Partida Rol por web

El nuevo disparo cumple su objetivo y el guardia de la última torre del sector de Steve es abatido. Ahora las luces de ambas torres dejarán de molestarle y los soldados deberán salir a buscarle.

Solo restan los dos guardias de la entrada y otros dos que estaban de recorrida cuando se dio la alarma. Esos cuatro al perder ambas torres buscan cobertura estando cuerpo a tierra. Esto supone un mayor esfuerzo para el francotirador desde su actual posición o simplemente con acercarse un poco será suficiente.

Una novedad de último momento en el plan de acción es la aparición de un panzer junto a la fábrica, en dirección a las barracas de los guardias. Al parecer, allí, se libra un combate.

-Tala -susurra, señalando donde ha caído el primer alemán-. La torre. Tienen una ametralladora -

¡A la orden! – responde el Apache. Y de inmediato, aprovechando la distracción que está causando Ocon, se escabulle en línea recta hacia la torre donde el guardia fue abatido por Steve.

En ese momento el tanque germano detiene su marcha y comienza a girar la torreta en dirección al centurión. De cualquier manera el cañón si fuera a disparar sobre Ocon también dañaría la barraca donde los nazis se refugian.

Tala a los pocos segundos desaparece entre las sombras y en breve, si todo marcha bien, llegará a la torre…

 Aaron, Vincent, los presos. 

Ambos asienten ante la orden de Walter. Cada uno se encarga de una puerta para de ese modo liberar a los prisioneros de las barracas sur y central respectivamente. En segundos es cuestión de quitar el madero que traba las puertas dobles y nada más.

-¡Hola! ¡Tenemos chocolates! – saluda Vincent hacia el interior de la barraca central, aunque la respuesta es mínima al hallar a los pobres prisioneros en trajes de rayas amontonados contra el lado opuesto del salón.

-Uff…esto va a llevar más de una golosina – se queja al anticipar el esfuerzo por venir para lograr la cooperación de ellos.

Mike, vamos a avisar a Ocón. Ojalá el panzer esté buscando a Halcón y pase de largo... ¡No lo hará si Ocón comienza a disparar antes de tiempo!

El tanque dispara un proyectil explosivo en medio de la calle, entre la guarnición y el depósito contiguo. Su detonación envía lejos a Ocon y con eso los alemanes eliminan al atacante que parecía inmune a las balas.

Cuando Walter y Mike llegan junto a la fábrica desde la guarnición nadie los ha visto. Sin embargo, aunque no imposible, desde el panzer han detectado a los dos soldados. Entonces la ametralladora del blindado comienza a disparar sobre ellos, realizando una maniobra de fuego de supresión para dar tiempo a los soldados de la guarnición a salir de allí y desplegarse.

Asomarse, moverse y todo lo que no sea retroceder supone un peligro mortal para los dos soldados americanos…

El ruso gira la manivela sin suerte y el tanque no arranca su motor. Le falta poquísimo pero sin más ayuda su esfuerzo es en vano porque además están llamando demasiado la atención. Incluso el soldado de la torre mientras recarga su ametralladora grita ordenes a los que están abajo en algún sitio…

Ese momento es aprovechado por Billy, quien se escabulle por el exterior del edificio de garaje y las fosas abiertas para intentar llegar a la torre que representa un peligro para ellos.

Brannagh y Franklyn, cual niños con juguete nuevo, entran al blindado para echar el guante a la torreta y a la ametralladora del comandante y también a la ametralladora coaxial. Servidas ambas Frank baja para dar una mano a Boris luego de oír sus quejas. Es que un tanque inmóvil es una tumba con tiempo contado.

Incluso el cañón es funcional y hay munición para algunos disparos. Media docena de proyectiles perforantes y tres proyectiles explosivos.

Y cuando parece que una pelotón de nazis llegara en cualquier momento una explosión en el lado sur de la fábrica pone en alerta a los cuatro soldados. Por el sonido es posible deducir que un cañón ha sido disparado en esa zona y también ha comenzado un combate. Posiblemente entre el grupo de Walter y la guarnición.

-Animo chicos, arranquemos estoy y vamos a usarlo como sea.

Le doy una palmada al compañero que estaba haciendo de amunicionador.

- Más abajo, en el chasis, hay otra. Amunicionala también. Entonces salió Bran a ayudar a arrancar el bicho este.

-Déjame hacer un momento-dijo Franklyn a la que se situaba al lado de de Boris para ayudarle con el motor. Quizá con algo más de maña que de fuerza pudieran completar la tarea con éxito. 

Trasteó un poco en la manivela para facilitar el trabajo de su compañero.

-Ahora, dale. Venga, va, va va...-Finalmente se unió a Boris para intentar que la manivela accionase el motor aunque sabía que para esta tarea poco podría ayudar.

Gracias a que Franklin había bajado a ayudar pudimos hacer girar la palanca de arranque del motor del panzer y los 700 CV empezaron a relinchar y escupir humo por los dos tubos de escape:-Genial, ahora todos a dentro antes de que nos frían a tiros aquí fuera.-dije, cogiendo la Thompson y hechandola al hombro mientras escalaba por el tanque hasta la escotilla superior y me metía dentro. 

- Pues vamos... Animó. ¿Quién sabe conducir un trasto de estos? Ya no se molestaba en atenuar la voz. Todo lo contrario, con el ronroneo del motor de uno de los Carros de Combate más modernos del mundo, el hablar entre susurros ... era todo un sueño imposible. - Estoy seguro que los zombis esos nazis, que les disparabas y seguían corriendo, espachurrados por este montón de metal... Golpeteó dos veces la "chapa" mientras subía. - ...seguro que ya no dan más la lata.

