Partida Rol por web

Carbuncle hizo un aspaviento cuando cogiste tu baraja - Aún tienes mucho que aprender Fudo. - Y cuando te volviste a mirarlo viste que su gema cambió a una verde - Pero si quieres aprenderlo tendrás que obtenerlo en tu viaje. Ahora sal de aquí antes de que... - Un fulgor cortó las palabras de Carbuncle el cual venía de la dirección por donde entrasteis. Ese fulgor era morado y acompañaba a un grito de horror femenino. ¿Podría ser Aqua? Pero Aqua estaba cerca tuyo, no en la puerta.

Pero lo peor no era eso lo peor era lo que uno de los Espers gritó - SE ESTÁ ABRIENDO LA PUERTA -  y todos los Espers salieron en despedidos a salir por aquella puerta. Ahora sabías que algo malo había pasado. Según las palabras de Aqua, esa puerta la controlaba ella. O algo malo le había pasado a ella, o alguien ajeno había logrado abrirla

Esa energía violácea...acaso sería alguien que dominase la oscuridad?

No tenía tiempo para ponerme a pensar en ello, por lo que comencé a correr hacía la puerta.

Confiaré en Aqua, debe de estar bien...

Corriendo vas como puedes avanzando hacia el fulgor violeta y en una de las colinas que empezabas a subir, viste a Aqua tirada en el suelo aún con la armadura. El fulgor aún proseguía junto al grito.

Al ver a Aqua tirada en el suelo me acerqué y la tomé en brazos, buscando retirarle el casco para ver si aún respiraba mientras observaba como todos los espers comenzaban a escapar.

Al acercarte a ella ves como su llave espada está clavada a pocos metros de ella en el suelo, mientras que su armadura tenía mucha oscuridad y algunos arañazos. Al llegar a ella y tras unos intentos de forzar el casco, al final conseguiste sacarselo. Tenía un hilo de sangre saliendole de la boca mientras que esta abría los ojos mirandote - No puede ser... - Parece que no solo te veía a tí. También veía el fulgor morado. - No he podido contener a unos Espers que estaban luchando contra sincorazon... lo raro es que hacen los sincorazón aquí Fudo... no deberían de estar aquí... Aunque supongo que eso ya no importa - Y miró de nuevo a la puerta e intentó incorporarse - La puerta se abrió... los Espers... Tengo que sacarte de aquí. Este nivel de este mundo subirá enormemente y no puedo dejar que te expongas a ello. - Realmente aunque tuviera que hacerlo, no la veias con fuerzas de hacerlo. La puerta habría que cerrarla y lo sabías, sino a saber que podría ocurrir, pero lo de lo sincorazón y el fulgor aún te llamaban la atención. Sin embargo aún Aqua tenía razón si aquello iba a ponerse tan horrible. Fuera lo que fuera, Aqua no podía obligarte, tendrías que tomar una decisión

La situación era algo desesperada, si Aqua había quedado así siendo una de los Maestros entonces yo no tenía oportunidad ni aún con el nuevo poder que había adquirido.

Miré la puerta y el fulgor violáceo mientras la ayudaba a levantarse cargándola por encima del hombro.

-Los espers quieren salir al mundo- noté como quería avanzar pero no podía, en ese momento la dejé con cuidado nuevamente en el suelo- yo lo haré- dije caminando hacía su llave espada clavada en el suelo.

Nunca me interesó ser portador de una, pero si alguna deseo poder usar una, ese momento es ahora...

Con decisión tomé la llave espada, esperando a ver que pasaría.

Tras dejar de nuevo a Aqua en el suelo y recoger su llave espada la empuñaste con fuerza pero... No ocurría nada. Tenías la llave espada en las manos pero nada, ni un brillo, ni un movimiento, nada... Pero Aqua parecía mirarte con curiosidad y firmeza, tanto que tan solo te dió una orden - Fudo, cierra la puerta. No mires atrás. Si esa puerta no se sella, este mundo caerá en la más profunda oscuridad. Usala, usa mi llave espada para ello. - El trayecto era largo y duro, pero parecía que ahora con la llave espada de Aqua en mano, podías llegar hasta la puerta.

Con la llave espada de Aqua en la mano y la orden que ella me dió presente en mi cabeza, tomé aire y comencé a correr.

Veía espers correr por todos lados buscando cruzar la puerta, algunos incluso lo estaban haciendo y eso era lo que tenía que evitar.

Corriendo a la par de ellos di un salto y pisé a algunos para abrirme camino, estaba claro que no iban a querer que cierre la puerta por lo que los ataques no tardaron en venir, de un salto esquivé una bola de energía al caer pasé por debajo de las piernas de otro y finalmente di un golpe con la llave espada para cubrir un garrazo, para luego golpear el suelo e impulsarme de un salto cayendo delante de la puerta.

