Partida Rol por web

Tengo especial interes en la situacion de la ciudad y de saber las últimas noticias del reino. Así que la asistencia a las reuniones son para mi en cierto modo obligatorias.

Por lo tanto me dispongo a asistir a ella. Sin embargo me interesa saber si los portectores que han sido mis pares estos últimos dias tambien se disponen a asistir.

Una vez en uno de los salones de reuniones. No el más grande, sino uno con una decoración hermosa y simple, muy similar a aquel en el que sucedieron los eventos dramáticos unas noches atrás, pero sin las mesas ni los estantes. En lugar de estos muebles hay repartidos pequeños biombos en forma de ele para dotar de una relativa privacidad a aquellos que así lo deseen. Estos biombos muestran imágenes sencillas pero muy potentes transmitiendo la belleza de la armonía que hay en la naturaleza.

En la sala hay treinta y dos personas contándoos. A algunos ya los conocéis, entre ellos a Askuro.

Los asistentes esperan en silencio a que Morome Keldai indique el proceder de la reunión. La mujer no se hace esperar y enseguida sube a una pequeña tarima central seguida de una mujer que debe ser Galoko (no la que conocéis)

-Bienvenidos estimados y respetables invitados. En esta primera reunión me gustaría ponerme a disposición de ustedes. Palacio dispone de humildes instalaciones que están a su servicio así como el personal a cargo de la dama Galoko. -la voz de Keldai es cristalina e hipnótica, no tiene la armonía del talento natural con el que algunos nacen, sino el duro trabajo de controlarla, lo cual sin ser tan bello es mucho más respetable. -Dicho esto, en la reunión de hoy está permitido hablar de cualquier asunto pero no así llegar a acuerdos o entablar discusiones de moral u otras. El objetivo es que los asistentes dispongan de un periodo para reconocerse, en la reunión de mañana se atenderá las propuestas de tema oficial. Sin nada más que decir de momento, permítanme reiterar mi bienvenida y recordaros que dos horas después de la pausa de la comida se realizara un "campo de ideas" de acceso libre entre aquellos que pueden acceder a palacio, y después se interpretará "dolor dorado".

La mujer se retira y Galoko añade -El servicio actual en la sala son cuatro personas, los podréis identificar por su vestimenta de color gris y marrón. Espero que disfruten la estancia.

No pasan ni cinco minutos cuando la gente empieza a agruparse y hablar entre ellos.

*(1) Dos miembros de la familia Ketada charlan con un tercero sobre los desastres que han causado los desplazamientos de población debido a la caída aparente de una ciudad de las Tierras Devastadas.

-Vamos a plantear la necesidad de enviar al ejercito al oeste, donde es necesario para controlar el flujo constante de población que se está dando.

-No creo que el motivo que se deba exponer sea ese. Es importante asegurar las fronteras del reino, podríamos presionar de esa forma.

*(2) Dorolba habla con un comerciante que se queja de que han habido varios casos de chantajes y crimen de influencia.

-Como ya le he dicho se nos amenazó con que nuestra mercancía no sería comprada y así fue. Debe de hacer algo o esta ciudad caerá en manos de las asociaciones criminales.

*(3) Jakode habla con Galoko para solicitar que  despliegue un poco más de personal

-Verá señorita, en cuanto uno de nosotros solicite un poco de agua tibia de flores o similar, va a tener de repente treinta peticionarios preparados para ofenderse por no ser atendidos los primeros.

-Es una suerte señor que contemos con un consejo tan sabio -responde la mujer con gracia -No en vano usted ha administrado el mercado de la ciudad con gran éxito, pero no debe preocuparse, está previsto.

*(4) Los tres dueños de la compañía Viajelargo hablan cómodamente con la dama Keldai

-Así es dama, ha sido un auténtico honor recibir la invitación. Nos sentimos muy agradecidos de que se nos considere miembros útiles de la sociedad de esta ciudad.

-No es para menos -le responde la cristalina voz -Esta ciudad le debe a compañías como la suya mucho, de no ser por el movimiento que se genera en sus trámites nuestra ciudad no podría asumir su población actual, además son los únicos que traen café de vez en cuando -ríe ante el último comentario.

