Partida Rol por web

Juegos internos

Prólogo: Un día cualquiera

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01/11/2013, 09:27
Director

Hace tiempo que la carretera tan retorcida ha dado paso a una larga recta que parece no tener fin. En la lejanía, podéis divisar el tenue fulgor de las luces antiniebla de un coche solitario que viene por el carril contrario. Luke, no puedes evitar que te vengan a la mente los fuegos fatuos, esas pequeñas incandescencias en los lugares de muerte. Todavía estás tratando de sacarte ese funesto pensamiento de la cabeza, cuando sucede algo inexplicable. Súbitamente, cuando solo se encuentra a un par de decenas de metros, ¡el otro coche enciende sus luces largas y, acelerando, invade vuestro carril! Tu padre, deslumbrado por los faros del vehículo, gira el volante a toda velocidad mientras frena. Un chirrido insoportable y ensordecedor te destroza los tímpanos cuando el coche pierde el control, durante lo que parece una eternidad. Te da tiempo a mirar a tu hermana Bella, que te está mirando a ti, antes de que, repentinamente, el ruido de un golpe seco y los cristales al romperse inunde tu percepción. Entonces, todo se vuelve negro...

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01/11/2013, 09:48
Doctor Robert Moore

Vuelves sobresaltado a la consulta del doctor Moore, el chirrido de los neumáticos aún resonando en el fondo de tu cabeza, con el suspiro ahogado y los latidos en las sienes de quien acaba de despertarse de una pesadilla. Tienes la boca seca, y entonces ves que Robert Moore tiene los ojos clavados en ti, con un rostro que deja traslucir preocupación.

Es curioso lo reales que pueden llegar a ser nuestros recuerdos... —murmura, y de repente parece acordarse de algo. Da un rodeo a su mesa y abre el cajón del escritorio, de donde saca un pequeño folleto. Lo mira durante unos momentos y os mira de nuevo—. Se me ha ocurrido algo. Me gustaría hablaros de esto. En su momento no le hice mucho caso, pero pienso que puede ser interesante para vosotros. Veréis... Conozco a una mujer, la doctora en Trabajo Social Jocelyn Beckett, una auténtica profesional y una visionaria en su campo, además de una buena amiga mía. Hace tiempo me comentó que tenía la intención de llevar a cabo una actividad relacionada con personas en riesgo de exclusión social. No me habló mucho del tema, y la verdad es que no tenía ni idea de a qué se podía estar refiriendo... —sonríe durante unos segundos—. Y entonces vi esto hace algunas semanas. Según parece, ha reconvertido la famosa mansión Coppercreek en un centro para actividades de «convivencia e inserción social» —dice, haciendo el gesto de las comillas con los dedos—. Se trata de un programa específico para personas que se encuentran en situaciones parecidas a las vuestras. Cuando hablé con ella la semana pasada, me dijo que estaba obteniendo una tasa de éxito del noventa y seis por ciento. Increíble... Pero por otro lado, me lo creo todo de Jocelyn. Por ello, y viendo que se acerca el fin de semana, he pensado que podríais probar la experiencia, a ver qué pasa. No conozco los detalles, pero imagino que llevaríais a cabo actividades y os relacionaríais con otras personas con problemas de comunicación, lo que pienso que puede ser muy positivo. En el peor de los casos, al menos abandonaríais vuestra rutina. Y además, es una actividad de voluntariado, es decir, gratuita. ¿Qué me decís? ¿Os parece interesenate como deberes para el fin de semana?

Notas de juego

Todos volvéis a tener el control de vuestros personajes.

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01/11/2013, 10:20
Director

Notas de juego

Bill, tu Factor de Risgo: Curioso hace que sientas inmediatamente interés hacia la propuesta del doctor Moore, y así habrías de interpretarlo.

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01/11/2013, 10:22
Director

Notas de juego

Eli, tu Factor de Riesgo: Inconsciente hace que no veas nada malo en la propuesta del doctor Moore, y que creas que pueda ser una interesante vía de escape al tormento cotidiano, y así deberías interpretarlo.

