Partida Rol por web

Agamenón regresa a su refugio, algo frustrado por no haber sido capaz de entrar en el misterioso club. Sin embargo, por experiencia sabe que incluso los pequeños detalles son valiosos, y quizá lo poco que ha descubierto esta noche alguna vez le sea de utilidad: tiene localizado un club de vástagos y tres casas que podrían ser refugio de algún antiguo... no ha sido la noche más productiva de su no-vida, pero podría haber sido peor.

Con las precauciones habituales en él (comprobar que nadie le sigue ni le observa, dar rodeos, pasar desapercibido...), Agamenón entra en su refugio listo para descansar antes de la cita con Quasimodo... presiente que mañana será una noche larga.

Os encontráis en el Eliseo donde os conocisteis, este a diferencia de aquel día se encuentra vacío salvo por un Ghoul que es el que os ha dejado entrar. En la sala dónde os entrevistasteis con Quasimodo se encuentra él esperando. 

Sentado en un cómodo sofá os invita a sentaros en uno a juego que se encuentra dispuesto enfrente. No era exactamente así la decoración de la sala la vez anterior pero tampoco ha diferido demasiado, sigue estando diseñada a modo de privado en un club, con cómodos asientos y varias mesas auxiliares donde poder apoyar unas copas o un suculento bocado. 

- Biiiien, bieeen, bien ¡¡¡- ​ Las tres afirmaciones quedan algo cómicas en boca de un tartamudo, no obstante hoy parece que Quasimodo está de mejor humor que la última vez que os visteis. 

- Unnn placer, vooolveros aaa tener aaquí. Yyyy máaas auun cuaando lleeegais viiictoriosos deee vuestro cooometido. Deeee mooomento eeeesosss sobress os lo habéis gaaanado.  Dice mientras señala a la mesa que tenéis enfrente donde hay un par de sobres con vuestro nombre. Esss deee cuuurso leegal aaaquí en Paarís y ennnn lasss cooolonias, unnna peeequeña fooortuna para la maaayoría de los paaarisinos, se traaaata además de paaapel moooneda de 1718 del proopio Law. ¿Cóoomo fuuuee toodo?

Observo con incredulidad el sobre recibido de manos de Quasimodo. -Papel moneda, papel Francés... ¡¿pero qué diablos es esto?! Arrojo el sobre encima de la mesa intentando mantener la compostura. ¿Acaso creéis que esto me servirá ahí donde voy? Tras ajustarse el monóculo. Por favor, podeis llamar al servicio Quasimodo... tras un breve silencio. - Bien, eso a lo que llamáis dinero señalo el sobre ¿Puede ser cambiado por oro? 

Contesta amablemente a Alister:

- Seeñor Aaalister, noooo haaay prooooblema en caaambiarlo pooor lo queee usted deeese. Es diiinero válido que ústed poooodrá inveeeertir en loooo que creeea conveeeniente, es deeecir pueeeede coooomprar oooro o joooyas si aaaasí lo deeesea. Sooolo uuun conseeejo de uuun nooosferatu creeeeo queee yaaa es la moooneda del preeesente pero siiin duda lo seeera del fuuuuturo, poooor lo que sieeeempre es máaas fáaacil traaatar con la moooneda común yaaa que seeeerá aaaaceptada en máaas sitios. Deee tooodos mooodos mii intenciooón nooo es diiiscutir sooobre laas monedas o el papel.

Agamenón había permanecido silencioso tras los saludos pertinentes, a la espera de que Quasimodo les explique la situación. Cuando éste les hace entrega del dinero, Agamenón calcula mentalmente el valor de su parte. Conoce el papel moneda, y siente curiosidad por su manejo y el futuro que está comenzando a abrir. 

El Nosferatu se incorpora para tomar su "pequeña fortuna", sin duda la empleará bien.

Bien, gracias. Y ahora, Quasimodo, ¿tendría la bondad de explicarnos en qué asunto estamos metidos? Creo que no me equivoco al decir que ninguno de los presentes tenemos ganas de juegos, así que creo que es hora de conocer la verdad.

Tamborilea los dedos sobre su pierna derecha y se re-acomoda en el asiento. De forma calmada y cortés contesta a Agamenón

- Toooomaré eeeel interroooogatorio cooomo unaaa coooonfirmaaación deee quee no haaabeis teeenido proooblemas, sooois un poooco  iiimpeeertineeentes meee reeecordáis miiis tieeempos de mooortal. 

Coge unos guantes blancos de tela y se los pone, acto seguido se levanta y se dirige a un armario que se encuentra en el rincón de la sala y con una llave que saca de su bolsillo abre un cajón, y toma un pergamino. 

- Biiiien esteee eeesss uuuna cooopia deeel teeestamento de Looouis Laaa Caze. See que eees una cooopía poooorque fue un aliaaado mio quiiien eeescribió el oooriginal. Entre oootras modificaaaciones, nooo estaaaba incluiiida deeentro deeel teeestamento, laaa doooonación deeel cuaaadro de Reeembrandt aaal Looouvre. Paara poooder proootegeer laaa coooleción priiivada de mi amigo, tuve queee adelaaantarme aaaal iiinteeeresado pooor eeel cuuuadro. Vooosotros deeevolvisteis uuuuna reeeeplica deeeel cuadro, esteeee se piiinto sooobre un boooceto de Reeembrandt por lo que aaaaprovechamos laaa firma del boceto siiin vaaaalor por uuuna reeeeplica del cuuuadro oriiiiiginal, oooobteniendo aaasí dooos oriiiginales, el cuuuadro que ooos encoooontrasteeis en el Looouvre fue una cooopía raaapida, por eso eeeera neeecesario queeee lo reeecuperaráis aaantes dee que looss restauraaadores de la cooolección puuudieran vaaaaloraaarlo.

