Partida Rol por web

Al día siguiente, de amanecida y después de comprar cuantas provisiones necesitábais, partís de Valencia rumbo a Bocairente. Estamos  a finales de Marzo y en consecuencia, los caminos están despejados y a mediodía hace ya una temperatura muy agradable, incluso alguno podría decir que hace calor. Tardáis tres días en llegar a Bocairente , ¿ El viaje? , gracias a Dios sin incidentes. Sólo unos pocos peregrinos rumbo a Caravaca con los que charláis durante algo más de un día. El clima como dije, es agradabble y camináis a muy buen ritmo.

La primavera en estos lares está más avanzada que en el norte o incluso que en la propia Castilla. Paráis en varias posadas durante el camino más que nada a por algo de información más que como descanso, pues dormís al raso todos los días. En las posadas os enteráis que hay un amplio grupo que sigue vuestra misma dirección, con una diferencia de un día.

El mencionado grupo, vosotros y los peregrinos sois los únicos que transitáis los caminos ahora mismo.

Bocairente es un pueblo pequeño, apiñado miserablemente alrededor de un cerro. Sus callejuelas son estrechas, y sus habitantes, poco amigos de los extranjeros (sí, aunque parezca mentira). Es fácil distinguir la parte vieja del pueblo, anterior a la supuesta conversión de la población del año 1490: las casas son pequeñas y luminosas, siguiendo el modelo árabe.

 El viaje ha sido tranquilo, aprovechando el buen tiempo hemos dormido al raso y sólo hemos parado en las posadas para beber algo de vino y intentar averiguar algo. O bien la gente no sabía nada o eran muy reservados porque sobre el asunto que nos concierne no decían nada.

 El resto del tiempo lo pasamos en el camino, haciendo jornadas no muy duras pero tampoco relajadas nos pusimos en tres días en el pueblo de Bocaire, los pocos viajeros con los que nos encontramos se mostraron amables pero tampoco sabían nada del pueblo de Bocaire y los sucesos que en él ocurrían.

Al llegar lo primero que vemos es un pueblo pequeño, apiñado de mala manera en un pequeño cerro. Por fin hemos llegado, tengo ganas de beber un buen vino y de poder quitarme estas botas llenas de polvo. Vemos las casas de la zona más antigua y nos dirigimos hacía allí. Creo que en esa zona tienen que estar las tabernas, vayamos a ver.

  A sido un viaje ameno y entretenido. No a estado mal estirar un poco las piernas.

  El pueblo esta delante de nuestras narices y me viene a la mente la historia de Velasco. Por aquí deben de estar las famosas cuevas de su historia. Hecho un vistazo a mi alrededor buscándolas con la vista.

  - Busquemos cuanto antes una posada, tengo ganas de dormir en un colchón de paja y comer algo caliente.- Aunque preferiría dormir con una mujer. Esto me recuerda algo. -Oye Albar es posible que tenga que hacer uso del dinero adelantado ya sabes de vez en cuando un hombre tiene sus necesidades.- Dicho esto recuerdo que con nosotros viaja una dama y mi cara se empieza a poner roja, bajo la cabeza y sigo el camino al pueblo.

Ignacio agradece al cielo el viaje tranquilo, aunque le hubiese gustado algo de acción, pero al menos Águeda está a salvo por ahora, el habia ido y venido al bosque a cazar presas para comer y cenar, eso se le daba bien y le gustaba, así se preocupaba poco por las provisiones, aunque algunas las habia compartido con sus compañeros de viaje. Al llegar a Bocairente solo dijo: Es bonito y tranquilo, pero no parece gran cosas, mi señora, digame, cual es la casa en la que está escrito, aqui vive el maligno? Águeda ya estaba acostumbrada al escepticismo de Ignacio sobre todo lo referente a magia y hechiceria, pero nunca dejaba de escandalizarse ante esos comentarios.

Parece que su vista seguía tan buena como siempre...

Tras eso se puso a otear para buscar lo que necesitaba.

¡Ignacio! -lo reprendo en un susurro bajo, pero bastante agudo, causado por mi desazón-. No hagas esa clase de comentarios tan a la ligera -digo, mirando en todas direcciones, a la búsqueda de algún oído indiscreto.

Al comprobar que no hay nadie escuchándonos, mi corazón se desacelera.

Hagamos lo que dice Sebastián -continúo hablando, tras unos minutos de silencio-. Usemos el dinero del enmascarado para pernoctar y comer hoy. Pero sin excesos, por favor -añado, apartando de mi mente los no demasiado sutiles comentarios del mercenario.