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01/11/2013, 10:24
Director

Notas de juego

Kimberly, tu Factor de Riesgo: Drogadicta hace que en la propuesta del doctor Moore veas una oportunidad de oro para pasar un fin de semana lejos de ambientes más controlados y relajarte «desfasándote» un poco, algo que te resulta más tentador de lo que podrías haber esperado, y así deberías interpretarlo.

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01/11/2013, 10:27
Director

Notas de juego

Luke, tu Factor de Riesgo: Inconsciente hace que no veas nada malo en la propuesta del doctor Moore, y que creas que pueda ser una interesante vía de escape al tormento cotidiano, y así deberías interpretarlo.

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01/11/2013, 10:28
Director

Notas de juego

Pierce, tu Factor de Riesgo: Ansioso de Emociones hace que estés deseando constantemente probar cosas nuevas que te saquen del asfixiante y ansiógeno hastío de tu existencia, y la propuesta del doctor Moore despierta inesperadamente tu interés. Así deberías interpretarlo.

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01/11/2013, 10:35
Bill Törnqvist

«Doctora Jocelyn Beckett...». Nunca había oído hablar de ella, pero desde luego, la propuesta del doctor Moore parece interesantísima. Participar en una actividad de convivencia junto a unos completos desconocidos en una vieja mansión en el bosque, apartada de todo y de todos. Índices de recuperación del noventa y seis por ciento... Decido que quiero saber más. Echo un vistazo al folleto que el doctor sujeta en su mano. Está sencillamente maquetado en verde y blanco, los colores de la naturaleza... y de los hospitales. Puedo ver una pequeña foto en blanco y negro de una mujer, con toda probabilidad la doctora Beckett, junto a un cuadro de texto que seguramente relatará sus obras y milagros. Cuando el doctor le da la vuelta al folleto, puedo ver la cara delantera del mismo, que presenta un encabezado impreso en un tipo de letra inapropiadamente historiado. Una foto de la mansión Coppercreek domina la mitad de la hoja. Tiene algo fascinante, algo que susurra: «Ven».

—Apúnteme, doc —digo mirando de soslayo a Pierce con una expresión que podría pasar por una sonrisa burlona—. Ha picado mi curiosidad. Tengo ganas de ver de qué va todo esto, si es tan eficaz como dice... Y si no lo es, seguro que vivir en una mansión durante un fin de semana es divertido.

Un escalofrío de emoción recorre mi columna. Es una sensación que casi había olvidado, y que me hace sentir como cuando era un adolescente y paseaba por el cementerio de Agunnaryd por la noche, a ver si encontraba algo. El hecho de que esta mansión me produzca la misma sensación me resulta... curioso.

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01/11/2013, 16:45
Eli Farrow

La cara de Eli se ilumino, era como si las palabras del Doctor Moore acabasen de despertar en ella algo que hacia mucho que no sentía.

Esperanza.

-Puede... Puede ser una buena idea si -Dijo con la voz algo cortada- Yo también me apuntare.

La mente de la niña se transporto rápidamente al fin de semana, como si ya estuviese allí. Pensando en que podría hacer. Y lo mas importante, estaría lejos de casa.

La niña se quedo acariciando su pelo durante un rato, cuando se relajaba hacia eso. Le gustaba la sensación de su pelo liso al pasar por los huecos de sus pequeñas manos.

Sera divertido... Hace mucho que no haces nada divertido Elisabeth, te lo mereces... ¿Verdad?

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01/11/2013, 22:36
Kimberly Richmond

Qué ridículo. Pensaba que estaba de visita al loquero y resulta que realmente estoy en el Club de los Jóvenes Pirados, en donde se hacen excursiones al bosque, actividades al aire libre lejos del mundanal ruido y sin la ameba de mi madre rondando en mi apartamento cada dos por tres para “ver cómo estoy”. Supongo que en cada visita espera algo que no le voy a dar el gusto de dar.

