Partida Rol por web

Rod volvió a usar su arma contra el enemigo que tenía delante

En vista de que sus compañeros iban cayendo rápidamente, Arborang decidió, al menos, cumplir el objetivo de su mentor. Apuntó sobre Ulag para descargar un par de flechas, la primera logró bloquearla pero la segunda se le clavó muy cerca del cuello haciendo que su enemigo comenzase a sangra profundamente.

Después Rod continuó luchando contra su enemigo con el que estaba batido en duelo, pero el orco parecía esquivar cada embestida.

Kassandra quedó paralizada por la situación, tan preocupada por ver lo que estaba sucediendo que el miedo la dejó bloqueada.

Y entonces, tanto uno de los secuaces del orco, como el Lord Orc, cargaron contra la aterrorizada Kassandra, afortunadamente el cuerpo de Jozan estaba desangrándose en el suelo, por lo que entorpeció el movimiento, pero aquello no fue lo suficiente como para que la sacerdote esquivase el golpe. El orco clavó su alfanjón sobre la mujer y el líder cortó profundamente su abdomen dejando a la mujer en el suelo completamente inconsciente y desangrándose como Jozan.

Otro compañero más había caído y ya tan solo quedaban Rod y Arborang para enfrentarse a ellos.

El peligro de muerte se avecinaba sobre todos nosotros con pasos agigantados del mismo modo que se había adueñado ya de uno de nosotros, y nuestra misión continuaba inconclusa.

Disparé de nuevo contra el jefe orco y a pesar de que una de mis flechas volvió a rebotar, la otra si consiguió volver a atravesar su piel.

La situación se volvía desesperante. Uno a uno sus compañeros iban cayendo ante las poderosas armas de los enemigos.

Rod sabía que el final estaba cerca. Volvió a usar la lanza contra su enemigo

Arborang tuvo la oportunidad de clavar de nuevo otra flecha sobre el líder orco, mientras que su compañero Rob no tenía tanta suerte y el resto lentamente se iban desangrando.

Rob ahora estaba completamente rodeado, tanto de los dos secuaces como de Ulag, por lo que supo cuál iba a ser su destino final.

Al menos confió en que Arborang, lograse encajar su última flecha sobre el Lord Orc y así dar por concluida su misión.

Y entonces, notó como el líder clavaba su alfanjón en el estómago al tiempo, que los dos secuaces cercenaban su cabeza haciéndola rodar por el suelo del lugar que iba a convertir en su tumba.

Un gran compañero, Rob, también había muerto en aquel intento desesperado.

Todo dependía de Arborang, tenía las dos últimas flechas que le podrían conceder la victoria aunque seguramente no tendría tiempo para escapar de allí sano y a salvo.

Y con las dos, posibles, última flechas volvía a fallar a mi objetivo...

Y tras las dos últimas flechas lanzas por Arborang, él ya sabía como iba a acabar aquello. Había fallado en su último intento de acabar con el Lord Orc y eso supuso su muerte y un terrible y triste final para Arborang y el resto de su compañía.

Finalmente todos habían fracasado en aquella misión y de nada les sirvió haber llegado hasta allí.

Lo habían intentado, pero finalmente, el grupo había perecido en las manos de aquellos dos terribles orcos y su líder.