Partida Rol por web

Quizas solo sea el cansancio. Pienso mientras miro a mi alrededor con suspicacia, quizas debiera tranquilizar al resto del grupo, desvio la mirada hacia ambas mujeres. No tardaran en volver, quizas debieramos centrarnos en preparar la cena de esta noche, seguramente solo sean carroñeros y los espantaremos con el fuego. Mientras hablo comienzo a preparar las raciones para la cena, mantener la cabeza ocupada nos permitira mantener la calma.

Efectivamente el fuego aleja a las fieras por la noche, eso es algo que Abdul tiene muy claro... aunque también puede atraer atenciones no deseadas...

De repente, en medio del silencio sepulcral, oís un poderoso rugido de las cercanías, a pocas decenas de metros... y os da la sensación de que el rugido acompañaba algunas palabras... no las habéis podido distinguir en la distancia, pero no era un simple rugido bestial, parecía como si un hombre y un león "hablaran" al mismo tiempo con una única voz.

La tranquilidad de la noche se vio alterada de repente por un gruñido. Instintivamente eché mano a mis espadas y las mantuve cerca, junto a mis piernas. Sentada al lado del fuego miré hacia la oscuridad aunque sabía que no vería nada. El fuego de la hoguera iluminaba lo justo para vernos las caras pero no mucho más.

Esperaba que la noche transcurriera sin más problemas que el de oir gruñidos. Por la mañana ya buscaríamos de donde provenían y cazaríamos a lo que fuera que nos acechaba por las noches. Intenté conciliar el sueño, pero me fue bastante difícil.

- No sé yo qué decirte... - Murmuré cuando dijo aquello de los carroñeros, porque la verdad es que yo no controlaba mucho estos temas, pero me parecía que allí había demasiado cadáveres y a mí mi propio instinto de supervivencia me estaba diciendo que aquel no era un buen sitio para nada.

Así, en silencio, pues estaba claro que ninguno de nosotros estaba demasiado a gusto, nos colocamos cerca de la hoguera para hacer tal y como Abdul había sugerido. Hacer la cena me parecía más sencillo que lo de montar el campamento.

En un momento dado se escuchó un gruñido de fondo y eso me hizo ponerme de pie casi al instante.

- ¿Qué ha sido eso?

Eché mano a mi honda y me quedé observando a todas partes, asustada claramente, pero no pensaba huir.

Cuando escuche aquel rugido un peque gruñido escapo de mis labios, como si fuera una respuesta animal. Grrrrrr...  Aclare mi voz con unos pequeños carraspeos y finalmente dije. Formar un circulo y quedaos cerca de la hoguera, esta noche puede que tengamos que luchar por nuestras vidas. Comence a caminar para establecer la formación defensiva y desenvaina mi espada curva, con un poco de suerte Kulla y Bakra nos ayudaran a la defensa cuando la refriega comience. Pienso para mi mientras intento escudriñar la oscuridad que nos envuelve.

Al poco oís otro gruñido similar desde la misma distancia, lo que os hace entender que la bestia no se ha acercado en el espacio de tiempo entre ambos gruñidos. Pasa un rato y os vais calmando, seguís alerta y finalmente entendéis que nada ni nadie pretende atacaros ahora mismo.

Pasan un par de horas y vuestros compañeros aún no han vuelto; Arhuna se acuesta e intenta conciliar el sueño. ¿Qué hacéis los otros dos? ¿Dormís también o hacéis otra cosa?

Por un momento siento la tentación de abandonar el campamento y enfrentarme a lo que sea que esté produciendo esos gruñidos, pero el sentido común prevalece y me mantengo cerca del fuego mientras espero la llegada del resto. Que no hayan vuelvo no es buena señal. Permanezco de guardia mientras Arhuna descansa. Deberías descansar tu también Hanila, yo hare esta vez la primera guardia. Solo esperaba que no fuera la última.

Me arrepiento de haber dividido al grupo de manera tan irresponsable, espero que Bakra y Kulla se encuentren bien, si no buscaremos sus cadáveres cuando el sol vuelva a bañar estas ruinas.

No sabía si iba a poder dormir demasiado en un lugar como aquel. Sobretodo, porque llevaba con la piel de gallina desde que había empezado a sentir cosas raras, como sombras que luego no estaban o esos rugidos y gritos que luego se habían pagado...

