Partida Rol por web

Cuando está decidida la marcha al centro de visitantes, sube todo el mundo en el autocar, salvo Randall, que sigue conduciendo su Jeep, con Alder a su lado, quien lleva una pistola. Kenneth se queda en el autocar con el rifle.
Realmente, el centro no queda lejos, pero andando habría sido un ratito, y con la lluvia que rocía la isla, se habría hecho eterno.
Todas las luces están apagadas, incluso las de emergencia, y tiene un aspecto amenazador en una noche lluviosa como esta.

La puerta está abierta, y dos cadáveres medio devorados 'decoran' la entrada, abajo de las escaleras. Uno de ellos lleva un arma, tal vez un rifle.
La sangre, diluída y esparcida por el agua, cubre un área notable, pareciendo que hay bastante más de la que en realidad hay... que tampoco es poca.

Esquema de la situación

A Don le gustaba ese edificio... le gustaba, claro. Dos o tres cadáveres, sangre y ausencia total de luz no eran su idea de paraje idílico. Pero bueno, al menos ahora todos estaban un poco más tranquilos... el hecho de no tener una cosa de tropecientos kilogramos y nosecuántos metros de altura corriendo detrás tuya era algo para agradecer.

Cadáveres.... ¡y un arma! ¡Fiesta! El geólogo se da cuenta de aquello y gira su cabeza a ambos lados. Parece que hay un arma ahí tirada... ¿A quién se le da bien llevar un rifle? Porque a mi no...

A mi se me daría bien llevar hasta un jet a reacción si me sirviera para salir de este infierno.

- ¡Joder!

Aquel improperio no contribuiría a que los demás conversasen la calma. Aparcar allí debía de ser algo así como ser los miembros de un bufete para dinosaurios. Aquí tiene señora tiranosauria, alimente a sus crías por favor, que aproveche. La mente de John desbarraba...

- ¿Veis...veis eso? - susurro con voz queda, mientras un nudo se forma en la boca de mi estómago, estoy a punto de vomitar...me contengo, por poco. Fijo mi mirada a través de las gotas del cristal, sin parpadear, con la maldita lluvia no se ve nada, da igual, me siento en peligro inminente. No tiemblo, en cambio, aprieto el volante con fuerza, sería capaz de arrancarlo. Mantengo el motor encendido y actuo igual que Randall, siguiendo sus movimientos, si el apagase las luces antes de llegar, yo haría lo mismo. Se ve un tipo algo más desenvuelto que yo..

 Entreabro la boca...incrédulo, mientras mis cejas se contraen y se frunce mi entrecejo. Tenemos que conseguir armas. Y tenemos que conseguirlas ahora. ¿Tenía coraje...o simplemente me había vuelto loco?

El puñetero centro de visitantes parecía un manicomio, así tan oscuro y enmarcado bajo un cielo plomizo, lluvia y rayos. Había dos fiambres en la puerta, lo que le daba unas malas vibraciones increibles. Procuró conducir más despacio y escuchar y mirar alrededor.

Aquello tenía mala pinta, mucha.

-Aquí estamos, al fin- comenta por lo bajo Michelle al distinguir el gran edificio del centro de visitantes, levantándose entonces del asiento para quedarse en medio del pasillo.
-Atención por favor, de momento no vamos a salir de aquí, prestad todos atención pro vuestras ventanillas durante unos minutos e intentemos asegurarnos todo lo posible de que no hay dinosaurios por las cercanías, ¿de acuerdo?- mira a todos en general y nadie en concreto, dejando que se fijen en los alrededores para hacer lo mismo a través de la amplia luna delantera del autobús.

-Creo que yo podría llevarlo... cuando sea apropiado salir de aquí- responde al comentario de Donald aunque su atención está centrada en el exterior. Hay que admitir que la lluvia y la noche dificultan las cosas, los primeros en salir correrán mucho peligro pero esa información es mejor no decirla en voz alta...

Yo no tengo mala puntería y hace tiempo que usé uno de esos...pero creo que lo oportuno es que lo llevara Alder es un vigilante y sabrá mas de armas que nosotros...A esta gente....esta forma de morir es horrible...pobre gente.

Yo no oigo nada, perro fijaos allí... ¿que ser aquella?

