Partida Rol por web

Que gracioso acento. Era como sentir el frescor tropical de aquellas latitudes bombeándote en la mente. Randall no pudo evitar sonreirse, una sonrisa de dientes blancos, casi de anuncio de dentífrico.

-La verdad es que llevo unos meses. Yo estuve en este parque cuando no habían dinosaurios, y las alambradas no estaban conectadas. Luego comenzaron a traerlos... y ya ves lo que ha acabado pasando.

Sacó su llavero de dinosaurio de la tienda e hizo ventriloquía con el bicho.

-Fue más o menos así -dijo, poniendo vocecilla de dibujos animados- Jurassic Park era otra isla tropical más, con fiestas en la playa, hoteles en construcción y muy buen rollo.

Luego el bicho parecía "nervioso", porque él lo agitaba.

-Luego vinieron tipos raros con sombreros de Indiana Jones y trajeron contenedores con bichos, y los encerraron. Entonces siguieron habiendo fiestas en la playa y edificios en construcción pero...

El bicho bajó la cabeza, como triste.

-A veces estabas en la playa y escuchabas sus rugidos. Sabías que si algo pasaba y escapaban... Uy, que mal rollo.

Sonrió por su propia gracia.

Cuando termina la actuacion Elmar levanta la mano.

Un momento, esto no es culpa de Jurasic Park. Es evidente que ha sido saboteado. Tal vez esos rusos hayan desconectado las verjas y todo el sistema informatico. El parque era muy seguro, pero no estaba hecho a prueba de terroristas... sino seria una gozada trabajar aqui.

¿Os imaginais esto lleno de personas ilusionadas con las criaturas? ¿Niños gritando de emocion al ver sus muñecos preferidos en accion? Iba a ser genial. Seria como la "Meca" del mundo civilizado, no puedes decir que has vivido sin pasar un dia en él.

Lastima que no vaya a ser asi mas...

Elmar termina la cocacola que habia cogido y se sienta apretando el trasero contra el asiento.

Sonrío ampliamente a la bella Harmonie y tomo su copa para dar un traguito de champagne, me deleito con su sabor, después de todo los labos de Harmonie habían estado en contacto con aquel líquido, y aunque sólo fuese algo psicológico, lo cierto es que le daba un toque delicioso.

-Espero que me pongas en mismo turno de guardia que tú, Harmonie, jejeje. Así no me aburriré tanto.

Me acerco a ella para susurrarle muy cerca del oido, posando delicadamente mi mano en su hombro, y con la otra tomándola dulcemente por la muñeca.

Susurrando:

Vuelvo a separarme despacio de ella, y la miro sonriendo después de la bromita inocente. Estos son más aburridos que un documental de gacelas, madre mia. Cuando Lucrecia empieza a hablar me giro para mirarla. ¿Ummm para servirnos no? Ya me hago una idea de tu profesión. Jajajaja. Y más siendo latina. Un momento... un momento...

Randall saca un muñequito y empieza a hacer una especie de show. Jajajajaja ¡bieeeeeeen! Si tenemos payasos y todo. Jajaja. Madre mia, vaya tío más retrasado, ¿pero no era el chófer?. Como bufón ya te digo yo que le hubiera ido mucho mejor, lo llamarían para todas las fiestas. Jajaja retiro lo de aburridos, ¡lo retiro! Jajajajajajaja...
 

 La muchacha no puede reprimir unas breves carcajadas ante el pequeño show de Randall. Jejeje

 Luego escucha el comentario de Elmar.

 - Pero se les fue de las manos, los bichos que hay en esta isla no son animales inofensivos, habrían tenido que tomar mayores precauciones.- El tono empleado es bajito, sin mucha convicción.

Elmar abre mucho los ojos ante las palabras de la mujer. ES obvio que no conoce el parque...

¿Te llamabas Lucrecia verdad? Mira... el parque es una obra de ingenieria alucinante... no te puedes imaginar la inversion economica que supuso... ¿Y dudas que fuera seguro? De no haber sido por esos malditos lunaticos estariamos nadando en dinero. El parque tiene una verja electrificada que le quitaria a mas de un dinosaurio las ganas de salir. Tenemos un arsenal para detener a todos y cada uno de ellos... y eso sin contar con el factor quimico que todos poseen que los mataria... vamos... esto es un paraiso... solo que nuestros "adanes" nos lo han jodido...

