Partida Rol por web

Escucho atentamente todo lo que se dice. Cuando Ser Horwin desenfunda su espada me dan ganas de interponerme entre él y mi padre tal y como hiciera antaño entre este y Ser Hadder mas por algún motivo mis piernas no obedecen a mi cerebro.

Lo que después acontece me deja perplejo. Russ agarra a la serpiente mentirosa de Matasanos y tras tirarlo al suelo Ser Horwin lo decapita. ¡Mi Padre Vivirá!

Cuando Ser Horwin me dice que consuele a mi madre asiento levemente.

- Así lo haré. - digo. Cuando salga de aquí, claro. - musito entre dientes.

Todavía quedaba por saber que será de mi. Me pregunto cuanto más tendría que esperar para conocer el veredicto sobre mi persona.

Las palabras de Ser Baltrigar me brindan la calma de saber que todos en el juicio sabrán acerca de la inocencia y el servicio del caballero, pero las palabras de Ser Horwin me abren los ojos como platos y mi boca no puede articular palabra alguna.

"No puede ser. ¿Qué es lo que está sucediendo acá? ¿Acaso todos destruirán su honor por la cobardía? ¿A qué temen? ¿Guerra, muerte, a los leones? ¡Me cago en los leones como mi pueblo se ha cagado en los Targaryen, con dragones y todos, mientras todo el resto de Poniente se dejaba penetrar como un montón de perras! ¡NO PERMITIRÉ QUE ESTO OCURRA!"

Me pongo de pie de golpe cuando Russ avanza hacia Ser Baltrigar y voy a hablar cuando este toma a Metetripas. Me quedo completamente pasmado cuando Ser Horwin avanza y ejecuta al mendigo. Escucho todo el plan y no me parece mal pues eso permitirá a Ser Baltrigar vivir con su esposa hasta el final de sus días.

Me acerco a Ser Horwin para hacer la única pregunta que me queda:

 - "¿Y de qué era culpable el viejo? ¿Lo merecía?"

Lo miro en el suelo y la verdad es que me da lo mismo. Un guerrero siente empatia por los guerreros como él y los hombres de honor solo aprecian como camaradas a otros hombres de honor. Aun así, me gusta creer que era culpable de algo, sobre todo por lo que el nuevo Señor de Aguasclaras le dijo antes de matarle. Parece que el anciano ocultaba algo.

Dirige su mirada a Ser Baltrigar con el ceño fruncido y un leve gesto de orgullo al cruzar su mirada. - Espero que disfrutéis de la mejor de las vidas, si necesitaseis cualquier menester, no dudéis y sabed donde está vuestro hogar y los hijos de mi padre. - Con ello se giró y con paso rápido y firme abandonó la sala con los puños cerrados...

Baltrigar abrió los ojos mudo de la sorpresa cuando Russ sujetó a Metetripas y lo colocó ante la espada de Ser Horwin. ¿Qué estaba ocurriendo?

Los siguientes segundos fueron una eternidad a los ojos del bastardo de los Baratheon, pero en menos de un minuto había pasado de estar a punto de ser ajusticiado, a haber sido perdonado. Ser Horwin le había otorgado una nueva identidad. Podría seguir viviendo aunque su nombre se viera mancillado. Podría tener una vida larga y en un tiempo podría reunirse con Clarissa.

Y podría seguir sirviendo, aunque de otra manera, a Aguasclaras. Apenas podía creerlo.

- Yo… Sois demasiado generoso, mi Señor. – Fue lo único que alcanzó a decir a Ser Horwin. Baltrigar seguía pensando que merecía algún tipo de castigo, aunque no fuera la muerte, por haber matado a Ser Hadder.

Agradeció con un gesto de la cabeza las palabras de Ser Pendrick y no le culpó por marcharse tan repentinamente. Después de todo acababa de perdonar la vida al asesino de su padre. Escuchó de fondo la pregunta de Ser Trycian y no le prestó demasiada atención. Para él, Metetripas se lo merecía. Fuera o no culpable de algo, pues era un viejo cobarde que no movió un dedo por los hijos del Tormenta en su día. Fue tan cómplice de su muerte como el bandido Bonhart.

Pero ahora la atención de Baltrigar estaba posada en un solo hombre. Ignoraba cuánto de todo aquello sabía Gwraidd. El hijo menor de Ser Hadder podía no estar al corriente del plan de Ser Horwin, y dada la conversación que tuvo con Baltrigar en ese mismo lugar hacía unos días… bien era posible que no compartiera la decisión del Señor.

