Partida Rol por web

Todo parecía encontrar el cause planeado, pero ahora era el mediano el que dirigía la cuadrilla. Magni se mantendría detrás del pequeñín para evitar, si fuera el caso, que llegaran hasta Tandas en lo que se recuperaba. Además de mantener los oídos alertas para diferenciar la señal de Lydon pues en su mente eran pocas las aves que reconocía.

Ya mas recuperado, gracias a Madelina y sus "milagritos", emprendieron nuevamente la marcha. Lydon de ofreció a adelantarse para ver si había peligro, el pequeñajo no podía estar mucho tiempo quieto, pero siendo así de pequeño y con esa agilidad jugaba con ventaja, no creía que si veia a los ogros, si quiera estos reparsen en él, pero tendría que ir con cuidado y ellos bien atentos a la señal por si los necesitaba.

El terreno no era el más fácil del mundo, la alta vegetación hacia mas difícil el avanzar, no era la primera vez que caminaba por terrenos así, pero nunca eran fáciles. 

Algunos con más dificultades, otros con menos, todos avanzáis hacia el centro de esta parte del bosque. A todos os llama la atención el gran silencio que reina, un silencio profundo y opresivo, que en algunas ocasiones es roto por el vuelo de un pájaro o el huir entre los árboles y arbustos de algún animal, que apenas llegáis a entrever entre las ramas y las hojas.

Abre el camino Lydon que como escurridizo mediano, se ha adelantado para que no os pille por sorpresa lo que quiera que habite en este bosque. Tras unas horas de viaje, todos podéis notar un fuerte olor, más bien un hedor, como de cuerpos en descomposición. Y ya avistáis una colina que parece encontrarse en el centro del bosque, y desde la que sin lugar a dudas llega ese insoportable hedor. 

Poco más adelante Lydon escucha ruidos procedentes de alguna zona de la colina, vuelve hasta el grupo y les informa de que nos están solos.

Aun no habéis visto a ningún enemigo, pero pronto todos podéis escuchar ruidos procedentes de la cima de la colina, fuertes pasos, huesos rotos, carne desgarrada. No muy lejos, cerca de lo que parece ser el núcleo del que emanan esos insoportables hedores, esta claro que hay alguien. Aun lejos de la vista, por lo que no debe o deben ser pequeños animalitos, sino algo mucho más grande.

Sobre las 2 de la tarde, de un soleado día de primavera.

Vuestro turno.

Avanzamos hacia la colina que se veía de vez en cuando a lo lejos, cuando la floresta dejaba algún resquicio por donde mirar. El mediano se había adelantado y nosotros seguíamos el paso marcado por Tandas, ya que era el explorador del grupo. Yo iba cerrando la fila, atenta a todo lo que nos rodeaba, así que no iba con cuidado al pisar ni a hacer poco ruido. Un olor putrefacto nos sacudió como un vendaval, haciendo que arrugáramos las frentes y nos tapáramos las narices. Estaba claro que por aquí vivían los ogros que habíamos venido a matar, aunque yo seguía con la idea de negociar con ellos y que se fueran. Pero por lo que olía, mucho me temía que no fuera el caso.

A mediodía regresó Lydon informando de lo que había visto, así que le escuché con atención. Estábamos cerca del origen de la pestilencia, no quise mirar al enano, y había que pensar en un plan. La información proporcionada por Lydon, unida a lo que veíamos dese aquí, debería ser suficiente para tener una ligera idea de lo que nos rodeaba.

-"Bueno, si el ogro u ogros están ahí delante, encima de la colina, no debería ser difícil ascender sigilosamente, ocultos entre el follaje circundante, por distintos sitios y rodear a la criatura. ¿Sabemos si es una sola o hay varias?" Dije en voz baja mirando al mediano.

-"Bueno, si el ogro u ogros están ahí delante, encima de la colina, no debería ser difícil ascender sigilosamente, ocultos entre el follaje circundante, por distintos sitios y rodear a la criatura. ¿Sabemos si es una sola o hay varias?" Dije en voz baja mirando al mediano.

- Al menos un par, aunque podrían ser más. Creo que deberíamos intentar pillarlos cuando estén separados, la perspectiva de luchar con varios ogros a la vez me pone los pelos de punta. - Contesté a Madelina. - Me parece que quizás deberíais separaros unos metros los unos de los otros, si alguno mete mucho ruido, al menos los demás tendrán oportunidad de esconderse y emboscar a las bestias mientras su atención se fija en el ruidoso.  - Dicho eso, como la conversación tras la exploración me había dado sed, le dí un largo trago al odre, con tal mala suerte que se me fue por otro camino y me dio un ruidoso ataque de tos.

