Partida Rol por web

Os encontrais en Fallcrest una pequeña ciudad de algo más de mil habitantes a los que se suman los que viven en las afueras y suelen venir a comerciar o divertirse. Hecha a partir de las ruinas de una ciudad mayor tiene una población mayoritariamente de humanos, halflings y enanos.El poco comercio que aún se mantiene via barco (por rio) o caravana, suele traer individuos de otras razas, que aunque a veces son mirados con curiosidad, suelen ser bien aceptados, pues traen prosperidad.

La ciudad está dividida en dos por un acantilado que serpentea de noroeste a sureste, al norte queda la parte alta de la ciudad y al sur los barrios bajos donde habéis alquilado un par de habitaciónes en una humilde posada para alargar el dinero.

Como cada noche os habéis acercado a la taberna de la luna azul buscando algún encargo que llene vuestras bolsas para pasar el invierno, y en lo que parece una rutina el tabernero que atiende en la barra os indica que no hay nada nuevo. Sin embargo, está noche no tenéis un aire tan pesimista como la última semana sino que al calor del fuego y con una cerveza fresca estáis recordando los viejos tiempos de cuando os conocísteis.....
 

Lleváis como unos díez días en la ciudad, buscando trabajo, y más o menos os habéis hecho una idea de la ciudad, aunque no habéis salido de los barrios bajos que es lo que conocéis mejor

Nentir es el nombre del rio y del valle

Leyenda del mapa:

1. Torre de espera

2. Muelles altos

3. Puente de los cinco arcos

4. Posada/Taberna de Nentir

5. Puerta de los caballeros

6. Posada/Taberna del unicornio plateado

7. Casa de comercio de la media luna

8. Fuerte Piedralunar

9 Bosque de las tumbas (bosque con un cementerio)

10 Casa del sol (templo)

11 Casa de Azaer (compañía de comercio)

12 Cascadas del rio Nentir

13 Templo de Erathis

14 Acantilado (la altura varia entre 150 y 250 pies)

15 Las catacumbas

16 Templo de la canción de luna ("Moonsong Temple")

17 Los establos de Fallcrest

18 La puerta de los magos

19 Importaciones Naerumar

20 Finca de Kamroth

21 Cataratas Moonwash (pequeño afluente al que se le conoce por ese nombre)

22 Torre de Septarch

23 Taberna de la luna azul

24 Armería de Teldorthan

25 La puerta del rey

26 El mercado verde

27 Provisiones Sandercot

28 Taberna el gnomo afortunado

29 Muelles bajos

El enano que conocéis por Morgran acude desde la barra con varias cervezas y las acerca a cada uno de sus compañeros, tras dar un sorbo que deja marcas de espuma en su oscuro bigote (algo a lo que estáis más que acostumbrados), dice a Roerkas.

Creo que va siendo hora de esa revancha. La última vez no me pillaste descansado y con combustible.

Mientras afirma lo último levanta la jarra de cerveza, le da otro trago y lanza una risotada mientras se siente en un taburete y clava el codo en la mesa de madera esperando el pulso del guerrero.

Todos podéis recordar aquella noche a la que hace referencia el enano. Llevaba varios minutos lanzando fanfarronadas y retorciendo los brazos de los pobres incautos que creían que su altura sería una desventaja. Roerkas le dio una buena tunda, algo que el enano no solo se tomó con deportividad sino que hizo que surgiera una intensa amistad entre ellos.

Echa un vistazo, Galid y quizá aprendas algo que pueda convertirte en un hombre como Kord manda.

Y es que, desde que el enano supo que aquel barbilampiño era hijo de Leon MacAllister, hombre al que admiraba y con quien había combatido, estaba decidido a llevar al muchacho por el buen camino. Tu padre me lo agradecerá. y Ya verás como si me haces caso, no te volverás a quejar por no tener barba. eran frases que estaban cada dos por tres en boca del lenguaraz enano.

Bien dice el medio elfo apoyando su codo en la mesa antes de probar su cerveza pero si tu Dios te castiga por perder otra vez no me culpes. concluye con una sonrisa que muestra más el afecto cogido al enano en este poco tiempo que al talante, más bien serio, del guerrero.