He estado bastante rato aturdida, la cabeza apoyada en mis manos, con un mareo que no me dejaba centrarme ni estar por lo que decía la gente de mi alrededor. En mi interior solo siento el terror a lo que he vivido hace unos momentos... Lágrimas ardientes van corriendo por mis mejillas, mezclándose con la sangre que cubre mi rostro. Poco a poco siento que las náuseas y el mareo se van pasando, consigo levantar la vista sin temor a hechar hasta la primera papilla. Me doy cuenta que volvemos a estar en marcha. Mi vista está bastante desenfocada, cierro con fuerza los ojos y vuelvo a abrirlos, esta vez las imágenes empiezan a aparecerse delante mío con más nitidez.

Seguimos e resto del camino en relativa calma... Mas de una vez intente imginarme que cual era la mejor maner de salir de aquella isla, pero luego de recibir la informacion de que en el centro de visitantes, no era factible idear un plan... No sin antes llegar alli y ver la situcion...

Y efectivamente, al llegar lo que vemos hace que dude un momento en si entrar alli o no...

Michelle es nuevamente quien toma la iniciativa.. Su idea es buena.... El Autocar puede no haber servido de mucho en contra de un tiranosaurio, pero podria servir de ayuda en contra de los velocirraptor... O al menos mantenerlos afuera por una rato.

 Lucrecia no parece muy atenta, desde que regresó a su asiento, con su escaso equipaje mantiene la cabeza apoyada, con el rosario aferrado entre las manos aún.

 Al llegar a la zona de visitantes, parece que tiene los sentidos un tanto embotados mientras mira sin ver y escucha sin escuchar. Entonces nota como la muchacha que estaba fuera se remueve en su asiento, dolorida.

 Caray pobre chica, necesita ayuda y yo aquí compadeciéndome por mis hijitos y por mí. Tengo que ayudarles a sacarnos de aquí. Venga Lucrecia.

 Lucrecia se levanta y va hacia la joven.

 - Perdone, me permite que le de un vistazo, tengo alguna noción en primeros auxilios, tal vez pueda ayudarla, aún sin tener material apropiado, pero si se que necesito, sería más fácil encontrarlo.- Dice la voluptuosa morena.

Observo con aprensión el Centro de Visitantes...nunca lo había visto así, tan...terrorífico. No era el lugar donde trabajaba, pero me solía acercar mucho en mis tiempos libres, a saludar a un par de amiguetes que trabajaban en la cafetería, Johnny y Marcos...oh Dios ¿Que habría sido de ellos? Estaban haciendo el turno cuando todo esto había pasado, seguro, recuerdo que se iban un día después de la isla...

¿Y esos cadáveres en el suelo? Eran dos...intento apartar la mirada, pensando en otra cosa...música, música, música en tu cabeza, tu walkman, Leonardo...sin embargo, la tentación es mayor, tengo que saberlo, tengo que saber si era alguno de ellos; aquí trabajaba mucha gente, pero...pero joder, que no fuesen ellos, por favor.

El autocar iba en silencio, solo murmullos...todo debía ser realmente terrorífico, más de lo que pensaba...

Vuelvo la vista al sentir la presencia de la chica que se me ha acercado. Una sonrisa, o más bien una mueca de dolor disfrazada, asoma a mis temblorosos labios... Gracias... Eres muy amable.

Creo que cuando estemos en un lugar minimamente seguro deberiamos hacernos un rapido chequeo medico, por si alguien tiene alguna herida por superficial que sea...torcedura, lo que sea, usted dice que tiene conocimientos de primeros auxilios yo los tengo de medicina, bueno, si alguien tiene alguna luxacion, esguince, torcedura...con el subidon de adrenalina es posible que no lo llegue ni a notar pero cuando se enfrien los musculos, si lo hara...mucho me temo que esto no va a ser solo huir, debemos partir de la base de que no hay nadie mas de momento y debemos cuidar los unos de los otros...cada uno en las medidas de sus posibilidades. 

Yo podria ayudaros, tambien se algo de primeros auxilios, pero creo que lo más prdente es esperar a estar todos en un sitio seguro... Escucho que parecen ver un rifle y digo en la direccion desde la cual oigo eso Disparar es de lo que mejor se me da, si me dais un rifle no os arrepentireis... Tras decir eso escucho algo, miro a la dirreccion donde la oigo y digo ...¿Habeis oido eso?... ¡Mirad alli!