Partida Rol por web

Tras salir del portal lo primero con lo que te encuentras al pisar aquella roca que denotabas a tus pies fue una gran puerta metida en una montaña. Tras contemplarla unos segundos fijandote también en el negro cielo que decoraba aquella escena, Aqua al fin cruza el portal y este se cierra trás vosotros. - Impresionante ¿verdad? La puerta más grande de este mundo. Bienvenido al reino de los Espers, tu hogar. - Entonces  Aqua te explicó algunas cosas basicas - Este mundo está compuesto de dos partes, la parte humana, que comienza tras el final del puente - dice señalando atras a un pequeño puente que separa el monticulo donde estais de un continente en el vacio - y la parte Esper que comienza a partir de esta puerta.

- Este mundo está inclinado a ser parte de la oscuridad, su mayor parte, la parte Esper, contiene cantidades ingentes de oscuridad y... la única vez que pudimos hacer frente a aquella tienebla fue cuando conseguí cerrar la cerradura de este mundo. Por tanto la única manera de abrir esta puerta... soy yo. - Te miró con tristeza y ternura en su mirada antes de proseguir - Por lo tanto, el único obstaculo que queda ante ti y tu historia original, es esta puerta. ¿Estás preparado para afrontarlo?

El contemplar aquel lugar me daba una sensación extraña, en cierta forma sentía pertenencia pero por otro lado era un lugar desconocido.

Escuché con atención las palabras de Aqua para volver a mirar la puerta, lo primero que había visto apenas llegamos.

-Entiendo y estoy listo, aunque lo que dices quiere decir que vamos a tener que abrirnos camino a base de combates contra legiones de oscuridad...-

Aqua niega - No, hace mucho tiempo que las legiones de la oscuridad como tu dices están controladas. El rango de este mundo es de rango 9 pero es por lo que contiene esta puerta, cientos y cientos de Espers, algunos malignos, otros destructores, y algunos que sembrarían el caos si estuvieran libres, y aún así no están todos tras la puerta, los más inofensivos siguen ocultos en alguna parte de este mundo. Pero hemos venido a ver a quien sería tu padre, Carbuncle, y a pesar de que hay dos formas del mismo esper, esta es la única capaz de engendrar un hijo.

Aqua entonces dió varios pasos para acariciar la puerta cerrando los ojos. - Parece que ahí dentro... todo sigue igual. Echate unos pasos para atrás Fudo, tu no tendrás problemas ahí dentro al ser semiesper, pero yo necesito algo de protección. - Y una vez te retiraste Aqua golpeó la manga izquierda que tenía forma de armadura, dando una pasada con la palma de la mano. Al instante una armadura comenzó a surgir y a envolver a Aqua hasta cada parte de su cuerpo desapareció trás aquella armadura. - Ahora estamos listos. - Invocó entonces su llave espada y la alzó al cielo. La punta de esta comenzó a brillar conjunto a la puerta y un pequeño portal diferente al que usasteis antes, se abrio al pie de aquella puerta - Adelante, y no temás con la tierra que verás.

Levanté una ceja en cuanto dijo que mi padre podría ser Carbuncle, aquel animalito verde con la gema en la frente? Sinceramente no me lo imaginaba haciendo un hijo con una humana.

Quizás tenía esa teoría porque la joya se adhirió a mi pecho, pero esperaba que no fuera por ser hijo de ese bichito si no por alguna otra cosa, aunque en ese momento no recordaba exactamente algún otro esper con cristales en el cuerpo, salvo Shiva pero ella era toda cristal al ser de hielo/diamante.

Tras ver como Aqua se ponía su armadura asentí y me acerqué a abrir la puerta.

Tras atravesar la puerta comienzas a tener una sensación de Dejavu. Un paramo desolado se extiende a tu alrededor, desde tu visión en un monticulo elevado y haciendo juego con el cielo rojizo oscuro del ambiente. Alrededor del paramo había seres extraños a cada cual más horrendo, o más poderoso. Aqua finalmente atravesó la puerta - Impresionante ¿verdad? Esos son Espers y si, pertenecen a la oscuridad, a menos que sean capaces de asignarse a un humano. Básicamente aquí se guardan los más peligrosos.