Desde el principio ese enano ha caido especialmente bien a Roerkas y las muchas cosas que tiene en común con él se reflejan en la confianza con la que trata este al normalmente reservado mestizo. Las conversaciones de fe son especialmente frecuentes entre los dos combatientes y el alto guerrero lo respeta como representante de un Dios que es, embestido de poderes divinos por Kord.

Mucho más seco se ha mostrado estos días Roerkas con el mago del grupo, con un recelo que no obstante ha mantenido a raya con una cortesía aún más estricta que con el resto de sus compañeros.

Con Neblin y Mialee se ha comportado tal y como es, reservado y algo serio pero su forma de ser ha dejado claro que su fidelidad y su valor brillaran si se les pusiera a prueba.

Neblin recibe ansioso su jarra de cerveza y después de dar varios pequeños y rápidos sorbos le dice al enano:

Gracias Morgran, es un detalle por tu parte invitarme a esta cerveza... yo mismo invitaría a otra ronda, pero desde que me prohibisteis coger prestado dinero de otra gente mientras formara parte del grupo me estoy quedando sin blanca...

Su voz parece triste y suplicante al decir esto último, como esperando que os apiadeis de el y le dejeis dar rienda suelta de nuevo a sus instintos, pero habéis insistido tantas veces en que eso os podría meter a todos en líos ahora que viaja a vuestro lado que no se atreve a volver a pediroslo. Pero aún así se muestra optimista y alegre cuando después añade:

Pero no importa, estoy seguro de que dentro de poco encontraremos un trabajo emocionante con el que nos haremos ricos, viajaremos mucho y encontraremos tesoros inimaginables, ¡ya lo vereis!

Termina su frase levantando su jarra en un improvisado brindis que derrama una pequeña parte de su contenido sobre la mesa y el brazo de Morgran, preparado como estaba para echar un pulso.

¡Qué típico! Un par de brutos midiendo su fuerza simplemente para pasar el rato, aquí no hay gloria... le dice a Galid mientras recuerda los torneos en los que participó tiempo atrás. Encima se olvidaron de traerme de nuevo mi hidromiel... en fin, habrá que beber cerveza... piensa mientras bebe un poco y mira alrededor buscando alguien que necesitara la ayuda del grupo.

Estos días en los que nada tienen que hacer querría volver al bosque y correr por él, pero en el fondo le gusta la ciudad, le gustan las promesas de gloria que proporciona, ese y nada más que ese, es el motivo por el que está en el grupo.

Galid observa sin demasiado interés, a pesar de las palabras del enano, el pulso entre Morgran y Roerkas. Le recuerda demasiado a sus dos hermanos mayores, ambos grandes y fuertes, que siempre competían para impresionar a su padre. El en cambio nunca había conseguido impresionarlo, más bien defraudarlo, pues para su padre solo contaba la fuerza y la habilidad con las armas. Maldita sea, ya cambiaras de opinión, cuando con un solo chasquido de mis dedos tumbe a esos dos alcornoques que tengo por hermanos- piensa Galid para si, frunciendo el ceño.

Galid se había marchado de casa para encontrar su propio destino, alejado de las espadas de su familia, y había descubierto que había nacido para convertirse en un maestro de la magia. En su camino se había encontrado con Morgran, al que recordaba como amigo de su padre, y quien alguna vez había estado en su casa cuando el no era más que un crío. Había decidido juntarse a el durante un temporada, ¿pues que mejor manera de impresionar a su padre, que siendo un propio amigo suyo quien pueda contarle en un futuro como Galid se había convertido en un poderoso mago? Además, ese enano no le caía tan mal como su padre y sus dos hermanos…

Galid da un trago a su cerveza, sin prestar demasiada atención a la conversación de los demás, con la cabeza puesta en sueños de futuro. De todos modos Galid siempre hablaba más bien poco, pues era bastante reservado.

La mirada de Roerkas se posa en el resto de los compañeros mientras Morgran bebe su cerveza antes del pulso. El guerrero mira con severidad al mediano pues desde el principio ha mostrado poca tolerancia hacia las "aficiones" de este, el comentario de la elfa pasa desapercibido y el mago, como de costumbre, se mantiene en silencio y al margen.

Cuando el enano posa la jarra y clava el codo en la mesa el medio elfo se acerca y agarra su mano. Los músculos de su brazo se hinchan a medida que las fuerzas se enfrentan.

