Partida Rol por web

La baronía de los condenados

El principio del camino.

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15/03/2021, 21:24
Raimbaut, el errante

La sonrisa bobalicona y nerviosa de Raimbaut pareció un tanto forzada cuando Regnier vino a preguntarle.

—Mah leh vale, pero ‘toy bien, ‘toy bien —dijo, mostrándole la herida con ciertos reparos, como si temiese que al retirar su mano mugrienta de encima la sangre fuera a inundar la cubierta—. Nah que zurcir, creo.

Cuando por fin llegaron a Monfort, Raimbaut saltó sin muchas fuerzas al puerto fluvial y se mantuvo a la cola del grupo. Estaba contento de volver a tierra, pero la herida le había dejado los ánimos escocidos y el rostro agriado. Al meno’, pensó, ete pueblo tie’ una muralla’. Cuando el capitán mentó el templo, el vagabundo calló a la espera de ver qué hacía el señorito.

- Tiradas (1)

Motivo: SP Bretonia

Tirada: 1d100

Dificultad: 59-

Resultado: 58 (Exito) [58]

Notas de juego

Paso la tirada por los pelos

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17/03/2021, 19:35
Sir Gilles d'Arsac de Ternay

Gilles observaba la ciudad con una sonrisa en el rostro, feliz por encontrarse en un lugar tan bello e imponente como aquel - traten con cuidado a mi yegua - les dijo cuando le informaron de que iban a desembarcar su montura - nunca he estado aquí, pero aunque sepa lo suficiente de esta bella ciudad y su fortaleza, aceptaré con gusto las indicaciones - le respondió de buen agrado mientras observaba a los feligreses de un lado para otro y como sus sirvientes iban descendiendo de la embarcación que habían ayudado, valientemente, a defender. 

- Tiradas (1)

Motivo: sab pop

Tirada: 1d100

Dificultad: 35-

Resultado: 75 (Fracaso) [75]

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18/03/2021, 17:28
Gastón Pateau

Montfort, sitio de ladrones y fulanas. Años atrás Gastón había compartido viaje con un viejo de Montfort del que había aprendido todo lo que uno tenía que saber del sitio. Era grande, sucio, malhablado y apestoso. Con esas estúpidas murallas conteniendo el montón de excrementos que era la ciudad como si fuera un gigantesco orinal. Y por encima de toda aquella mierda, el zurullo más grande de todos, esa jodida fortaleza construida para compensar una hombría muy, muy pequeña.

El jornalero torció el gesto. ¿Para eso había arriesgado su vida matando goblins? Que perra vida la suya. Se ajustó bien el saquito con el dinero que llevaba firmemente atado al pecho, bajo la camisa, y siguió al caballero, a ver donde les metía ahora.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Saber popular bretonia

Tirada: 1d100

Dificultad: 45-

Resultado: 91 (Fracaso) [91]

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18/03/2021, 18:31
Regnier (René) de Labrait

El Capitan del barco había demostrado se un perro desagradecido, muchas palabras pero ni una sola moneda de oro. Perra vida. Monfort era un pueblo parecido a cualquiero otro pueblo bretoniano pero lo que llamó la atención a Regnier fue la enorme muralla y la inmesa fortaleza que se veían al fondo. No quería saber que había al otro lado de aquel paso montañoso pero no sería nada bueno si alguien había tenido que construir una muralla de 20 metros de alto para protegerse de aquello. 

- Tiradas (1)

Motivo: S.Popular

Tirada: 1d100

Dificultad: 35-

Resultado: 65 (Fracaso) [65]

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18/03/2021, 18:59
La Dama del Lago

Aquellos que escuchaban a los bardos cuando se paraban en Ternay, como Sourcil, o los que habían viajado por la zona como Raimbaut sabían que Monfort era una pueblo plagado de extranjeros. Imperiales, en este caso, pues venían de el otro lado del paso del Mordisco del hacha. El pueblo en si estaba dividido en dos zonas, separadas por las enormes murallas. Monfort interior era la que estaba dentro del paso, Monfort exterior, era donde habíais amarrado. Por lo que sabíais, cruzar de un lado a otro era tan caro que la gente del interior no visitaba el exterior y viceversa. El ducado en si era famoso por sus minas de oro, y su gente es reputadamente trabajadora que viven en poblados aislados en las montañas

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18/03/2021, 19:00
La Dama del Lago

Los marineros habían sacado a la yegua del caballero y la habían dejado preparada en el pequeño muelle, mientras el capitán le decía que direcciones tomar para llegar al templo, y le recomendaba una posada donde pasar la noche; "El diente de oro", reconocible por su cartel en forma de muela pintada de amarillo. 

