Partida Rol por web

Juegos de laboratorio (Híbrido de HLdC) (Sin terminar)

John

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07/01/2014, 21:25
-Narrador

JOHN

John nació y se crió en Pangu, una ciudad industrial, siendo el cuarto hijo varón y teniendo dos hermanas más pequeñas. Su padre era capataz en una de las fábricas, gracias a lo cual John pudo disfrutar de una infancia relativamente cómoda, ya que aunque se crió en un ambiente donde la violencia estaban a la orden del día, nunca le faltó comida, ni educación, aunque a el no le gustaba mucho lo de ir al colegio, donde no destacaba, y prefería estar con sus amigos haciendo gamberradas y tratando de ser alguien en la calle.

Si bien no era un mal chico, se dejaba influenciar mucho por sus “amigos”, por lo que se acababa metiendo en muchos líos, de los que solía salir gracias a que, ya desde pequeño demostró, tener una gran capacidad muscular, siendo más alto y fuerte que la mayoría de los chicos de su edad. Esto le hizo destacar y muchos quisieron tenerlo cerca, ya que era mejor que el gigantón les pegara a otros y no a ellos.

Así se pasó gran parte de su adolescencia intentado escapar del instituto y metido en pequeños problemas que se solían saldar con carreras nocturnas delante de la policía y de muchos guardias de seguridad de las diversas fábricas de Pangu. Si bien nunca estuvo involucrado en ningún delito grave, no era un desconocido ni para la policía ni para los jueces de menores, ya que fue apresado en más de una ocasión, sobretodo por que se dedicaba a intentar ayudar a sus “amigos” a que escaparan saltando vallas y escalando muros.

Finalmente ocurrió lo que tenía que pasar, fue detenido cuando ya era mayor de edad, por lo que en lugar de ir a ver a un juez de menores acabó en los juzgados de lo penal, donde se le podría haber impuesto un castigo ejemplar, una larga condena o incluso la revocación de la ciudadanía.

Sin embargo tuvo mucha suerte, le tocó un juez joven que pensaba que los delitos menores no se debían castigar con condenas ejemplares. Tras estudiar sus antecedentes penales como menor, tomar declaración a varios agentes de policía, guardias de seguridad su familia e incluso a sus profesores, el juez puso a John en una cruce de caminos. Uno de los caminos le llevaba directamente a la cárcel, durante 3 años, pudiendo salir en menos de dos años por buen comportamiento, y donde podría morir, acabar de convertirse en un delincuente o incluso convertirse en un ciudadano modelo. El otro camino le llevaba a la Milicia durante un período no inferior a 5 años de servicio.

John miró a su padre y finalmente tomo su decisión. Milicia.

El juez tramitó los papeles con prontitud y fue incorporado a uno de los batallones disciplinarios de la milicia, donde comenzarían por enseñarle la disciplina necesaria, para después ayudarle a dirigir su ira y su fuerza en la dirección correcta, ya fuera en labores de rescate, de limpieza, de lucha contra insurgente o actuando como fuerza antidisturbios durante al menos 1 año, antes de trasladarlo a alguna unidad de forma definitiva.

Para su sorpresa, e incluso la de sus superiores, demostró ser un buen soldado, aunque algo problemático y dado a la violencia, por lo que si bien ascendió rápidamente hasta el rango de cabo, le costaba mucho el seguir ascendiendo debido a su propensión a la violencia, por lo que sus períodos como sargente solían ser cortos. En su expediente se pueden encontrar tantas menciones y medallas por actuar más allá del deber y por arriesgarse para salvar a algún compañero, como sanciones disciplinarias, casi todas ellas por agresión a un mando superior debido a que John consideraba que este no estaba actuando como debía.