Algunos de los parroquianos de la taberna se acercan al ver un poco de acción, algunos llegan en línea recta y otros más bien haciendo eses, pero enseguida tenéis montado un circulo de personas alrededor de la tabla que discuten con aire experto quien tiene más probabilidades de ganar el pulso.

La taberna como de costumbre está poblada de halflings y medianos principalmente y algún que otro humano. El volumen es alto, tan alto que casi no oís los ronquidos del enano tumbado al fondo con la jarra todavía asida de su mano cuyo contenido ha derramado en los pantalones

Miras alrededor de la taberna y ves una procesión de gente armados de jarras de cerveza que se acercan a vuestra mesa a ver el pulso, la mayoría estudian a las dos figuras que tienen entrelazados los brazos a punto de comenzar el pulso....

Pero hay una halfling, sin embargo, que mira fijamente a Neblin y cuando cruzáis miradas la desvía con el rostro enrojecido, evidentemente parece que tiene un interés "personal" por Neblin que sentado de espaldas todavía no se ha percatado.

No solo el agarrón de Morgran es torpe sino que además las manos le sudan de la cerveza de las jarras. En cualquier caso, él sabe que no es rival para la potencia muscular del semielfo, nunca lo ha sido. Y tras un semi-intento de forzar se da por vencido.

El enano suelta una risotada. Da una palmada a su compañero y pega otro trago.

Pocos he visto con tus brazos, amigo. Sigue así y los tendrás tan duros que aunque intente clavar una pica con la ayuda de un martillo no podré. Yo me conformaré con la sabiduría de Kord: Aprende de cada derrota y podrás seguir viendo amanecer.

Morgran echa un vistazo a su alrededor y dice entre carcajadas.

Creo que deberíamos cobrar entrada por estos pequeños espectáculos, amigo...

A vuestro alrededor hay caras de felicidad, en su mayoría halflings y humanos, que rien levantan las jarras y en ocasiones guardan en el monedero algo de plata que les es entregada por, en su mayoría enanos, que gruñen y se mesan las barbas.

Dos halflings de los que han ganado algo de dinero, se acercan a Roerkas y dandole una palmada en la espalda le pasan un par de jarras de cerveza mientras alzan la suya al grito de - ¡ por el semielfo ! - y un coro de voces responde como un eco mientras se oye el entrechocar de las jarras

Parece que alguien se ha fijado en ti... dice Mialee a Neblin en voz baja mientras señala a una halfling y sonríe levemente.

Neblin también se contagia de la celebración y brinda por Roerkas junto al resto de parroquianos, pero al escuchar el comentario de Mialee se fija en aquella hembra, así que cambia su mirada a la de "mediano interesante", bebe otro trago de su cerveza y se acerca a ella.

Hola preciosa, ¿te ha impresionado la fuerza de mi amigo el semielfo...? Pues en realidad eso no es nada comparado con lo que yo se hacer... le guiña un ojo a la mediana y se dirige hablando en alto a los presentes: Si me conseguís una diana reto a cualquiera a una prueba de punteria... y con un rápido movimiento una pequeña daga aparece en su mano como por arte de magia... con esto. Al mejor de tres. Termina tras la pequeña pausa dramática.

El semielfo acepta las felicitaciones generalizadas y las jarras de cerveza aunque luego las tiende al enano, que se ha tomado bien la derrota, más por su costumbre de ser casi abstemio que por querer compensarle.

Sentándose, el guerrero trata de volver a pasar desapercibido, aunque sonríe se nota no estar en su ambiente siendo el centro de atención. Durante unos momentos su victoria hace que el intento por quedar en segundo plano sean inútil, sin embargo pronto los ánimos se relajan un poco en la taberna y la atención se posa en un nuevo héroe para los aburridos campesinos, el mediano que parece ansioso por competir demostrando su soltura con la daga. Roerkas hace una mueca, no es su estilo apostar y sabe que si los clientes de la posada hubieran visto a su pequeño compañero lanzando la daga tampoco aceptarían la oferta, sin embargo tras meditar unos instantes decide que no se puede llamar mentir a ocultar esa información y que al fin y al cabo con eso Neblin no hace daño a nadie y se distrae de otros quehaceres menos nobles.

