Partida Rol por web

Juegos internos

Capítulo dos: Aislamiento

Cargando editor
08/05/2014, 17:41
Pierce Logan

Mi mente parece que se despeja momentáneamente. Miro los ojos sin vida de la chica, como a pescado muerto, con la expresión de sorpresa fijada en el rostro. La sangre ha dejado de manar debajo de ella, y la tierra ha empezado a beberse el fluído.

Paralelamente, le doy la vuelta a la máscara y la estudio de cerca, de lejos, al trasluz, al tacto. Mientras lo hago, me pregunto si las de mis compañeros serán iguales, o si me podrán arrojar un ápice más de luz sobre este asunto.

Sin dejar de palpar el embozo que me ha amortajado la faz, me inclino sobre el cadáver y lo estudio. Lo voy palpando con cuidado, procurando estudiar meticulosamente cada pulgada del mismo.

Como tantas veces en tantos escenarios sangrientos y olvidados.

Notas de juego

Vale, Fran. Dime: ¿qué me encuentro ahora? Tanto en el cuerpo como en el embozo.

Cargando editor
09/05/2014, 08:17
Director

Examinas a la joven que está tendida en el suelo, sin llegar a entender muy bien qué es lo que ha ocurrido. A juzgar por su ropa, parece de buena familia, o al menos era alguien preocupada por mantener las apariencias. Es menuda y delgada, y te cuesta mucho creer que una mujer de estas características haya sido capaz de blandir de forma eficaz un pico tan pesado; pico que, por otro lado, ahora mismo no ves por ninguna parte. Sin embargo, el dolor palpitante en tu hombro te convence de que, en algún momento, dicha arma ha existido. No obstante, las manos de la muchacha no presentan las abrasiones o magulladuras que acostumbran a ser visibles tras aferrar un objeto pesado. Miras en los bolsillos de la chica, pero solo encuentras un paquete de tabaco, un encendedor y su cartera, que contiene unos pocos dólares y su identificación: se llamaba Jodie Lambert.

Cuando crees que no puedes averiguar más acerca de Jodie, miras la grotesca máscara que hace unos segundos llevabas puesta. Es de tela basta, grisácea y desgastada, con tres orificios pequeños, dos para los ojos y uno para respirar, y desconoces cuál puede haber sido su propósito original. Tiene varias manchas de sangre, y por la manera en que están dispuestas, dirías que provienen de una salpicadura exterior. En su interior no ves hebras de cabellos ni nada que se le parezca, algo extraño si tienes en cuenta que, a juzgar por el curso de los acontecimientos, antes estaba en la cabeza de la chica muerta. Estás a punto de dejar la bolsa a un lado, cuando algo llama tu atención. Las costuras de la bolsa están hechos con unos filamentos ondulados de color parduzco, trenzados entre sí para dotarlos de mayor consistencia. Dadas las condiciones ambientales y la poca visibilidad no podrías asegurarlo, pero estás prácticamente convencido de que se trata de cabello humano.

Cargando editor
12/05/2014, 00:21
Bill Törnqvist

Frunzo el ceño cuando Pierce aleja a Kim de su pistola con un empujón, pero no digo nada. Estoy demasiado ocupado intentando no morirme. Aprieto los dientes cuando el policía venda mi herida de forma improvisada. Para ello, utiliza unos trapos bastante ásperos que ha encontrado en el fondo de una de las mochilas, y que cambian de blanco impoluto a rojo oscuro en cuestión de segundos. Joder, duele que te cagas.

Cuando acaba conmigo, atiende la herida del hombro de Kim. La cara de la chica es todo un poema: aunque evita mirarlo directamente, en sus ojos hay ira contenida. Sí, aún más de lo habitual.

Echo un vistazo a los otros. Luke tiene cara de haber comido algo en mal estado, pero no dice nada. Es posible que esté evitando deliberadamente hablar con nadie, con la esperanza de que ninguno de nosotros le eche en cara que haya tratado de huir. Tampoco es que pueda reprochárselo: cada uno reacciona como lo hace. Él ha intentado escapar y yo luchar, pero mis intenciones no eran distintas de las suyas. Yo solo intentaba sobrevivir, y que les dieran a los demás.

