje, la piratería, el clima... Y si no fuera por que tenían a un niño que alimentar, tal vez se hubieran quedado. Aunque por la forma que tenía de explicarme la historia, parecía como si escondiera algo más... Tal vez más adelante sepa el qué fue.

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08/12/2013, 21:16
[RIP] Bethan "Caratorcida".

AÑO 113 DE LA DINASTÍA TARGARYEN, SOLAZ DEL SOLDADO:

Era la tercera Ruleta en la que participaba Luthen Berrugoso. A estas alturas ya estaban con los coitos del noveno mes. Berrugoso empujaba con ganas mientras tres compañeros del Trueno le jaleaban. ¿Puede existir una vida más sencilla y feliz? Sí, pero solo para la pobre desdichada que estaba atada a la mesa.

La muy inoportuna rompió aguas con la lanzada de Berrugoso bien clavada, y los que animaban pasaron a reírse de él. Luthen golpeó con fuerza la cara de la mujer poco antes de mirar hacia la ventana. Habría matado a cada uno de los Hijos del Trueno que lo hubiesen visto hacer tamaño ridículo, ¡por el Guerrero! Al ver el cristal vacío de pequeñas caras, recordó que ahora los niños del Trueno ya no observan el juego de la Ruleta. Es el quinto año de Invierno. No hay nadie tan loco para esperar en el callejón mientras los cristales de hielo del viento frío te corta la piel a tiras.

Se fue a un rincón a lavarse su espada. Ruidos de pelea empezaron a sonar en ese instante, llegados del salón, haciendo que las tres sonrisas se tensasen mientras se subían los calzones. Para Berrugoso llevó más tiempo. Cuando estaba limpio y preparado, pasó de largo de la mesa en la que una miserable empujaba.

El salón, lugar de fiesta y jolgorio, cubría sus suelos con sangre, dientes y mercenarios doloridos. Luthen vió a aquella ágil desconocida saltar de una mesa a otra con sus dos espadas, esquivando al último puñado de hombres. Cuando la siguieron, recibió a uno con un puntapié en el mentón y a otro rompiéndole la nariz con la guarda de la empuñadura. Antes de que llegara el tercer contrincante, la luchadora ya había saltado de nuevo a otra mesa. Seis minutos después, todos, incluídos Luthen Berrugoso, se dolían en el suelo.

Aquella entrada espectacular era obra de quién a posteriori se presentó como Isaura Pyke, una bastarda de las Islas del Hierro a la que las cosas no le fueron muy bien como pirata, y que buscaba cambiar su suerte alistándose en un grupo de mercenarios de tierra firme.

Llegaron los llantos de la habitación de la Ruleta. Tardaron en ser atendidos. Pero cuando fueron a ver, el niño era tan feo tan feo, que por una vez la paternidad anónima de la Ruleta señalaba a un claro responsable. Tanto daba. En el frío invierno, los niños nacían a patadas y morían con igual ímpetu. Y aquel caratorcida no tenía mejor futuro.

Al día siguiente, con Isaura ya aceptada por todos, Luthen robó un gran cerdo vivo para celebrar un banquete de bienvenida. Bethan lloraba de hambre, y surgió de nuevo la conversación de cómo el frío arrebataba las vidas de los recién nacidos. Isaura inspeccionó el cerdo, y descubrió que era cerda... Y aconsejó que para que el niño no se muriese, en vez de comerse los adultos a la cochina, pegasen a Bethan a las tetillas. Fue así la historia de cómo Bethan debe su vida en tres partes iguales a Luthen por concebirlo, a Isaura por la idea y a la cerda Marcia por la leche.

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08/12/2013, 22:03
Ser Trycian de Dorne.

Año 115 de la Dinastía Targaryen, Lanza del Sol.

Lord Trynen Martell, Miembro del Consejo Real de Dorne.

Me paseo de un lado para el otro, nervioso como nunca he estado. A pesar de haber tenido un hijo antes de este, uno nunca está más relajado en estas situaciones. Mi segundo hijo, los Siete me bendicen con una familia y yo la recibo con orgullo y alegría de que así sea. Mi mujer me da el honor y la felicidad plena de ser padre por más de una vez.