-Le garantizo dama Keldai que nuestra compañía seguirá velando por los intereses de la ciudad además de los propios.

-No hará falta, pues son los mismos, la riqueza de su compañía repercute de forma directa en la ciudad, aún así es agradable oír esas declaraciones.

*(5) Askuro habla con un Dolmea

-Ya se lo he explicado, uno de mis hombres de confianza me traicionó, asesino a su compañero y amigo y estuvo a punto de destruirme por dinero, desde luego hay seres inferiores que son incapaces de controlar la codicia.

-El dinero es algo que los más bajos creen que dignifica, pero es solo una ilusión, puede que haga parecer más digno al que pasa de tener nada a tener algo. Pero cuando se pasa de tener mucho a tener más te destruye y te vuelve un títere, no diferente a un perro que persigue un hueso.

-Estoy de acuerdo Femo Dolmea, aunque deberíamos cambiar de tema se nos ha pedido que no hablemos de moral hoy.

- ¿Puedo ayudar de alguna forma, noble Galoko? ¿Reclamando más manos en algún comercio hostelero o casa de las flores para que no se presente tal problema?- Pregunto a la encargada de tales labores, tratando de ser de utilidad.

-Bienvenido honorable -te responde con una mirada intensa -Es muy amable su oferta pero no será necesario molestar ni a su servicial persona ni a terceros, tengo a mi cargo a diez personas, solo cuatro presentes para no irrumpir la intimidad de las conversaciones, pero en cuanto hagan falta surgirán con premura.

-Eso era lo que yo esperaba, he sido un idiota al pensar que la jefa de personal de palacio no estaría a la altura, más conociendo a la dedicada Keldai. Ruego perdone mi desconfianza en sus capacidades. -dice un cortés Jakolde.

-Por cierto, os recomiendo probar este licor, es suave pero muy aromático. -la propia Galoko hace un gesto para que uno de sus sirvientes acerque una bandeja con seis tazas de cerámica con forma de capullos de flor color rosáceo, haciendo que el licor de un suave dorado actúe de botón, sencillo pero hermoso. -Que afortunada soy, dos protectores han decidido honrarme con su presencia. -ofrece de su propia mano una taza al recién llegado Gaaru.

-Buenos días señores, no he podido evitar escuchar que les ocupan los problemas del oeste -digo con seriedad -Estoy totalmente de acuerdo. Si me permiten incluso de puede enfocar de una forma mercantil, llevar allí al ejercito requiere una cadena de abastecimiento, muchos comerciantes estarán encantados de ello, además eso puede provocar un reflorecimiento de la economía local que actuaría como incentivo para que los habitantes de allí se queden en lugar de migrar. Puede que hasta alguno regrese. Aunque esto claro es una opinión de alguien con una visión muy limitada, solo he oído unos pocos rumores. Usted ¿Qué opina delegado? -acabo la frase dirigiéndome al hombre a quien acompaño.

-Ciertamente es interesante, de proponerse algo así, estaré dispuesto a apoyarlo. -responde con serenidad el hombre, sin revelar ni siquiera un poco de sus emociones.

-Es un tema delicado, si fuesen ustedes tan amables de ayudarme a entenderlo mejor, no conozco bien la situación de las regiones más boreales.

-Buenos días, puede llamarme Ketada, será para mi un placer ayudarle en lo que pueda señor...?

-Hokelsa Kil, a su servicio.

-Señor Hokelsa, verá el problema es que al parecer ha caído una ciudad sin ley al oeste de aquí, y algunos de sus habitantes han llegado a nuestras tierras, lo que ha provocado una crisis de inseguridad. Desconozco hasta que punto estamos atravesando lo peor o si está por llegar, pero sea como sea, resulta muy molesto para los responsables de administrar y garantizar la seguridad en esas tierras, aunque no es algo tan grave como para justificar una movilización de las tropas sin el permiso del Rey. 