Ahora, cómo se supone que lo haga?

Mirando la puerta afirmé el agarre, recordando lo que habían hecho Noctis, Zayna y el Mogurí en la última misión.

Habias conseguido llegar hasta la puerta, recorriendo mucho camino, con dificultades y obstaculos y sobre todo con fieras que iban a destrozarte si perdías la concentración, pero con mucho temple conseguiste llegar al final.

Trataste de hallar una forma para sellar la puerta, recordaste como lo hicieron tus compañeros y alzaste la llave en dirección a la puerta, entonces parecía que esta se iluminaba y por un momento miraste el otro lado de la puerta y un payaso estaba riendose de su plan mientras otros estaban en el puente vencidos, solo un ladrón parecía resistir. Entonces este payaso se largó y el ladrón se acercó a la puerta, no parecía verte.

Justo entonces la luz de la llave espada estuvo a punto de lanzarse pero tardó un poco más debido a una distracción. El fulgor morado cesó dejando una criatura entre morada y rosada que miró hacia la puerta y embistió contra esta lanzandote con su energía a través de esta, justo entonces, la llave lanzó su luz, para cerrar la puerta, con Aqua dentro*

El golpe te había dejado un poco tocado, y ahora estabas en el puente, la llave espada de Aqua todavía seguía contigo, pero Aqua estaba al otro lado... Ahora tendrías que hayar una forma de salvarla pero, en tu estado dificil.

Una voz de hombre fue corriendo hacia tí - Eh chico ¿estás bien? Dios mio ¿que hacías ahí dentro? ¿Puedes hablar?  - Realmente tratabas de hablar pero las palabras no te salían debido al golpe, y eso que ni siquiera te había tocado - Locke para de pensar en Terra por un momento haz el favor, todos necesitamos descansar, ayudame con este chico - ¿Había alguien más que había dicho algo? No lo sabías a ciencia cierta pero entre dos te sacaron de allí...

Al cabo de un rato despertaste en una casa tumbado en una cama con la llave espada de Aqua al lado de esta. Un chico de pelo rubio y con aspecto de principe estaba a los pies de tu cama cuando abriste los ojos - Vaya, el bello durmiente ha despertado. ¿Estás bien chaval? ¿Qué hacías allí en la puerta de los Espers? Te has llevado una buena la verdad pero ahora estás recuperado. Y curiosa arma, un tanto caprichosa para mi gusto, a pesar de que hemos intentado llevarla siempre vuelve a tí. - Entonces hizo una parada para que pudieras mirar donde estabas, realmente era una casita normalucha, el ambiente un tanto frio, y algunas personas estaban allí.

Realmente muchas personas, más de las que pensabas, pero a algunos los reconociste por el puente. - Bueno, supongo que ahora que estás mejor podrás hablar - El que tenía pinta de ladron parecía estar nervioso - Mi nombre es Edgar Roni Figaro, principe del reino de Figaro, diligente del ejercito de unidades Magiteks - dijo todo su titulaje asegurandose de que le entenderías... que equivocado estaba - ¿Como te llamas tu?

Apenas desperté me senté en la cama.

-Aqua!- dije antes de darme cuenta de que no estaba más en aquel mundo y sentir como me bajaba la presión por haberme levantando tan rápido por lo que volví a caer en la cama, escuché las palabras de aquellos desconocidos y me estiré para tocar la llave espada de la maestra.

-Mi nombre es Fudo, estaba allí para ver a mi padre, Carbuncle, pero algo salió mal y el mundo se llenó de Sincorazón, mi maestra intentó cerrar la puerta pero fue herida por varios Espers, yo lo conseguí, pero quedé del otro lado...- me quedé callado unos segundos mirando al príncipe - tenemos que volver su alteza, no puedo dejar a mi maestra allí, menos sin su llave-espada-

Edgar se quedó un tanto atonito ante la sinceridad de tus palabras, tanto que pensó que era mentira... pero no por ello todos mostraban el mismo rostro. El chico más joven que parecía salvaje se mostraba un tanto confuso, la mujer, te miraba asombrada, pero dudabas si era por lo de ser hijo de Carbuncle o de los sincorazón, el doble de Edgar te miró con parsimonia, parecía que le daba un poco de igual que fueras hijo de Carbuncle. El viejo con la katana se mostraba un tanto molesto ante tus palabras.