Antoine sube al primer piso, con algo de cautela, pero caminando a ritmo normal. En teoría está despejado. Con su fusil aferrado, avanza hasta su habitación en el primer piso, y entra en ella. Cierra la puerta con llave, y, por un momento, la observa. Apenas hay nada cambiado. Algo revuelta, como la dejó por la mañana. 

Coje un par de toallas, se quita la ropa mojada, se seca por completo y se viste, con una camiseta, un jersey de cuello de cisne, unos pantalones de aventura que se compró expresamene para la isla (y que estaban sin estrenar) y unas bambas, todo de color negro. Tras eso se dirige hacía la mesilla de noche. Entre los cajones, coje un reloj suyo, dorado, bastante bueno, suizo, regalo de hace mucho tiempo de sus padres. Coje también una pequeña botella de licor, plana, pequeña, de oro y forrada de cuero. Al cojerla, se da cuenta de que aún tiene algo de bourbon. Se la había dejado. 

Coje del cajón un par de puros, todo su dinero y su cartera del pantalón anterior. Tras cojerlo todo, y habérselo guardado en los bolsillos, todos ellos con cremallera, se queda unos segundos, reflexionando y pensando. Se dirige al minibar, que está medio vació, pero aún quedan un par de botellitas de licor, que se guarda entre los cinco bolsillos del pantalon. 

Se dirige a la puerta, pero entonces piensa algo, algo que vió hacer en una película. Con un chasquido de dedos, vuelve atrás, y coje un cinturón de aventura, que tampoco estrenó nunca, y se sienta en la cama. Pasa ambos extremos del cinturón por las evillas del cañón y la culata del arma y los ata con fuerza, así se puede colgar el rifle a modo de carcaj. Solo lamenta no tener un sombrero de explorador. Una vez hecho todo, cruza por la puerta, y vuelve, caminando a buen ritmo, hasta el vestíbulo, junto al grupo. 

Bueno ya veremos como repartimos los turnos Barry, no pienses ahora en eso. Harmonie mira a Barry y le da otra calada al cigarro, después este le susurra algo al oído y le sonríe. Pero es lógico que no tengan grandes charlas...estarán cansados y después de lo vivido...

Poco después Randall empieza a hablar con Lucrecia y el intenta animarla haciendo una especie de teatrillo con el peluche. Harmonie sonríe ante el detalle que tiene con esta, animarla esta bien ya que la necesitamos fuerte al cien por cien por lo que pueda pasar.

Bueno chicos sera mejor que vayamos subiendo al piso superior. Yo acompañare a Lucrecia y a Annie a su cuarto. Los demás ir a vuestras habitaciones si queréis y Michelle y Barry que ya están listos podrían quedarse en la primera planta mirando que todo este bien. Harmonie mira a Barry con una sonrisilla. ¿Te parece bien? Te prometo que tu y yo estaremos juntos en la guardia.

 Lucrecia parece que vaya areplicar a Elmar, pero al final no dice nada más. Entonces Harmoni comenta lo de ir a las habitaciones, y el rostro de Lucre se ilumina de nuevo, se calza de nevo las botas y se levanta y ayuda a Annie, cargando con la bolsa que tiene. Mira a la pelirroja Harmoni y dice:

 - Cuando quiera.- Con una sonrisa.

-Eso está hecho, Harmonie.

Palpo discretamente la pistola a mi espalda. Umm bien bien, está en si sitio, espero que no se dispare sola. Miro a mi alrededor buscando con la mirada a la womanizer.

-Si veis a Michelle decirle que estaré por aquí vigilando que todo esté bien.

Espero que no me dejen por aquí solo mucho tiempo...

Entonces todo perfecto Barry, Ahora nos vemos vale. Ir todos con cuidado. Harmonie apaga su cigarro y va junto a Lucrecia y Annie. Las tres empiezan a caminar hacia las escaleras.