Pensándolo bien, un fin de semana lejos de ella y de todo el ambiente de control que ha armado a mi alrededor no me vendría nada mal. Seguro que no se opondrá. Es por mi bien… Estará encantada de que por fin muestre voluntad e iniciativa en una terapia. También estoy segura que no tardará en correr a las faldas de sus amigas para contarle lo cambiada que estoy, lo que he madurado, lo buena hija que estoy resultando ser… Qué tierno. Tanto, que hasta me da náuseas al imaginármelo.

- Iré también –digo escuetamente, con mi característica desgana. Contrariamente, mi mirada despide un extraño fulgor. ¿Interés? No he llegado hasta aquí precisamente por mi buena fe.

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02/11/2013, 00:28
Pierce Logan

Los temblores agitan mi cuerpo tanto que tengo que hacer un verdadero sobreesfuerzo mental para no saltar o despedazar mi asiento con las manos. Mis puños se cierran con tal fuerza que mis nudillos empalidecen al instante y puedo escuchar el rechinar de mi piel bajo mis dedos.

Una nueva terapia. Un nuevo enfoque. 96 por cien de éxitos.

Me huele todo a mentira y a pura charlatanería. Moore no me parece muy convincente, pero el nombre de Jocelyn Beckett me dice mucho.

Es como un nuevo combate después de una tanda de varios. La emoción de un nuevo oponente, el momento de espera antes de que suene el gong, saltando de impaciencia en el rincón…

Me duele el pecho de la impaciencia. Siento que me falta el aire. Involuntariamente, mi mandíbula se aprieta con fuerza maldita hasta que me duele todo el cráneo. se me tensa el cuello hasta que mis fibras gritan basta. Vuelvo a escuchar rechinar mi piel en mis puños y mis pies se afianzan, como cuando voy a correr o a saltar... o a luchar en el suelo.

Sabes que es bueno para ti”, me digo, “Sabes cuánta falta te hace”.

Miro a Moore, que me observa como un gato a su presa tras los vidrios de sus caras gafas de marca. Me está tendiendo la trampa y me invita a entrar. Es Dédalo y yo el Minotauro.

Adelante, así sea”, ruge la bestia de mi interior, "Ya veremos si aparece Teseo, ya veremos quién triunfa sobre quién".

Nunca me arrugo ante un desafío, aunque sepa de antemano que estoy condenado al más estrepitoso de los fracasos.

Por supuesto, doc. Es a lo que vengo”, le digo, mostrando una sonrisa afilada.

Si esto funciona, me vendrá de perlas. Tengo varios proyectos en mente, varias ratas a las que expulsar del laberinto antes de engrilletar y eliminar del sistema para purificar un poco el aire de sus toxinas.

Pero no podré hacerlo si no cambio mi estado mental.

Un recuerdo me invade, pero lo sofoco al instante. No es el momento, ni el lugar.

Creo que nadie me ve estirar el cuello ni respirar hondo para eliminarlo como el agua sucia por el retrete al tirar de la cadena.

Voy a superarlo. Sé que puedo.

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05/11/2013, 10:06
Luke LaPonte

Al menos parece que esta vez se están planteando alternativas realmente viables. No sé cómo lo ha hecho, pero el doctor Moore ha conseguido que todos, en mayor o menor medida, consigamos expresar nuestra angustia. Eso ya es más que lo que se ha logrado en otras terapias a las que he asistido.

Si se ha conseguido esto en unos pocos minutos, ¿qué no se podrá conseguir con lo que nos propone ahora? Tal vez la solución no sea romper con todo... Tal vez la solución sea abrirse a los demás, y recibir lo que los demás tengan que ofrecer... Tal vez ese sea el modo de comprender que no estamos solos... Por muy reprochable, repugnante, o insidiosa que sea la lacra del pasado...

- Doctor Moore, creo que puede ser una grata experiencia eso que nos propone... Tal vez sea una puerta que se abre... Sería una pena no atravesarla...