Ahora uno de ellos gruñia mientras Aqua avanza ba al filo del monticulo. Otros tanto imitaban al primero, mostrando así la ira de los Esper. - Iremos directos a ver a Carbuncle - lanzó la llave espada al cielo y esta volvió formada como una nave - Vamos, agarrate fuerte - Y una vez estuvieras subido empezó a navegar por aquel Paramo durante cierto rato.

Una vez habiais llegado Aqua recupera su llave y habían unos cuantos Esper mirandoos. -  Carbuncle está por allí - Y entonces algo extraño hizo que Aqua cambiara su mirada al lado contrario - Fudo, ve tu. Eres semiesper, los Esper no te harán nada sin que les dé permiso tu padre, así que tienes una ventaja. Ve con el y aclara tu pasado. - Dijo justo antes de irse en contradirección

Miré a aquellos seres en aquel lugar, un lugar que me daba sentimientos encontrados y pese a no ser especialmente bonito guardaba cierta belleza.

Me agarré fuerte de la nave creada por Aqua y mientras avanzábamos iba mirando el lugar, en todos lados había Espers que nos miraban y rugían, pero todavía no atacaban, analizando si eramos una amenaza o no.

Al llegar al lugar de destino bajé de la nave y escuché con atención, asentí a sus palabras y comencé a caminar, aunque me frené en el lugar.

-Sólo no vayas a morir, de acuerdo?- le dije a Aqua antes de seguir caminando, con algo de temor, pero sin duda en mi expresión.

Aqua se volvió cuando le decías aquello. No podías verle la cara pero por su gesto y el tono de la voz que tenía al hablarte, pudiste notar que esbozaba una sonrisa - Se nota que aunque seas un semiesper, tus raices humanas te son fuertes. No te preocupes, volveré, creeme. Pero Fudo tu... Hagas lo que hagas, escojas lo que escojas, sigue tu corazón y se fiel a ti mismo y... Ten cuidado - Y tras aquello se fue corriendo y saltando sobre los Espers.

Ahora estabas solo, y con algunos Esper lejos. Por suerte tu camino era simple y cercano, tras una serie de pasos dados en la tierra encontraste una pequeña elevación en la cual había una cueva, y alrededor del perfil de la entrada había unos  simbolos como si estos destacaran la entrada a una especie de templo o algo similar. Algunos Espers estaban cerca y esperaban que entraras, por alguna razón aunque parecían tener sed de sangre, algo les hacía contenerse.

Según entras en aquella cueva, antorchas iluminaban el camino pero al girar la esquina y sin verlo venir, un gran golep te devolvió fuera de esta. Todos los Esper de alrededor reian y celebraban dicho golpe, y mientras del interior de la cueva salía el autor de tu golpe... Era Carbuncle, o al menos parecía el Carbuncle que tu conocías, pero si le hubieran poseido veinte demonios o le hubieran dado cientos de esteroides - Que escoria humana ha tratado de adentrarse en el culto de los Esper - dijo con una voz gutural que no parecía salir de sus... fauces si se puede llamar de alguna forma, al salir y mirarte como a un insignificante gusano - Vaya... pero si no es un humano... aunque tampoco se parece a aquella semiEsper... - Se pasó unos segundos mirandote desde un lado y de otro hasta que se centró en tu pecho el cual aunque tuvieras cubierto el parecía verlo - ¡JO! Esto si que es una sorpresa, así que tu has venido hasta aquí... - mira alrededor por encima de los demás Espers - ...solo... ¿a buscarme? ¿Qué quieres? ¿Matarme, apoderarte de mi poder? Dime que no eres una nenaza y has venido aquí para conocerme, no tengo tiempo para perderlo con hijos ilegitimos.

Aqua dijo que siguiera a mi corazón...

-Si es lo que quieres eso tendrás- dije haciéndo aparecer mi mazo de cartas - hasta ahora los Sin Corazón me han aburrido, si quieres pelear , siendo un Esper espero que seas un desafío-

Si mi padre no me quería conocer y en evidencia no le importaba, no me preocupaba, me había manejado solo hasta este momento y podía seguir haciéndolo, aunque resultaba interesante el saber que se refirió a la palabra hijos ilegítimos en plural, por lo que era posible que tuviera algunos hermanos.