- Opsss... en silencio, no como yo. -Dije con una sonrisa culpable mientras volvía a dirigirme a la colina.

Era evidente que estaban cerca de encontrarse con uno o varios ogros, enemigos terribles, uno bastaba para representar una enorme amenaza.

—Con cuerdo con el plan de esperar a que un ogro separado nos permita emboscarlo —dice Magni, y luego prosigue—: ¿Qué tanto sabemos de los ogros?¿qué puntos débiles tienen? 

No estaba dispuesto a pelear directamente ya que eran un número reducido para tal empresa.

Cuando Lydon y Madelina están dispuestos a continuar el avance, Magni les llama la atención sobre el peligro al que se están acercando. Y es en ese momento cuando la pensativa elfa y el guía del grupo, que han estado un rato hablando en voz baja, llaman la atención de los demás, y les dicen.

-¡Esperad un momento! No sabemos demasiado de estas criaturas, pero entre lo poco que hemos escuchado esta el que son muy poderosas.- Dice Tandas, luego Timel añade:

-Hace tiempo leí en un viejo libro que los ogros eran una de las razas más antiguas, seres inmortales que se hacían más y más poderosos con los años. Aunque muy fuertes y ágiles, son muy poco inteligentes, y solo los antiguos tienen la capacidad de organizar y liderar incluso a otras razas. Si en esta colina hay un ogro que se hace llamar el señor de estas tierras, y ha sido capaz de atraer a un clan de orcos con promesas de riquezas, es de suponer que sea un ogro muy viejo, y por lo tanto poderoso. Que contará con otros congéneres para que le ayuden.- Y Tandas terminó añadiendo.

-Parece que son criaturas diurnas, tal vez debamos escondernos y esperar a que llegue la noche, para atacarles por sorpresa mientras duermen. Pegarles fuego o cortarles el cuello, ya se verá, pero atacarles de día podría ser una imprudencia.- Tras lo cual todos pensáis en las palabras de vuestros compañeros, y os quedáis un momento tratando de decidir que hacer a continuación.

Alrededor de las dos y diez de la tarde de un bonito día de primavera, en el que comienzan a aparecer algunas nubes por el norte, a la vez que se levanta un suave viento.

Vuestro turno.

- Uhm, si son bestias poderosas y diurnas, creo que lo mejor que podemos hacer es buscar un refugio seguro para guarecernos hasta la noche. Quizás Tandas podría preparar alguna trampa para cazar a alguno de los ogros cuando la bestia esté sola, porque suena a que más de uno nos despedazaría con facilidad.

Rascándome la barbilla, pregunté al explorador: - ¿Viendo las huellas podrías identificar alguna ruta que sigan normalmente, y si lo hacen solos? Aunque lo ideal sería pillarlos dormidos, no creo que tengamos tanta suerte como para poder ejecutarlos en su guarida sin que nos pillen... aunque se puede intentar, pero seguro que hay algún plan mejor por ahí. - Termino mirando a mis compañeros, esperando alguna idea genial. ¡Demonios, estoy rodeado de magas y clérigas que lanzan hechizos prodigiosos y veteranos guerreros, con gente así matar ogros es posible!

Los comentarios hicieron que nos pensásemos dos veces lo de ir hacia la colina. No sabía que Tandas y Timel sabían tanto sobre ogros, pero cuanta más información, mejor. Nos quedamos dubitativos, sin saber muy bien qué hacer.

-"Está bien, esperemos a la noche para acercarnos. Busquemos un lugar para guarecernos mientras pensamos en un plan."

Me dispuse a seguir al explorador para ayudarle en encontrar un refugio. Si íbamos a atacar de noche, cuando ninguno de nosotros veía, a excepción del enano y la elfa, había que pensar en cómo acercarnos sin ser detectados.

El plan todavía no se fraguaba, la fuerza descomunal de los monstruos les hacía pensar que pocas cosas se podían hacer. ¿Cómo los enfrentarían? ¿Esperar a que estuviesen dormidos? ¿Ponerles trapas para cazarlos de uno en uno? ¿Intentar incendiar su guarida? Magni no sabía que idea era menos arriesgada.

—Sólo se me ocurre intentar prenderles fuego cuando duerman, pero tendríamos  que adentrarnos demasiado en su madriguera y arriesgarnos a un enfrentamiento directo.