El servicio en la Milicia acabó para John 8 años después de haber empezado. Durante una patrulla rutinaria en el exterior de la ciudad industrial Tian, donde su VCI fue atacado con un IED y quedó volcado y atrapado en su interior junto a los cadáveres de varios compañeros y otros compañeros heridos. Cuando se despertó tras el ataque, se encontró atrapado en el interior de un amasijo de acero que le impedía moverse, y como muchos de los escasos supervivientes de su unidad se tuvo que enfrentar como pudo a las ratas y a otras alimañas que acudían al olor de la sangre, hasta que fue rescatado, tres días después.

Trasladado a un hospital de campaña, para atender sus heridas, su cuerpo no se recuperó del todo de ellas y lo que es peor, su mente tampoco lo hizo. Desde entonces tiene frecuentes pesadillas y de vez en cuando todavía revive la dramática situación en la que se encontró, creyendo estar atrapado otra vez en los restos del VCI rodeado de ratas que quieren comerlo vivo. Al salir del hospital, le dieron la licencia médica con el rango honorífico de Teniente y una carta de recomendación.

Una vez recibida la licencia médica, volvió a Pangu, para retomar su vida, pero en su ausencia todo había cambiado. Su padre había muerto en un accidente en la fábrica, su madre se había suicidado poco después y sus hermanos trabajaban para dar de comer a sus familias, por lo que no tenían tiempo para preocuparse de él. Además sus amigos estaban muertos, encarcelados o desaparecidos.

Sin nada que lo atara ya a la ciudad, se fue buscando fortuna, aprovechando sus experiencias en la milicia para buscar trabajo, pero sólo encontró trabajos como matón, guardia de seguridad o estibador, donde su gran fuerza le ayudaba a destacar. Hasta que un día, coincidió con un antiguo compañero de la milicia que le recomendó que hiciera como él y que se uniera a la policía. Aunque al principio dudó, dado que él había corrido delante de la policía de Pangu en demasiadas ocasiones como para poder olvidarlo fácilmente, al final se decidió y presentó su solicitud en la academia. Tras una serie de pruebas físicas y teóricas, donde destacó en las primeras y pasó muchos apuros en las segundas, consiguió una plaza en la policía.

Conocedor de la forma de pensar de los gamberros y pandilleros, al fin y al cabo había sido uno de ellos, su actuación como policía de barrio fue ejemplar, parecía tener un sexto sentido para detectarlos y era capaz incluso de predecir sus posibles rutas de huida, por lo que era muy apreciado por sus compañeros, ya que casi siempre hacía el trabajo sucio, mientras que el mérito se lo llevaban otros, aunque John parecía no dar mucha importancia a este hecho.

Por desgracia, su actuación también tenía un lado negativo, su uso excesivo de la fuerza al detener a los gamberros y pandilleros. Mientras sus explosiones de violencia ocurrieran fuera de la comisaría, no había problema, se justificaban con un “fuerte resistencia al arresto, tuvo que ser reducido por los agentes”, pero el problema surgió cuando los episodios de violencia ocurrieron dentro de una comisaría. Si bien John fue capaz de obtener la información que evitó un ataque terrorista, su actuación no fue acorde a derecho, por lo que hubo que dejar libres a los prisioneros que demandaron a la policía por su actuación.

Mientras se repetían continuamente los éxitos de sus actuaciones y las denuncias contra sus métodos, en jefatura decidieron pasar de todo mientras los éxitos superaran a las denuncias, pero cuando la prensa ya se comenzó a interesar por él, desde jefatura lo cambiaron de destino a una de las comisarías periféricas, donde la violencia era algo muy habitual, los tiroteos entre pandilleros y con la policía no eran raros y donde los periodistas no se acercaban debido a que nadie podía garantizar su seguridad en las calles.

Si bien para todo el mundo el traslado era un castigo en toda regla, John no lo vio así, en parte por que no llego a entender que aquello era un castigo, y en parte debido a que en su nueva comisaría si se excedía al detener a un pandillero no había tantos problemas como en otras comisarías del centro de la ciudad.