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05/11/2013, 19:33
Doctor Robert Moore

No me cabe la menor duda de que esto será muy beneficioso para vosotros. Así, en la sesión de la semana que viene podréis contarme cómo os ha ido y qué nuevas estrategias estáis dispuestos a poner en funcionamiento para retomar el control de vuestras vidas. Al final se trata de eso... —Moore os observa sucesivamente a cada uno—, de tirarse a la proverbial piscina. Es complicado, lo sé, porque todos tenemos muy arraigada una manera de hacer las cosas, de enfrentarnos a los problemas. Pero ya veis qué resultado os está dando. Ya sabéis a dónde os lleva el camino de la repetición de esos mecanismos, y me parece que ninguno de vosotros quiere estar ahí.

La sesión prosigue un rato más, y a todos os da la sensación de que el ambiente tan tenso con el que había empezado se va distendiendo poco a poco. El terapeuta continúa hablando en su línea, dándoos razonamientos que parecen tener su cierta dosis de lógica y ofreciéndoos un discurso acerca de lo que él llama «pensamientos automáticos», que por otro lado constituye parte fundamental de la terminología psicológica, como algunos de vosotros sabéis si habéis asistido a otras psicoterapias. Cuando empieza a acercarse la hora del final de la sesión, Moore os pide permiso para llamar a la doctora Beckett, con la que mantiene una breve aunque efusiva conversación. Le hace llegar vuestra intención de participar en las actividades colectivas de este fin de semana. Le da vuestros nombres, le dice un par de cosas acerca de vosotros, y finalmente se despide.

Bueno, todo arreglado. Solo una cosa: Jocelyn me ha advertido que, al estar emplazada la mansión Coppercreek en una reserva natural, el número de vehículos está limitado legalmente, así que os agradecería mucho que os pusiérais de acuerdo y viajáseis en el menor número de coches posible, preferiblemente uno... Si alguno de vosotros tiene un coche grande o una ranchera, podríais considerarlo...

La hora llega, y el doctor Moore se despide de vosotros, citándoos para vuestra próxima sesión el jueves que viene. Todos abandonáis la consulta con una desacostumbrada sensación en el estómago. ¿Anticipación, curiosidad... o podría ser, al fin, esperanza?

Notas de juego

De acuerdo. Tema vehículo: para el buen funcionamiento de la próxima escena, sería recomendable que viajáseis todos juntos. Vosotros decidís el criterio a la hora de elegir: el que tenga el coche más grande, el que parezca más responsable al volante... Ah, y prohibido chivatearos vuestras puntuaciones de Conducción.

Segundo: Ha llegado el momento. Todos vosotros tenéis que decirme (atención: a mí y solo a mí) cuál es vuestra Afinidad y cuál vuestra Enemistad de entre el resto de personajes, es decir, quién os cae mejor y a quién encontráis más insoportable. Huelga decir que tenéis que darme alguna explicación razonada. Es muy importante que recordéis que la Afinidad y la Enemistad pueden cambiar a lo largo de la partida, en cualquier momento. Siempre que queráis cambiar vuestra Afinidad/Enemistad, mandadme un mensaje «solo para el director», y yo haré los cambios pertinentes. Dicho queda.

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05/11/2013, 22:43
Bill Törnqvist
Sólo para el director

Afinidad: Eli Farrow. Es tan dulce, y parece tan indefensa... Siento una extraña compasión. Y su inocencia, su blancura, despiertan en mí sensaciones... curiosas. Además, la chica me intriga: tan joven y tan destrozada. ¿Qué tiene que contar? ¿Qué secretos esconde? Si hay alguien de quien quiero saber más, es de ella.

Enemistad: Luke LaPonte. Para mí no es sino una cara más, otra de esas incontables cabezas grises que abarrotan las calles de la ciudad, perdidas y confusas. No creo que sea mal tipo, pero es el único del que aún no tengo una opinión formada, y eso me desconcierta. Kim y Pierce tienen personalidad, sin duda. ¿Él? Está por ver.