El templo estaba junto a la muralla, casi refugiado bajo uno de los acantilados que formaban el paso. Era un edificio relativamente moderno, construido en ladrillo y con una dorada paloma de alas extendidas decorando la fachada principal, colocada encima del portón de entrada. Dos largos maceteros flanqueaban la puerta, plagados de flores amarillas y naranjas. En una placa colocada frente a la puerta, que informaba que el templo había sido construido por ordenes del duque Folcard en honor de la hermana Dhuoda.

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19/03/2021, 21:10
Sir Gilles d'Arsac de Ternay

Tras una sencilla y cortés despedida, Gilles subió a lomos de su yegua y avanzó en la dirección del templo, sabedor de que los sirvientes le seguirían de cerca, ni llegó a mirar atrás. Una vez llegaron a su destino, el caballero novel descendió de su montura y le tendió las correas a Sourcil para que se hiciera cargo - dejala bien atada y ven con el resto

Antes de entrar, se giró a los suyos - no toquéis nada y manteneos firmes y educados, no habléis demás, no quiero ningún problema, venímos a hacer la donación de parte del capitán por las heridas que recibió uno de vosotros - les dijo con una sonrisa en los labios aunque su mirada era, a todas luces, amenazadora, cada uno debería saber cual era su posición, pero nunca estaba de más recordarlo. Sin mayor dilación, Sir Gilles entró en el templo, con sumo cuidado y respeto, realizando los signos correspondientes para no ofender a ninguna deidad, concretamente a Shallya 

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20/03/2021, 10:41
Sourcil, la zurcidora

Sourcil asintió y con un temblorcillo tomó las riendas de la yegua de su señor para dejar escapar un prácticamente inaudible suspiro cuando le dió la espalda, había esperanzas que fuese a hacer la vista gorda con su ella - el único tipo de vista que una campesina como ella podía desear de un noble bretoniano.

Puño apretado sobre las riendas y la palma contraria posada sobre el mango de su clava, quienquiera que se atreviese a tratar de robar aquella montura se llevaría un buen susto de una mujer de armas tomar.

Vieno a Raimbaut seguir a su señor para que le cureteasen le asestó un puntapié sin fuerza para sonreirle en alegre infusión de ánimos cuando se girase a mirarla, había luchado como un valiente y se merecía estar ante la presencia de las sacerdotisas de Shallya, la diosa que no se olvidaba de los mugrientos campesinos.

Notas de juego

  • Tomar riendas
  • Puntapié y ánimos a Raimbaut
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20/03/2021, 19:15
Raimbaut, el errante

Raimbaut marchaba con unos pesares exagerados, como si le hubieran calzado una herida de muerte y no el rasguño que era realmente el corte que tenía. Tenía el rostro empapado en sudor, y las cejas constreñidas en una expresión compungida. Cuando recibió el puntapié de Sourcil pegó un bote, asustado y con la vara en alto, pero al final solo le dio un golpecito a la chica, a medio camino del cariño y el reproche.

—M’as asustáo, jodía —y se tapó la boca con la mano, por miedo a que le hubiera oído el caballero maldecir—. La prósima vé te encaras tú con los siete piele’verde que tenía delante, ¿eh? Que se te da mejor.

Cuando llegaron al templo y el señorito dio su discurso, se preguntó si no se sabría su nombre, o peor, si directamente no sabía quien de ellos era el que había sido herido. Pero así era la vida en Bretonia, así que sin quejarse mucho en voz alta pero sí para sus adentros, Raimbaut siguió los pasos del noble. 