En esta comisaría, donde nadie quiere estar, John ha ido ascendiendo en el escalafón, y si bien no tiene la capacidad para convertirse en un oficial o en un inspector, ahora ostenta el rango de Sargento de la Policia metropolitana y aunque por su rango debería quedarse en la comisaría, sigue saliendo de patrulla con otros policías, sobretodo novatos, para enseñarles a tomar el pulso al barrio, cuales son sus problemas, cuando se va a armar jaleo y sobretodo, cuando ese jaleo va a ser demasiado grande como para que se deje morir por su propia cuenta.

Objetivos:

-Sobrevive a los experimentos.

-Encuentra a Joe.

-Encuentra a Endor.

Atributos: 

Fuerza: +1

Destreza: +1

Inteligencia: +0

Resistencia: +1

Salud: 4/4

Habilidades: 

Buen ojo. Tus años como policía y tu experiencia como delincuente te han dotado de gran habilidad para calar a la gente. Una vez al día puedes hacer una tirada enfrentada de inteligencia contra otro personaje. Si lo superas obtendrás algo de información sobre tu objetivo.

Equipo:

-Cuchillo. +1 ataque/+0 daño.

-3 raciones.

-2 máscaras de gas.

-Hacha. +2 ataque/+1 daño.

Experiencia: 2/2

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07/01/2014, 22:17
John

Oki doki :)

Tengo que pensar la historia un poco, pero vamos, mi idea inicial gira en torno a que sea un trabajador de Bajo Nivel, aunque haya podido destacar por su físico y su escasa inteligencia.

La única duda es si hay algún tipo de policía, milicia o similar, ya que tiene pinta de llevar armadura. Si no siempre puede ser una protección por su trabajo habitual o depende de lo que se me ocurra... XD

Intentaré tener la historia antes del viernes, pero no te lo puedo garantizar, ya que no tengo mucho tiempo libre.

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07/01/2014, 22:31
-Narrador

Existe una policía, aunque su estatus no es bajo (mírate el trasfondo) pero tu personaje podría llegar a ese trabajo pese a no ser demasiado brillante. Si no lo que tu dices, una armadura apropiada para su peligrosa labor, te dejo libertad absoluta.

Hasta el día 27 no empezamos y me imagino que hasta la semana que viene no tocaré los prólogos así que tampoco tengo demasiada prisa.

Cualquier duda ya sabes :)

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07/01/2014, 22:40
John

Oki doki :D

Me leí el transfondo el otro día, lo que no recuerdo es lo de la policía... debe ser cosa de la edad... :-/

Pero vamos, si no son de Bajo Nivel, siempre puede estar metido en Seguridad Privada para los sitios más peligrosos, donde no le pidan tanto cerebro y si más músculo...

Notas de juego

Duda offtopiquera: ¿te has hecho un PNJ llamado "Narrador" para usarlo en lugar del "Director" y así tener un Avatar?

Es que tengo una partida en juego y me acabo de dar cuenta de que es la posible solución a lo de no poder poner un avatar en condiciones... :-/

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07/01/2014, 22:46
-Narrador

En realidad puede que no lo pusiera, que se me pasara y solo pensara el ponerlo. De todos modos salvo una patada increíble al trasfondo (que es breve para que tengáis libertad) voy a permitiros escribir lo que queráis por lo que no me parece mal lo de policía en barrio conflictivo, donde se necesitan personas grandes y fuertes.

 

Notas de juego

Si, exacto. El - delante del nombre de "narrador" me permite tenerlo en primer lugar para no tener que andar buscándolo. Creo que es la solución más apropiada para no tener la imagen típica, aunque es fácil que se te pase seleccionarlo.

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07/01/2014, 22:51
John

Notas de juego

Mola :)

Muchas gracias :D

 

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11/01/2014, 16:34
John

Yo, en principio, voy a hacerme el policía de barrio conflictivo.

Lo que no tengo muy claro es si estar a favor o en contra de Atlas, al fin y al cabo soy más bien del tipo "a mi, mientras me paguen a fin de mes"... XDDD

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13/01/2014, 13:49
-Narrador

Tienes libertad para hacerlo de un bando u otro o, directamente, de ningún bando. Puedes no creer firmemente en una forma de hacer las cosas pero pensar que es la mejor que existe actualmente.

