Me encontraba sin aliento por el esfuerzo de mi inutil ataque, aunque al menos habíamos conseguido acabar con Masanori y Utemaro, con todo lo que aquello significaba. Por el momento, debíamos centrarnos reunirnos con la magistrada y ver que había ocurrido con el destino del gobernador Escorpión, después llegaría el momento de comnunicar la traición del Yasuki y esperar nuevas indicaciones para con la caravana que prolongarían durante días nuestra permanencia en este lugar. Las malas noticias parecían agolparse una tras otra.
Aunque corría más prisa averiguar si el Yasuki caído escondía más peligros entre sus posesiones, o afortunadamente el pergamino que se había afanado en alcanzar era su único y letal secreto.
- Hotaru-san, creo que lo mejor será que se encargue de ese pergamino.
Le sugiero al Kuni refiriéndome al que tenía Masanori en sus manos.
Motivo: Percepción/Investigación
Dificultad: 0
Tirada (4): 3, 1, 1, 9
Guardados (3): 9, 3, 1
Total: 13, Éxito
Una vez el traidor ha caido me dedico a investigar la habitación tras lo cual cojo el pergamino para echarle un vistazo.
- Veamos que tenemos aquí. - digo abriéndolo.
Motivo: Percepción/Investigación
Dificultad: 0
Tirada (5): 16 (10, 6), 6, 5, 6, 3
Guardados (2): 16, 6
Total: 22, Éxito
Motivo: Conocimiento/Tierras Sombrias
Dificultad: 20
Tirada (5): 3, 2, 1, 2, 6
Guardados (3): 6, 3, 2
Total: 11, Fracaso
Motivo: Repetir 1 Conocimiento/Tierras Sombrias
Dificultad: 0
Tirada (1): 3
Guardados (1): 3
Total: 3, Éxito
Motivo: Conocimiento/Maho
Dificultad: 10
Tirada (5): 8, 3, 4, 7, 6
Guardados (3): 8, 7, 6
Total: 21, Éxito
No encontrais nada relevante
Letanías blasfemas aparecen ante tus ojos a medida que lees el pergamino. Las letras están escritas con sangre, y te cuesta llegar hasta el final por la repugnancia que te provocan las blasfemias que contiene el pergamino. Es evidente que se trata de un hechizo maho que reza a los kami corruptos del Aire para que cieguen a los adversarios.
En la caravana encuentras dos pergaminos similares, además de una de las máscaras de porcelana que usaban los zombis, y una caja con botellitas de sake proveniente de las Tierras Sombrías.
- Maho. - digo enrollando el pergamino. Al igual que estos dos. - añado señalando un par de pergaminos.
Luego me acerco a unas cajas y las aparto.
- Shake de las Tierras Sombrías y una Máscara de Porcelana como la que llevaban los zombies.
Pues si ya estamos de aquí, Mikaya-sama nos espera. - dijo con frialdad y contundencia, pues Ranmaru quería ir a enfrentarse a su tío lo antes posible.
- Por mi parte estas son todas las pruebas que necesito. - digo cogiendo todo lo que involucraba a Masanori.
Por su parte, mientras el resto investigaban a Masanori y la carreta, el Hida movio un tanto el cuerpo del ronin usando el asta del arma gaijin, tanteandole luego el torso y las mangas, buscando algun saquito o algo oculto. ¿Cuanto le habrian pagado, o que habrian prometido, para que diera su vida tan tercamente por alguien tan corrompido?
Una vez satisfecho, emitio un leve gruñido de asentimiento hacia los demas ante la idea de partir. Pero algo le molestaba.
-¿Hay algo que relacione directamente a Masanori con el gobernador? +pregunto.
Motivo: investigar ronin
Dificultad: 0
Tirada (3): 7, 27 (10, 10, 7), 16 (10, 6)
Guardados (2): 27, 16
Total: 43, Éxito
o.o
No encuentras nada relevante entre las pertenecias de Utemaro, aunque su equipo de combate (una armadura pesada y la katana) es de buena calidad, para ser el equipo de un ronin. Además lleva una bolsa con dos kokus
Curiosamente, en el brazo lleva un pequeño tatuaje del mon del clan del Tejón, que parece haber sido dañado intencionadamente con una serie de cicatrices que lo cubren.