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21/03/2021, 17:46
Gastón Pateau

Gastón no quería molestar a los dioses, normalmente él no se metía en sus cosas y esperaba que le dejaran a él tranquilo, pero si el señorito quería ir, pues habría que ir. Con mala cara, el campesino acompañó al grupo con cuidado de que no se le acercara nadie que le pudiera robar sus cosas.

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22/03/2021, 20:12
Regnier (René) de Labrait

Parecía que la verdadera naturaleza del Sir salía a la luz, no en sus palabras sino en como les había mirado. No tocar nada, no hablar y no molestar. Parecía fácil. Regnier comenzó a caminar a la vez que el resto del séquito. El era un seguidor de Ranald pero respetaba a todos los dioses por si acaso. Nunca está de más no enfadar a los que están por encima de ti. 

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22/03/2021, 20:32
La Dama del Lago

Habiendo dejado a la yegua atada en uno de los postes dedicados a esos menesteres que había cerca de la entrada al templo, el grupo se adentró en este. La entrada daba a la sala principal del templo, que no venía a ser otra cosa que un hospital. Era una habitación rectangular amplia y abierta, con una hilera de camas pegada a cada una de las largas paredes. Varias de las camas estaban ocupadas, pero por lo general el lugar estaba bastante tranquilo, con otra gran puerta justo en frente a la entrada principal que daba a un patio interior, que contaba con un pozo. Junto al pozo había dos mujeres, que al ver entrar al grupo se encaminaron hacia ellos. 

Ambas mujeres llevaban un broche de una paloma bañada en oro, lo que parecía indicar que eran hermanas, aunque el porte de la más mayor la delataba su mayor rango dentro del organigrama del templo. Ninguna de las dos habló inmediatamente, esperando que el noble caballero lo hiciese primero o diese señal de permiso. En cuanto lo hizo, la joven se llevó a Raimbaut hacia una de las camas para tratar su herida mientras que la otra se quedó con el caballero. 

Soy la Madre Dhuoda. La hermana Amélie tratará a su sirviente. - Dijo con una voz cargada de severidad. Era una mujer que ya debía tener sus cuatro décadas de edad pero que seguía conservando parte de una belleza que en su juventud habría podido generar alguna balada de juglar. - Si hay algo más en lo que el templo pueda serviros, hacédmelo saber. Si no, por favor os pido que me brindéis compañía y me contéis vuestra historia. - El tono de sus palabras era algo seco pero aún así parecía brindar una genuina invitación tanto a Gilles como al resto del grupo. 

La hermana Amélie por su parte, sentó a Raimbaut mientras se arremangaba las mangas de su negro vestido. Era una chica joven de gesto triste, con ojos de un azul muy claro y pelo rubio que fruncía el ceño en concentración mientras trabajaba. 

Esto te lo ha hecho un goblin, ¿Cierto? - Le preguntó al vagabundo mientras limpiaba la herida - Me pregunto si esos engendros usan veneno... 

Notas de juego

Asumo que todos seguis al caballero hasta dentro del templo porque es lo que ha ordenado y nadie me ha indicado lo contrario, pero si alguien quiere quedarse fuera por el motivo que sea que lo diga y asumimos que no ha entrado. Obviamente Raimbaut ha tenido que entrar. 

Raimbaut, te curan todas las heridas. 

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22/03/2021, 23:46
Raimbaut, el errante

Raimbaut hizo una reverencia ante quienes presuponía que eran las sacerdotisas que resultó ser mucho más marcada y sentida que cualquiera que hubiera dedicado hasta el momento a sir Gilles. Después se dejó llevar por la joven, que con un solo vistazo supo que su herida era el recuerdo de un goblin. Prendado como estaba, al vagabundo le costó encontrar las palabras, y aún más cuando se mentó la posibilidad de que le hubieran envenenado.  

—S-sí, así es, mi-señora. Un puñao de pielesverdes nos atacó mientras de’cendíamos por el río, pero conseimos rechazarloh —tragó saliva, y exhaló un suspiro largo y titubeante—. Pero, ¿veneno, dice, mi-señora? Nonononono. Me’ncuentro bien, ¡mejor que cuando era mozo!