Espero tu historia :)

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13/01/2014, 23:01
John

Mi idea era empezar hoy con el esbozo de la historia, pero por motivos ajenos a mi voluntad, ahora mismo estoy algo tocado y me temo que no me saldría algo muy decente. A partir del miércoles, que tendré mucho tiempo libre, o mañana por la noche si ya me encuentro más animado, te empiezo con la historia.

Mi idea inicial es que John sea un miembro de alguna pandilla reconvertido en policía. En algún momento del pasado fue detenido y por alguna razón el juez le dio a elegir, cárcel o ejército, escogió ejército y al acabar el servicio se encontró buscando curro y acabó en la policía, donde su falta de cerebro y su exceso de músculo le convirtieron en un policía conflictivo que acabó derivando a una comisaría conflictiva.

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14/01/2014, 23:38
John

John nació y se crió en Pangu, una ciudad industrial, siendo el cuarto hijo varón y teniendo dos hermanas más pequeñas. Su padre era capataz en una de las fábricas, gracias a lo cual John pudo disfrutar de una infancia relativamente cómoda, ya que aunque se crió en un ambiente donde la violencia estaban a la orden del día, nunca le faltó comida, ni educación, aunque a el no le gustaba mucho lo de ir al colegio, donde no destacaba, y prefería estar con sus amigos haciendo gamberradas y tratando de ser alguien en la calle.

Si bien no era un mal chico, se dejaba influenciar mucho por sus “amigos”, por lo que se acababa metiendo en muchos líos, de los que solía salir gracias a que, ya desde pequeño demostró, tener una gran capacidad muscular, siendo más alto y fuerte que la mayoría de los chicos de su edad. Esto le hizo destacar y muchos quisieron tenerlo cerca, ya que era mejor que el gigantón les pegara a otros y no a ellos.

Así se pasó gran parte de su adolescencia intentado escapar del instituto y metido en pequeños problemas que se solían saldar con carreras nocturnas delante de la policía y de muchos guardias de seguridad de las diversas fábricas de Pangu. Si bien nunca estuvo involucrado en ningún delito grave, no era un desconocido ni para la policía ni para los jueces de menores, ya que fue apresado en más de una ocasión, sobretodo por que se dedicaba a intentar ayudar a sus “amigos” a que escaparan saltando vallas y escalando muros.

Finalmente ocurrió lo que tenía que pasar, fue detenido cuando ya era mayor de edad, por lo que en lugar de ir a ver a un juez de menores acabó en los juzgados de lo penal, donde se le podría haber impuesto un castigo ejemplar, una larga condena o incluso la revocación de la ciudadanía.

Sin embargo tuvo mucha suerte, le tocó un juez joven que pensaba que los delitos menores no se debían castigar con condenas ejemplares. Tras estudiar sus antecedentes penales como menor, tomar declaración a varios agentes de policía, guardias de seguridad su familia e incluso a sus profesores, el juez puso a John en una cruce de caminos. Uno de los caminos le llevaba directamente a la cárcel, durante 3 años, pudiendo salir en menos de dos años por buen comportamiento, y donde podría morir, acabar de convertirse en un delincuente o incluso convertirse en un ciudadano modelo. El otro camino le llevaba a la Milicia durante un período no inferior a 5 años de servicio.

John miró a su padre y finalmente tomo su decisión. Milicia.

El juez tramitó los papeles con prontitud y fue incorporado a uno de los batallones disciplinarios de la milicia, donde comenzarían por enseñarle la disciplina necesaria, para después ayudarle a dirigir su ira y su fuerza en la dirección correcta, ya fuera en labores de rescate, de limpieza, de lucha contra insurgente o actuando como fuerza antidisturbios durante al menos 1 año, antes de trasladarlo a alguna unidad de forma definitiva.