- Está bien, aunque no sé si voy a poder pegar ojo aquí. Despiértame después para hacerte el relevo.

Así, me hice un ovillo en mi manta tratando de conciliar el sueño, aunque no las tenía todas conmigo sobre eso de poder dormir. Además, estaba segura que de hacerlo, iba a tener sueños que no me iban a gustar nada. Aquel lugar tenía que incitar a las pesadillas casi con total seguridad.

Mi último pensamiento antes de cerrar los ojos fue hacia Kulla, esperando que se encontrara bien, pues conocía lo terca que podía llegar a ser y me daba un poco de miedo que la pudiera pasar algo.

Efectivamente como Hanila sospecha ambas tienen alguna pesadilla repentina durante su sueño, el lugar sin duda os tiene inquietos a todos. Pasa un rato, no sabríais decir cuánto aunque no mucho, y la cosa sigue en un silencio solo roto por la brisa y una oscuridad solo evitada con la hoguera... hasta que esos distantes y disimulados susurros empiezan a hacerse cada vez más notables.

-nNnnNOOooo... -Abdul, único despierto en el campamento, haciendo guardia, oye un extraño susurro repetirse, poco a poco más fuerte, un murmullo que lo trae el viento y no viene de ninguna parte, está alrededor, como si estuviérais rodeados por personas invisibles...

-...viiiIVOOoosss... -unos susurros vienen más de un lado, otros de otro. Abdul cree ver una figura por el rabillo del ojo, se gira asustado y no ve nada, a nadie... Poco a poco los susurros van haciéndose más claros: -No... Aquí no... -entonces una extraña humareda, quizá vapor o algo similar, va condensándose ante los sorprendidos ojos del uridimmu.

Una especie de niebla forma una figura aparentemente similar a la de un awilu, de la cual solo se adivina el contorno pues está difusa, no llega a definirse lo suficiente y va cambiando ligeramente de tamaño sin parar. Se acerca lentamente a Abdul, éste siente la certeza de que este ser le está mirando y se dirige a él. Entonces Abdul cae en la cuenta de que este ser es un fantasma, un espectro, lo que en akadio se conoce como "etemmu". Entonces el fantasma dice, sin dejar de acercarse: -Los vivos no descansarán en la morada de los muertos... Aquí no habrá descanso para vosotros... no hasta que muráis también... -este espectro va a alcanzar a Abdul si no hace algo. Además Abdul ve que otros tres etemmu se materializan cerca, dos de los cuales se acercan de igual modo hacia Hanila y Arhuna respectivamente, de forma aparentemente peligrosa... y ellas dos están dormidas.

El sueño era ligero. No lograba alejar las pesadillas de mi mente. Tan ligero era el sueño que noto como Abdul intenta despertarnos. Rápidamente abro los ojos y escucho unas palabras que vienen de una especie de bruma que se ha creado wn wl campamento. Al parecer es una especie de advertencia. Lo que nos faltaba ahora era vernos asediado por unos espíritus enfadados.

Me levanté de golpe y cogí mis armas aunque dudaba que fueran efectivas contra aquellos enemigos.

Al final tras unas cuantas vueltas había conseguido dormir algo, pero la verdad es que eso no podía llamarse descansar. Mis sueños, al igual que como lo estaba despierta, eran intranquilos y tenía fragmentos de pesadillas que por suerte, al despertar no recordaría, aunque claro, tendría el cuerpo como si me hubieran dado una verdadera paliza después de no dormir absolutamente nada.

En un momento dado sentí algo de frío y me hice una pelota bajo la manta, pero no llegué a despertarme, simplemente me quedé casi tapada hasta la nariz y volví a caer en aquel mundo de pesadillas.

Aquel etemmu me cogio de sorpresa y abri los ojos de par en par mientras se acercaba hacia el campamento, entonces me sacudi aquella sencación y volvi mi mirada hacia las dos mujeres que yacian dormidas en el campamento. Rapidamente me puse cerca de ellas y les grite para que se despertaran, Arhuna parecia haber abandona su sueño y ya estaba a mi lado con las armas, yo desenvaine las mias y me dispuse a defender el campamento espalda contra espalda con la ladrona.