Eli está tan callada como siempre. El fino sudor del miedo la hace parecer aún más vulnerable, de un modo incómodamente sugerente. Me gustaría tanto abrazarla, consolarla... pero está muy asustada, y yo estoy sangrando un poquito, así que descarto la idea. Sus ojos están llorosos, y he podido observar que se ha sobresaltado ante la reacción de Pierce con Kim.

Cuando vuelvo a mirar a Pierce, está agachado junto a la chica muerta. Desde aquí no puedo ver su rostro, pero me imagino cómo será: una máscara pétrea tratando de ocultar una angustia terrible. Admiro y compadezco a este hombre. Ha logrado convertirnos en una especie de grupo, y ha convertido nuestra supervivencia en algo personal. Recorro con esfuerzo los escasos metros que nos separan.

No puedes hacer nada más. Vámonos —le digo, apoyando una mano en su hombro. Sé que me la estoy jugando, pero después de enfrentarme a una motosierra, Pierce no parece tan amenazador—. Ha sido en defensa propia, Pierce. Ya lo has visto. Todos lo hemos visto. Ella está muerta, y nosotros vivos. —No puedo creerme que esté hablando con tanta frialdad. Tal vez más tarde lo lamente—. No tiene por qué gustarte. Ni siquiera tiene que parecerte justo. Pero ha pasado así, y tendrás que aceptarlo.

Cargando editor
12/05/2014, 07:47
Pierce Logan

Miro a Bill de soslayo. Agradezco sus palabras, pero no me entiende. Y, por la expresión de su rostro, lo que se ha dibujado en mis labios es ese rictus desagradable que tanto suele escamar a mis compañeros. Me han dicho que esa expresión, más que una sonrisa, me hace parecer un reptil. Cuestión de gustos.

-No me preocupa eso... demasiado. Como bien habéis dicho, ha sido supervivencia, aunque me jode haber podido matar a una persona que, en el fondo, no fuera responsable de sus actos. Examino el cuerpo para entender lo que nos acaba de pasar -le explico-, pero no veo nada anormal. Tú eres un tío inteligente y con una panoplia de conocimientos fuera de lo común. ¿Qué ves que te pueda resultar anormal?

Cargando editor
12/05/2014, 08:14
Luke LaPonte

¡Dejaos de monsergas! —exclamo desde el otro lado del camino, quebrándose mi voz en un gallo agudo—. ¿Es que no lo veis? ¡Aquí no hay nada que sea normal! Lo siento mucho por esa chica, pero podríamos haber sido nosotros. Y Kim, ¿por qué dices que no debemos volver a la mansión? Te recuerdo que nuestro coche está al lado, en el aparcamiento. No creo que queramos volver a pie...

Súbitamente, me echo a llorar. Así, sin más. Miedo, rabia, dolor, confusión... qué más da. Me pongo a llorar como un crío, soltando estentóreos berridos que podrían oirse desde un kilómetro de distancia.

¡No quiero morir aquí! ¡Mierdaaa...!

Me meto la mano en el bolsillo para coger mi inhalador, y entonces, dejo de llorar de pronto, con una cara de suma extrañeza. Cuando saco la mano para ver lo que he cogido, en ella hay un puñado de lo que parece ser tierra oscura y rojiza llena de gusanos. Asqueado, lo lanzo al suelo y me sacudo la mano. Mierda. Estoy segurísimo de que acabo de recoger el inhalador del suelo y me lo he guardado en el abrigo. ¿Por qué está pasando esto? ¿Quién quiere hacernos esto?

Vámonos de aquí. ¡Ya! —grito secándome las lágrimas con la manga y tratando de controlar mi respiración ante lo que parecen ser las primeras señales de una crisis; tendré que intentar relajarme si quiero que no se produzca.

Notas de juego

PNJotizado.

