Partida Rol por web

Tiene mi palabra maese Gornamus le dejaremos ir. dice Plesel asintiendo con la cabeza Verdad? añade mirando a sus compañeros

Ladeó ligeramente la cabeza hacia un lado, como si estuviera observando al mago por primera vez.

- Maese... si realmente no es otra artimaña tienes mi promesa -dijo con sinceridad.

Lomy escucha la historia del mago, una historia de guerras, codicia, politiqueo y traiciones. Lomy no siente demasiado interés en aquellos hechos ocurridos hace ya años, pero si que presta más atención cuando Gornomus habla sobre lo que podría ocurrir si quien invoque a Pifo no es el rey goblin.

Si nos dices la verdad te dejaremos marchar, siempre que primero comprobemos que lo que dices es cierto, y que no supongas una amenaza, claro. Así que habla, Gornamus.

Algo más tranquilo, Gornamus prosigue la narración.

Cuando el rey ganó la guerra em pidió que mandara una maldición contra Akich, para que el rey goblin dejara las minas de cueva de la montaña.

Traté de disuadirle de hacerlo, pero me fue imposible, por lo que lo que hice fue ayudar a los goblins pero aparentando ayudar a Feriamen, al que dí el poder de manipular las mentes a cuantos goblins hablaba.

Provoqué que la espada de Naa Taa tuviera unos poderes especiales, mientras Feriamen y sus descendientes no la tuvieran, el mundo seguiría como hasta ahora, pero si la tuvieran Pifo despertaría para aniquilar a su poseedor, ha excepción del legítimo descendiente del rey de los goblins.

Folhreim, el mago que me sustituyó buscó la daga, a ojos humanos, de Naa Taa que yo hice desaparecer, para que si algún día la encontraban Pifo me vengaría. Pues Feriamen al saberse engañado cuando llegó a Akich, pactó con Naa Taa, para que me encerraran con el cetro, pues sólo yo tenía poder para controlarlo. Folhreim quería el cetro, pero no podría ser el mago del rey.Tuvo que elegir y prefirió la vida cómoda.

Al mirar la daga en el cinto de Drerick, la señala con un gesto de la cabeza.

¿Dónde la encontraste?

"¿Dejarlo con vida? Seran estupidos... Sin duda avaricia solo queda en el. Mas de 1000 años y aun tiene miedo a la muerte".
Drerick miraba desinteresado al mago mientras contaba su relato, sin duda eso no le importaba lo mas minimo, tan solo la razon de despertar a Pifo y si realmente al devolver el cetro conseguirian lo prometido o serian muertos, no sabia si fiarse de sus palabras, para el ambos magos podian estar mintiendo sin piedad.

Al escuchar su pregunta, miro desafiante al mago, y desenfundo su arma apoyandola, no sin esfuerzo, sobre el pescuezo de Gornamus.
-Del tesoro de un dragon rojo, despues de despojarlo de vida.-Dejo caer su arma a su lado.-Ahora prosigue con tu cuento, creo que todavia faltan cosas ¡¡¡RAPIDO!!!-Dijo con voz demasiado aguda como para no molestar a todos los presentes.-El tiempo esta en nuestra contra.

Volvio a callar no sin antes escupir a los pies del mago, mientras se relamia los incisivos.

El viejo dragón, - rió el anciano.

El cetro lo debe sostener el rey goblin para que Pifo le obedezca, si no lo hace él, Pifo obedecera al anterior rey goblin que lo poseyó. - El mago parece resignado al contar al fin la verdad. - Si Pifo obedece a Naa Taa, matará a mis enemigos, pues él juró ayudarme y por ello no me mató. Para cumplir tan solo me desterró a esta cloaca.

Mira a Drerick con behemencia.

La profecía dice lo que conté, en 1000 años a partir de ahora los goblins, orcos, elfos, centauros y todo ser inteligente que no sea humano, desaparecerán de este mundo, para acudir a otro que nadie conoce. Esa es la profecía, pero no siempre se cumplen.

El anciano tras contar la historia, impacientemente trata de soltarse con el consiguiente dolor de hombro.

Mira aterrado tratando de ver si le han creído o no.

Plesel asiente le creo Maese Gornamus, le creo... creo que debemos liberar a Pifo añade mirando a sus compañeros

Intentó situarse en la época del relato y entre los nombres que iban apareciendo en su historia.

- Vale... por partes porque me estás liando -acentuó sus palabras moviendo la mano libre- Si en éste preciso momento, en el que están las antorchas necesarias, invoco a Pifo... ¿me destruirá por que no soy, afortunadamente, un descendiente de Naa Taa? Dos, ¿quieres decir que esa daga de Drerick es la legendaria espada de Naa Taa? ¿Qué tendría que ver con el despertar de Pifo? Tres... mmm... -miró a los demás ago indecisa- ¿Por qué huyes realmente? Si es despertado Pifo en este instante, y si nada debes temer de él... ¿Por qué quieres huir?

