Partida Rol por web

Jozan logró eliminar a uno de los enemigos dejando así que su compañera Arwen entrase dentro de la sala para poder ayudarle. Habían pasado de ser dos contra a uno a ser uno contra dos.

A pesar de ello la criatura no huyó y volvió a atacar al clérigo clavándole el alfanjón que llevaba en pleno estómago y sacándolo completamente lleno de sangre. La criatura hizo un gran aullido por la herida causada mientras parecíais ver una sonrisa en su rostro porcino.

El dolor era casi insoportable, pero recé a mi dios para que me concediera fuerzas. Con energías divinas, levanté el espadón sobre mi cabeza, descargándolo sobre la criatura para ver si se reía también de su muerte

Animo compañeros, ya no queda nada, abatidle y sigamos nuestro camino. - les animo Kassandra

La intervención de Arwen no fue necesaria ya que Jozan logró poner fin a ambas criaturas librándoles de aquel mal recién encontrado.

El tesoro total de aquellas dos criaturas estaba compuesto por dos alfanjones, dos armaduras de cuero tachonado, 100 po, un pedazo de cuarzo azul y dos rollos de pergaminos.

Di las gracias a Kord por cederme su fuerza. Me acerqué al cuerpo de esas dos criaturas y les quité una de sus armaduras.

Si no os importa, usaré una de éstas para defender mi cuerpo añadí al tiempo que me la ponía. Cogí las monedas y las repartí en cuatro montones, de 25 piezas para cada uno de nosotros.

Acto seguido, tomé los dos pergaminos y me puse a estudiarlos, para conocer qué tipo de conjuros ocultaban

El Príncipe Magnus ha ordenado que el Lord Orc Ulag, responsable del secuestro de Sir Ragnar sea buscado y eliminado. El que mate a Ulag recibirá la recompensa de 100 monedas de oro. También puede quedarse con cualquier tesoro encontrado en la fortaleza de Ulag.

Nuevamente descendéis por unas escaleras que dan lugar a la mazmorra de Ulag. Las escaleras dan lugar a una estrecha habitación con una puerta a la derecha de esta.

Un grupo vestido con las túnicas de Méntor estaba allí. A juzgar por sus heridas acaban de combatir, dos cadáveres de un par de criaturas con rostros casi porcinos yacían en el suelo de la habitación contigua.

Parecían dispuestos a continuar andando justo cuando os los encontrasteis.

Descendí el primero de mi grupo para encontrarme con otro grupo que estaba maheridos como Arwen y yo

Veo que habéis tenido un duro combate. Soy Jozan, y éstos son mis compañeros Arwen, Kalalo y Kassandra

Kassandra miro al grupo con desconfianza. -Hola, como bien dice mi compañero soy kassandra. ¿Que haceis aqui? - pregunto con toda la amabilidad que pudo.

Pues supongo que lo mismo que vosotros.- el guerrero limpió la sangre enemiga del espadón que llevaba en las manos.

No era de mucho hablar, para eso ya estaba Arborang en el grupo, así que esperó a ver como se sucedían los acontecimientos con ese nuevo grupo

Soy Drahk y estos son mis compañeros Arborang y Rod .Digo señalando con el dedo a mi grupo.Como bien habeis deducido   acabamos de salir de un combate.

Asiento levemente con la cabeza a las palabras de Drahk y hecho mano del arco, preparado para lo que sea que nos esperara más adelante. El problema vendría con tanta gente, pues dudaba de que pudieramos movernos facilmente siendo un grupo tan numeroso, aunque por otro lado, notaba como mi puntería había mejorado en las anteriores pruebas y no tendría tantos problemas para acertar en el más blanco más insignificante.

Aquella sala solo tenía una puerta por la que seguir, y a juzgar por las apariencias el primer grupo que había llegado acababa de liquidar a los que parecían ser los guardias de la mazmorra.   

Atravesáis la habitación para acceder a la siguiente sala, pues hay una puerta que está al otro lado de ella.

Uno de vosotros se digna a abrir sin parar a revisar antes, pero no hay ningún problema y continuáis hacia el interior.

Esta sala parecía una gran recepción, y en la pared del norte había una chimenea con un fuego encendido. La habitación era cálida debido a las llamas. En una repisa encima de la chimenea había un retrato de una criatura similar a las que habíais matado anteriormente.

Una puerta continuaba en la pared que está enfrente de la chimenea.

Al parecer irían juntos los dos grupos, más a repartir.

Al guerrero no le importaba, tenía una misión y su objetivo era cumplirla, le daba igual el número de compañeros que tuviera al lado.

Entraron en una sala con una chimenea y un horrible retrato encima... Dioses, había criaturas que debían estar prohibidas retratar.

Una puerta parecía ser la única salida. Con el arma presta esperó a que alguno de sus compañeros la abriera

Tened cuidado. ¿Alguien puede investigar si esa puerta tiene alguna trampa? Yo miraré si hay algún rastro de magia

Me situé en el centro de la sala y conjuré con los ojos cerrados. Al abrirlos, vería las cosas mágicas brillando

La sugerencia no iba mal encaminada, pero ya que tenía intención de buscar cualquier extraño en la habitación, no tenía ningún inconveniente en acercarme hasta la puerta y buscar cualquier trampa que diere la bienvenida a indeseables como nosotros. Según el punto de vista de éstas criaturas.