Ranmaru se quedó parada ante la pregunta del Hida, y se giró hacia los otros dos Cangrejo a la espera de una respuesta. Aunque ella no necesitaba respuesta alguna para detener al gobernador, no iba a estar de más el poder darse el placer de decir cuantos más cargos y más delictivos posibles, cuando hiciera caer a su tío.
Hola :P
- ¿Directamente? - pregunto. Depende de como quieras verlo.
- Si tenemos en cuenta que el Gobernador autorizó personalmente la entrada de la mercancía que traía Masanori pues si que hay algo que lo involucre. - prosigo. Si el sello no te parece suficiente prueba, entonces no.
El Hida no dijo nada, ni de lo que descubriera en el ronin ni comentando lo que decia el Kuni. Le disgustaba no tener algo mas solido contra el gobernador. Los Escorpiones eran muy mañosos... lo ultimo que queria era algun tecnicismo por los que el desgraciado se escapase. Pero con algo de suerte, seria tan estupido para luchar como habia sido Masanori.
Ademas, sentia que algo no iba bien. Si Masanori era en verdad un maho-tsukai ¿Porque atacar su propia caravana y llamar la atencion? Todo eso le molestaba, pero sin mas pistas, no podian hacer otra cosa que ir a confrontar al gobernador, esperando que este rellenara los huecos...
-Vamos. +gruño sombriamente.
Con Masanori haceis algo? Está inconsciente pero no corre peligro
Ranmaru tenía tantas ganas de ir al lado de Mikaya-sama, que estuvo a punto de olvidarse de Masanori. No estaba muerto - aunque merecía estarlo -, y tenía que asegurarse que no se escapase. ¿Pero debía llevarlo con ellos? Podía ser una carga, aunque no deseaba dejar atrás a ninguno de los Cangrejo para que lo vigilase. Entonces lamentó haber enviado a Gareki-san a ayudar a Mikaya-sama, si lo hubiera acompañado ahora tendría quien pudiese encargarse de este problema.
Ranmaru se giró hacia los Cangrejo, y miró de reojo a Masanori haciendo un gesto con la cabeza.
¿Que hacemos con él ahora? No quiero que escape, e imagino que vosotros menos aún, pero no quiero dejaros atrás, os necesitaré a todos cuando hagamos frente al gobernador.
- Fácil. - digo cogiendo un trozo de cuerda y atando los brazos de Masanori a la espalda para a continuación poner una mordaza en su boca.
- Daichi-san. - añado. Por favor ayudadme a cargar con él. - prosigo agarrando por debajo de un brazo.
-No me pides nada poco repugnante...+protesta el bushi, pero al final accede, pasando el otro brazo de Masanori sobre sus hombros y sosteniendo el arma gaijin con una sola. + Este es un honor que se reserva para amigos caidos en combate, no para escoria. Deberiamos arrastrarlo por el suelo todo el camino...
- No pienso cargar con él más de lo necesario. - le digo. Sus piernas irán arrastrando como mínimo de rodilla hacia abajo.
Una vez cargado Masanori, os encaminais al palacio del gobernador. Las cosas están anormalmente tranquilas en las calles; no hay guardias por ningún lado, los mercaderes y campesinos forman corrillos y cuchichean, y todos apartan la mirada del grupo de Cangrejos que llevan a un hombre herido a rastras.
Al llegar a la residencia del gobernador, tampoco hay guardias vigilando sus puertas. Nadie os impide el paso, y no es hasta llegar al salón donde Zaibakan os recibió cuando os encontrais con alguien.
Era obvio por que no había guardias en las calles; todos estaban en aquel salón. Mikaya, al frente de sus Magistrados, y el joven guardia que habíais encontrado antes de dirigiros a la caravana, respaldado por un buen puñado de sus hombres, estaban frente a Zaibakan y su guardia personal. El gobernador y sus hombres eran superados ampliamente en número, lo que sin duda era lo que había hecho posible que no se hubiese iniciado ningún enfrentamiento armado. El ambiente estaba tenso; la mano del gobernador descansaba sobre el pomo de su katana, y Mikaya sostenía firmemente su nagamaki.
Mikaya miró de refilón a los Cangrejo cuando aparecieron en el salón
- Ah, aquí están. Me complace que hayan resuelto su problema. Ahora, Ranmaru-san, ¿serías tan amable de enseñarle al gobernador los papeles con su sello que prueban su vinculación con traficantes de mercancía prohibida?