En su rostro era palpable cierta confusión, y como era habitual no se hizo esperar su apreciación al respecto... "Me estoy haciendo un lío... que si la daga, que si el cetro, que quien morirá si no porta el no se qué no se quién..."

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Gornamus mira cono ojos como platos a Leanan, para mirar a los demás con una mirada cómplice, que trataba de hacer ver que la pobre chica no era muy despierta.

[B]Jeje, no, no te destruirá. Pero no te obedecerá. Lo primero que hará será lo que yo le ordené, matar a los descendientes de Feriamen y a sus dragonuts.

La segunda pregunta; sí, es la espada de Naa Taa. Sólo al descendiente con la espada en la mano obedecerá si él le despierta.

Niega con la cabeza como incrédulo.

Huía, porque si no despertáis a Pifo, las tropas lunares o Gornorianas entrarán aquí y me destruirán, está escrito. Debo huír...
[/B]
El mago hace como un gesto de decir algo más pero se calla.

Soltadme, ya he dicho todo.

La joven no hizo ningún reparo en suspirar aliviada al quedarse claro que no iba a ser sacrificada, siempre y cuando Gornamus dijera la verdad... "Bueeeno, una cosa más clara"

- Maese... no me mires de esa forma. La culpa la tienes tú por hacernos dudar de tu palabra -le reprendió- Si fueras honesto no estarías en esa posición -señaló con el dedo el hecho de que estaba maniatado- Además... ¡otra vez te quedas a medias! ¡¿Por qué no terminas tus frases?! ¡No paras de crear confusión y desconfianza!

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-¡Es una espada corta IFnorante!-Reprimio a la loca muchacha, antes de sentar en una piedra cercana, estaba cansado de escuchar el pasado y mas preocupado estaba con la batalla del fondo de aquel camino por donde habia salido Plesel.

Se encogio de hombros sin saber que decir o hacer, estaba cansado de las batallitas de un viejo y solo se creia la mitad de la mitad de lo que escuchaba.
-Tu entiendes algo ex..ex... compañero? Yo solo se que perdemos el tiempo, matemos a este mago, destruyamos a los instrusos con el cetro y volvamos al reino de Devirius, para que nos entreguen lo pactado...-Drerick parecia que habia perdido la idea de ser el señor de los goblins, despues de todo pensaba que solo quedaria el para gobernar una roca antigua... si seguian esperando.

Lomy escuchó toda la historia, pero parecía algo confundido, al igual que Leanan.
No mucho, Drerick, no mucho… Lo que me parece haber entendido es que si no es el rey goblin, supuestamente tu, quien sostiene el… ¿cetro? ¿la espada? ¿Mago, acaso intentas confundirnos? Cual de las dos cosas es la que debe sujetar Drerick para controlar a Pifo, y que este no obedezca las ultimas ordenes de Naa taa?

Por cierto, dijiste que si Pifo despertaba se cumpliría la profecía y que dentro de 1000 años todas las razas menos la humana desaparecerían de este mundo… pero en cambio en uno de los mapas que encontramos aparecía la siguiente frase, entre otras:
-Las profecías desaparecerán.

¿Cómo es posible? ¿Desaparecerán o se cumplirán? Todo esto es demasiado confuso!

Señaló con la mano a Lomy al mismo tiempo que asentía con la cabeza con cierto aire triunfal.

- ¿Ves? ¿Ves? -seguía señalando a Lomy mientras miraba al mago- Ahí lo tienes, tampoco se entera porque eres tú quien no se aclara. ¡Ja!, y luego vas insinuando que estoy mal de la cabeza. No entiendo esa manía que tenéis de que soy tonta.

Leanan era tajante, y lo sería con cualquiera, que insinuase que no era "espabilada". No dudaba en absoluto que ni la mitad de los presentes, ciertamente eran pocos, podría sobrevivir en su ciudad más de un par de semanas. Pero aquel era otra cosa.

- Habla de una vez, el tiempo apremia Gornamus, "el enredador". ¡Ja! ¡Eso! Buen apodo porque...

El sol empezaba a deslizarse por fuera del circo de pared viva que rodeaba a La Aldea Maldita. El ensordecedor sonido de las espadas entrechocando y los gritos proseguían en el exterior, mientras el día terminaba.

Una voz sobre las demás del exterior, trae a la mente de los viajeros a Argos, gritando algo inintendible.

Gornamus cada vez parece más nervioso.