Vuelve al asiento tras dejar nuevamente el pergamino en el cajón.

Eeesta es laaa verdad¡. 

Tras un largo suspiro. –Bien, pues parece ser que hemos terminado los deberes. Carrapea. ¿O el destino nos depara alguna otra sorpresa señor Quasimodo?

Se queda unos segundos dubitativo ..

Creo quee no¡, alll menos en looo referenteeee  a vuuuestro úuultimo traabajo. Sooolo invitaaaros si aaasí lo deeeseais a fooormar paaarte de fooorma activa en laaas activiiidades de la Caaaamarilla de la ciuuudad. Eeeel príncipe eeen el último coooonsejo nos dio caaaarta blaaanca para proooponer nuuuuevos cooomponentes váaalidos. Yo oooos pooodría haaacer de meeecenas, eeen graaatitud por vuuuestro traaabajo.

Agamenón escucha atentamente las palabras de Quasimodo y sonríe, complacido. No sólo ha recibido la explicación que demandaba, sino que por primera vez el jorobado está hablando de algo que verdaderamente le puede interesar: participar de forma activa en las actividades de la Camarilla de la ciudad. Eso supondría entrar en un círculo selecto e incluso la posibilidad de tener acceso al príncipe y a mucha gente interesante. 

Sin duda sus palabras son interesantes, Quasimodo. Estaré encantado de ser presentado ante la sociedad Cainita de Paris para comenzar a participar en la actividades de la Camarilla. Contar con vuestro apoyo en tal introducción será de gran utilidad, así pues le agradezco la oferta y tendré la osadía de aceptarla. 

Tras unos largos minutos de meditación Alister rompe su silencio. – En lo de participar en las actividades de la camarilla en tan maravillosa ciudad suena bien. Pero mi corazón es escocés y sentimientos hacia mi tierra son fuertes... Pues grandes negocios tengo aun pendientes en mí añorada ciudad. Tras un leve carraspeo Ocupar dicho cargo supondría comprometerme al cien por cien con esta ciudad y en mi actual estado dudo que pudiera. Comprender buen Quasimodo, no me gustaría aceptar un puesto de tan alta categoría y al final no estar a la altura de las circunstancias...

Quasimodo agradece vuestra sinceridad, y prepara a Agamenón un poder escrito para que se presente ante el marqués Honore en la iglesia de Saint Pierre (Montmartre) dentro de dos noches, también invita a Alister a que acompañe a Agamenón ya que a pesar de que no tenga pensado cambiar su residencia por tiempo prolongado, nunca está de más tener algún conocido con influencia notoria en la ciudad. 

-Bien, señor Agamenón me alegra de vuestra decisión y que paséis a formar parte de tan selecto grupo... Me refiero a la camarilla, por supuesto. Me quito el monóculo y lo limpio concienzudamente y con una sonrisa añade. ¡¿Quién sabe?! quizá con los años dominéis el parisino. Se ajusta el monóculo en su ojo izquierdo y con una sonrisa añade. Sinceramente, yo no me veo hablando francés.

Agamenón sonríe ante las palabras de Alister

La verdad amigo, esta no es mi tierra y no pretendo quedarme permanentemente...pero no me negará, señor Talmat, que nunca está de más conseguir contactos en una ciudad tan interesante como esta.

Agamenón hace una pequeña pausa antes de continuar

¿qué opina de la ciudad y sus habitantes? puede que hayamos tenido algún problema con Quasimodo, pero ahora parece más razonable, ¿no es asi?

- Quasimodo a obtenido lo que quería de nosotros. Y respecto a los habitantes de la ciudad, pues poco trato por no decir nulo el que he tenido...

Y si, nunca viene mal tener contactos en una ciudad como esta. Sonrio Pero ya sabes buen Agamenón, las amistades hay que cuidarlas y a que precio me encojo de hombros eso solo lo sabe el tiempo.

Después de una amena charla y cambio de opiniones sobre la sociedad parisina, al cabo de unos días ambos terminan entrevistándose con Honore. En un principio la entrevista es protocolaría y para presentarse al "principe" en funciones de la ciudad.

Aunque la entrevista debería haberse ejecutado en Montmartre (en la iglesia de Saint Pierre para ser exactos) Honore tenía que ver y tratar unos "asuntos" con Quasimodo, por lo que quedáis en un caserón cercano a la catedral de Notre Dame, allí tras las presentaciones pertinentes que os realiza Quasimodo os deja en un salón a solas con Honoré.

- Bueno siempre me han fascinado los miembros del clan nosferatu, y lo útiles que pueden ser para la sociedad. Por eso las puertas de Parías están abiertas para vosotros y mis oídos bien abiertos para aquello que os inquieta. Contarme, cómo está siendo vuestra estancia en la ciudad, ¿puedo hacer algo para hacerla más confortable?

- Pues de lo más exquisita y peculiar añade mientras se quita el sombrero. Aunque aún no consigo hacerme con el idioma, la verdad sea dicha... Y eso dificulta el entendimiento.

Por otro lado, no me gustaría prolongar mucho la estancia en Paris, pues tengo asuntos pendientes en mis tierras... Por favor, no os lo toméis a mal.