Pero el que parecía más peligroso por su expresión, era el que tenía pinta de ladrón. Su rostro de desesperación parecía que estaba apunto de lanzarse a por tí, y de hecho no solo lo parecía, lo hizo, pero Edgar le detuvo - ¿Qué coño haces Edgar? Has oido lo mismo que yo, este crio es un hijo de Carbuncle, eso lo convierte en semiEsper, como Terra. ¿No es así Celes? Diselo, con su ayuda podriamos encontrar a Terra en un momento - Estaba realmente enfadado pues iba a hacer cualquier cosa por esa Terra, la cual presuponías que se trataba de la chica de color rosa que te golpeo antes de poder cerrar la puerta.

Celes actuó al instante riñendo al ladrón - ¡Locke, calmate! No sabemos si lo que dice es verdad, y aunque lo fuera tampoco sabemos si puede saber donde está Terra. Te recuerdo que salió disparada de la puerta a vete tu a saber donde. Y además aunque la encontraramos, que harías si la única posibilidad de recuperarla es tener que enfrentarte a ella. Sabes lo peligrosos que son los Espers. Pero lo que a mi me preocupa más es eso que has dicho ¿Los Sincorazón?¿A qué te refieres? - Estaba claro quien era la estratega en el campo de batalla

Entonces el samurai saltó - Con Sincorazón te refieres a aquellas criaturas negras que brotaban por la puerta ¿No es cierto? Cuando era algo más joven vi a unos cuantos de esos bichejos. Son diabolicos, a sus victimas les arranca el corazon sin dejar después nada a su paso. - Todos se mostraban ahora temerosos por lo que había dicho este último - Así que ya sabeis, en especial Sabin, que seas un monje no indica que no puedan arrebatarte tu corazón. Ten cuidado con lo que haces.

Entonces este último respondió al samurai - Por favor, Cyan, sabes que soy capaz de cargarme a unos cuantos con mis propios puños. Jamás dejaría que me tocaran un pelo, ni a mi ni a nadie. Pero aclaradme algo, porque se ha desviado tanto la conversación, acaso no habeis oido el problema del chico. Su maestra está encerrada tras la puerta, y a pesar de que Terra pueda ser importante, o tengamos tener cuidado de las criaturas negras, el está solo ahora mismo, deberíamos también de ayudarle nosotros a el, no pensar en nosotros mismos.

Entonces el niño salvaje se movió de donde estaba a encima de la cama cerca tuya oliendote. Todos se quedaron expentantes mirando lo que hacía, hasta que abrió la boca con un habla un tanto primitivo - Fudo no ser de este mundo, no tener olor nuestro. Gau saber identificar olores muy bien y reconocer extraños, Fudo ser uno, criaturas negras también. Terra ser también criatura divino, como Fudo, pero Terra tener nuestro olor. Pero... Si maestra de Fudo estar encerrada y el no poder ir. Fudo poder venir con nosotros, y ayudarnos mientras encontrar sus amigos. Todos ganar. - Realmente si que tenía un habla un tanto primitiva, se refería así mismo en tercera persona.

Edgar pensó un poco las palabras de Gau y te transcribió un poco - Basicamente dices que si Fudo no es de aquí, y sus amigos vienen a ayudarlo, mientras que vienen puede ayudarnos. A mi me parece una buena idea. ¿Locke? - No respondió pero no parecía tener peros - ¿Celes? ¿Cyan? - miró a ambos y sendos asintieron - ¿Hermano? - Sabin respondió - Por mi perfecto - Y entonces se giró hacia a ti - ¿Qué dices Fudo? No podemos ayudarte a volver a entrar en aquella puerta porque solo uno sabe el conjuro para abrirla, igual tu con esa llave puedas volver a abrirla, pero... el Reino de los Espers es demasiado inmenso para nosotros, prohibiendonos incluso el paso. Quizás si contactas con alguno de tus amigos, puedas hacerlo sin ir solo. ¿Tienes alguna forma de contactar con ellos? Si lo necesitas, dispones de mi Reino para enviar cartas. - Realmente, y ellos no lo sabían, o al menos todos menos Gau, podías contactar con ellos a través del siemprejuntos, por muchos mundos de distancia que hubiera de por medio.

Miré a todos los allí presentes, no parecían malas personas aunque sin duda algunos eran peligrosos.

-Terra es la chica rosa que hizo esa explosión de energía, no? No sé si pueda contactarla, hace poco descubrí que era semi esper, por otro lado creo que no queda más opción que cooperar entre nosotros, me salvaron y trajeron hasta aquí así que estoy en deuda con ustedes, los ayudaré- dije con firmeza - por otro lado tengo una forma de contactar a mis compañeros, aunque no se cuanto tardarán en llegar-