Lamentaba el dolor de un hijo. Y lamentaba el hecho de que no pudiera perdonarle nunca. Pero lo entendía y lo aceptaba. Él en su lugar sentiría algo muy parecido.

Baltrigar sintió parte del dolor que Gwraidd debía sentir pero se lo tragó todo y comenzó a moverse. Debía hacer lo que le habían ordenado. Ahora era “Metetripas”. Ser Baltrigar el Traidor había muerto a ojos de todos.

Primero, por supuesto, y ante todo, sorpresa.

Era... una sensación curiosa. Alivio. Sí, era eso. Lo cierto es que ese plan podía funcionar, y era mejor que vestir el negro. Exigiría, eso sí, que nadie se fuera nunca de la lengua. Y que Baltrigar cambiase en mucho su aptitud y apariencia. Curiosamente no sentía ira. De todas las opciones era, sin duda, la mejor. Y debía reconocerlo. Por primera vez desde su regreso de la capital sintió un profundo alivio que no se hizo, sin embargo, patente por su expresión hierática. 

Después de todo, iban a engañar a todos, y era necesario que todos tuvieran eso claro. Gwraidd notó la mirada de Baltrigar, y mantuvo la misma, unos instantes, antes de mirar a Ser Horwin.

- Mi señor Ser Horwin, ¿me permitís unas palabras y reflexiones?

-Por supuesto, Ser Gwraidd -dice Ser Horwin, deteniéndose. 

Theresa escuchó las declaraciones de Pendrick Tully y dio un paso atrás, sintiéndose vencida por sus argumentos y por sus derechos como hijo y como original heredero de Aguasclaras.

Esperó con expectación a que Ser Horwin decidiera, y aprobó, con una mirada solemne, la petición de muerte rápida de Baltrigar, respirando hondo, lamentando lo que sería de su familia. De su mujer y sus hijos, que ahora quedarían lejos de su amparo. 

Apretó disimuladamente los labios, en una fina línea, nerviosa, cuando el jefe de la guardia se acercó al prisionero, y de pronto, las tornas cambiaron. Russ tomaba de las ropas a aquel vejestorio inmundo llamado Metetripas al que Theresa tenía cierta ojeriza, y acto seguido, era éste y no Ser Baltrigar quien era ajusticiado. Y Ser Horwin revelaba sus verdaderas intenciones. 

La Primera Espada miró a su señor con cara de pasmo, evidentemente confusa, sin entender muy bien qué había ocurrido, volviendo a posar la vista sobre Ser Baltrigar durante un instante y luego sobre el cuerpo sin vida de Metetripas, por el que no sintió pena ninguna. Al fin y al cabo, si tal y como insinuaba su señor, había traicionado al feudo, no merecía menos. 

Recogió la espada que le tendía Ser Horwin, y lo observó una vez más, comenzando a comprender los pormenores de aquella acción inesperada. Un brillo de admiración y orgullo apareció en sus ojos al comprender que, lejos de lo que había temido, se encontraba bajo el vasallaje de un hombre justo, recto e inteligente. Y aquello era un alivio y un honor inmenso. Quizá no era Ser Hadder. Pero con aquella acción, Ser Horwin acababa de ganarse la lealtad de Theresa de una manera definitiva e irrevocable, aunque ésta jamás se hubiese planteado algo contrario a la misma. 

- Sólo deciros que os agradezco vuestra justicia, Ser Horwin- hace una inclinación tras hablar- No... pensé en tal posibilidad. Creo que me cegué con la idea de que Ser Baltrigar vistiera el negro como el menor de los males, y no pensé en un engaño tan elaborado. Es, sin duda, la mejor de nuestras opciones.- guarda un momento de silencio y luego mira a Ser Baltrigar- Creo que sería conveniente modificar mucho el aspecto de Ser Baltrigar. Debería cambiar su color de pelo, y su peinado, quitarse esa barba, y probablemente debería llevar alguna cicatriz. También debería ir a algún lugar muy lejos, donde nadie pudiera conocer a Metetripas. Si esto llegara a saberse... las consecuencias serían gravísimas. Pero se que lo sabéis. Nada más agradeceros vuestras acciones, mi señor.-  termina volviendo a mirar a Ser Horwin. 

