Partida Rol por web

La descarga de los archivos al disco óptico ha finalizado con éxito. Ahora podrías proceder a buscar por las cámaras frigoríficas el embrión que te han pedido desde la central.

Rápidamente encontraste los contenedores refrigerados donde se guardaba el material genético que debías extraer. Ésta iba a ser una operación delicada puesto que no solo necesitabas un pulso de hierro, sino también el conocimiento necesario para hacer la extracción del material apropiado sin llenar de impurezas la muestra y claro está, sin equivocarte.

Solo tenías un intento y sabías que tus jefes (aquellos para los que NO quieres trabajar) tienen mucho empeño en esa pequeña probeta que obtendrás. Una cosa tenías clara, si fallabas en la extracción lo ideal era destruirlo todo. O es tuyo o de nadie.

Velasquez había logrado obtener señal con aquel equipo de comunicación. Ignoraba si podríamos contactar con la base, pero era la única posibilidad que teníamos.

Como mi compañero ya estaba tratando de comunicarse con aquel trasto, decidí permanecer a un palmo, por detrás, con una ligera sonrisa en los labios y deseando para mis adentros que tuviéramos un poco de suerte en obtener respuesta.

-Vamos a lograrlo... -comenté, en voz baja, esperanzado en que lograríamos establecer contacto-. Vamos a lograrlo...

Con suerte, aquel trabajo en la Isla Nublar pronto no sería más que una anécdota que poder contar a nuestros conocidos.

Recibido Recon, aquí Bravo.

Denegada la petición de refuerzo aéreo, repito, denegada la petición de refuerzo aéreo.

Deberán dirigirse a los muelles para realizar extracción en barco.

Esta será la última comunicación no oficial para la misión Verne.

La extracción deberá realizarse en los muelles con la ayuda de un barco.

Corto.

Había que regresar al Hall en cuanto el científico terminase de recoger las muestras.

Valoro por unos momentos la posibilidad de, sencillamente, apagar las máquinas y destruirlo todo por completo. Se acabó el jugar a ser Dios. Se acabó el sueño de Hammond. Nadie más, al menos por un tiempo, podría juguetear con esos seres que deberían haber permanecido extintos.

Lo valoro... y lo rechazo.

Yo también soy un científico. Y supongo que, como la mayoría de mis camaradas, siento algo especial al ver lo lejos que pueden llegar la tecnología y la ciencia. El poder de la mente de tantas personas trabajando juntas. La auténtica esencia del ser humano. No puedo destruir eso tan a la ligera, no tengo derecho. Esta no es mi obra, no me pertenece, no me corresponde a mí eliminarla como si nada.

Pero sí que puedo hacer lo posible por poner este conocimiento a salvo, lejos de personas que lo usarían con fines deshonestos.

"Vamos, Stan, esto es pan comido", murmuro para mí mismo mientras llevo a cabo cuidadosamente el delicado proceso de extracción. Poco a poco traslado el material biológico hasta un contenedor apropiado para el transporte. Ahí se mantendrá refrigerado durante bastante tiempo.

Ahora viene la parte difícil. Hasta este punto he estado protegido, pero a partir de aquí debo encontrar la manera de librarme de mis compañeros y escapar a solas, sin morir en el intento.

Suspiro agradecido luego de que la base hubiera respondido, entendió perfectamente la situación. Lo más seguro que DNAT no contara con los recursos para enviar otro helicóptero o tal vez era demasiado arriesgado considerando el fracaso de  esta mañana y que posiblemente fuera más fácil rastrearla.

—Entendido Bravo, nos dirigimos hacia allá. Recon. Corto y fuera.— Velasquez tomo su rifle y le dio una pequeña palmada a Martínez en el hombro, su misión estaba hecha. Ahora solo debían de sobrevivir —Vamos al Hall, Stan debería estar ahí.

-¡Mierda! -mascullé cuando Velasquez cortó la comunicación.