Es de noche, cerca de la medianoche y mi hijo está por nacer según las parteras. Mi primogénito tiene apenas un año y mi segundo hijo viene en camino. Me han dicho que es prematuro, pues aun no debería nacer, sino dentro de unos tres meses más, por lo que piensan que quizás no vivirá. Aun así no pierdo las esperanzas y un padre ama a sus hijos sin importar como vengan. También me han dicho que de vivir podría salir débil y enfermizo, indigno de montar y luchar. Un padre no ve diferencias en sus hijos y hasta el más tullido de ellos será un orgulloso Martell que defenderá su pueblo con lo poco que tenga para sacrificar.

Lo amo antes incluso de que nazca, lo amo igual que a mi hijo mayor, Tryller, que algún día será Lord de nuestras tierras y miembro del consejo real de Dorne. Mi hijo menor no tiene nada destinado aun, pero tendrá toda la educación que merece y su destino será el que él mismo desee llevar. Tendrá todo mi apoyo y será educado con todos los derechos de la poderosa nobleza de Lanza del Sol.

Escucho su llanto, es un llanto fuerte, debe ser un varón. Entro en la habitación abriendo ambas puertas de par en par y veo a la partera con mi bebé en sus manos. Sostengo al niño y es efectivamente un varón. Lo bautizo con el nombre de nuestros ancestros, un nombre de valor y poder: Trycian Martell.

Mi mujer me mira con ojos cansados y la partera que está con ella comienza a asustarse, pues no deja de sangrar. Me dice que debemos llamar al Gran Maestre, quien llega en pocos minutos. Él la revisa e intenta aplicarle ungüentos, pero mi mujer se va lentamente de este mundo y se despide de mí con su mano ensangrentada. Me despido de un beso en su sudorosa frente en el momento en que su corazón deja de latir. Un hombre sabe que esto puede ocurrir, pero nunca está preparado para dejar a su amor marchar.

Miro nuevamente a mi hijo recién nacido. De un momento a otro, ya no deseo tanto estar junto a él pues su nacimiento ha salido demasiado caro. Hago que las comadronas se lo lleven y me quedo sentado al lado de la cama donde yace el cuerpo de mi amada esposa, a quien no abandonaré hasta que el alba llegue.

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09/12/2013, 12:16
[RIP] Ama de Llaves Vesania Oakenshaf.

AÑO 105 DE LA DINASTIA TARGARYEN: Vesania Oakenshaf con ocho años de edad asiste al modesto funeral de su padre, Ser Liman Oakenshaf.

Vesania asistía impasible al funeral de su padre. Iba de la mano de sus parientes lejanos de Casagrande, los que iban a hacerse cargo de ella. El tacto de la mano de la mujer le daba nauseas, pero no tenía fuerzas ni para zafarse de su gélido agarre. Escuchaba todo, guardándose para sí el asco y el odio que sentía en su interior.

- No duerme, no come, mira qué ojeras tiene. - El hombre la miraba como si fuera una vaca que hubiera que vender, escrutándola de arriba a abajo, como tasando el valor.

- Es sólo una niña. Lo ha pasado muy mal y su padre acaba de morir. - La mano de la mujer sudaba y apestaba a leche agria lo que le hizo torcer la boca en un rictus desagradable.

- Ni siquiera para puta sirve. Quién iba a follársela si es hija de un Limón y en vez de dulce nectar lo que tiene entre las piernas es agrio jugo. -

- No seas idiota. Es la última Oakenshaf. Para algo nos servirá. Nunca se sabe. -

- Marchitará toda semilla que se ponga en su vientre, te lo digo yo. -

- Qué sabes tú de las mujeres. -

- Sé lo que hay que hacer para que tengáis hijos, ¿no? -

- Jajaja, muestra respeto, el cadáver de su padre aún está caliente y podría levantarse y cortarte la polla.

- Que lo intente. Nada más se levantara, los Lefford vendrían a reclamarle sus deudas, que por cierto, pesarán ahora sobre la enclenque espalda de la chiquilla y su descendencia. Nadie se querrá casar con ella y lo sabes. -

- Todo el día se pasa llorando. Se va a secar. -

Efectivamente por las mejillas de Vesania caían, lentas pero en un goteo contínuo, las lágrimas saladas. Una mezcla de pena, angustia por la incertidumbre de qué sería ahora de ella e ira. A pesar de su tierna edad era una chiquilla muy lista y bien educada. Sabía qué era lo que aquellos plebeyos con aires de grandeza querían de ella. Su padre le había inculcado un fuerte sentimiento de orgullo por su apellido y no iba a dejar que lo ensuciaran casándola con un cualquiera. Antes se quedaría soltera y secaría su vientre que ensuciar su apellido. Pero, ¿qué podía hacer ella? Sólo era una niña.