Bueno Lucrecia vamos a tu habitación primero ¿En que piso esta? Harmonie coge a Annie para que Lucrecia vaya la primera guiándolas.

Esta bien... subire a mi habitacion a cambiarme y descansar... creo que todos lo necesitamos.

Cuidense y si hay algun problema avisen a los demas, no vayan solos.

Elmar se levanta, dejando su plato a buen recaudo. Da un toque amable en el hombro del cheff y va a su habitacion.

Todo está correcto. En tu habitación hay pues lo que tú quieras que haya, es tu habitación! xD

Bajando por las escaleras, Antoine se topa casi de cara con Harmonie, Lucrecia y Annie. -Bonne nuit mademoiselles.- Dice, de forma elegante. Tras eso, baja las escaleras y vuelve al vestíbulo. 

-¿Se han oganissado ya las guagdias?- Pregunta, al volver. 

Elmar se quita toda la ropa que lleva puesta, quedando brevemente desnudo.

Vaya cuerpo se me va a quedar con tanta herida.

Despues, coge otro traje de seguridad (comodo y practico) y se lo coloca. Toma tambien una mochila, metiendo comida y bebida que llevaba en la anterior y revisa las armas que porta.

Espero que lo que venga ahora sea mas tranquilo.

Su mirada se posa en algo que hacia tiempo tenia olvidado. Una vieja Biblia. Hacia tiempo que no rezaba. Nunca es tarde para volver.

Tras orar cinco minutos se tumba en la cama y pone la alarma para avisarle para despertarle en el ultimo turno de guardia...

Asi les apoyare un rato y no me sentire inutil

 Lucrecia comenta:

 - Mi habitación estaba en la tercera planta, con el personal de servicio.- Mira a Annie.- Que bien nos sentará una ducha y ropa limpia! Creo que tengo algo de ropa que te podrá ir bien Annie, seguro que estarás más cómoda.

White encontró todos los músculos de su cuerpo tensos como fibras de acero, practicamente paralizado y sus ojos bailaban recorriendo con su mirada el rostro de Michelle, desde la magia sonrosada de sus labios hasta los luceros mate que tenía por ojos, pasando por aquella pequeña y traviesa nariz que conformaban un rostro perfecto. Su mirada temblaba, pero su cuerpo no podía permitirse el lujo, acaparando toda la energía el latido de su corazón golpeando en percursión su pecho con una furia incontrolable.

  - Sabes...Michelle, eres...la mujer con la que he soñado toda mi vida - Hubiese dicho, claro, si sus labios no estuvieran bloqueado por la situación. Sin embargo sonreía con levedad en lo que creía haber entendido ya. No era un tipo tan lanzado como otros, y...a decir verdad nunca le había pasado algo semejante. Para él Michelle era como un milagro de la naturaleza y aunque no entendía bien que podía ver en él que no viese en Barry, Elmar o Randall por ejemplo, no era una persona que se maltratase tanto como para negarse a expresar lo que sentía.

  Una parte de John quería pedir disculpas antes de hacer nada, incluso permiso, pero otra era apasionada. La duda podía resultar en una expresión un tanto cómica, mientras en su mente dos Johns peleaban a muerte como katecas y ninjas golpeandose con brutales patadas y golpes mortales en una expresión de imaginación desbordante. Imaginación que se esfumó, quedando tan solo la visión de aquel precioso rostro, y aquellos seductores labios sonrientes frente a él justo antes de que cerrase los ojos lentamente y avanzase para depositar un sentido beso cerca de la comisura de sus labios...

  ¡Te has precipitado! ¡Mei dei! ¡Mei dei! ¡Alpha eco a base! ¡Nos estrellamos!

Las chicas llegan a la tercera planta y enseguida llegan a la habitación de Lucrecia. Esta saca la llave y abre la puerta y las tres entran. Harmonie acomoda a Annie en una butaca y ella se sienta en la cama.

Vaya tu habitación es un poco mas pequeña que la mía, pero son muy parecidas. HArmonie coge una revista y empieza a mirarla. Lucrecia si quieres estar tranquila yo podría acompañar a Annie a su cuarto.