Para su sorpresa, e incluso la de sus superiores, demostró ser un buen soldado, aunque algo problemático y dado a la violencia, por lo que si bien ascendió rápidamente hasta el rango de cabo, le costaba mucho el seguir ascendiendo debido a su propensión a la violencia, por lo que sus períodos como sargente solían ser cortos. En su expediente se pueden encontrar tantas menciones y medallas por actuar más allá del deber y por arriesgarse para salvar a algún compañero, como sanciones disciplinarias, casi todas ellas por agresión a un mando superior debido a que John consideraba que este no estaba actuando como debía.

El servicio en la Milicia acabó para John 8 años después de haber empezado. Durante una patrulla rutinaria en el exterior de la ciudad industrial Tian, donde su VCI fue atacado con un IED y quedó volcado y atrapado en su interior junto a los cadáveres de varios compañeros y otros compañeros heridos. Cuando se despertó tras el ataque, se encontró atrapado en el interior de un amasijo de acero que le impedía moverse, y como muchos de los escasos supervivientes de su unidad se tuvo que enfrentar como pudo a las ratas y a otras alimañas que acudían al olor de la sangre, hasta que fue rescatado, tres días después.

Trasladado a un hospital de campaña, para atender sus heridas, su cuerpo no se recuperó del todo de ellas y lo que es peor, su mente tampoco lo hizo. Desde entonces tiene frecuentes pesadillas y de vez en cuando todavía revive la dramática situación en la que se encontró, creyendo estar atrapado otra vez en los restos del VCI rodeado de ratas que quieren comerlo vivo. Al salir del hospital, le dieron la licencia médica con el rango honorífico de Teniente y una carta de recomendación.

Una vez recibida la licencia médica, volvió a Pangu, para retomar su vida, pero en su ausencia todo había cambiado. Su padre había muerto en un accidente en la fábrica, su madre se había suicidado poco después y sus hermanos trabajaban para dar de comer a sus familias, por lo que no tenían tiempo para preocuparse de él. Además sus amigos estaban muertos, encarcelados o desaparecidos.

Sin nada que lo atara ya a la ciudad, se fue buscando fortuna, aprovechando sus experiencias en la milicia para buscar trabajo, pero sólo encontró trabajos como matón, guardia de seguridad o estibador, donde su gran fuerza le ayudaba a destacar. Hasta que un día, coincidió con un antiguo compañero de la milicia que le recomendó que hiciera como él y que se uniera a la policía. Aunque al principio dudó, dado que él había corrido delante de la policía de Pangu en demasiadas ocasiones como para poder olvidarlo fácilmente, al final se decidió y presentó su solicitud en la academia. Tras una serie de pruebas físicas y teóricas, donde destacó en las primeras y pasó muchos apuros en las segundas, consiguió una plaza en la policía.

Conocedor de la forma de pensar de los gamberros y pandilleros, al fin y al cabo había sido uno de ellos, su actuación como policía de barrio fue ejemplar, parecía tener un sexto sentido para detectarlos y era capaz incluso de predecir sus posibles rutas de huida, por lo que era muy apreciado por sus compañeros, ya que casi siempre hacía el trabajo sucio, mientras que el mérito se lo llevaban otros, aunque John parecía no dar mucha importancia a este hecho.

Por desgracia, su actuación también tenía un lado negativo, su uso excesivo de la fuerza al detener a los gamberros y pandilleros. Mientras sus explosiones de violencia ocurrieran fuera de la comisaría, no había problema, se justificaban con un “fuerte resistencia al arresto, tuvo que ser reducido por los agentes”, pero el problema surgió cuando los episodios de violencia ocurrieron dentro de una comisaría. Si bien John fue capaz de obtener la información que evitó un ataque terrorista, su actuación no fue acorde a derecho, por lo que hubo que dejar libres a los prisioneros que demandaron a la policía por su actuación.