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09/12/2013, 15:05
Ser Baltrigar "el Traidor".

AÑOS 123 DE LA DINASTIA TARGARYEN: Bastión de las Tormentas.  

Baltrigar Tormenta. Diez años.

Baltrigar se arrebujó en la capa. Desde que comenzara el primer Invierno del que tenía consciencia, hacía un año, las cosas habían ido de mal en peor y no sólo por el frío. Su madre y su tío le habían enviado el día anterior a la fortaleza, a Bastión de las Tormentas. Al parecer, Lord Robert Baratheon requería su presencia.

El muchacho había hecho el viaje escoltado por guardias del Bastión, su madre y su tío no habían podido acudir con él. El camino por los pasillos del Bastión que daban al exterior no estaba siendo del todo del agrado del muchacho, demasiado frío y demasiado viento. Al menos los guardias le habían dado una capa con la que protegerse un poco.

Al llegar al salón principal el joven Baltrigar quedó enmudecido. Era un salón enorme, impresionante. No le cabía en la cabeza la idea de que alguien no pudiera quedar boquiabierto admirando tal lugar. Un hombre alto y corpulento se sentaba en el sillón más grande de toda la sala. Tres chicos y una chica se sentaban a la derecha de aquel hombre, y varios hombres, a todas luces caballeros, se erguían de pie alrededor de la mesa. Todos en silencio, observando.

- Acércate muchacho. Deja que te vea. - La potente voz de Robert Baratheon resonó en la sala.

Baltrigar no tenía miedo, ni siquiera se sobresaltó con aquel vozarrón. Estaba acostumbrado pues a pesar de ser un niño muchas veces a él le ocurría lo mismo. La gente se sobresaltaba ante la potencia de su voz. El joven dio unos pasos hacia delante para que Lord Robert le pudiera examinar bien.

- No hay ninguna duda. - Añadió Robert observando al crío de arriba a abajo. - ¿Sabes quién eres? - Le preguntó.

Baltrigar agachó la cabeza y asintió. - Sí, Lord Robert Baratheon. -

- ¿Y sabes quién soy? - Preguntó Robert para asegurar.

- Vos sois mi padre, milord. - Baltrigar aún no estaba seguro de qué títulos debía usar en presencia de alguien como él.

Robert asintió satisfecho, al menos el crío decía la verdad sin tapujos.

- Ellos son Harry, Will, Barristan y Genna. Mis hijos. - Dijo mientras señalaba a cada uno de los chicos a la vez que los nombraba. Barristán parecía ser de la misma edad que Baltrigar. Ambos eran muchachos altos y fuertes para su edad. Y Harry y Will no les iban a la zaga. Will casi les sacaba una cabeza, y Harry le sacaba otra a su vez a Will. La más pequeña de todos sin duda era Genna.

- Desde hoy serás conocido como Baltrigar Tormenta. - Indicó Robert. Bueno, pensó Baltrigar, al menos sería un bastardo reconocido.

El Lord de Bastión de las Tormentas centró su mirada en Baltrigar. - Desde hoy vivirás aquí. Serás el escudero de Ser Hadrick. - Baltrigar se fijó en cómo uno de los Caballeros asentía levemente en su dirección. No era tan alto como Robert, pero embutido en su armadura y con esa barba tenía un aspecto igual de fiero.

La reunión se disolvió tan rápido como se había convocado. Los Caballeros y Robert se marcharon en diferentes direcciones. Los hijos de Lord Robert miraron mal durante unos segundos muy breves a Baltrigar y se largaron de ahí sin dirigirle la palabra.

Sólo quedaron Baltrigar y Ser Hadrick.

- Bienvenido a Bastión de las Tormentas, chico. - Dijo el hombre procurando tener un tono jovial.

Quizá no fuera todo tan malo después de todo.

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09/12/2013, 15:06
[RIP] Din el Forestal.

AÑOS 120 DE LA DINASTIA TARGARYEN: Orilla Azul.  

Din el Forestal. Diecinueve años.

Después de mucho tiempo, Din regresaba a Orilla Azul, la aldea que le había visto nacer. Después de sus dos primeros viajes en los que le habían pagado por guiar a caravanas de mercaderes, Din había salido en una tercera expedición que le había mantenido alejado de casa alrededor de dos años.