El Castellano observó a su señor y asintió levemente ante su plan. Quizás no fuera un mal líder del castillo después de todo... La justicia ya había sido realizada, así que no quedaba otra cosa que retirarse de alli. Claro que las reflexiones de Ser Gwraidd Tully eran acertadas. Ahora debían disimular el aspecto del nuevo Metetripas para que todo saliese a la perfección.

Ser Trycian se acerca a Ser Horwin:

-¿Y de qué era culpable el viejo? -dice-. ¿Lo merecía?

Ser Horwin mira hacia el cadáver con aire serio.

-No -responde-. No merecía esta muerte. Merecía otra mucho peor. Merecía la tortura y que cuatro caballos descoyuntaran sus miembros. Ese hombre traicionó a mi familia en tiempos de Ser Hadder, y me traicionó a mí jugando un doble juego, quién sabe si triple, espiando para los Lefford y torciendo mis intenciones. 

El Caballero se vuelve hacia el resto de los presentes.

-Y no se traiciona a un Tully -dice, sin más.

Incluso una respetuosa respuesta puede ser interpretada mal por las otras casas. Dorne, a todos los efectos, es el enemigo del reino. Yo creo que es el mejor momento para poner en táctica la excusa de "Ese cuervo nunca llegó".

TIENES CORREO: TORNEO EN DESEMBARCO DEL REY:

AÑO 156 D.A., MES 8.

- Entran en escena: Ama de Llaves Tanya, Escudero Beldyr Tormenta, Escudero Maegor Flores, Royne Ríos, Ser Horwin Tully, Ser Trycian de Dorne, Theresa Nieve.

- Desde este momento esta escena es una extensión de la escena "Tienes Correo", pero en referencia concreta al Torneo en Desembarco del Rey del Año 156.

- El torneo se va a resolver en forma narrativa. Esto significa que lo vais a narrar en vuestras Viñetas. Lo que pasa es que tenemos que ponernos de acuerdo en los hechos básicos.

- Yo os propondré cosas y vosotros tenéis que hacer propuestas y acordar "cómo pasó". Tras hablarlo y comentarlo, resolveré finalmente.

- Esto es respecto a todos los hechos ocurridos en el viaje, en la estancia en la capital y el viaje de regreso. No afecta sólo a las justas o a que unos personajes participen o no en algunas pruebas, sino que podéis proponer y sugerir acontecimientos, anécdotas y sucesos varios de toda índole que se os ocurra.

- Ejemplos:

* Tanya propone que unos bandidos os atacan en el viaje de ida, a la altura de Harrenhall. Ser Horwin propone que él mata a uno de los bandidos. Ser Trycian propone que el mata a cinco, y que Royne y Theresa hacen huir a los seis restantes tras herirlos levemente. Royne y Theresa están conformes y entre todos se decide que las cosas sucedieron así.

* La primera noche en Desembarco, en el campamento de los nobles invitados junto al Campo de Justas emplazado a las afueras de la capital, un par de soldados borrachos al servicio de la Casa Swyft acosan a Tanya. Ser Horwin salta en su defensa y Royne hiere de gravedad a uno de ellos, afrontando después preguntas incómodas por parte de unos Capas Doradas. Tras unas tensas horas, Royne es liberado con tan sólo una "multa" (soborno).

No entiendo mucho. ¿Y las tiradas?

SER TRYCIAN:

- Vosotros proponéis, yo sopeso, hago contrapropuestas, y llegamos a un acuerdo pactado. :)

Para sobornos estamos... XD

¿Como en una de esas llamadas "Partidas Narrativas"?

FASE 0: PREPARACION DEL VIAJE. - MESES 4 A 6.

- Propuestas: Ninguna.

FASE 1: VIAJE A DESEMBARCO DEL REY. - MES 7.

- Propuestas:

1) Tanya: Negarse a pagar sobornos.

FASE 2: LLEGADA A DESEMBARCO DEL REY. - MEDIADOS DEL MES 8.

- Propuestas:

Yo ya salvé en una ocasión a la Familia Tully junto a Royne y en verdad me gustaría la idea de volver a hacerlo. Ya sea durante el viaje, en Desembarco del Rey o incluso en ambos casos.

Tampoco me importaría un "flechazo" de amor con alguna hija de algún noble menor (si es posible) con "encamamiento" y pillada por parte del padre/madre terminando en boda.