Partida Rol por web

Zayna ladeó la cabeza.

—Curioso cuán sincero es usted con sus intenciones. Me temo que dudo que tengamos la potestad de liberarlo. Tampoco sé cómo terminó siendo esclavo. Pero si únicamente amenaza a los que, según su criterio, pueden liberarlo... no es una buena forma de convencer —dijo entonces ella. 

En otras circunstancias, quizá hubiera sentido más empatía por un esclavo, como ella lo fue. Sin embargo, perdió toda su confianza en el momento en el que amenazó no a ella, sino a sus amigos. No iba a dejar que les tocara un pelo. 

Dicho esto, simplemente añadió: 

—Buenas noches. 

Y después se volvió a sus compañeros: 

—Decidid, pues.

Me quedé con los ojos como platos mirando aquel ser de piedra moverse, e incluso picar a Zayna con sus comentarios. No había reparado en aquella criatura al entrar, debido al estado de inmersión en el que me encontraba con mis pensamientos. Había despertado mi curiosidad, quizás por ser algo familiar a las gárgolas que se encontraban en mi anterior castillo a mi servicio, quizás por alguna idea que me estaba pasando por la cabeza y no venía al caso. Deseaba hablar tranquilamente con aquella cosa de piedra, pero su amenaza general despertó mi ira, debido a que Zayna estaba siendo incluida en ella, aunque sea vagamente.

- Ten cuidado de lo que dices o terminarás como decoración del jardín- me acerqué rápidamente a la estatua, estirándome cuanto podía para imponerme frente a esa criatura mientras gruñía mis amenazas. Zayna parecía restarle interés a las amenazas de la criatura, refutando la lógica de sus hechos con ironía y decidiendo desviar su atención hacia temas más prioritarios-. Mide tus palabras frente a una dama, y quizás resulte que nos interese un poco más hablar contigo la próxima vez que vengamos. De otra forma le pediré al mismo Yen Sid que me diga cómo enseñarte a tener modales-  me mantuve mirando a los ojos a esa criatura unos segundos, para luego volver con el grupo y prestar atención a mi compañera- Yo voto por dormir aquí esta noche, y partir al amanecer. Si tan problemático es ir a Agrabah de noche, mejor reconocer el terreno durante el día. Eso me dará tiempo para encontrar un buen lugar seguro y aprender a moverme por el lugar.

Zayna, sin apenas inmutarse, bajó el puño de Noctis. No valía la pena.
—Descansemos en el castillo entonces. ¿Os asignaron una habitación? En caso contrario, yo tengo una. La cama es grande. Yo puedo dormir en el jarrón —dijo con naturalidad.
La verdad es que todavía no le había pillado el truco a eso de las camas.
Además, con su poder volviéndose fuerte, seguramente terminaría levitando sobre el solución en lugar de reposar sobre él.
Como djinn, y tras su pequeña eternidad en la lámpara, prefería otro tipo de lugares de descanso. El único riesgo de no coger el adecuado, era que pudieran bloquearle la salida, como una botella o similar, que hicieran que no pudiera recuperar su forma humana. Sería sólo una niebla con muy mal carácter.

Tan insolente como esperaba de un saco de pixel. Adelante,  ve a llamarlo, no puede hacerme nada peor de lo que ya me hizo... Se nota que nadie os dijo quien era yo. Pobre Eraqus, se está volviendo mayor. - Rió ante su propio chiste que solo entendía el - Aún así mi obligación es ayudaros aunque no quiera, cosa que me fastidia, por eso que odie que me deis las gracias, pero si no lo hago me petrificaré cual piedra, y es la única salida para irme de este castillo - señaó mientras lo decía a su base la cual parecía estar fusionada realmente con el castillo.

Luego miró el libro que llevaba Noctis bajo el brazo y luego lo miró a la cara - Yo que tu no me esperaría una calida bienvenida si vas a tu mundo. - Y volvió a meterse en su propia meditación

- Ya...tenemos...asignadas...las habitaciones- mascullé mientras respiraba fuego por la nariz como un dragón enfurecido al oír a aquel monstruo de piedra. Incluso le faltaba el respeto al señor del Castillo, Eraqus. Me estaba dando un tic nervioso en el ojo en mi intento por no saltar sobre aquel ser/adorno de interior que seguía provocando con sus palabras. Sólo la presencia de Zayna me limitaba a no armar un desastre en aquel lugar en ese preciso instante. Mis nervios colapsaron cuando el Archivero mencionó el tema de la bienvenida en mi mundo. Me voltee de repente, iracundo, y extendí mi mano hacía él. Iba a invocar la Llave Espada para darle una lección, una buena lección, pero en vez de eso le apunté con el dedo de forma amenazante- Si es tu obligación ayudar, ¡entonces haz el favor de ponerte a meditar en silencio!- Dejé el libro de Arcade en una de las repisas, y fui dando pisotones hasta la salida- Me adelantaré a los dormitorios- anuncié antes de cerrar la puerta detrás de mí. 

