Partida Rol por web

-He escuchado y leido muchas historias sobre vosotros y Erebor, es un placer serviros Balin y Oin.

-Y me apostaría la barba a que sé de labios de qué hobbit las has oído. Si logramos salir con vida de este agujero infecto, tú mismo podrás admirar los salones de Erebor, como antaño lo hiciera el bueno de Bilbo, nuestro querido saqueador. Incluso tú -dice, dirigiéndose a Aerandir-, señor elfo, serías bienvenido en nuestros salones después de esta gesta. 

Incluso tú -dice, dirigiéndose a Aerandir-, señor elfo, serías bienvenido en nuestros salones después de esta gesta. 

 -Un honor que espero ver cumplido lo antes posible -asiento al tiempo que busco en mi bolsa una ración de comida que compartir con los cautivos-. Pero antes, comed -sugiero, al tiempo que les ofrezco las viandas-, ninguna huida es sencilla, pero se vuelve aún más penosa si las piernas que escapan flojean.

- Tendremos tiempo de celebrarlo ante una buena cerveza y unas patatas calientes- celebro- ahora será mejor que nos pongamos en marcha. Nos queda un largo camino a casa.

-¡Has hablado bien, hombre! Guiad nuestros pasos hacia la salida, si es que sabéis por dónde se abandona esta ominosa mazmorra.

- Vayamos por ahí enfrente- sugiero señalando a la puerta que se encuentra enfrente de aquella por la que estamos saliendo- No tenemos información de las demás así que no creo que valga la pena darle demasiadas vueltas.

- ¡Aguantaos en el sitio un segundo, mi buen Balin!- Exclamo, acercándome a la puerta.- ¡Yo la abriré!

Y efectivamente, empujo la puerta que señala Farald, con una mano en la madera y otra mano en el mango del hacha por si acaso.

Salgamos de aqui amigos, cuanto mas aprisa mejor, asi podremos disfrutar de un buen fuego y raciones. -Digo emocionado mientras sujeto al enano. Cuando la puerta esta abierta, los sigo a todos, ayudando a Oin a caminar como mejor puedo. 

Al abrir la puerta os encontráis un pasillo oscuro y húmedo. El ambiente está cargado y el hedor, insoportable.

- Agh- protesto- esto no tiene ninguna buena pinta. Y, corregidme si me equivoco, porque no estoy muy ducho en recorrer subterráneos pero si el ambiente está cargado y tenemos este hedor insoportable no es porque nos estemos dirigiendo precisamente a una salida a cielo abierto.

- Creo que deberíamos asomarnos a todas las puertas- sugiero- ver la sensación que nos transmiten. Si en alguna sentimos frescor o menos estancamiento, si no huele a llevar cerrado cientos de años, ese será el camino que deberíamos tomar.

-Completamente de acuerdo Farald. Al menos nos darán alguna pista. - Me giro acompañando al enano que se apoya en mi y empiezo a andar hacia la siguiente puerta. - Iremos con cuidado. - Le digo - ¡Tampoco es cuestión de tropezar!

Os dirigís hasta la siguiente puerta, y al empujarla sentís exactamente la misma sensación que en la habitación anterior. La oscuridad es completa, y el hedor igual de insoportable.

Parándome de frente y llevando mi otra mano hacia Oin para sujetarlo con ambas, miro el pasillo ante nosotros. Sonoramente, aspiro el aire que sale. - Esto huele a lo mismo que el otro pasillo amigos, si por allí no había salida, dudo que por aquí sea distinto. - Asiento con la cabeza reafirmando mis palabras.