Carbuncle te golpeó de nuevo y te tumbó contra el suelo poniendo una pata delantera encima tuyo y acercando la cabeza lo más posible a la tuya - Humano, no me amenaces con una batalla que no puedes ganar. Aún siendo mi hijo, estás a eones de poder si quiera hacerme frente. Todavía si fueras un Esper tendrías alguna posibilidad de hacerme algo de daño, pero tal cual estás con tu tamaño de medio bocado apenas si eres algo a lo que menospreciar, así que andate con ojo chico, o no tendré piedad de ti. - Quitó después de tal discurso la pata sobre tí y retrocedió varios pasos.

Aún notabas la fuerza y el peso que había puesto sobre tí en tu cuerpo y levantarte ahora te costaría más pero el no se había ido todavía - Última oportunidad ¿Qué haces aquí? Y espero que no vuelvas a querer gastar mi tiempo - Ahora se mostraba algo más sereno pero de igual forma furioso.

Sonreí de costado mientras me levantaba, ciertamente podría arrancarme la cabeza de medio bocado si se lo proponía.

Sentado en el piso miré a Carbuncle.

-Vine aquí a conocer mi origen, no necesito que me reconozcas como padre, ni siquiera necesito que me digas quién es mi madre porque es probable que ni siquiera te acuerdes, pero necesito saber que puedo hacer, qué debo hacer para desarrollarme- abrí la ropa para mostrar la gema - hay un ser muy parecido a mi que carga gemas de distintos colores incluso...-

Cuando dijiste que querías conocer tus origenes y lo de tu madre notaste como algunos Espers detrás tuyo comenzaban a reir, mientras que algunos de delante a derecha e izquierda ponían cierta cara de preocupación - ¿Conocer tu origen? ¿Saber quien es tu madre? Je. Eres un semiesper, tu origen no existe. Tu madre tampoco. - Dijo con cierta rabia que no discernías de donde provenía - Los humanos que vienen aquí se vuelven esclavos para nosotros, solo los usamos para proquear Esper más fuertes y para usarlo de nexo con el mundo que nos tiene encerrados, pero ninguno de los que han entrado han vuelto jamás al mismo mundo de afuera. Tu madre... murió al darte a luz, y como naciste como humano te enviamos fuera de nuestro mundo, un SemiEsper humano no tiene cabida aquí.

Cuando fuiste a abrirte la camiseta gruñó con ira - TAPATE ESO. No necesito ver la imitación aberrante que tienes en el pecho. ¿Quieres aprender a desarrollarte? JA. Sé lo de ese contrario a tí, pero desde luego no te voy a ayudar a ser como él para que acarrees con sus actos egoista - Parecía que más bien pensaba que al enseñarte a desarrollar aquellos poderes que te daban las gemas, haría que te volvieras como tu forma contraria perversa y egoista, y no quería que ocurriera eso contigo.

Notabas realmente una extraña dualidad en Carbuncle, por un lado su aspecto fiero denotaba un aspecto cruel, vengativo y sin piedad, pero por otro lado con temas especificos, parecía ser más blando, protector o incluso melancolico. ¿Qué era exactamente lo que le pasaba a Carbuncle para actuar de aquella manera?

Me tapé la gema roja en cuanto me dijo y note como se ponía en cuanto se tocaban algunos temas.

-No tengo interés alguno en hacerme poderoso para alcanzar mis metas, porque de hecho, no tengo ninguna meta, ya se lo que soy por ende podría irme en paz, pero siempre me atrajo el conocimiento de lo desconocido. Estoy con un grupo de gente de lo más variado e interesante, proveniente de muchos mundos, algunos incluso dominan la llave-espada, pero a mi eso no me interesa, no creo en lo malo y lo bueno, creo que todos somos seres de luz y oscuridad y entender eso es en lo que radica el verdadero poder y la verdadera naturaleza. Si no quieres enseñarme aprenderé por mi cuenta, eso es todo, no tengo nada en contra tuya ni de ninguno de los que están aquí, ni conozco la guerra que haya habido entre ustedes y los humanos, se lo que representan y lo agradezco, como agradezco también el poder que prestaron y prestan a otros de los demás mundos. Si en algún momento tenemos que pelear del mismo lado lo haré, como si tenemos que pelear en contra, yo soy así, dual- miré en ese momento a Carbuncle- como tú-

Justo cuando dijistes tus últimas palabras una bola de fuego te asaltó desde el lado. Carbuncle se quedó estatico en su asiento mientras que Ifrit o una forma similar a el, iba a por ti atacandote con fuego. Ifrit ansiosó rió - Ja, ja, ja. Que ganas de destrozar al fin a un humano. - Y de repente gruñó sin motivo a Carbuncle - Bueno, al menos serás un buen sparring hasta que caigas en redondo, jamás sabrás usar ese poder. - Y entonces corriendo a cuatro patas Ifrit fue a por tí. Parecía que Carbuncle había decidido sin tí el que hacer, y era obvio que trataba de hacer que por ti mismo descubrieras como activar el poder que tenías en tu interior.