Zayna no entendía el por qué de la actitud de Noctis. Claramente, ese ser era un ente amargado cuya única distracción era meterse con los incautos que trataban de darle un mínimo de cordialidad. Prisionero o no, seguro que hay motivos por los que Eraqus haría algo así.
Pero una cosa era cierta, era hora de ir a dormir. O algo.
Así, dejó el libro en su estantería, ya tenía todo lo que necesitaba saber de las misiones. Después, hizo una seña a Kosmog, indicándole que iba a ir tras Noctis.
Salió al exterior y buscó por la mirada hacia dónde se dirigía el muchacho. Aunque no lo hubiera visto, podría haberle seguido por el ruido de sus pisadas.
Flotó hasta su lado rápidamente y se quedó a su altura.
—¿Por qué te afecta tanto ese tipo de provocaciones? Eres consciente de que está tratando de irritarte. Oye, sabes que nos abriremos camino los tres juntos...

Doblé la esquina de un pasillo y aminoré mi paso, refunfuñando por lo bajo maldiciones hacia esa criatura hostil. Estaba molesto con su forma de tratar a Zayna, a todos, y más me molestaba la forma en que me había dejado indisponer por sus provocaciones ¿Demonios Noctis, por qué eres así?* 

- Z-zayna -mi masculleo fue interrumpido por la aparición repentina de la djinn, quien no había hecho ni un leve sonido al alcanzarme. Parpadee un par de veces, mirando los pies en el aire de Zayna, y fruncí el ceño ante su pregunta- Claro que soy consciente- dije explicando aún molesto, pero me obligué a retractarme de mi tono. No iba a molestarme con mis compañeros por culpa de mis emociones- L-lo siento...-suspiré pesadamente mientras me frotaba el ceño, buscando aliviar mi expresión. Cuando logré relajar un poco mi mirada continué- Ha sido un día lleno de recuerdos hermosos, y también de muchas noticias cargadas de mucho peso...-me dejé caer hacia atrás, apoyando mi espalda contra la pared del pasillo-. La enfermedad de Kosmog, mi charla con Xehanort, Arcade, ésta criatura provocando de forma tan similar a Xpect. No es excusa suficiente. Sólo ha sido un largo día lleno de luz y obscuridad- miré a Zayna con firmeza, quería evitar que surgieran malentendidos- De ninguna forma he dejado de contar con ustedes. Sólo no quería causar problemas en el Archivo. Lamento haber sido problemático..

Mis amigos no dudaron en confortarme y darme los animos necesarios para no estallar en llanto aunque ahora seria una descarga de alegria mas que otra cosa; mi mundo aun existia y aunque sabia que no podria ver a uno de mis amigos ya, quizas el resto si hubiesen sobrevivido a la oscuridad. Aun no se habian perdido las esperanzas y por ello me sentia estupido al casi haberme resignado por completo.

-Ambos...gracias kupo- Agradeci sus gestos y su apoyo, no bromeaba al decir que ellos eran mi fuerza. Seque cualquier rastro o intento de lagrima con la manga de mi camiseta y sostuve el libro de mi mundo con fuerza contra mi pecho, pronto volveria a verlo.

Queria que fueramos primero alli pero no queria imponer mis deseos arbitrariamente y menos cuando Noctis cedia sus deseos de ir a su mundo con tal de ayudarme. Iba a preguntar si estaba seguro de ello pero antes de que me diera cuenta termine anonado y metido sin querer en una discucion entre mis compañeros y una estatua parlante. Hasta ahora no habia escuchado jamas de una magia capaz de animar aquello que no estaba vivo desde un inicio y quizas mi mezcla de facinacion y confusion me mantuvo al margen de la discucion. Para cuando reaccione Zayna me estaba haciendo señas de seguir a Noctis quien se marchaba furioso. Mire para todos lados nerviso, dedicando unos segundos a mirar al archivero antes de volver a tomar las provisiones e ir tras mis amigos.