Recuperando su postura en la silla y mirando al clérigo habla con franqueza y en voz baja, como tantas conversaciones que ha tenido con él sobre dioses:

Sé que Kord estaría satisfecho contigo ¿crees que todos los Dioses escuchan nuestras plegarias o solo aquellos a quienes están dirigidas? en la batalla, y en mi vida, siempre me he encomendado a Bahamut en momentos de necesidad pero espero que mis acciones me tengan a bien con todos los dioses buenos ... y supongo que a mal con todos los malvados concluye aunque con el ceño fruncido

Pffff…- Galid suelta un leve bufido de desdén al ver el revuelo que se está montando alrededor de la mesa, con tantos ojos curiosos y apuestas de por medio. Se levanta de la silla, y casi teniendo que abrirse paso a empujones, se separa unos pasos de la aglomeración de personas, ocupando un sitio algo más apartado y tranquilo.

Desde su posición se prepara a observar la  posible prueba de puntería que parece prepararse. Bebe unos tragos de cerveza, mientras con su mano derecha juguetea con una moneda de plata, que de repente desaparece entre sus dedos para aparecer al de unos instantes, para luego mantenerse flotando en el aire a escasos centímetros de su palma. Un pequeño truco que realiza casi sin prestarle atención, por inercia.

La elfa aprovecha la aglomeración para observar más de cerca a la gente. Espera ansiosamente alguna aventura, alguna misión y salir de aquel tedio... siempre los machos presumiendo... ¡qué repetitivo! piensa mientras sigue mirando alrededor.

La puerta de la posada vuelve a abrirse y entra la figura de corta estatura envuelta en una capa que se acerca a un grupo de enanos, al retirar la capucha reconocéis inmediatamente a Teldorthan Goldcap, el enano armero cuya tienda, que se encuentra en línea recta tras salir de la taberna, conocéis muy bien. De hecho, habéis pasado más de una vez admirando el trabajo de calidad que ofrece tanto en armas como armaduras. Sin embargo, dados vuestros escasos fondos la sonrisa inicial del enano fue perdiendo chispa hasta tornarse en indiferencia.

Parece un poco desconcertado al ver el bullicio que se está montando con el nuevo desafio, cuando se oye un potente silvido. Os volvéis a mirar y véis a una mediana subida a la barra, es la dueña del local, se hace poco a poco el silencio....

- Que me decís, jugamos al ojo del dragón - señala con el dedo a la decoración de madera en la pared al fondo. Los que aún se aguantan de pie levantan la jarra y gruñen en aprovación - ¿qué tal mediano, cuantos blancos puedes hacer 2 de 5, 3 de 5?

- Neblin levanta la mano con cuatro dedos - y el bar ruje, de nuevo con comentarios si no será demasiado, si estará tratando de impresionar a la mediana

Teldorthan, despues de hablar un rato con los enanos mira al enano y al semielfo con interes y ahora vuelve a mirar a Neblin mientras se mesa la barba pensativo.

La mediana encima de la barra recuerda - pero antes un trago, todavía queda cerveza fresca - parece encantada con lo que está vendiendo hoy

Despues de llenar las jarras la gente se dispone en forma de pasillo dejando via libre para que el mediano tire a la diana, parece facil (comparado con las dianas con las que sueles practicar), el truco está en que hay un poco de distancia

Mientras váis tomando nota de las apuestas, en general los medianos apuestan a favor y humanos y enanos en contra

EL mediano sonríe, tendría que ser muy poco afortunado para fallar algún blanco, y la suerte no les falta a los de su raza. Saluda al público con varias reverencias y hace gestos de victoria hacia los apostantes medianos y a sus compañeros:

Tranquilos, no os defraudaré, he hecho esto muchas veces... dice mientras recuerda las horas muertas prácticando lanzamientos cada vez más dificiles, más por puro aburrimiento que por otra cosa, pues la vida se le antojaba aburrida en cuanto no había algo de acción o aventura.

Se prepara en la posición de disparo y lanza la primera daga, que impacta en el blanco sin mucha dificultad. La cosa empieza a animarse y Neblin se siente en su salsa, lanzando algún que otro piropo más a las espectadoras femeninas, mientras espera que las apuestas suban aún más.

Viendo que tiene que pagar la cuenta, dice: Apuesto 5 piezas de plata a favor de mi compañero. y tras piensa: Espero no perder, porque no tengo nada más... ¡No me falles, Neblin! Pero el herrero enano no pasa desarpecibido...