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05/11/2013, 22:54
Bill Törnqvist

—Bueno —empiezo a decir mientras me levanto sin mirar a nadie en particular—, como no queráis que os lleve a los cuatro en mi bici, yo lo tengo crudo. —Abro la boca para decir algo más, pero se queda solo en la intención. Si tenemos que decidir ahora el asunto del transporte, prefiero esperar a que los demás comenten algo en vez de seguir fingiendo simpatía.

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06/11/2013, 18:49
Pierce Logan

Me rasco la cabeza, nervioso, mientras pienso con rapidez.

Mierda”, maldigo, consciente de que he exteriorizado con mi gesto mi desazón interior.

Tengo que decidir con rapidez. Mi especialidad, por otra parte, ya que me enfrento a diario a situaciones que me obligan a decidir en poco menos que nanosegundos y, por norma, del lado hacia el que me incline, puede depender mi vida y la de mis compañeros.

Tengo un buen coche. Cualquiera que lo vea diría que no es el típico coche de poli, abollado, rayado y sucio hasta las trancas. La verdad es que lo mimo mucho, algunos dirían que demasiado. No porque me gusten los coches, ni por manía de limpieza, sino porque si a algún enchufado de Asuntos Internos le diera alguna vez por rociar la tapicería con luminol… tendría un problema muy serio.

Siempre estoy cambiando la tapicería de los asientos (algo en lo que me he convertido en un verdadero profesional), incluso la del interior de la cabina (cada vez lo hago mejor, la verdad), frotando con desinfectante, lejía,… Cuando lo dejo en el taller, me veo obligado a desmontar los arneses y sujeciones que le instalé para la mossberg mariner 500, o para alguna de las pistolas, o de los inventos que he colocado por todas partes, incluido un mecanismo de autodestrucción, por si las moscas. Es curioso lo que se puede hacer con unos cuantos gramos de C4 distraídos de una redada.

No quisiera que encontrasen una mancha de sangre accidental, o que alguien me preguntase si puede cambiar la música y se equivoque de botón, y nos llevemos todos una sorpresa de muerte.

Además, ya tengo tapizado el maletero para hacerme cargo de Deacon "Screwdriver" Derby, conocido por ser un ladrón muy mañoso con las cerraduras, pero que últimamente se ha pasado al lado más oscuro de la calle. Según mis informes, trapichea drogas al por menor y, al parecer, ha estado involucrado en un caso de secuestro y abusos sexuales. Curiosamente, la pareja de la víctima apareció con dos tiros, uno en la cabeza y otro entre los omoplatos, en un vertedero próximo al domicilio de Deacon.

Ha empezado la caída sin retorno. No se ha dado cuenta que camina entre charcos en la oscuridad y yo le acecho, como el tigre en la montaña.

Por otra parte, sería una manera interesante de controlarlos a todos. Especialmente a la chica radical, que no termino de decidir si sentir empatía por ella o no. Está empapada, así que parece que ha venido a pie. No tiene o no ha querido venir en coche. La sigo inspeccionando a ver si averiguo algo más de ella, de dónde viene, con quién ha podido estar, algún hábito o costumbre,… Algo que mi memoria pueda relacionar para ubicarla y saber cuántas precauciones he de tomar con ella.

El chalado delgado con manchas de pintura ha evadido convenientemente la cuestión con su bicicleta. Claro, y yo voy en monopatín. Por lo mojado que está, no dudo de la veracidad de sus palabras, pero puedo poner en duda que no sepa conducir un vehículo a motor, o que carezca del mismo.

El chico con ojos macedonios tiene pinta de ser de los que vienen en autobús, por su apariencia afectada y gestos milimetrados, aparentemente en un miedo continuo; además, trae un libro, y los mejores sitios para leer son el metro y los autobuses.