Y se miró la herida mientras ella le atendía, pero sin saber muy bien qué buscar, pues no era muy ducho en tales cuestiones.

Notas de juego

Por curiosidad, ¿me curan usando 100sia o majia?

 

Meister; No, no usan magia. Te van limpiando la herida con métodos mundanos. 

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25/03/2021, 15:37
Regnier (René) de Labrait

Siempre había oído hablar de las sacerdotisas de la diosa como mujeres hermosas de voluptuosas curvas y rostros amables. Aquella mujer no tenía nada de amable en el rostro. Regnier se sintió derrepente como si hubiese hecho algo malo y le fuese a caer una regañina. Se removió en el sitio pero no rompió su silencio, se dedicó a mirar alrededor a ver que se perdía mientras dejaba que le Sir fuese quien llevase la voz cantante.

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25/03/2021, 15:59
Gastón Pateau

Gastón se quedó en segundo plano con la llegada de las religiosas. Definitivamente aquel no era su terreno. Ni la religión ni, especialmente, las mujeres, eran su fuerte así que se limitó a poner cara de palo y pensar en sus cosas mientras atendían al herido.

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25/03/2021, 16:04
Sir Gilles d'Arsac de Ternay

Gilles pasó a un segundo plano, en silencio, reverencial silencio dejando que las hermanas hicieran su trabajo, aunque cuando la madre se presentó e indicó el nombre de la otra mujer, Gilles hizo una reverencia muy gallarda - Sir Gilles d'Arsac de Ternay, para serviros - dijo de manera muy ceremoniosa como le había enseñado su abuela a golpe de vara de olivo.

Observó como iban limpiando y restallando la herida de su sirviente. Se sintió visiblemente satisfecho por ello y cuando llegó el momento, sacó las dos coronas de oro que el capitán le había dado - ruego acepten esta donación en nombre del Capitán - se quedó en silencio, y suspiró al no recordar el nombre - del navío fluvial que nos trajo hasta aquí, muchísimas gracias por su atención a mi sirviente Regnier - y sonrió de oreja a oreja. 

- Tiradas (1)

Motivo: int xD

Tirada: 1d100

Resultado: 92 [92]

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25/03/2021, 17:32
Sourcil, la zurcidora

Sourcil sabía que era un momento crucial y que no tendría otra oportunidad de pedirlo, su señor Gilles d'Arsac había pedido modales pero la Madre Dhuoda había preguntado si había algo más que pudiera ofrecer. No pudo con la tensión y hasta consideró el retirarse y esperar afuera pero acabó cediendo a aquella situación que la había situado allí y entonces.

- Madre Dhuoda, por favor, algo le puede pasar a mi señor, algo malo, flechas, puñales, garras y colmillos - le traicionaba el miedo y sentía que pronto los ojos de Sir Gilles estarían sobre ella, de manera que se tiró al suelo y apretó las manos juntas -. Compartid conmigo cómo cuidar de él, de ellos, de--- se tapó la boca, aterrada por llegar a decir que una campesina como ella fuera a "cuidar" de un noble, le iba a caer una golpiza y con razón -. Curar heridas y pupas varias y... Y... Y...

La vergüenza fue demasiado grande, había hablado fuera de lugar y sin tener claro qué iba a decir o cómo, ahora sólo quedaba llorar por sus errores y asumir las consecuencias.

- Tiradas (2)

Motivo: Charm para mostrar mi dedicación y preocupación por mi señor y compañeros (Suerte en caso de fallar)

Tirada: 1d100

Dificultad: 41-

Resultado: 88 (Fracaso) [88]

Motivo: Suerte

Tirada: 1d100

Dificultad: 41-

Resultado: 64 (Fracaso) [64]

Notas de juego

  • Desastrito tratando de obtener conocimientos de sanación.
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25/03/2021, 17:54
Madre Dhuoda

La sacerdotisa aceptó con gracia el dinero que le ofrecía Sir Gilles, y a la vez que hacía una reverencia hizo desaparecer las monedas de oro en alguno de sus bolsillos. 