Cargando editor
12/05/2014, 11:15
Bill Törnqvist

Giro la cabeza para mirar a Luke. Caray, está más hecho polvo de lo que parecía. Nos estamos rompiendo.

Vuelvo a fijar mi atención en Pierce.

Aquí no hay nada que tenga sentido. Tú lo has visto. Esas... personas que nos han atacado no eran normales. Y luego, de repente, lo eran. Y esas bolsas en la cabeza, ninguno de nosotros las llevaba, y ya ves. A lo mejor ellos veían lo mismo que nosotros. Creyeron que éramos una panda de maníacos y se defendieron. Pero luego está el tema de la desaparición de las armas... ¿Sabes? Creo que algo o alguien nos está haciendo ver cosas para que nos matemos.

Hago una pausa antes de continuar.

Mira, Pierce... Yo he sufrido alucinaciones. Bueno... en mis días malos, sigo sufriendo... alguna que otra. Pequeñita. Y esto no es lo mismo. Nos  enfrentamos a algo muy raro, y tratar de encontrarle alguna lógica a todo esto solo nos hará volvernos locos. O nos matará.

Tomo aire y miro de reojo a Kim. Luego vuelvo a mirar a Pierce, pero me aseguro de hablarle en voz tan baja que solo él pueda oírme.

Hablando de lo cual... Seguro que hay una razón de peso por la cual tú llevas todas las armas, pero a mí se me escapa. ¿Sabes? Cuando tenía delante de mí a ese pirado intentando destriparme, un revólver o un lanzallamas improvisado me habrían ido de putísima madre. Y seguro que no soy el único que lo piensa. —Giro la cabeza discretamente para apuntar a Kim—. Si nos vuelve a pasar algo como lo de ahora, quiero poder defenderme.

Ojalá lo vea como yo. Sobrevivir al ataque de unos putos locos homicidas para acabar matándonos entre nosotros por unas armas de mierda sería lo más gracioso que nos podría pasar. Y por hoy ya me he cansado de reír.

Cargando editor
12/05/2014, 12:25
Eli Farrow

Eli se mantenía apartada de la discusión que estaban teniendo sus compañeros, relegada a un segundo plano. Para ella todo lo que pasaba ahora se resumía en sus ganas de volver a casa, todo lo demás no le importaba. Era como una niña pequeña obcecada en lo que quería.

Se levanto del suelo y con mucho cuidado y lentitud se limpio los rastros de tierra y hojas que tenía. Se limpio los ojos que tenía mojados y miro por ultima vez el saco que había llevado puesto, contuvo otro sollozo y empezó a andar hacia sus compañeros.

Fue con lentitud mientras miraba a todos lados intentando desviar su atención, de repente no quería que se ni sus compañeros se fijasen en ella. Le apetecía estar sola y tranquila, lejos de allí. Fue hasta Pierce y le tiro de la camisa, la chica tenía la cara hacía abajo y el pelo no permitía ver sus facciones pero sus de seguro tenía un semblante pálido que reflejaba lo asustada que se encontraba.

-Quiero irme ya -Le dijo a Pierce, como si fuese el quien tuviese que hacerse cargo de ella- quiero volver a casa...

Cargando editor
12/05/2014, 15:48
Kimberly Richmond

Pierce se pone como loco cuando trato de quitarle el arma y no se le ocurre otra cosa que darme un empujón. El daño que me hace resulta en una mueca dolorosa en mi semblante.Luego, supongo que para no quedar aún peor, se dedica a tratar de tapar mi herida con lo que tiene a mano. En un segundo está con cara de querer meterse un tiro por el culo y al segundo siguiente está tan lucido como puede haber estado alguna vez en su vida. A eso en mi casa se le llama ser bipolar, mínimo.

Bill trata de hacer entrar en razón al jefecillo mientras Luke se caga en todo y Eli pasa desapercibida, como siempre. Al fin y al cabo, nada cambia. Todos estamos en nuestro propio molde y de ahí no nos sacan.