Desde el principio había intuido que DNAT no podría permitirse enviar otro helicóptero y que tendrían que buscar la forma de abandonar la isla por sí mismo, pero había albergado una mínima esperanza de que enviaran un equipo de extracción al saber que ya disponían de las muestras.

Sentir la palmada de Martínez sobre mi hombro me tranquiliza ligeramente. Lo importante era lo importante. Habíamos logrado llevar a cabo nuestra misión y ahora solo nos quedaba llegar a los muelles y salir de aquella isla con vida.

-Vayamos al Hall -asentí a las palabras de mi compañero-. Con suerte no habrá más de esos... raptores... en este lugar.

Con su rifle en alto asegurándose de que no hubiera nada en el Hall lo bajo segundos después al percatarse que el  lugar estaba limpio, curiosamente Stan no había llegado. Realmente no creía hubiera sucedido algo y posiblemente este aun se estuviera divirtiendo con las muestras o vendría en camino. Aprovecho para descansar un momento y se sentó en las escaleras recostando su rifle  contra sus hombros. Acto seguido dirigió su mano  a su chaleco y saco su paquete de goma de mascar y tomo una tablilla —¿Seguro que no quieres?  Jeh, no creo que la azúcar vaya a matarte si estas cosas no lo hicieron—. Dijo en un tono irónico mientras masticaba y extendía su mano ofreciéndole a Martínez.

—Bien, esperemos a que Stan llegue. Debería haber agua y alguna que otras provisiones en la cocina. Deberíamos tomar algo sencillo como, maíz enlatado ya sabes esas cosas que no pesen mucho. Pero bueno decidamos eso cuando Wingett se presente.

Una vez que llegamos al Hall, advertimos que Stan aún no había llegado allí. Llevaba el M16 a mano, oteando los alrededores y preparado para defendernos por si aparecían más de aquellos dinosaurios. Era palpable mi nerviosismo y, aunque habíamos logrado completar nuestra misión con éxito y pronto lograríamos estar fuera de la isla, tenía la sensación de que aún era demasiado pronto para cantar victoria.

Velasquez me ofrece una tablilla de goma de mascar. Se dibuja una sonrisa pícara en mis labios al escuchar sus palabras, por lo que no pude evitar aceptar la goma de mascar.

-Dicen que lo que no mata, te hace más fuerte -comenté, mientras comenzaba a masticar-. ¡Y qué narices, no voy a morirme por comer un poco de azúcar! -Escucho a Velasquez mencionar que podríamos pasar a obtener agua y algo de provisiones en la cocina antes de partir-. Estoy de acuerdo. Un poco de alimento y agua nos ayudaría a asentar el estómago.

Cuando regreso al salón principal, puedo ver que mis compañeros ya están esperando. Les sonrío un tanto cansado mientras les alcanzo y termino de guardar en la mochila lo que he recuperado del laboratorio.

"¿Todo bien por vuestra parte?", pregunto, aunque por sus expresiones parece que tienen buenas noticias. "Parece que al final podremos volver a casa. Tengo el material, los jefes estarán contentos. Empezaba a verlo imposible, pero por fin nos sonríe un poco la fortuna."

Echo un vistazo alrededor, intentando encontrar de nuevo los carteles que indicaban el camino a la cocina.

"¿Qué os parece si nos tomamos ahora un pequeño descanso para celebrarlo? Me comería un caballo."

De nuevo en la sala principal hubo información que antes pasó desapercibida para ustedes debido a que no era una necesidad.

Había un panel informativo donde indicaba el acceso para llegar a los muelles. Teniendo en cuenta que no había apoyo aéreo, ¡la única opción viable era ese lugar! Aquella fue una valiosa información que lograron los militares.

Si dichos datos eran correctos lo que debíais hacer era seguir las instrucciones indicadas para ir rumbo a vuestro plan B para salir de allí.

-Bueno, parece que todos estamos de acuerdo, así que... ¡Vayamos a las cocinas para comer un poco y coger alimentos antes de marcharnos! -decidí, con un gran entusiasmo.