Mientras se repetían continuamente los éxitos de sus actuaciones y las denuncias contra sus métodos, en jefatura decidieron pasar de todo mientras los éxitos superaran a las denuncias, pero cuando la prensa ya se comenzó a interesar por él, desde jefatura lo cambiaron de destino a una de las comisarías periféricas, donde la violencia era algo muy habitual, los tiroteos entre pandilleros y con la policía no eran raros y donde los periodistas no se acercaban debido a que nadie podía garantizar su seguridad en las calles.

Si bien para todo el mundo el traslado era un castigo en toda regla, John no lo vio así, en parte por que no llego a entender que aquello era un castigo, y en parte debido a que en su nueva comisaría si se excedía al detener a un pandillero no había tantos problemas como en otras comisarías del centro de la ciudad.

En esta comisaría, donde nadie quiere estar, John ha ido ascendiendo en el escalafón, y si bien no tiene la capacidad para convertirse en un oficial o en un inspector, ahora ostenta el rango de Sargento de la Policia metropolitana y aunque por su rango debería quedarse en la comisaría, sigue saliendo de patrulla con otros policías, sobretodo novatos, para enseñarles a tomar el pulso al barrio, cuales son sus problemas, cuando se va a armar jaleo y sobretodo, cuando ese jaleo va a ser demasiado grande como para que se deje morir por su propia cuenta.

Notas de juego

Siento la tardanza en poner la historia.

La he hecho un poco a mi aire, por lo que he puesto algunos nombres y acontecimientos que tal vez no te encajen en la historia. Siéntete libre de cambiarlo sin problemas.

Si necesitas que amplía alguna cosa, sin problema.

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06/02/2014, 23:55
John

Por mi parte no hay problema, no puedo mirarlo a todas horas, pero contesto en cuanto lo veo y puedo :)

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13/02/2014, 14:35
John

Si es necesario hacer una tirada para examinar el cable o los conductos, avisa :)

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21/02/2014, 11:43
John

Voy a atacar con el hacha, que será mejor que el cuchillo, pero no se sus modificadores, por lo que mi tirada va a ser:

1d10 + 1 (Des) + ¿? (Hacha)

El daño sería:

1 + 1 (Fue) + ¿? (Hacha)

En cuanto a la tirada de Esquivar, ¿sería sólo esquivar o se puede intentar parar su ataque usando el hacha?

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21/02/2014, 11:51
-Narrador

Ahora en un rato te subo el nuevo equipo y los puntos de experiencia. Y si, puedes parar o esquivar según lo creas conveniente.

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21/02/2014, 12:13
John

Oki doki!

Tranquilo, sin prisa :)

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21/02/2014, 13:32
-Narrador

En cuanto volvamos al turno de día podrás volver a utilizar tu habilidad. Te lo recuerdo para que no se te pase.

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22/02/2014, 14:53
John

Porras, me encuentro con uno de los que tengo que encontrar y muere a las primeras de cambio... XDDD

Bueno, dado que ni se presentó, el pobre John ni siquiera sabe que era uno de los que estaba buscando... :-/

 

Y si, lo de la habilidad la usaré en la fase de día siempre, bueno, o casi siempre... :D

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24/02/2014, 23:09
John

Notas de juego

Para no subir la temperatura del "Off", te contesto por aquí :D

Si he dado lugar a equívoco, te pido perdón, el tema de los "insultos y desprecios" en modo pensamiento no iba por Abaliv, ni mucho menos, iba por otro jugador que se dedicaba a insultar y despreciar a los demás en modo pensamiento y después decía frases neutras de forma pública, mientras los demás teníamos que callar y aguantar.

Por no hablar de su manía de boicotear todo aquello que no fuera lo que él quería, si todos nos poníamos de acuerdo en algo, y él llegaba tarde, a veces hasta dos y tres días, automáticamente se ponía en contra, obligando a otros jugadores a respaldar su posición por estar roleando su personaje. Vamos, que parecía que jugaba en el equipo del Puto Malsu.