- Vamos a ver, no podemos volver a la mansión porque aquí el genio, no sé si te has dado cuenta –le digo a Luke, señalando a Pierce- ha matado a una persona que obviamente no son los pirados sacados de La Matanza de Tejas. Y creo, no me hagas caso que de estas cosas no sé, pero creo que por lo general está penado el matar a otra persona. Si volvemos, quizás, y solo quizás, nos detengan y nos condenen a cadena perpetua como poco. Eso por un lado. Por otro lado, que me digas que eso ha sido una alucinación… -digo ahora dirigiéndome a Bill- A ti también te han herido. ¿Eso te parece una alucinación? ¿Te suele pasar que tus alucinaciones te atacan, luego te ponen sus objetos fetiches para más tarde hacer desaparecer todo y verte en otro escenario, tras matar a una persona que probablemente, como has dicho, estarían viendo lo mismo que nosotros? Si es así, deberíamos volver a la mansión y decir que nos pongan en una camisa de fuerza a todos.

Les miro, expectante de sus respuestas.

Cargando editor
12/05/2014, 15:53
Luke LaPonte

Deja de intentar hacerte la lista. No puedes prever nada. ¡No intentes creerte que tienes el control de la situación cuando en realidad no lo tienes! Y tu sarcasmo no te va a servir de nada, tía. Da igual qué hagamos, que el tiro nos puede salir por la culata. Además, por las heridas que tanto Bill como tú tenéis, está claro que hemos... actuado en defensa propia. ¡Y si todo lo demás falla, no creo que nos denuncien, porque para empezar tendrían que justificar cómo han dejado entrar un arma! ¡Y qué hacía ese revólver en mitad del camino! ¡Hostia! —Me entra tos, así que dejo de hablar durante unos segundos. Este lugar me está transformando—. Mirad... No sé si vosotros, pero yo prefiero tener que explicar por qué hemos matado a esa tía que por qué me han cortado la cabeza. Yo digo que volvamos a la mansión. Las cosas parecían ir bastante bien allí antes de empezar nuestra excursión por el bosque, y al menos allí podemos pedir ayuda. ¿No os dais cuenta de que, a estas alturas y por cómo están yendo las cosas, es más que probable que hayan muerto más personas en el bosque? Vamos, pensad, ¿no os parece que eso hará que se den cuenta de que está pasando algo raro? ¡Venga!

Airado, me paso una mano por mi pelo rubio y, sin decir ni una palabra más, echo a caminar por el camino. Si los demás quieren seguirme o jugar a Parque Jurásico por el bosque, es cosa suya.

Notas de juego

PNJotizado.

Cargando editor
12/05/2014, 19:50
Pierce Logan

Joder, qué panorama.

Esto no tiene ni pies ni cabeza, y lograr un consenso aquí va a ser de lo más complicado, tirando a imposible, pero tengo que intentarlo. No podemos quedarnos aquí por más tiempo, y el susurro que Bill ha deslizado en mis oídos tiene muchísima razón. Además, esto tiene cada vez menos lógica: nos atacan una especie de zombies psicópatas, hacen heridos, mato a uno pero resulta que la chioca no presenta síntomas de alteración alguna por abuso de sustancias psicotrópicas o estupefacientes, y no hay ni rastro de las armas que han empleado... y, sin embargo, las heridas de Kim y Bill son absolutamente reales.

Y, por ende, si alguien puede estar bajo la influencia de ese tipo de estupefacientes somos nosotros.

El inhalador de Luke se ha convertido en tierra rojiza y con una congvención de serpenteantes gusanos en su interior. Las máscaras, la niebla,...

¿Pero qué coño es todo esto?

Sopeso las posibilidades. Menudo circo tengo a mi alrededor: Eli se apaga por momentos, Luke tiene un ataque de pánico, Kim parece la más entera, pero tiene una herida muy fea y necesita atenciones urgentes, igual que Bill, que es el que está peor. Si no encontramos un lugar civilizado pronto en el que les puedan dispensar los cuidados adecuados y una buena batería de antibióticos, no puedo responder de lo que les pueda pasar.

El hombro aún me palpita por el dolor del impacto.

