Partida Rol por web

- Nada, aquí tampoco está la dichosa trenza.- dijo el gnomo con un mohín de fastidio. - Sigamos adelante.

Sigamos, aqui no parece haber nada, Durma en la puerta grande tendremos que abrirla al unisono

Karasu asintió a sus compañeros y se puso cerca de ellos, preparado para que abriesen la puerta.

Abrís la puerta que se abre a un gran patio de entrenamiento, restos de cuatro muñecos de entrenamiento en la parte superior derecha, varias plantas intentan crecer en la parte inferior derecha. Un gran mosaico destrozado justo delante de las escaleras que dan acceso al patio, bajo años y años de porquería. 

- Fiiiiu...- silbó el gnomo mientras entraba en el patio.- Bonito patio tenían aquí los monjes.

Vaskalinsvel se acercó a investigar el mosaico, a ver si aún se podía apreciar la imagen que representaba. Quizá se podía llevar una de las piedrecitas como recuerdo.

Solo sonrio mientras mis ojos estan buscando lo que pude que no este tan a la vista. 

Pero no les sirvio de nada replico mientras intento que el gnomo no se quede muy desprotegido. Tanta destruccion creo que no es solo por el paso del tiempo

Avanzo por el patio sin decir nada, miro el mosaico a ver si hay algo que todavia sea reconocible

Durma avanza hasta ponerse cerca de Vaskalinsvel, pero Elrohir a avanzado más. Karasu parece ensimismado en lo que acaba de ver.

Karasu entró en la sala siguiendo a sus compañeros. Lanzó detectar magia e inspeccionó la zona.

En cuanto los aventureros están en el patio abierto, la puerta de arriba se abre y un terrible grito se escucha por toda la montaña, un enorme yeti aparece y observa con furia a los intrusos de sus dominios. Sus ojos despiden un poder inconmesurable y una rabia sedienta de sangre.

Durma se quedó aterrada ante la mirada del enorme ser monstruoso que les miraba con rabia al invadir sus dominios.

El enorme animal empieza a lanzar espumarajos por la boca y se lanza hacia Vaskalinsvel que es el más cercano, con un violento zarpazo lo levanta y con el otro lo remata hacia el suelo. A parte del violento golpe propinado por la fuerza del enorme monstruo simiesco, unas trazas de frío recorren el cuerpo del gnomo de lava antes de estrellarse contra el suelo con un golpe que levanta un poco del suelo y un feo crujido que no deja lugar a buenas sensaciones.

El gnomo queda estirado en el suelo en una posición imposible y con los ojos muy abiertos, parece que la idea de entrar sin cuidado no ha sido muy acertada, finalmente la curiosidad mató al gnomo.

Me giro al escuchar el rugido a mis espaldas a tiempo para ver como otro mono se lanza contra Vaska levantandolo como un trapo viejo para acto seguido estamparlo contra el suelo ¡Vaska nooo! sin perder un instante lanzo una flecha contra el nuevo enemigo

La flecha lanzada por Elrohir el monje hiere levemente al enorme ser albino. Que mira con ravia a Durma que está paralizada mirándolo.

Karasu miró horrorizado como el monstruo destrozaba a su compañero. Quiso gritar algo, pero las palabras no salieron de su boca.

Pero tenía que actuar rápido. Durma estaba paralizada a pocos metros de la criatura, y si no hacía algo ella podía ser la siguiente. Dio un paso hacia delante y se concentró en uno de los conjuros que tenía memorizado, apuntó hacia el ser, y un cono de luz de vivos colores le envolvió.

Karasu no solía rezar a Andoletta, pero se descubrió haciendo una excepción para que esto funcionara.