Partida Rol por web

Mientras el enorme ariete era transportado hasta la primera línea de ataque, el Rey Brujo de Angmar decidió enviar a un ataque sorpresa desde gran altura con varios de sus Nazgûl, los cuales hasta entonces todavía no habían intervenido en la batalla y contemplaban el asedio desde lejos, esperando órdenes de su señor. Su mera presencia bastaba para amedrentar los corazones de los soldados de Gondor y viendo las dificultades en el asedio para penetrar las defensas de los hombres, creyó oportuno enviarlos al combate en ese preciso instante.

Lanzándose en picado, ocultos tras las densas nubes, Beregond, quién lideraba provisionalmente el ejército tras la partida al Norte de Boromir y la trágica muerte de Faramir en Osgiliath, intentó infundir ánimos al resto de soldados y darles instrucciones para contener la amenaza, pero muchos de ellos corrieron a esconderse o simplemente se tiraron al suelo tratando de tapar sus oídos al chillido penetrante de las bestias aladas. El grito de los Nazgûl era tan ensordecedor e insoportable, que frecuentemente incapacitaba temporalmente a los que lo escuchaban de cerca, y en otras, privaba por completo de la capacidad de reacción y raciocínio durante largo tiempo. Horror y miedo.

La situación era desesperante para Denethor, el senescal de Gondor, y viendo la llegada del demoledor ariete de hierro "Grond" hasta la Gran Puerta, el cual empezaba a golpear con fuerza, y los ataques indiscriminados de los Nazgûl capitaneados por el Capitán Negro, todo hacia preveer que el destino del otrora más poderoso reino de los hombres estaba llegando a su fin. Ni si quiera la Compañía Gris enviada por Elrond y Aragorn hacían pronosticar que la situación fuese reversible...

La llegada del Señor de los Nazgûl y sus béstias aladas había sido decisiva, dándoles a las huestes de uruks negros y Trolls de las montañas el tiempo suficiente para arrastrar el ariete y golpear la Gran Puerta de Minas Tirith. Al tercer poderoso golpe, la puerta fue quebrada, y con ello, la inexpugnable fortaleza se vería reducida a cenizas. Solo era cuestión de tiempo que las tropas fuesen destruyendo todo a su paso hasta llegar a la ciudadela. 

Los primeros en cruzar el umbral fueron los colosales Olog-hai, la raza de Trolls más poderosa jamás creada por Sauron, en la cual residían arte de la maldad de su creador con el único fin de exterminar los reinos de los hombres. Los Olog-hai eran trolls feroces, salvajes, fuertes y más duros que la piedra, pero ágiles y astutos, tanto que incluso se sostenía que eran una raza de orcos gigantes; pero los olog-hai eran muy diferentes de los orcos, incluso de los más grandes, a quienes sobrepasaban en tamaño y fuerza. A diferencia de los trolls ordinarios, podían soportar la luz directa del Sol sin convertirse en piedra, siempre y cuando estuvieran bajo el dominio de la voluntad de Sauron. Hablaban muy poco y la única lengua que conocían era la Lengua Negra, aprendida probablemente de los orcos.

- ¡Cortad, mutilad, aplastad, machacad, destruid y exterminad a todo humano! ¡No dejéis a nadie con vida, ni hombres ni mujeres, mi ancianos ni niños! - profirió con maldad el Capitán Negro levantando la espada de fuego incandescente en su diestra. ¡Hoy la Torre Blanca de Ecthelion,  brillante aguja de nácar plateado como la llaman, será convertida en piedra oscura y cenizas, imbuida en magia negra que pervierta la Tierra Media a la voluntad de mi señor Sauron El grande. ¡Traedme al senescal! Le sacaré los ojos, le prenderé fuego y lo lanzaré desde lo alto de la Torre... 

A la desesperada, Denethor usa la ventaja:

CARADHRAS. Ningún jugador puede atacar a tres territorios de la Tierra Media (escogidos al azar)

A continuación lanzo al azar en la tabla de territorios.

Una tormenta de hielo y nieve llevada por el malvado Caradhras inunda varias regiones de la Tierra Media. Los ejércitos detienen sus avances y se ven obligados a volver a sus campamentos, y a esperar a que termine la tormenta.

Te juro que ha sido completamente aleatorio. Veremos como se lo toma Sauron XD