Sin bajar el M16, decidí dirigirme hacia las cocinas del Centro de Visitantes.

Sigo a Guillermo hacia las Cocinas. Es cierto que tenemos que buscar la forma de salir del lugar, pero me siento algo más animado en las condiciones actuales, y eso hace que me centre en cosas más mundanas como alimentarme. Con un poco de comida en el estómago, sospecho que todo se sentirá mucho mejor.

Se acerco y vio el mapa mientras Guillermo y Stan hablaban sobre ir a la cocina golpeo con la culata de su rifle M16 y saco el ya mencionado mapa —Esto nos servirá—. Dijo mirando el mapa que luego guardo en su chaleco —Aparentemente estamos un poco lejos de los muelles, tenemos diez minutos antes de partir. Máximo  quince, a movernos.

Aquel podía ser un buen lugar donde fisgonear, ya no solo porque podía haber algún superviviente escondido (aunque las probabilidades eran bajas) sino porque quizás hasta haya algo de comer, algo en buen estado (aunque fuese prefabricado) con tal de reponer fuerzas.

Entrasteis en la cocina con cuidado para descubrir que el lugar estaba repleto de cacerolas y más utensilios para cocinar a lo largo de la estancia.

El lugar estaba abandonado como el resto, no por suciedad sino por desorden. Un caos que hizo pensar que allí en el pasado tuvo que haber ocurrido algo horrible. ¿Qué hubiera pasado si la invasión de los dinosaurios hubiese ocurrido con el parque abierto? habría sido una masacre con cientos de civiles como víctimas.

Llegasteis a la conclusión de que si la energía seguía funcionando podía haber alimentos perdurables en los almacenes o incluso en las cámaras frigoríficas. Existía hasta la posibilidad de que existiese algún botiquín de primeros auxilios.

El desorden que se advertía en las cocinas me hizo pensar tal vez en ese lugar sucedió algo horrible. Solo habían pasado veinticuatro horas desde que la isla había sido evacuada, lo que me hizo pensar que tal vez en aquella cocina hubieran entrado dinosaurios de pequeño tamaño, como el raptor de antes, y que hubieran provocado el caos a lo largo de toda la sala.

Sabiendo que, al haber pasado tan poco tiempo, era probable que quedasen alimentos en buen estado, decidí echar un vistazo para comprobar si podíamos encontrar cualquier tipo de provisiones que nos resultase de utilidad.

Esto es un caos, lo que haya sucedido aquí estoy más que seguro que no fue bueno. Pensó Velasquez al ver la situación en la que se encontraba la cocina, coloco su rifle a un lado y procedió a revisar en las alacenas en busca de algún que otro alimento que consumir, preferiblemente algo que no se cocinara ni fuera muy oloroso para poder consumirlo.

Hasta ese momento no me había dado cuenta de lo realmente hambriento que estaba. El estómago me ruge tanto que llego a pensar que hay un dinosaurio escondido cerca. Será mejor que aplaque el hambre, si no quiero que las fuerzas me fallen en un momento crítico.

Explorando la cocina, trato de encontrar algún tipo de conservas, o quizá una cámara frigorífica por si se ha mantenido en funcionamiento al igual que los equipos de laboratorio. También rastreo el lugar en busca de otras cosas que puedan resultar útiles, como un botiquín o información sobre el edificio.

¡Bingo!

Revisando un poco el lugar encontrasteis una nevera repleta de comida precocinada que a pesar de no estar en su estado óptimo se podía usar para saciar el hambre y así favorecer a recuperar energías. Había incluso litros y litros de refresco, la cafeína vendría como el mejor aliado frente a tantas horas de tensión por estar en un lugar hostil.

Examinando un poco más las instalaciones se pudo avistar el botiquín de primeros auxilios: vendas, desinfectantes, ungüentos contra quemaduras ¡y hasta un poco de morfina! sin lugar a dudas aquella cocina se había convertido en el oasis que necesitabais.