De detrá de las puertas se oye un grito. Pero es inteligible. La voz sonaba como si a alguien le arrancaran algo. Desagradable como la voz del pequeño goblin.
El elfo matadragones se estremece al escuchar el alarido.
Espero que esté bien el desagradabele bichejo. Uno llega a cogerle cierto cariño, a pesar de ser un pelma insolente.
Me temo que le hemos mandado a una misión, que tal vez le supere.
Se sienta en el suelo. Provemos eso que dices Taurnil, no tenemos nada que perder.
Lezmar se acerca a las escaleras e invoca un conjuro. Las fuerzas parecen fallarle, cayendo al suelo desplomada e inconsciente.
Mierda. Argos se acercó a Lezmar intentando reanimarla. Perfecto, Lezamr pierde la consciencia y el pequeñajo no aparece y además ese grito, y ni siquiera sabemos abrir la maldita puerta.
Devirius se acerca al agujero, he intenta llamar al pequeño goblin
Dedrick, Dedrick, te encuentras bien....
Leanan, se que Dedric no te agrada pero tu perro es el único que podría prestarle ayuda en este momento.
Devirius espera alguna respuesta mientras observa el agujero, cuando en ese momento Lezmar pierde el conocimiento.
Maldición justo ahora.
La situación se enredaba cada vez más. Después de casi confirmar que se trataba del ejército Lunar dentro de la cueva se escuchó un alarido. Era posible que se tratara del goblin, aunque nada era demasiado seguro. Devirius, preocupado por la situación pidió la ayuda de la joven.
- Jo! ¿y si le pasa algo? Claro, para ti sólo se trata de un perro pero para mí es mucho más.
"Claro, envia a tu perro. No va a pasar nada. Ya, eso dice..." Leanan coge de la cabeza a Calcetines "Mi chiquitín, si no quieres entrar no te obligaré, faltaría más. Trae al sucio goblin"
- A ver, necesito algo del goblin para que lo olfatee.
Entonces, ante la petición de restaurar el conjuro de la escalera Lezmar se desploma. "Esto no va bien..."
- ¿Lezmar? -dice un tanto asustada.
.
Meine, haz las tiradas concernientes al perro, please.
Maldita sea! Drerick! Drerick!- empieza a gritar Lomy al escuchar el alarido del goblin, mientras golpea la puerta con los puños.
Hay que conseguir abrir esta puerta! Vamos, probemos diferentes cosas! Lo que ha dicho Taurnil, y también a acercar las antorchas a la puerta, que todavía no lo hemos probado!
si nadie se decide a hacerlo, el propio Lomy cogerá el pergamino y delante de la puerta pronunciará "señor del averno", acercando también las antorchas, que estamos diciendo de hacer muchas cosas, pero al final nadie las hace XDD
Ese era Drerick?? - afirmo, más que pregunto, tras escuchar l grito. - Tenemos que abrir esa purta como sea, y debemos hacerlo ya!! - agrego, sorprendio ante la preocupacion que me ocasiona el grito de Drerick.
Con decisión, me acerco a Lezmar, dispuesto a pedirle el pergamino, cuando esta cae inconsciente, al parecer agotada.. - No, ahora no!! Esto cada vez va a peor... - me digo a mi mismo, mientras me agacho y agarro el pergamino, dejando a Lezmar en manos de Argos.
Rapidamente, me acerco a Lomy, y siyuandome a su lado, enfrente de la puerta, alzo el pergamino mientras digo: Señor del Averno. Esperanzado observo, intermitentemente, tanyo la puerta como el pergamino...
La puerta sufre un crujido repentino. El polvo que se depositó en su superficie cae en una cascade opaca que le viento arrastra sin prisa.
Los goznes y los tiradores de metal de las puertas se iluminan con una luz azulada. Similar a la del fuego de las antorchas.
La luz se difumina y desparece, dejando el lugar de la misma manera. Con algo menos de polvo en las puertas.
Las tiradas de los perros.
Oler
- Calcetines 96 fracaso
- Canela 83 éxito
Comprender
- Calcetines 7 éxito
- Canela 54 fracaso.
Al mirar por el agujero no ve nada.
Pero si que escucha unas carcajadas de goblin.
Siii!!!....Y ahora que pasa?? - empiezo a exclamr, pero mi alegria desaparece cuando veo como la luz lentamente se difumina. - Significa esto que lo hacemos mal o quizás ahora... - agrego, alargando las manos hacia los tiradores, nuevamente esperanzado.
Puede que acabemos de queitar el seguro... - pienso, mientras estiro con fuerza....
La fuerza de Taurnil es insuficiente para abrir la puerta.
La luz que ha aparecido en los tiradores era parecida a la de las antorchas. Probemos a acercar la llama a los tiradores!- Lomy agarra una de las antorchas, la cual acerca a los tiradores, hasta dejar la llama en contacto con el metal. Lugo ayuda a Taurnil a tirar.
Al acercar la antorcha a los tiradores estos se prenden del fuego azulado de la antorcha, encendiendose toda la puerta con el fuego azul. Creandose una gigantesca tea ardiente.
Las llamas suben en un abrir y cerrar de ojos, hasta más de 7 metros de altura.
Una voz atronadora resuena desde la puerta.
Mi señor Naa Taa, sale de Akich. Buena ventura mi señor.
Por fin!- comenta Lomy al observar que las antorchas hacen efecto. Lomy se prepara para entrar en la cueva cuando de repente escucha las palabras con voz atronadora. Lomy se detiene en seco, haciendo un gesto a sus compañeros para que hagan lo mismo.
¿Naa Taa sale de Akich? Tener cuidado, alguien va a salir!- esperemos que se trate de Drerick- piensa para si, mientras agarra su lanza y escudo, y se coloca en posición defensiva delante de la puerta.
Las puertas se mantienen cerradas con la enorme hoguera formada por la antorcha.
Nada parece moverse.
Las llamas no producen humo, pero sí una gran columna de fuego azulado. Sin embargo no dan el calor que deberían dar a esa distancia.
Tal vez ahora debamos decir las palabras del señor del averno, y rápido, el ejército de antes no tardará en divisar este fuego.
Tal vez no haga falta pronunciar ninguna palabra más…- comenta Lomy, mientras se acerca precavidamente a la puerta, con el escudo aún en alto, como esperando que en cualquier momento la puerta se abra, y alguien salga de dentro.
El fuego de las antorchas no quemaba, y puede que este tampoco- Lomy alarga una mano hacia las llamas, en dirección a los tiradores.
acerco la mano poco a poco, para comprobar si realmente no quema el fuego, y si es así, tiro de los tiradores, para ver si se abre.
Tiene sentido.. al fin y al cabo, tampoco desprenden el calor esperado... - comento, imitando los gesto de Lomy, y echando mano, nuevamente, a otro de los tiradores.
Probemos los dos, quizás con algo mñas de fuerza la puerta se abra al fin.
al igual que Lomy, antes de agarrar con fuerza el tirador me aseguro de que no queme. Si es asi, etiro a la vez que él.
Al alargar las manos comprobáis, que en efecto, el fuego no quema. Sin embargo sentís como si estas perdieran sensibilidad. Pronto las tenéis totalmente dormidas.
El fuego no quema. Está helado, el frío es lo que os duerme las manos.
Al agarrar el tirador, a Taurnil, la mano se le queda pegada al frío metal dorado.