Al ver venir a Ifrit comencé a retroceder unos pasos, en cuanto vi venir la bola de fuego contra mi crucé mis brazos por delante de mi pecho y fuí lanzado hacía atrás, abrí los brazos para despejar el fuego notando las quemaduras en ellos.

Chasquee los dientes mientras lo seguía viendo venir.

Otra bola de fuego impactó en tu cuerpo enviandote no solo para atrás sino también para abajo pues había un pequeño acantilado por el cual rodaste un poco. Varios esper corrieron a ver como continuaría la batalla, pero Carbuncle parecía seguir sin inmutarse. Antes de que siquiera puedas recuperarte, Ifrit ya estaba allí de nuevo preparado para lanzarte otra bola con su risa sadica

Sentí el golpe, me aparté hacía atrás y al caer rodee varias veces para volver a levantarme con el mismo impulso.

Cuándo levanté el rostro vi venir otra bola de fuego, esta vez cerré más la guardia y sentí como me levantó, aparté los brazos de nuevo y me palmee los ante brazos que despedían pequeñas llamas.

Qué es lo que tratas que haga?

Iba a sacar el mazo sin embargo otra bola de fuego venía.

La bola de fuego volvió a impactarte y te hizo rodar por el suelo haciendo que tu mazo saliera despedido para un lado. De un salto Ifrit se puso frente tuyo preparando una bola de fuego más - Eres carnaza, no sirves para nada, y voy a saborear cada centimetro de tu piel al morderla poco a poco. - Decía mientras el fuego se cargaba en su boca.

El sentirte tan impotente solo te hacía que te cabrearas más y más, sobre todo ante las palabras de Ifrit. Pero al fín viste un movimiento de Carbuncle. Sus ojos te miraban, seguían en la misma posición pero parecía que estaba esperando algo de tí que no lograbas

Al ver venir la bola de fuego esta vez fruncí el ceño y me enojé, mientras sentía como la esfera roja en mi pecho comenzaba a brillar.

Al llenarte de tanta ira hacia Ifrit, concentraste todo tu poder en un punto, sin siquiera quererlo. Ifrit entonces lanzó su bola de fuego hacia ti y justo en el momento en el que iba a impactar, un fulgor rojo te envolvió de tal forma que hizo que tanto tu piel como tus ropas empezaran a cambiar notablemente. Ahora tenías una piel verdosa o más bien pelaje por alla donde estaba tu ropa y pelo, garras en las manos y el rubí que adornaba tu pecho se redujo y se puso en tu frente.

La bola de fuego estaba detenida justo enfrente de ti por una barrera invisible y en el momento final de tu transformación esta se ve devuelta contra Ifrit haciendo que salga despedido al monticulo de donde antes te habia tirado. Entonces como venganza ibas a ir tras el, saltaste incluso el doble de alto que normalmente lo hacías y te colocaste a escasos metros de el, pero entonces Carbuncle os detuvo - PARAD - Fue entonces cuando te diste cuenta de tu transformación. - Parece que lo has logrado. Ya tienes lo que querías ¿satisfecho? Increiblemente, si que pareces tener el espiritu de un Esper en tu interior. - Te dijo Carbuncle al verte cual bestia igual a los demás

Al darme cuenta de lo que había hecho me sentí poderoso, pude ver mis garras y mis rasgos y por primera vez me iba a lanzar al combate físico, sin embargo mi padre en ese momento me detuvo.

Miré a Ifrit y respiré fuerte buscando calmarme.

-Así es- respondí - ya no me puedes negar- busqué tranquilizarme para volver a mi estado original- gracias por esto- comenté para comenzar a irme, no creía que Carbuncle quisiera decirme nada más, por lo que tomé mi baraja y la hice desaparecer mientras me dirigía hacía la entrada.