A la chica de cristal le pasa lo mismo. Paraguas, seca (o con la ropa moderadamente mojada, según se mire), con apariencia de estar deshaciéndose bajo el peso del tiempo como la mantequilla al calor. O la han traído, o viene por sí misma en algún medio de locomoción. Tiene una mirada tan perdida que parece que la bruma maldita que asola en ocasiones esta ciudad se haya adueñado de sus ojos.

-Mi coche está en taller –miento, con voz firme. La verdad es que miento bastante bien-. No sé si estará a tiempo para el fin de semana. Lo siento.

Me mantengo a la expectativa, pendiente como el boxeador que no se fía de su rival, agotado, que no termina de besar la lona.

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06/11/2013, 21:02
Kimberly Richmond

Menudo rollo más raro el de la reserva natural. Además, si es una reserva natural tan cerrada, ¿cómo ha obtenido la señora doctora tal licencia para ejercer en un lugar que parece de culto? Me estoy empezando a arrepentir de haber dicho que iba. Ya no me puedo echar atrás. No ahora que me he hecho a la idea de estar en un lugar en el que no vea aparecer a mi madre fisgoneando.

Bill, el más hablador por el momento de todos nosotros dice que solo tiene una bici. El tipo duro, Pierce, que tiene el coche en el taller. Yo les diré que solo tengo una limusina privada, Eli que tiene un pony rosa y Luke una mini-moto. Está claro que nadie le da la puta gana de llevar a su grupo de terapia de paseo por el bosque. Pero si se quiere, hay soluciones.

- Yo tampoco puedo llevar a nadie, pero podríamos pagar entre todos un taxi o un mini bus – furgoneta grande con asientos, del tipo de estos que están esperando en el aeropuerto a recoger a sus pasajeros y llevarlos a dónde sea –me encanta ser la nota desafinada. Nadie tiene ganas de viajar juntitos, pero parece que hay soluciones más eficaces que sencillamente poner una mala excusa. ¿Serán capaces de poner otra mala excusa del tipo: “es igual, iré solo/a porque me dan claustrofobia los automóviles llenos de gente desconocida y chalada”? Dibujo una sonrisa un tanto ladina imaginándome esa escena. Es divertido. Si llego a saber que las terapias en grupo iban a ser así, me habría apuntado antes. No me solucionarán nada, pero al menos paso un buen rato liándola.

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07/11/2013, 15:24
Eli Farrow

Eli bajo la cabeza, la luz que acababa de aparecer al final de su túnel de nuevo acababa de irse. No tenía como ir hasta allí, no disponía de un de un medio de transporte. Y compartir uno con personas que apenas conocía hizo que un escalofrío recorriese su cuerpo. No...

Miro al Doctor, pensativa. Luego al grupo, pero a ellos con la mirada ausente.

-Yo no tengo aun el carnet. Pero la idea... del taxi me parece muy buena.

La chica no disponía de demasiado dinero, pero esta parecía una gran oportunidad.

Cuando escucho el comentario de Bill se llevo una mano a la boca para tapar su pequeña sonrisa. No estaba acostumbrada a que la gente trivializase de esa manera las cosas.

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07/11/2013, 17:34
Doctor Robert Moore

Eh, si me permitís una observación —comenta el doctor Moore mientras estáis recogiendo vuestras cosas—, me parece muy bien que queráis pedir un taxi, pero tened en cuenta que la reserva en la que se halla el caserón está a unas tres o cuatro horas de aquí. En lugar de eso, podríais alquilar una ranchera o una furgoneta entre los cinco. Os saldría mucho más barato...

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07/11/2013, 19:58
Bill Törnqvist

—Eso —digo esbozando una sonrisa apretada—. No sé a vosotros, pero a mí el dinero no me lo regalan, y un taxi de aquí hasta allí nos saldría por un ojo de la cara. Así que voto por alquilar un vehículo y conducir nosotros... —Dudo un instante, pero al final decido añadir en un susurro—: si de verdad aquí nadie tiene coche.