Partida Rol por web

9.12

Tus sentidos élficos se agudizan al ponerte a rebuscar por la sala. Parece que hay algo escondido en aquel lugar, algún tipo de puerta oculta o algo. El caso es que entre tanta búsqueda encuentras un ladrillo suelto, metes la mano y encuentras un pequeño pergamino junto a una bolsa de 10 po. Entonces cuando vas a retirar la mano tocas algo sin querer y una puerta, a unos metros en la otra pared se abre. Es como si la propia piedra se hubiese convertido en una puerta corrediza.

9.12

Tras largos y varios intentos fallidos, Paco consigue asestar un golpe mortal a la criatura. Clava su estoque en pleno cerebro sin apenas derramar una gota de sangre. Ahora la criatura queda inerte en el suelo.

Paco se apresura a tomar sus posesiones, encontrando consigo una lanza pequeña y una armadura de cuero tachonado también pequeña, además de una bolsa con 60 po, un sardónice y una piedra de sangre y una flecha blanca con plumas blancas de cisne.

Vale pero necesito saber por donde empiezas.

9.12

Continuais andando por el pasillo inexplorado y avanzáis varios metros hasta que el camino gira hacia la derecha. Ahora veis al un lado del pasillo una puerta, pero el camino continua, parece que vuelve a girar hacia la derecha o bien se extiende a lo largo de él.

De la sala en la que estoy hasta la que encontré el cofre.

 -La puerta secreta tras la cual me espera algún monstruo feo y terrible, con más colmillos que músculos y más músculos que cerebro... Olidammara nos libre...-

Dice sonriendo divertido, echándole un ojo al pergamino para luego guardárselo todo, caminando hacia la puerta, arco en la zurda, flecha en la diestra, listo para atacar al más mínimo signo de enemigos.

Limpio mi estoque con una sacudida brusca y me pongo a registrar la habitación.

Me acerco a la puerta y coloco mi mano sobre su pomo pero antes de siquiera intentar abrirla, busco en los ojos de mi compañera un indicio de si está de acuerdo o no. 

Si es no, seguiría por el pasillo.

Mireia asentio al ver que su compañera queria abrir la puerta, y agarro su arma con las dos manos. Ahora sabia que no se trataba de salir simplemente, sino de salir viva. Un escalofrio le recorrio antes de abrir la puerta, tal vez fuera un mal presentimiento, o el frio que hacia alli.

9.13

Antes de que Paco termine de registrar la habitación la puerta se abre entrando armadas una humana y una semielfa. Ambas van vestidas de con un túnica roja, al igual que lo hace Paco, otro humano discípulo de Méntor.

La habitación contiene tiene una nueva puerta que lleva al frente de la habitación.

Arco en mano, y bien cargado lanzas una flecha contra la primera criatura que ves, resulta ser idéntica a las anteriores que encontraste por el camino. Además está custodiando una puerta de hierro negra.

La sorpresa es grata cuando vemos a dos personas que visten nuestra misma túnica. Supongo que no son enemigos, así que lo primero que hago es presentarme.

-Soy Adabella, ella es Mireia.

Los miro para notar alguna actitud agresiva, aunque su vestimenta me da algo de confianza.

-¿Estáis buscando la salida a ésto tambien?

Pregunto.

Me llamo Francisco Mermela pero los amigos me llaman Paco. Encantado.

Obviamente, si busco la salida. Pero me habeis pillado buscando objetos de valor en esta sala. Si no os importa esperar seria un momento y podriamos continuar juntos para buscar una salida. Mira de arriba a abajo a las recien llegadas y trata de ver si estan tensas o no. Que vistan igual no tiene porque ser que sean aliadas, mejor me ando un poco con ojo...

 Nuru se limita a preparar otra flecha en su arco al ver aquello y repite el disparo, intentando apuntar tan certeramente como puede para luego lanzar la flecha.

9.18

Perdéis el tiempo viendo como busca Paco por la habitación, pero a pesar de ello no encuentra absolutamente nada de valor.

Ahora podéis continuar por la puerta del frente o retroceder por donde vinisteis.

Una vez más clavas a la criatura tu flecha entre ceja y ceja dejándole totalmente muerto. La criatura cae desplomada dejándote vía libre para que puedas entrar por la puerta de hierro negra, o bien continuar por el pasillo.

 -Señores, si es por mí deberíamos ir por la puerta.

Los miro con atención.

-Pero por supuesto prefiero que todos digáis qué hacer, que gane la mayoría, por decirlo de esa forma.

Espero que mis compañeros den su opinión antes de avanzar. Es que eso es lo correcto, así debe ser.

Al ver que sus compañeras no dicen nada, va directo a la puerta, la abre y examina que hay al otro lado.

Avanzáis por la nueva puerta y esta os conduce a una habitación totalmente vacía. Otra puerta lleva hacia la izquierda de la habitación.