Partida Rol por web

Avanzo un poco hasta estar cara a cara de ellos y miro hacia la misma dirección de ellos por un instante, era raro saber que ahora mismo no podian ni verme ni oirme, una lastima, tenia un par de expresiones bonitas preparada para mis "amigos"; la verdad ews que ahora que se fijaba, si, habian cambiado bastante pese al poco tiempo que habia pasado...

---No me da miedo la Oscuridad...de hecho, la prefiero antes de que Luz, esta últiam es cruel y juega con los sentimientos de las personas, sí la luz es buena y todo eso ¿por que siempre he vivido en la Oscuridad? Cada vez que veo a mis compañeros  una frase cruza mis pensamientos " No es Justo" y toda esa rabia que siento, ese odio hacia ellos es simplemente la envidia de saber que ellos no se han criado en un lugar donde todas las horas de descanso te perseguian  las pesadillas de las criaturas de la noche o pensabas antes de caer dormido que este quizas sea tu último descanso y no despertarás...- comento en voz alta al desconocido- Y de pronto me sacaron a un mundo donde hay luz y calor y no hay ningun peligro y descubro que hay más mundos de luz donde la gente es feliz como mis compañeros que hablan felizmente de sus mundos tranquilos...y lo primero que te hacen es "atarte" limitando tús movimientos....es como un ciego al que de pronto, tras años de estar solo en la oscuridad, le devuelven la vista y ve que hay un universo entero fuera y que tú eres el único que has estado encerrado mientras que lso otros han podido verlo...y ahora que puedes verlo...no te dejan viajar libremente...eso es lo que odio y detesto...lo que me han hecho a mi...

Resoplo enfadado ante ese momento de "debilidad" y levanto la cabeza

---Bueno¿ me llevas de una **ta vez al último piso o me vas a tener dando vueltas todo el rato? Empiezo a cansarme de todo esto

La voz se queda en silencio durante algunos minutos tras tu confesión, sin manifestarse, mientras seguías observando las imágenes de tus compañeros. De repente, rompiendo aquel incomodo silencio, la misma voz vuelve a sonar.

-Te ha costado, pero al final te has sincerado. Supongo que es lógico, la aceptación es lo más dificil ante la elección del destino...

Tras unos segundos más de silencio, la voz vuelve a proclamarse.

-Tu camino ha sido fijado. Esta será tu última prueba. Recuerda, cuanto mayor es la luz, más grande es la sombra que se proyecta.

De pronto, tus compañeros empiezan a oscurecerse y a rodearse de un aura oscura. Empiezan a crecer y a crecer, a la vez de tornarse negros; poco a poco, van cambiando de forma hasta adoptar la forma de una gran sombra de ojos amarillos con un gran vacío en el pecho en forma de corazón.

Los cuatro se te quedan mirando, y de pronto se unen entre si, conformando un  ser aún más grande, pero de las mismas características físicas que los anteriores. La gran sombra se te queda mirando, y parece dispuesta a atacarte tan pronto reacciona ante tu presencia.

Por fin se ponía interesante,como único movimiento invoqué la llave espada y la lancé hacia la mole,la llave hizo un arco a la vez que golpeaba repetidamente a la mole.

Los golpes son contundentes, pero la sombra ni se inmuta por los ataques realizados. Tratas de darle tu mejor golpe y de aturdirlo, pero muestra una gran resistencia al mismo, dado a que trata de atacarte igualmente. Primeramente trata de cogerte con su gran mano, pero es lento moviendose. Ves a través de sus ataques y tratas de esquivarlo, pero parecía estar jugando contigo, pues rápidamente cierra el puño de su otra mano y cargándolo de energía oscura, propina un rápido puñetazo contra el suelo, golpeándote con su onda expansiva y tirándote hacia atrás.

La sombra introduce su puño dentro del suelo, creando un vórtice oscuro a su alrededor. Del mismo empiezan a surgir pequeñas sombras, sincorazones simples. Por le momento surgen solo dos de ellos, que te miran inquietos y curiosos.