-Tonterías -dice aquel que no es Ketada -Está totalmente justificado, si ha caído una ciudad ¿Quién nos asegura que las fronteras nuestras están a salvo?. Y gracias a la perspectiva de Hokelsa mañana plantearé con fuerza la petición. Espero reunir más apoyo. -dicho esto se retira con una reverencia.

La verdad es que estaba esperando el licor. Pero participo activamente en la conversacion.

Cita:

Asiento con la cabeza respaldando la profesionalidad de la dama Keldai. -Muchas gracias Dama Galoko Y tomo un buen sorbo del licor degustandolo.

Estoy seguro de que esta idea sera apoyada por miembros suficientes para que el emperador se decidida a movilizar sus tropas. Creo, desde mi humilde opinion -digo poniendo una mano en el pecho, con un gesto serio- que esta, es una iniciativa interesante para todo el imperio, ademas, viniendo de parte de la familia Ketada, no se pueden esperar, si no ideas brillantes que sacaran a la luz el potencial de estas regiones aun desconocidas para una gran parte de la populacion. 

Si me permiten delegados, que otras ideas tienen a proponer de las que todo el imperio pueda sacar provecho y construir juntos el futuro de la nacion?-Digo con un tono solemne y sincero-.

Tomo el licor casi rozando la mano de Galoko por mi precipitación pero comprobando que no la he molestado, parezco haberle caído en gracia, cosa que me satisface pues uno es coqueto y gusta de ver sus buenas intenciones reconocidas. Bebo un pequeño sorbo para reconocer el sabor, humedeciéndome los labios, asintiendo por el amable gesto de la dama y termino mi bebedizo. - Estamos aquí para serviros en lo que haga falta. A usted y a nuestros invitados, por supuesto.- Corrijo haciendo extensible mi ofrecimiento para cualquiera que nos oiga, en estos días somos, más que nunca, personas públicas.

Tras disculparse, ambos se retiran para atender a otros invitados quedando vosotros dos, solos con vuestro licor de nueces.

Al fijaros en la sala, veis que todo es de lo más civilizado, la gente charla en pequeños grupos sin armar jaleo, mientras que el servicio se aproxima incluso antes de ser solicitado, como si pudiesen prever los deseos.

-Disculpadme Hokelsa, debo saludar a la dama de palacio, será un placer volver a charlar con usted más adelante -dice con un tono muy agradable antes de marcharse, su séquito se despide de forma igualmente educada, todos menos el señor con el que iniciaron la conversación.
-Soy Lasde,me congratula saber que hay gente tan servicial como usted, realmente cuento con su apoyo, y espero poder devolverle el mismo.

- Está visto que nuestros invitados no podrán quejarse del servicio.- Comento con Gaaru, brindando con el vaso de licor mientras permanezco alerta por si nuestro servicios se hacen necesarios.

-Estoy de acuerdo es muy poco probable.

Miro alrededor, disfruto la paz del suave murmullo de personas manteniendo una calmada conversación.

Sin embargo Askuro está aquí y no puedo evitar en fijarme en el, porque no llego a fiarme de el, Dagio Nara me dijo que ocultaba algo y la verdad que el juicio del magistrado es inpecable.

Deno, ¿qué crees que nos espera mas adelante en el dia?

¿Sería demasiado osado el tomar otro de estos delicados licores? Es una pena no degustarlos con la misma pasion que fueron creados...

Dejo aparecer una media sonrisa, puesto que se que Deno Saru tiene un alma alegre como el viento

La mañana transcurre sin sobresaltos, la gente actúa como se espera de personas civilizadas. Eventualmente se da la situación de que Keldai vuelve al estrado

Después de conseguir varias victorias para aquel al que sirves, pequeñas conquistas, sobretodo a la hora de definir su posición, el mismo se muestra más participativo. Te extraña que se haya encargado espiar a alguien así, o es muy cauteloso, o realmente es un don nadie. El caso es que consigues saber varias cosas importantes, como que se está a punto de decidir quién va a administrar los impuestos de la tierra en las tierras del norte, y que hay mucha tensión de poderes, ya que las tres facciones implicadas tienen fuerza e intereses económicos y de influencia. Estás tan entretenido que casi no te das cuenta que Keldai a vuelto al estrado.