-No podemos quedarnos aquí. Cuanto más tiempo pasemos en este bosque, más fáciles de abatir. Ya lo habéis visto. Han atacado en un instante y caso acaban con todos nosotros. La mansión no nes la mejor opción, pero allí hay más medios que aquí para atenderos y para tratar de conseguir ayuda. Por las acusaciones de homicidio ya tendremos tiempo de responder... si es que se producen alguna vez.

Pienso rápido.

Sé que Kim ha manejado alguna vez un arma, o así lo creo, porque ha estado en cosas muy chungas. Y Billl... Bill tiene un oscuro acompañante, algo tenebroso, una sombra que se asoma tímida a los lados para soslayar sin ser vista toda la escena del cuadro.

Mis dos mejores opciones son las que menos querría coger y, además, están heridas de gravedad. Pero no pùedo descartar a ninguno de la ecuación.

Todos juntos avanzamos. Todos juntos caemos.

Miro a los cuatro antes de preguntar:

-¿Habéis disparado alguna vez un arma?

Espero las respuestas. Un Revólver y un lanzallamas casero. No hay más. Y hay que actuar muy deprisa.

Cargando editor
12/05/2014, 22:16
Bill Törnqvist

Yo no —admito chasqueando la lengua—. Pero según tengo entendido, hay que apuntar y apretar el gatillo, ¿verdad? No sé si tendrá mucho que ver, pero tengo buena puntería tirando piedras y esas cosas...

Me da a mí que no ha sido mi discurso más convincente.

Cargando editor
13/05/2014, 11:36
Luke LaPonte

Bueno... —murmuro, parándome en seco. Me froto la barbilla con una expresión extraña—. Yo fui de caza un par de veces con mi padre. No se me daba especialmente bien... pero al menos sé cómo sujetar un arma, por dónde sale la bala, lo del retroceso... Lo básico para no suicidarme accidentalmente, vamos —Suelto una carcajada que resulta de lo más improcedente, hasta para mí mismo. ¿Se me estará yendo la cabeza?

Notas de juego

PNJotizado.

Cargando editor
16/05/2014, 08:54
Kimberly Richmond

Y de nuevo, el tema de la discusión se centra en algo que me importa nada. ¿Nos han asaltado cuatro pirados y seguimos aquí, a ver si vuelven? La planta que tenía en mi apartamento tenía más chispa.

- Paso de armas, que os aprovechen. ¿Nos vamos ya?

Cargando editor
17/05/2014, 17:25
Eli Farrow

La pregunta de Logan resonó en la cabeza de Elisabeth como si de una broma se tratase.

-Yo... nunca he disparado... y... no... Miedo, eso era lo que le daban las armas. Las armas y el ochenta por ciento de las cosas que desencadenaban, cuanto mas lejos mejor.

Escucho la proposición de Kim y asintió en silencio, no sabia hacia donde, pero quería moverse. Estar lejos de allí de una vez... Le resultaba irónico, pero quería volver a casa. Hace apenas un día quería escapar de aquella pesadilla, ahora deseaba volver.

Cargando editor
17/05/2014, 17:29
Eli Farrow
Sólo para el director

Notas de juego

He editado el apartado de Afinidad en la hoja de mi personaje.

Cargando editor
19/05/2014, 12:28
Pierce Logan

Menuda mierda. Esto es el pelotón chiflado. Las opciones para repartir los pertrechos no es que sean de lo más esperanzadoras, pero tengo que hacerlo si queremos llegar de una pieza a la mansión.

Al final le entrego el revólver a Luke y el lanzallamas casero a Bill. Les doy instrucciones a cada uno para que sepan manejarse adecuadamente con el arma que tienen y que no nos maten al resto.

El ambiente sigue enrarecido. Apesta, apesta a muerte.

-Vámonos -les digo-. Tenemos que llegar a la mansión lo antes posible.