El golpe que recibo es tremendo haciendo que vuele por los aires y perdiendo la llave de mi mano, el golpe de deja aturdido pero quizas sea por la esperiencia pero me levanto rápidamente y todavia mareado recupero la llave espada aunque por desgracia pierdo bastante tiempo en recuperarla

Las pequeñas sombras tratan de arañarte desesperadamente, a la vez que el gran sincorazón parecía aullar, sacando pecho arrodillándose para quedarse canalizando una extraña magia en el agujero de su pecho. Por el momento, solo se limita a hacer eso. Pero las sombras no querían darte tregua.

No escuchais respuesta alguna. De la voz, pero seguíais encontrandoos en aquel lugar. Era como si el tiempo se hubiera detenido, pero ellos seguían interactuando. Para ellos, era como si nada de eso importase.

Por un segundo, os parece escuchar un grito de Rin, aunque muy a la lejanía, y recordaba más a un grito de guerra que a un grito de peligro.

Nada. Habíamos sido completamente ignoradas. Tal vez aquél era el juego al que nos habíamos comprometido para recuperar lo que buscábamos.

Al oir el grito de Rin, muevo los ojos con prisa buscando su origen como si ellos entendieran más que mis oídos, y mano busca acariciar la de Yume.

— Es Rin —informo con la espalda cuadrada—. Metiendose en lios —reprocho pero mis pies ya han arrancado hacia ese grito, esta vez, sin preguntar a Yume si vendrá conmigo.

-Rin...- Su voz, perdida en la distancia, se encuentra cargada de ira. Es el único sonido que rompe el por lo demás denso silencio que los encapuchados no han decidido levantar.

El descubrimiento hace que Kora avance, veloz, casi como si una fuerza invisible tirara de ella. Por inercia, la sigo igualmente, si bien la menor emoción de mis pasos hace que me mantenga rezagada, como una sombra negra a la espalda de la chica. Él únicamente es importante en la medida en que a ella le importa. Su suerte, sin embargo, no genera ninguna clase de respuesta en mi corazón mudo.

Avanzáis hasta el lugar en donde escuchásteis el grito, pero no veis nada y nadie, a parte de las cercanías del castillo Alvel. Era como si estuvierais en otra dimensión, o mundo paralelo. O quizás dentro del naipe. No sabríais decirlo con exactitud, pero lo que es seguro es que estabais justo en el lugar del que procedia aquel grito. Justo entonces escuchasteis otro grito, aunque esta vez sonaba más a queja o gemido de dolor. La voz procedía del mismo sitio, pero extrañamente no parecía haber nadie.

La cadena parecía reaccionar ante algo, pues notabas calor y además aquel brillo característico.

La cosa comenzaba a enturbiarse, los enemigos no dejaban de atacar, mientras uno atacaba los otros atacaban sin cesar, logré esquivar uno pero otro logró golpearme.

---Agh, maldita sea ¿esque no podeis dejarme en paz?- digo golpeando a la sombra  que me habia atacado

Cuando llega el nuevo grito mi corazón se agita y vuelvo a poner un pie en mi antiguo yo, perdida busco frenéticamente con los ojos a Rin y mi mano huye al consuelo del jersey de Faile que ahora es la mano de Yume. Y aunque echo de menos a mi prima, la proximidad de esa chica que hace apenas unos días era la desconocida de la bufanda roja y descalzada se me antoja más cálida y me llena de la fuerza que necesito para no dejar de buscar a nuestro compañero. Para decidirme a encontrarle antes de que sea tarde.

— ¡Rin! —grito apretando mi mano en la de Yume para asegurarme que no la pierdo a ella también— ¡Rin! —vuelvo a llamarle y tras un segundo vuelvo a insistir con su nombre sacando la cadena obscurita de mi bolsillo que emite una tenue luz.

Y con ella en la mano mis ojos buscan a Yume con más preguntas de las que puedo procesar —Encontraremos tus recuerdos —prometo una vez más para recordarme a mi misma que todo merecerá el precio—.

"---Agh, maldita sea ¿es que no podeis dejarme en paz?"