El grupo finalmente decide que atacar durante el día, podría ser demasiado peligroso y buscan un lugar en el que esconderse y descansar hasta la llegada de la noche. Hay varios caminos que transitan por esta zona del bosque, algunos tienen pinta de llevar un tiempo en desuso, mientras que otros presentan las enormes huellas del paso de los ogros. Magni que piensa que acercarse en mitad de la noche y prenderles fuego podría ser también algo muy peligroso, es el que tropieza de casualidad por lo que parece la abandonada guarida de una familia de lobos. La entrada protegida por los matorrales no resulta fácilmente visible desde el exterior.

La entrada es estrecha, por lo que un ogro no podría entrar o lo haría con grandes dificultades. Tras una primera inspección resulta ser un buen lugar para esconderse, se ensancha un poco en su interior y podéis estar los cinco de forma cómoda. Alguien piensa en hacer un fuego y preparar algo de comer caliente, pero Timel les avisa de que los ogros, a pesar del hedor a muerte que hay en toda la colina, tienen un fino olfato y podrían detectarles. por lo que habrán de comer frío. 

Algo se ha hablado de planes, y son muchas las horas que han de esperar hasta la llegada de la noche, esta puede ser una buena oportunidad para trazar algo parecido a un plan, en el que el fracaso probablemente se pague muy caro. 

Sobre las 3 de la tarde, la cueva no es demasiado oscura gracias a la luz que entra desde el exterior, y estáis en una semi penumbra. La oscuridad irá creciendo a medida que el sol se vaya poniendo. 

Vuestro turno. 

No estaba muy de acuerdo en lo de acercarnos por la noche, ya que no vería nada en la oscuridad del bosque, pero bueno, si la mayoría lo había decidido así, así actuaría. Encontramos una cueva abandonada donde nos instalamos para esperar a la noche. Una vez sentada y acomodada, comí algo frugal para reponer fuerzas y me dispuse a descansar.

-"¿Y bien? ¿Estás seguro de ir a quemar su campamento, Magni? Solo tú y Timel veis en la oscuridad, así que los demás no creo que debiéramos acercarnos a oscuras si no queremos caernos y hacer ruido. Y desde luego llevar algún tipo de luz es inviable. ¿Y si esperamos al alba? Quizás a esa hora aún duerman y nosotros podamos ver mejor, llegando hasta ellos sin ser vistos ni oídos." Comenté a los demás.

No era muy buena haciendo planes, ni combatiendo a ogros. El más experto había muerto y los demás andaban callados y taciturnos, así que la situación me preocupaba sobremanera.

Por suerte encontraron, sin mucha dificultad, un sitio donde esperar y hacer, algo parecido, a un plan. Todos debían descansar, tendrían una dura pelea ak caer la noche. Era cierto que verían poco, queria pensar que la luna les echaría una mano con su luz, por aunque confiaba en su puntería.... Sin ver... Era algo que no había hecho, disparar a ciegas.

-Incendiar su madriguera, es una manera de hacerlos salir ¿estamos seguros de que queremos a todos enfadados y fuera? Tenemos que ser mas listos que ellos y no contamos con tiempo, ni con sabernos el terreno- miro a los demas -no podemos ir de frente, queremos atacar de noche porque contamos con que estén dormidos, pero... A ver que os parece- cogio un palo, y se sentó para dibujar y que todo quedase claro -estoy de acuerdo con Madelina, deberíamos ir cuando la mayoría veamos, pero no con una luz excesiva, si quereis que no vean.... Puedo intentar cegarlos, pero no es tan fácil apuntar a sus ojos y si sabemos donde esta su guarida, alguno subir arriba con el aceite, cuando salgan tirarselo encima y ahi con flechas incendiarias.... - sabía que no eran planes perfectos, pero tenían muchas cosas al aire, el número de enemigos, el terreno desconocido -tambien se puede poner una cuerda en la entrada y cuando quieran salir, que tropiecen, se que no soy el mejor estratega, pero propongo planes de acción, hay que ordenarlos ¿como lo veis? - 

Timel se acomodo entre sus compañeros escuchando atentamente los planes.

Con la cara entre las manos y los codos apoyados en las rodillas miró el dibujito de Tandas en la tierra.

-Esta bien, si la magia acompaña invisible puedo ir y venir regando todo de aceite incendiario. 

Cuando el arquero sugirió que alguien fuera, no obstante cómo siempre la magia era caprichosa.

-De todas formas y antes de atacar pensemos en concentrarnos en eliminar al jefe de ser posible, ese más Inteligente que los guíe. Sin un líder estarán perdidos, enfurecidos tal vez sí, pero eso ocurrirá con o sin un cabecilla; al menos sin ese vejestorio guiandolos no podrán organizarse. 