Cargando editor
19/05/2014, 19:34
Director

Una vez Pierce ha repartido el escaso arsenal a disposición del grupo, os ponéis finalmente en marcha. Ya habéis abandonado toda intención de continuar participando en la terapia, y el propósito que guía vuestros pasos no es otro que pedir explicaciones a la doctora Beckett, pedir ayuda en caso de que sea posible, tal vez recuperar las pocas pertenencias que dejasteis en la mansión y marcharos de aquí tan pronto como podáis.

Emprendéis la marcha por el ancho y sinuoso camino. La niebla que os rodea es cada vez más pesada, más oscura y opaca, y hay algo amenazador en ella. El silencio es agobiante y casi surrealista, hasta el punto de que a veces tenéis que carraspear o pronunciar alguna palabra ocasional para aseguraros de que no os habéis vuelto sordos. Incluso vuestros pasos suenan enmudecidos sobre el lecho de hojas muertas que cubre el camino. Todo esto va minando vuestra moral, y os hace difícil conservar la esperanza de que, en algún momento, todo volverá a la normalidad. Miráis hacia arriba, esperando ver algún rayo de sol que se filtre tímidamente entre la niebla, pero todo lo que veis son las copas de los tristes árboles fundiéndose con un manto gris oscuro y ominoso.

Pasa el tiempo. Os decís a vosotros mismos que ya debe faltar poco para llegar, pero es la tercera o la cuarta vez que dicho pensamiento pasa por vuestra cabeza. Habéis perdido la noción del tiempo, y el hecho de que, misteriosamente, todos vuestros relojes hayan dejado de funcionar, no ayuda precisamente a que os orientéis respecto al momento del día en el que os encontráis. Estáis casi más cansados que asustados. Las ramas de los árboles parecen cada vez más enmarañadas y los troncos más retorcidos, lo que unido a las raíces salientes que os hacen tropezar con frecuencia hacen el camino más penoso y arduo de lo que habíais imaginado. Pero no podéis descansar, porque hay algo en vuestros corazones que os dice que si os detenéis, será vuestro fin.

Cuando estáis a punto de daros por vencidos y parar para consultar el mapa, algo os llama la atención. Se os cae el alma a los pies cuando oís el sonido del río. ¡No es posible! No había posible pérdida, y es totalmente inexplicable que hayáis vuelto a vuestro punto de partida. Y sin embargo, hay algo extraño. El rumor del agua suena apagado, lento, casi perezoso. Cuando os acercáis al lugar de procedencia del sonido, no podéis dar crédito a vuestros ojos. Ante vosotros fluye el río, pero su apariencia no tiene nada que ver con la que presentaba horas atrás, cuando os lo encontrasteis por primera vez. Sus aguas son completamente rojas, y desprenden un fuerte olor metálico.

Después del susto inicial, pensáis que tal vez se deba a que el agua ha disuelto alguna roca rica en mineral ferroso, o tal vez una veta de cobre de la mina, pero todo os parecen pobres excusas para lo que estáis viendo. Tampoco es que lo que ha estado ocurriendo hasta ahora haya tenido mucho sentido…

Notas de juego

Por favor, hacedme todos una tirada de Sentir el Peligro.

Cargando editor
19/05/2014, 21:37
Pierce Logan
- Tiradas (1)

Motivo: Sentir el peligro

Tirada: 1d6

Resultado: 4(+2)=6

Cargando editor
20/05/2014, 00:04
Luke LaPonte
- Tiradas (1)

Motivo: Sentir el Peligro

Tirada: 1d6

Resultado: 4(+2)=6

Notas de juego

PNJotizado.

Cargando editor
20/05/2014, 10:49
Bill Törnqvist
- Tiradas (1)

Motivo: Sentir el Peligro

Tirada: 1d6

Resultado: 1(+4)=5

Notas de juego

He sacado un 5, pero hay que tener en cuenta que mis dificultades son superiores en 2 puntos debido a mi penoso estado, así que creo que no paso la tirada ni habiendo gastado 4 puntos de mi reserva. Dos reflexiones:

1. ¡Quiero curarmeeeee!

2. ¡Quiero un dado que no solo saque unooooooos!