Lo peor es que me han dicho que es siempre así, que en todas las partidas hace lo mismo y que lo único que logra es que la gente quiera dejar las partidas simplemente por no aguantarlo a él y a su prepotencia, yo pasé de contestar en el off de la partida de Buster y Sirius por no montar un jaleo que no iba a solucionar nada.

Por lo demás, personalmente, no tengo nada en contra de los personajes cabrones, que dices que has llevado, vamos será que Pispas no era un auténtico HIJO DE PUTA, así en mayúsculas y negrita... XDDD

Siempre borracho, pendenciero, buscando jaleo, insultado a todo el mundo, PJs y PNJs, haciendo desprecios al Rey, a un Dios, al otro Dios, a su madre y a todos ellos juntos, amenazando de muerte a otros elegidos... estoy yo para hablar :D 

Pero al menos yo era consecuente con mis actos, lo hacía todo de forma pública y como jugador nunca me pareció mal que Abaliv me intentara matar o que cualquier otro lo intentara, todos sabíamos a lo que nos estábamos apuntando, pero lo que yo no veo muy normal es lo de aprovecharse de los pensamientos "on rol" para meterse con otros, insultar, acusar y demás, negando a la vez el derecho a la réplica al interpelado.

Por eso expuse mi opinión en el off, pero ya dije que era mi opinión personal, totalmente subjetiva e intransferible.

También te digo, que si crees que esa opinión puede incendiar el off, borra el post y santas pascuas, problema arreglado :D

Cargando editor
24/02/2014, 23:33
-Narrador

No tienes que disculparte, se que tu querías a mi personaje tanto como yo y a él no lo insultabas. Bueno, un poco sí xD aunque siempre con cariño.

Se de quien hablas, la verdad, pues he leído casi toda la partida (me quedan las tierras heladas) pero, como ya dije en su día, ni yo he tenido problemas con él ni en esta partida aún ha dado problemas, por lo que poco más puedo decir.

Como te digo, estoy totalmente de acuerdo contigo en aspectos de reglas e interpretación. 

Y te doy las gracias por no escribir en el off, ya he tenido un par de situaciones que hacen que me den ganas de chapar la partida y no quiero encontrarme con más :)

Por cierto, se perfectamente de que dos jugadores hablas, tiene tela la orca xD

Cargando editor
24/02/2014, 23:37
John

Notas de juego

Eh! Que Pispas no es (bueno, era, que palmó :D) racista, ni especista, ni machista. Insultaba a todo el mundo sin importar su raza, sexo, religión, gusto sexual, animal o no, mortal o inmortal... había insultos para todas y todos :D

Abaliv, a mi me gustó mucho, te descubriste en la Nación de los Magos cuando te empezaste a liar al estar argumentando de forma continua tus acusaciones, pero no lo suficiente como para que un goblin se diera cuenta de ello, por eso me quedé de espectador mirando el enfrentamiento, es más, hubo un momento en el que casi propongo apuestas... XD

Por lo demás, no seré yo quien intente imponer mi opinión sobre el jugador, ni mucho menos.

A mi la referencia a sus otras partidas me llegó de alguien que lo conoce en persona y que me dijo algo así "como persona, es una gran persona, es majo, agradable y simpático, pero como jugador es un puto infierno, siempre hace lo mismo y siempre la lía, haciendo que a los demás nos den ganas de matarlo o de dejar la partida", la frase exacta no la recuerdo.

En cuanto al otro jugador, no se quien es, ha sido algo más discreto, y prefiero seguir así la verdad, ya que ni siquiera le puse el negativo al DJ que empezó una partida, la dejó morirse sin postear él y luego nos acusó a los jugadores de ser los que habíamos dejado morir la partida... así que prefiero no votar, para evitar la tentación de ponerlos.

Así que yo voy a seguir a lo mio, que es seguir en mi tranquila escena en la que no pasa nada (toma maniobra de despiste de lo más básica, y lo peor es que alguno se la creerá) y a seguir matando a los putos mutantes... :D