Ni bien los alcansase solo me limitaria a mirarles a ambos pero finalmente al caballero de cabello oscuro.

-Yo creo que necesitas algo kupo- iba a caer en el chiste facil de decirle que un abrazo de Zayna seguro lo calmaria, pero ya vi que ese tipo de bromas no harian efecto, asi que en lugar de ello tome de las provisiones una fruta y se la ofreci.

-Ten, come una banana kupo- sostuve aquel alimento frente suyo. -Seguro estas asi por que tienes hambre kupop...come esta banana y te sentiras mejor kukupo- aunque no estaba tratando de ser gracioso si trataba de indicarles que descanzar era una buena idea.

-Mañana iremos a Agrabah kupo luego a Rabanastra kupo Terra kupo y luego a Arkade kupo.- Le cederia el primer sitio a la opcion de Zayna, y si Noctis no tenia problema luego iriamos a mi mundo, mi gente son huesos duros de roer no desaparecieron antes no lo haran mientras no este.

El archivo de mundos, si creo que será donde iremos primero, debemos elegir destino al fin y al cabo. Mientras medito sobre los posibles mundo que habrá Vin invoca su llave espada justo a mi lado haciendo que de un pequeño salto hacía atrás del susto.

-¿Pero qué? ¡Guau Vin es alucinante! Mola que tengas tu propia llave espada ¡El equipo Sieg no para de mejorar!- grito mientras avanzo rapidamente hacía el archivo de mundos.- Vamos chicos, toca decidir nuestro nuevo destino.-

Acelero y los dejo atrás antes de que se den cuenta. Cuando lo hago la sonrisa desaparece de mi cara y me miro la mano derecha, ¿debería intentarlo? Pero, ¿y si fallaba? Respiro profundamente mientras cierro el puño, no era el momento.

Zayna hizo lo único que a estas alturas había descubierto que funcionaba mejor. Dejó que su peso cayera hasta el suelo y le dio un abrazo. Pronto se unió Kosmog, y todo pareció ir a mejor.

—Sí, primero a Agrabah. Gracias. Espero conseguir ayuda allí. Realmente no voy sólo porque sea mi lugar de origen... Es porque hay una invocación allí. Sería como llevar parte de mi mundo a defender los demás —explicó, tratando de que se la entendiera—. Realmente, nadie me espera allí.

Respiró hondo y, después de eso, volvió a sonreír. 

—Buenas noches a los dos —dijo antes de volver a alzar los pies en el aire y salir flotando hacia su cuarto. 

Mañana sería el gran día. 

En otro orden de las cosas, estaba segura que en su cuarto había visto un jarrón en alguna parte...

Os fuisteis finalmente a vuestros respectivos cuartos a dormir placidamente para reponer energias...

A la mañana siguiente ya estabais todos dispuestos y encaminandoos a los jardines. Dispuestos a partir a Agrabah.

Y cuando estuvieron listos. Zayna sacó de nuevo el pergamino y empezó a leer en alto, añadiendo Agrabah al final de conjuro. Esperó a ver si lo había hecho bien. Sonrió al ver que el portal se abría. 

—Tenéis que pasar vosotros primero —recordó al tener una imagen mental de cómo funcionó cuando vieron a Aqua y Fugo partir. 

Revitalizado tras una noche de sueño y tras las muestras de aprecio de mis compañeros, preparé mi "Equipo" para salir en una nueva misión. Extrañe por un momento mi espada grande, la cuál llevaba a mis espaldas hasta antes de perderla en el Mundo Oscuro. Como ya había experimentado las complicaciones del desierto de Amestris, decidí incluir en mi Equipo varias provisiones de agua y protección para el sol. 

Me reuní con mis compañeros en el patio exterior, mientras acomodaba mi capa. Había sumado a mi vestuario un gran pañuelo rojo que rodeaba mi cuello y unas gafas para proteger mis ojos en caso de sufrir una tormenta de arena. Me parecía que mi atuendo actual sería perfecto, pues lo había seleccionado en base a mi viaje anterior. Estaba atento a la mirada de Zayna, para saber si me encontraba en lo correcto. 

- Será emocionante...-dije contemplando el portal antes de atravesarlo finalmente. 