Pensó recordando su primer impulso de atacar al jefe de los orcos a lo lejos pero luego no lo hizo, tal vez de haber seguido su instinto Brom estuviera hoy entre ellos. Suspiro abrazando las rodillas.

-Y preparar todo para el alba como dice Madelina, cuando lo hagamos aseguremos de tener el sol a nuestras espaldas para que el amanecer los ciegue un poco también. Lo de la cuerda para hacerlos tropezar sería idóneo aunque siendo unos patines fuertísimos me parece que el primero que la cruce la va a arrancar de cuajo.

¿Con cuántos frascos de aceite contamos?

- Yo tengo dos frascos de aceite. - dijo Lydon, mientras rebuscaba en su mochila. - Para incendiar su madriguera quizás deberíamos usar ramas secas o algo así, solo con el aceite que portamos no creo que sea suficiente. Y ni siquiera sabemos si tienen más de una salida de su guarida. - El mediano se mostraba bastante desanimado. No veía claro como iban a poder acometer esta tarea.

- Creo que necesitamos saber exactamente cuantos ogros hay. Yo solo fui capaz de deducir que eran varios, pero no si dos o doce. Las huellas que vi no están lejos, quizás podría acercarme furtivamente con Tandas, que es mejor rastreador, a ver si es capaz de saber cuantos son.

Realmente, teníamos demasiada poca información para tamaña gesta. Y demasiados pocos enanos armados hasta los dientes, pensó Lydon suspirando.

- Bueno si tenemos alguna oportunidad será cuando estén dormidos, y será muy pequeña. ¿Cuánto aceite hay disponible? Lo único que se me ocurre es que dos los bañemos en aceite y dos con flechas encendidas les prendan fuego.- Comenta Magni al resto del grupo. 

Tras acomodarse en la cueva, tienen largas horas por delante hasta la llegada de la noche. Y aprovechan para tratar de urdir un buen plan con el que poder acabar con los ogros sin perder la vida en el intento. 
Lo primero es hacerse una idea de cuantos pueden ser. Y para ello Lydon y Tandas salen con cuidado de la cueva y tratan de ver y estudiar las huellas. Piensan que pueden ser un ogro pequeño y uno o dos grandes, pero no creen que más de tres.
El plan de intentar quemarlos con el aceite es el que más seguimiento tiene, el problema es que durante la noche tan solo Timel y Magni podrían ver, el resto necesitarían de antorchas o alguna otra fuente de luz. Pero para encender el aceite, desde luego que necesitaran de fuego. Aun así, piensan que al amanecer pueden tener una buena oportunidad, habiendo luz, y esperando que los ogros aun duerman. Y Timel invisible podría empaparles en aceite. 
También se habla de la posibilidad de colocar una cuerda a la salida de la cueva para que cuando salgan tropiezen y se vayan al suelo. 

La noche va pasando y antes del amanecer, aun sin luz os acercáis hasta la cima de la colina, siguiendo los pasos de Timel y Magni, y con la ayuda de una antorcha ya que fuego vais a necesitar. Al llegar a la cima veis que un ogro se ha quedado dormido tras pegarse una panzada de comer, aun quedan restos de lo que pudo ser un ciervo junto a el. Esta en el suelo, no muy lejos de la entrada de una cueva, donde es de suponer que estén el resto. Toda la cima de la colina esta ocupada por ruinas. La entrada a la cueva esta en una de esas antiguas construcciones, de las que ya apenas queda nada. 

Alguien puede matar al ogro que duerme en el suelo (necesita hacer una tirada de subterfugio + destreza con un +4 y la dificultad es 11. Si la saca lo mata sin hacer ruido, vamos a pensar que le corta el cuello). De no sacarla haría ruido, y esto podría tener consecuencias. (Tan solo con una pifia, un 1 en el D20 el ogro se despertaría. Pero aun en este caso, estaría medio dormido y confuso en el suelo. El problema es que ya no sería un golpe de gracia, sino un combate con desventaja para el ogro, y eso si que haría mucho ruido. Pero solo si sale un 1.)
Tenéis que organizaros, en primer lugar alguien se tiene que encargar de acabar con el ogro que duerme fuera. El resto estaréis atentos a cierta distancia por si hubiese problemas.

Timel tiene que tirar un d20 y sumar destreza y subterfugio para ver lo silenciosa que es, mientras usa el aceite.
Alguien atará la cuerda a la salida de la cueva.
Y alguien que tendrá una antorcha encendida, le pegará fuego al aceite, bien con la antorcha o bien con flechas encendidas. 

Poco antes del amanecer de una fresca mañana de primavera.

Vuestro turno.

Enlace al tablero:

https://natilla.comunidadumbria.com/tableros-partidas/render/361