- Si consigo disparar el cañón de esto, seguro que mis padres y abuelos estarían orgullosos de mi. Los hombres de la familia habían sido casi todos de artillería, así que: - ¿Qué mejor artillero que el que dispara el cañón de un carro?

Con la espalda apoyada en la pared norte esperaba mi momento. El foco de luz que antes se movía de manera tranquila, siguiendo una especie de patrón, ahora era un frenesí de luz. Supongo que desde ahí arriba, con la que estaba cayendo, cada sombra era una amenaza. Cada percepción de movimiento, era un gigante que se aprestaba a disparar. Normalmente, esos puestos los ocupan gente fría, templada. Pero en la Wehrmacht actual, era probable que eso no pudieran hacerlo.

Ahora... es un buen momento... - pensé, cuando el haz de luz pasó justo a mi lado y se perdió hacia el este. Entonces oí el ronroneo del panzer y sonreí... con un poco de suerte sería lo último que el cabrón de ahí arriba oyese - ... ahora solo queda que esos tres que lo pilotan se acuerden de esperarme...

Asomé entonces el fusil y abrí fuego.

Tres de las torres estaban inutilizadas, el halcón había caído sobre ellas dejando inertes las luces.  Desde su posición y una vez en alerta los disparos comenzaban a complicarse demasiado.

Tras sopesar las alternativas, Steve decidió tomar una nueva posición algo más adelantada a fin de tener mejor visión moviéndose entre las sombras y aprovechando el movimiento del tanque que sin duda llamaría la atención.

Mike abrió los ojos como platos al ver desaparecer a Ocon con la explosión. No lo veían y supuso que no habría sobrevivido:

-¡Oh Dios! Ocon es historia. ¡Tenemos que escondernos!- Mike quiso advertir a Walter pero la lluvia de plomo arrojada por la ametralladora del panzer comenzó a caer sobre ellos, supuso que se daría cuenta.

Mike corrió a ocultarse en la propia fábrica, ahora abrir el acceso de los presos les convertiría en blancos fáciles. -Si nos ocultamos podríamos intentar sorprenderles por el otro lado-. Dudo al momento de tal propósición pero se dirigió al edificio.

La explosión hace caer trocitos de tierra y polvo sobre Walter, paralizado ante la bestia de metal que gira su torreta, como la cabeza ciega de una criatura preternatural, buscando nuevas presas. Ni siquiera la cortina de fuego de ametralladora hace moverse al doctor...

Nadie puede sobrevivir a un impacto directo como ese, piensa. Amaga un paso en dirección a Ocón cuando siente el tirón de Mike.

-¡La fábrica! 

Walter parpadea y asiente con torpeza.

Echa a correr tras Mike sin dejar de pensar que los ha conducido a todos a la muerte.

Con ambas torres inutilizadas el francotirador comienza a moverse en la distancia, aprovechando la oscuridad y la evidente distracción que sus compañeros crean actualmente. En el ínterin de su reposicionamiento el tanque dispara entre la guarnición y un depósito cercano. Luego el intercambio de disparos dentro de los terrenos de Oldingham se intensifica.

Luego del disparo del panzer una torre vuelve a la actividad, apagando su reflector y disparando hacia el interior de la fabrica con la ametralladora de la torre.

Pese a esto los cuatro soldados continúan apostados allí, expectantes a que el ataque desde el bosque continúe. Sin embargo Halcón ha de cambiar posición…

Siendo imposible devolver el fuego sin perder la vida en el medio los dos soldados no tienen más opción que buscar refugio en el interior de la fabrica.

Por lo tanto es cuestión de avanzar un par de metros hasta una puerta de servicio que da acceso al interior y al brazo sur de la fábrica. La puerta no tiene cerradura pero se puede bloquear desde el interior apilando cajas y grandes estantes de madera.

Por dentro de la fábrica el amplio espacio no deja lugar a divisiones en su interior, con la única particularidad de pasarelas en la altura de los ventanales y escaleras de acceso a ellas en varios puntos de la fábrica. Seguramente esas pasarelas sirvan de punto de vigilancia para los soldados, ya que tan solo dos guardias pueden tener visión de casi toda la instalación.

En su interior es posible esconderse gracias a la maquinaria, las herramientas y los cientos de cajas de materia prima que  se encuentra por doquier en altas pilas.

Los disparos hacia la fábrica cesan inmediatamente y es posible adivinar los movimientos de los soldados SS al descubrir que los americanos se han ocultado dentro de la fábrica. El panzer continúa avanzando hasta que una ametralladora vuelve a escupir plomo. Entonces otra vez se reanuda el intercambio de disparos.

El audaz movimiento de Billy permite tener un ángulo óptimo de disparo y por consiguiente el guardia de la torre es abatido sin demora.

No muy lejos de allí el panzer enciende su motor gracias al esfuerzo combinado de Bran, Boris y Frank. Y es justo a tiempo que la bestia despierta porque del lado este una unidad de soldados SS hace su aparición con intenciones de ingresar a la fábrica situada en el extremo opuesto.

Solo que se dan cuenta que el phanter aparcado allí largo tiempo ahora ronronea su motor. Eso despierta la curiosidad de algunos de  ellos, que se aproximan a investigar.

Del otro lado de la fabrica el intercambio de disparos continuaba con alguna explosión ocasional…