Zayna sólo sonrió cuando Noctis empezó a avanzar hacia el portal. Iba preparado para travesías en el desierto. Pero no había contado con un djinn que manejara los vientos y las tormentas de arena. Además, esperaba no tener que cruzar el desierto. Esperaba poder centrarse en Agrabah. 

Realmente lo que le faltaba al moguri era reponer fuerzas. Después de una buena noche de sueño y haber comido decentemente, se sentía con energía de sobra para atravesar 1000 mundos de ser necesario. Ademas estaban a punto de embarcarse en una nueva aventura, que mas podía pedir el pequeño espadachín que llego con su rostro lleno de ansias a simple vista y el fuego del viaje en su mirada.

Venia con las provisiones y con una mochila no muy cargada, en ella llevaba muda de ropa mas ligera pues ahora se le veía con un gran camison con capucha de color blanco que le cubria todo el cuerpo, la bufanda que siempre llevaba le serviria en caso de necesitarla ante una tormenta de arena. Fuera de la mochila llevaba una pequeña cantimplora cargada con agua fresca y sobre la mochila iba enrollada una pequeña carpa junto a sus varillas.

-Estoy listo kupop....vamos vamos, quiero conocer tu mundo Zayna kupo- comento el pequeño que no demoro en lanzarse hacía el portal sin demora alguna en cuanto su compañera se lo indicase, esta vez no era un paseo por el mundo oscuro, iban a un sitio que podría parecerse a Rabanastra, eso le emocionaba al aventurero.

Segñun avanzais por los pasillo del castillo llegais a una sala junto al hangar donde su centro estaba presidida por una gargola que estaba como en pose de meditación. Aquella habitación parecía una pequeña biblioteca con cientos de estanteráis con libros, salvo quizás por la gargola. Veis que cada estantería está designada por un numero, y suponeis que es por el rango que deberiais tener, aunque hay una estantería sin numero la cual solo ocupa un libro fino. El resto de las estanterías están ocupadas por libros de diferentes tamaños y entre las que entran vuestro rango estaban Port Royal, Spira y Reino de las brujas, los mundos de los cuales procedeis. También aparecían los mundos que estaban apuntados en la lista que tenía Vin la cual le dió Zayna.

Mirando todas las misiones, estuvo dubitativo un rato, le gustaría ver Aspira de nuevo, pero sabiendo que Sinh ya no estaba, no tenia prisa alguna. Otros mundos significaba, nuevos conocimientos, y estaba encantado con la idea.

- elegid vosotros el destino, si no os decidís, me prmito el derecho de desempatar.

La lista de lugares era larga.

Reino de las brujas
Arendelle
Spira
Isla extraterrestre
Pais de nunca jamas
Tierra de Dragones
Agrabah
San Fransokyo
Arcade
Grimoire
Port royale

Que destino escogerían, ¿estarían ansiosos, desesperados o desinteresados en acudir a sus respectivos mundos?

Reviso curioso la lista de mundos, tenemos disponibles los nuestros de origen pero no tengo prisa por volver, quiero explorar lo desconocido, aventurarme a nuevos mundos.

Examino la lista hasta que hago mi decisión.

-¿Qué os parece la isla extraterrestre? Parece divertida, ¿que podremos encontrar?.- digo mientras mi imaginación vuela pensando en los posibles habitantes de ese mundo.

GUAU, y eso es una llave espada? Parece más un arpón que una espada...Jeje, pero igualmente felicidades grumete.-

En cuanto llegamos al hangar volvimos escoger misión, y fue cuando me fijé en un libro muy familiar:

-Eso es...- mis manos arrancaban el libro de la estanteria -SI! ESTO ES PORT ROYALE! HOGAR DE PIRATAS, RON Y EL MAR! HOGAR DE MIS TIERRAS, MIS DOMINIOS Y...- Imágenes tan claras como el mar en calma me inundaron la mente, recuerdos que tendrían que estar olvidados en las profundidades del oceano, con los pecios y los tiburones. Imagenes de una vida pasada, que podría haber ido tranquilamente y pacíficamente. Pero el mar me llama, nubla toda mi conciencia.... Me dí cuenta que me había quedado quieto con mis manos tocando el barco que me llevaría a casa...

La emoción que había en un principio se transformó en una seriedad temperamental, casi llegando a la furia. -Nos vamos a Port Royale. No acepto un no por respuesta-