Escuchais a Rin decir eso. Indudablemente era su voz, pero no parecía estar allí. Tras aquello, le escucháis quejarse de dolor. Parecía que estaba batallando contra algo por los ruidos que escuchabais.

Golpeas y aniquilas a la sombra de un potente combo, pero la otra no te dejaría en paz por mucho que se lo pidieras. Se lanza con garras a por ti, saltando encima tuyo y arañándote con todo lo que tiene.

De pronto, en medio de todo el fragor de la batalla, escuchas una voz conocida. A pesar de no escucharla del todo bien, jurarías que era la voz de Kora.

"— ¡Rin! ¡Rin!"

Por su lado, el lado oscuro se te queda mirando , a la vez que sigue arrodillado y cargando energía en su agujero con forma de corazón, preparandose para el inminente ataque.

El amuleto cada vez brillaba y calentaba más, hasta el punto de notarlo lo suficientemente caliente como para que te acabara quemando si lo sostenías demasiado.

---¡Oh, venga ya! ¿enserio?- digo malhumorado mientras bloqueo un ataque ¿acaso trataban de distraerme? Pues  me aprovecharia de ello...- ¡No sé sí eres una ilusión o algo por el estilo pero eres muy inoportuna, ando algo liado con un bicho enorme aqui! Así que vete  o echame una mano pero seguro que conociendote te quedarás comiendome la oreja...

El "truco" funcionó en cierta manera y el desprecio que sentia por Kora lo manifesté, con un rápido giro lancé mi llave espada contra la enorme mole de oscuridad mientras salia corriendo alejandome de la sombra, despues de golpearla salté para recogerla y con un rápido movimiento la lancé contra la sombra que quedaba

Ambas escuchais lo siguiente con la misma voz de Rin. Esta vez, no quedaba la menor duda de que era vuestro "compañero".

"---¡Oh, venga ya! ¿enserio?- *malhumorado* -¡No sé sí eres una ilusión o algo por el estilo pero eres muy inoportuna, ando algo liado con un bicho enorme aqui! Así que vete  o echame una mano pero seguro que conociendote te quedarás comiendome la oreja..."

La sombra que te había atacado explota en oscuridad al recibir varios impactos de tu llave espada. A su vez, la reacción de tu cuerpo para embestir con estocadas veloces cada vez era mejor, y consigues realizar un ataque perfecto, tal y como debería ejecutarse. La gran sombra parece retorcerse tras recibir los impactos, pero eso no le impide acabar de cargar una extraña bola violacea cargada de rayos que emanaba del agujero de su pecho. Tras aquello, el oscuro ente empieza a realizar su ataque, y de la gran bola de energía oscura, salen otras más pequeñas y teledirigidas que van a por ti, tratando de impactar a la vez que te persiguen. Tras acabar, la sombra vuelve a alzarse sobre sus rodillas, para continuar atacandote sin parar hasta acabar contigo.

La queja de Rin me saca una sonrisa, y mis pupilas se dilatan mirando más allá del horizonte. Centro mi atención en mis oídos, aunque la mitad de ésta está repartida entre mis manos: sintiendo en una Yume y queriendo quedarme a su lado, y, en la otra siento el calor de la cadena aumentar reclamando una libertad que no puedo darle. Sé que puede quemarme, lo intuyo por la velocidad en que aumenta su temperatura pero no puedo dejarla caer, Yen Sid hizo de ella mi carga y guardo en ella la promesa que le hice a Hayato. Lo arreglaré, lo arreglaré todo.

Aprieto mi puño alrededor de ese fuego y por el dolor invoco mi llave espada en un acto reflejo que encaja con la ayuda que Rin pide a su manera.

— ¡Para! —grito hacia arriba buscando alcanzar al encapuchado y guardo la cadena en mi bolsillo— ¡No toques a Rin! Dános los recuerdos y sácanos de aquí —exijo apretando tanto mi puño alrededor de la empuñadura de Flame que mis nudillos se vuelven blancos, y conteniéndome para no apretar del mismo modo la mano de mi amiga—. Sácanos ya —digo marcando cada palabra con contundencia—.