Partida Rol por web

Morodar se acercó a Jan tras Mikael, quería ofrecerse pero entendía que allí el clérigo sería de mucha más utilidad que él. Una vez más le faltaban los conocimientos necesarios para ayudar.

- Qué hermoso es tener un huevo... Digo poner un hijo... Bueno, lo cierto es que lo realmente hermoso tiene que ser tener padres -musita Ruphus, llevándose la mano al cuello, allí donde, engarzado en una cadena, tiene un pedazo de la cáscara del huevo dentro del cual lo abandonaron a la puerta del monasterio.

- Mikael, ¿puedes ayudarles? Me encantaría ser útil, pero me temo que no entiendo mucho acerca de cómo nacéis los humanos.

Incluso el recio enano se enterneció con la noticia, aunque sabía que un parte siempre es peligroso y más si llega antes de tiempo. Sin decir nada simplemente comenzó a caminar hacia la casa de Jan a grandes zancadas (al menos grandes para él, no para los demás)

El mediano camina cabizbajo y triste, por su puesto que escucho la noticia del nuevo habitante del mundo pero eso era algo que el había visto en muchas ocasiones, había asistido a cientos de partos y después de un rato se pierde la emoción, ademas de que lo pequeños solían ser demasiado escandalosos para que el pudiese contar sus historias, por si fuera poco parecían tener un poder que hacia que todos pusieran atención en el pequeño e ignoraran al mediano...

El joven padre no contesta al ofrecimiento de Mikael y está poniéndose tenso a pasos agigantados. La chica sin embargo que parece mantener el temple más frío, coge a Mikael de la mano.

Venga deprisa, seguro que puede usted echar una mano para que mi sobrino nazca en perfecto estado.

Mikael se dirige tras la chica mientras el resto acude rápidamente. En el exterior de la casa hay mucho jaleo y salvo el clérigo y la chica los demás os quedáis fuera.

Al cabo de algo más de media hora se escucha un llanto y todo el muno irrumpe en aplausos y vítores hacia el padre, la madre y Mikael.

Uno de los granjeros que venía con vosotros comenta.

Bueno, parece que vamos a tener una fiesta esta noche, tenéis mucha suerte.

Al mediano se le a pasado el descorazonamiento y ya se encuentra de nuevo de humor, si bien se a mantenido fuera del lugar para dejar al clérigo trabajar a gusto ahora que ya escucha el llanto del pequeño se lanza corriendo a la habitación donde ve que ya todos respiran aliviados y felices de haber traído una nueva vida al mundo...

Perfecto!! un pequeño hasta yo soy mas grande que esa pequeña e indefensa criatura yo que ustedes le pondría como nombre Zenram por que en mas de una ocasión he salvado la vida al clérigo y si yo no le hubiera salvado la vida el no habría estado aquí para ayudar al parto ademas todos saben que Zenram no es un nombre muy común por estas tierras y seria un honor para ustedes el poder comenzar su difusión hasta que se convierta en el nombre mas usado para todos los individuos que vivan por aquí por que si viven por aquí y no lejos de este lugar quizá recuerden siempre el milagroso salvamento y nacimiento que un grupo de aventureros guiados por un hábil y extraordinario mediano lograron terminar por que ...

El clérigo se encuentra arremangado y chorreando sudor, sus manos recién lavadas para limpiarse las manchas de sangre. Aunque tenga experiencia con heridos y enfermos, es la primera vez que se enfrenta a un parto, y una sonrisa de satisfacción parece no poder borrarse de su rostro embobado. En cierto modo se siente responsable de la criatura que acaba de nacer, y probablemente después de vivir esto nunca vuelva a ser el mismo. Ya está empezando a plantearse el formar su propia familia después de retirarse de la vida de aventurero, cuando Zenram interrumpe sus pensamientos:

Tranquilo Zenram, dejales disfrutar un poco de su hijo antes de intentar convencerles de que le pongan tu nombre. Y hablando de su nombre, cuenten conmigo para bautizarle si deciden hacerlo bajo la protección de Bahamut, sería todo un honor para mi.

Y asegurándose por última vez de que la madre y el niño se encuentran en perfecto estado, se dirige con el resto de sus compañeros para dejar a los padres a solas con el recién nacido. Ya en la sala de espera agradece a todos sus vitores y decide unirse a la fiesta, después de algo así hasta el aceptaría tomar una copa o dos, de hecho casi que las necesita, a pesar de no estar muy acostumbrado al alcohol.

El mago se quedó un poco apartado de la gente cuando Mikael y el padre entraron. Siempre había pensado que todos sus conocimientos eran inútiles en el día a día de la gente y esta era otra ocasión que lo demostraba. Sin embargo, estaba orgulloso de compartir camino con alguien que podía suplir sus carencias, esa era una de las razones por las que había llegado a ser amigo de Mikael: se complementaban en conocimientos y creencias sobre el mundo y los dioses.

Entonces varios niños empezaron a rondar a los mayores, consiguiendo sacar de sus casillas a algún que otro progenitor. Ahí estaba su oportunidad. Con una palabra hizo que la punta de sus bastón se encendiera y eso llamó la atención de los pequeños y de algunos adultos, entonces comenzó a contar una historia del pasado utilizando las artes arcanas para dibujar elementos que le ayudaran en su narración.

...también hay que aprender a ayudar....

Merhin tampoco intervino en lo que ahora sucedía.

Pero no pudo preguntarse si el feliz padre los invitaría a cerveza.

La noche transcurre alegre y despreocupada y no podéis evitar iros a dormir con la sensación de que un acontecimiento como este no puede ser sino un buen presagio para vuestra aventura. Al amanecer partís de nuevo hacia Winterhaven. Enseguida os dais cuenta de que el camino va a estar bastante menos concurrido de aquí en adelante. Alejarse de la ciudad es lo que implica...