Ya no era el muchacho alegre y jovial que su familia había conocido. A pesar de que no habían pasado casi ni tres años, el Din que regresaba era ya un hombre. Endurecido por el camino y por las vicisitudes de la vida que había presenciado.

Inconscientemente iba silbando una canción cuando llegó al sendero que daba a su casa. Fue entonces cuando se percató de que algo no iba bien. Sin pensarlo echó a correr en dirección a la puerta de su casa. Entró sin llamar, como en muchas otras ocasiones y se sorprendió de la cantidad de gente que había ahí. Prácticamente todo el pueblo se había reunido. Buscó entre los presentes la mirada de alguien de su familia... y acabó encontrando a sus tías. Las tres. Envueltas en lágrimas, dos de ellas sentadas en sendos taburetes y casi sujetadas por sus maridos ya que no podían contener el dolor. Sólo Danny se mantenía en pie, con los ojos visiblemente enrojecidos de haber llorado.

Pero mantenía el tipo mejor que sus hermanas, quizá porque ya había presenciado la muerte de su padre, el abuelo de Din. Din no tuvo que preguntar. Avanzó despacio, muy despacio, hasta que llegó junto a ellas. Buscó con la mirada a su madre, a su padre... y no los halló.

Unos bandidos habían entrado en la casa. Buscaban comida, dinero, cualquier cosa de valor... y cuando Phelis, el padre de Din, no les quiso dar nada, no dudaron en matarlo, a él y a su mujer. Una de las hermanas de Phelis, Mira, les encontró la mañana siguiente. Hacía un día de aquello. Ya había sido el entierro, y ahora medio pueblo estaba presentando sus condolencias a la familia. Din no pudo llorar.

Se prometió a sí mismo que no lo haría hasta que diera con los responsables. Un rápido y cándido beso en la mejilla de sus tres tías y se marchó por la puerta. Sólo había pasado un día. Era muy capaz de seguir el rastro de aquellos hombres. Eran bandidos y no se dejarían ver por ciudades, así que irían al campo abierto o al bosque, y allí, Din estaba en su terreno. Aferró con firmeza el arco y examinó al jardín de sus padres buscando huellas. Demasiada gente había pasado por allí en las últimas horas.

Pero no tardó en encontrar un grupo de huellas distinto. Botas de campo, casi militares... pesadas. Tres pares de huellas distintas contó. Y sabía en qué dirección habían huido. Esos cobardes iban a pagar.

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09/12/2013, 20:31
[RIP] Septón Eremiel.

VIÑETA VIIAÑO 103 DE LA DINASTIA TARGARYEN. Orillita:

Bennet, 23 años; Roslin 21 años. - Padre y madre de Eremiel


A través de la ventana de la cocina le ve volver haciendo eses por la calle que sube del muelle. Es de noche ya y la luna y la débil luz que emana de las pocas casas en las que aún están despiertos son la única iluminación de la calle. Esto hace que sea dificil reconocer a cualquiera a más de treinta metros... A cualquiera menos a él. Todas las noches a la misma hora, la del cierre de la taberna, recorre la calle de vuelta a casa el protagonista de sus pesadillas. Los días afortunados vuelve con un pescado o dos bajo el brazo, que le dará para comer el día que viene, los días menos afortunados, volverá sin nada salvo su embriaguez.

Hoy es uno de los días afortunados, al parecer no habrá perdido todo lo pescado durante el día en el alcohol y las apuestas.

Maldita sea, ¿cómo puede ser que pierda siempre?

Roslin se mantiene en la ventana, viéndole aproximarse lenta, pero implacablemente, deseando que pasase de largo al llegar a su puerta y no volviese nunca más. A medio camino tropieza con un adoquín levantado, trastabilla y cae al suelo con su preciada carga, lo que queda de la pesca del día tras su paso por la taberna. Bennet queda ahí tumbado durante unos segundos sin moverse y brota en Roslin una esperanza:

Eso es, se ha golpeado la cabeza y no se va a levantar nunca más, seré libre.

Pero poco duran las ilusiones de Roslin, porque poco a poco su marido se incorpora torpemente y busca lo que queda de su pesca del día, ahora llena de tierra y polvo. Una vez recobrada la compostura, continúa su vuelta a casa.

Roslin vuelve a la cama a hacerse la dormida con la esperanza de que hoy no la despierte para golpearla o violarla con su aliento a vino.

Con un poco de suerte pasará de largo y no volverá.

*Sonido de llaves y la puerta abriéndose.*

Mierda.