Transmítale mi bendición al capitán si lo ve de nuevo, y hasta entonces que cuenten ambos con la gracia de nuestra benevolente señora. - La mujer sonrió maternalmente ante la nerviosa verborrea de Sourcil antes de cortarla con una amable pero firme negación de cabeza. Lanzó una mirada de soslayo al joven caballero antes de responder a la zurcidora - Joven, las enseñanzas del templo no es algo que se puedan transmitir en un par de horas o incluso días. Son compromisos que requieren de un tiempo y dedicación que no se pueden asumir mientras se sirve a un señor. - Pese a su tajante respuesta su tono trató de ser lo mas comprensible que podía. Pero le devolvió la atención a Sir Gilles mientras se acercaba a donde estaban tratando a Raimbaut - Mi señor ha tenido problemas con los goblins en el camino, ¿Cierto?. Le gustará saber que el valiente Duque Folcard esta reuniendo soldados y caballeros para limpiar las montañas de la amenaza piel verde. ¿O quizás el señor ha venido precisamente porque quiere unirse en la tarea?

Por su parte, la joven que trataba a Raimbaut sonrió ante el nerviosismo del vagabundo. 

No, no parece envenenada, pero una escucha historias. Por lo que me han contado, algunos pieles verdes defecan y orinan en sus armas para que infecten las heridas que provocan. Tenéis suerte de haberos encontrado con unos goblins algo más higienicos.

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26/03/2021, 18:39
Sir Gilles d'Arsac de Ternay

Siguiendo la conversación, Gilles intervino - Surci, si la Madre y sus hermanas te aceptan durante un tiempo para que aprendas de ellas, bienvenido sea, pero solo quiero la condición de que sigas conmigo cuando te convoque - la idea de que estuvieran reuniendo tropas para ir a por los pieles verdes lo había animado sobremanera y no era ni capaz de disimular su entusiasmo, así eran todos los caballeros noveles de Bretonia - gracias, madre, por tan buena nueva, tendremos la oportunidad de ayudar para despejar la zona de esos asquerosos pieles verdes - agarró del hombro a Raimbaut, y apretó demasiado fuerte - que bien Regnier, podrás tener tu oportunidad de conseguir venganza de esos bastardos - lo soltó y palmeó las manos - cuando estéis listos, vamos a presentarnos

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27/03/2021, 18:07
Raimbaut, el errante

El comentario de la Madre acerca de las tretas de los pielesverdes provocó una arcada en Raimbaut que hizo que el vagabundo se sacudiera de los pies a la cabeza. ¿Qué clase de bestia defecaba en su espada, y por qué los dioses no le hacían caer encima de esta en mitad de aquella execrable obra, de modo que se la envainara en las propias tripas? «¡Pue’ porque los diose’ se ríen de ti, Raimbaut!», respondió a su fuero interno, pero no muy alto, no fuera que Sharya escuchara sus pensamientos y le retirara su gracia, una de las pocas cosas que tenía.

La decisión del caballero de que partirían junto a las tropas del duque no hizo mucho por mitigar su disgusto, sino todo lo contrario, ya que justo después quedó aderezado con una pizquita de esa inquina tan típica de los de Lyonese* cuando, dirigiéndosele el señorito, le llamó por el nombre de su camarada el de Quenelles. «¡’sultante!», pensó, ya sin intentar siquiera disimular su enojo, pues era claro como el agua que a sir Gilles le resultaba invisible. Pero daba igual. «Lo primero e’ lo primero, y lo primero e’ el propio pe’cuezo»

—Mi-señor, quecreoyoque unos días de descanso haríanme bien, para sanarme de mis terrible’ afli’ciones —rogó, poniendo voz de convaleciente—. Partí, partí, y yo rezaré junto a la madre y las hermanas por vuestra dicha 'ta que regreséis. 

Notas de juego

*La gente de Lyonese tiene fama de maquiavélicos y rencorosos, si no recuerdo mal (confirma, Meist)