Mire por el rabillo del ojo como Hanila se hacia un ovillo no sabia si era por miedo o por sueño, daba igual ahora mismo no seria de mucha utilidad. Tendremos que rechazarlos juntos Arhuna, cuento contigo. Dije mientras adoptaba una posición defensiva para poder defender a Hanila si fuese necesario, al fin y al cabo, ella era la lider de la expedición.

Hanila acaba por despertarse con los gritos de Abdul. Se despierta sobresaltada, y más se sobresalta al encontrarse uno de los fantasmagóricos y terribles etemmu justo a un palmo de distancia frente a ella al abrir los ojos, aún sin haberse movido siquiera. El espectro está ya encima de ella y entonces se le echa encima, y la awilu empieza a notar cómo el humo que conforma al fantasma empieza a entrarle por los oídos, por las fosas nasales, por la boca... y entonces la bruja deduce que el etemmu está intentando poseerla.

Los otros dos veis algo similar, los espectros inmateriales se os abalanzan y comienzan también a entrar en vosotros por vuestras orejas, vuestra nariz y vuestra boca... en un horrible acto que os resulta aterrador. El cuarto etemmu sigue repitiendo sus amenazas: -Marchaos... morid...

Los espectros estaban intentando poseernos. Las extrañas substancias intentaban meterse por nuestras bocas y nariz. Había que tener mucha fuerza de voluntad para lograr resistirse a ello, pero debíamos conseguirlos o no pasaríamos vivos de aquella noche.

Abrí los ojos y mi cerebro tardó simplemente un par de segundos en darme la voz de alarma. Prácticamente, mi corazón se aceleró aún más, mientras mi piel se quedaba pálida ante la estampa que tenía delante de los ojos.

- Madre mía... - Cualquier en mi lugar estaría soltando un taco, pero la verdad es que ni para pensar en ellos estaba, pues estaba entre ponerme a rodar sabiendo que aquel fantasma me iba a pillar o ponerme a gritar como una loca y esperar que aquello me pudiera salvar la vida.

Al final, ni una cosa ni la otra, simplemente me quedé quieta intentando pelear contra aquella cosa que estaba tratando de poseerme.

Intente interponerme entre el etemmu y Hanila pero me fue imposible, di un paso atras al ver lo que le sucedia cuando al volver la vista a mi atacante este comenzo a penetrar en mi ser de la misma manera. Que Ashur me proteja.

Dicen que la voluntad de los mushkenu es fuerte, y al parecer no es casualidad que sea Arhuna quien resiste el intento de posesión fantasmal, dejando al espíritu debilitado; Arhuna ve cómo el etemmu que ha intentado poseerla se aleja en su incorpórea forma, algo menos definida que antes.

Sin embargo, tanto Abdul como Hanila son poseídos por dos malvados y aterradores etemmu. Abdul se contorsiona sobre sí mismo, con cierta violencia pero mantieniéndose en pie, y entonces se gira bruscamente hacia Arhuna con ojos desorbitados. -Ah... vivos... aún vivos... noo... aquí no... aquí solo hay muerteee... -y entonces se lanza a atacar a la mushkenu armas en mano, si bien no lo hace con toda la destreza con la que lo haría el uridimmu.

Arhuna y la conciencia de Abdul que percibe lo que sucede desde el interior de sí mismo pero sin poder controlar su cuerpo, ambos oyen cómo habla la Hanila poseída, tras contorsionarse violentamente en el suelo y aún sin levantarse siquiera: -¡AHH! ¡VENNGAANNNZAAA! ¡VEENNGAAROOOSS! ¡DEBÉIS VENGAAROS DEL SACERDOTEEE... ÉL NOS HIZO ESTOOO! ¡VENGAROS O MORIRÉIS AQUÍ Y AHORAAA!

Abdul, nuestro guía es poseído por uno de los espíritus, mientras Hanila lucha por deshacerse del suyo. El que intentaba hacerlo conmigo huyó de momento, pero ahora debía preocuparme de Abdul quw se había lanzado a atacarme. No quería hacerle daño, necesitábamos al guia, así que solo esquivé el ataque.

¿Qué sacerdote? Habla y quizás podamos ayudaros, pero tendrás que dejar wn paz a mi guia. Si continuas tendré que matarle.