Nosotros nos hemos quedado ya sin comida, Ignacio -añado, después-. Deberíamos buscar donde comprar algo fresco para el viaje, antes de partir de nuevo.

Reparas en algunos detalles curiosos, muchas mujeres de la localidad con las que os cruzáis se tapan el rostro de forma extraña, en los pocos tenderetes que véis te das cuenta de que predominan ciertos productos: Miel, uvas, pasas, higos, ciertos pastelitos hechos de miel y almendras...

La única taberna del pueblo está en la plaza principal, un pequeño cartel de madera con las letras ( para los que sabéis leer) Candido. Al entrar la taberna está totalmente vacía a excepción de un hombre con cara de mala leche y gordo como un tonel. Vamos, que si se come tan bien como come él, estáis en el lugar adecuado.

El hombre os saluda educadamente aunque con la misma cara de pocos amigos

- Buenos días tengan señores, Soy Candido dueño y único camarero de esta taberna. Creo recordar que no viene nadie por aquí desde hace... ufff... ni me acuerdo.

Entonces se alegrará de tener clientes a los que atender por aquí, ¿no? -digo intentando ser agradable, siguiendo la máxima de que se cazan más moscas con miel que con vinagre.

Me abstengo de añadir algo más y busco una mesa limpia donde sentarnos.

Supongo que Candido compensa el dulzor de su nombre con un carácter más agrio, para sentirse más varonil y seguro de sí mismo. O eso me digo a mi misma, tratando de pensar bien de todo el mundo.

El hombre al ver que Águeda mira una a una las  mesas va presto con un trapo a limpiar  una de ellas , aunque en realidad no hace ninguna falta, pues la taberna está pulcra como una patena. Mientras el hombre pasa el trapo con rabia murmura casi entre dientes:

- No se hace una idea de lo que me alegro, señora- y añade casi en un susurro - Esos malditos abstemios...

Muchas gracias, buen señor -respondo, acomodándome.

No quisiera haberlo ofendido, fijándome en el estado de su local, pero es una costumbre que tengo muy arraigada ya en mí.

¿Es muy sobrio este lugar? -pregunto de forma inocente, ante el comentario del propietario.

 La única taberna del pueblo lleva el mismo nombre que el camarero, y parece estar muy limpia, eso es signo de o bien que el camarero es muy meticuloso o de que la gente del pueblo ha dejado de venir por la taberna.

Buenos días. Digo nada más cruzar la puerta, Águeda se adelante y empieza a mantener una conversación con el tabernero, parece que los habitantes del pueblo no beben demasiado. Espero no desentonar entonces en el pueblo si pido un vino para mi y para mis compañeros. Saco un real de la bolsa y lo pongo encima de la barra. A ver que vino tiene y espero que no sea esa la razón por la que la gente ha dejado de acudir a su taberna. Esto último lo digo con un tono socarrón a la vez que sonrío, por malo que sea el vino la gente nunca deja de ir a una taberna por ello.

Antes de ir a por una de las frascas de vino que tiene encima de la barra os contesta:

- ¿Pero es que ninguna de vuestras mercedes se ha dado cuenta del tipo de gente que vive aquí?- contestando a Albar - Mi señor, mi vino es uno de los mejores de la comarca, es sólo que pronto desaparecerá...- dice apesadumbrado.

 Mi señor, somos nuevos en la zona y no sabemos que pasa o que tipo de gente viene a esta taberna. Hago una pequeña pausa. No queremos ser muy indiscretos, pero ¿sería tan amable de contarnos que es lo que está pasando?

El hombre suspira meneando la cabeza de un lado a otro

- Veo que no son ustedes muy observadores, los habitantes de este pueblo son moriscos! moros reconvertidos al cristianismo a los cuales se les deja vivir en estas tierras a cambio de que se bauticen, antes se les llamaba mude- no se qué. Yo no tengo tan claro que no sigan con sus ritos extraños. - Dice mientras se encoge de hombros.

-Esa es la razón por la que voy a arruinarme, los pocos cristianos que han ido llegando, no duran mucho y casi todos los cristianos van y vienen, cada vez hay más de esos moriscos.

 Ahora que lo dices, ya entiendo por que el estilo de las casas y la decoración del pueblo me sonaba raro. Me paso una mano por el pelo y pongo gesto de haber sido pillado en un desliz. Lo de los ritos extraños... yo también he oido que los moriscos convertidos siguen practicando en secreto sus antiguos ritos en secreto pero de ahí a echar a los cristianos que viven aquí...

¿tan grave es la situación?

Águeda, me he fijado que estas gentes son infieles, sarracenos impíos, si el maligno está realmente aqui si será fuerte en un terreno tan alejado de Dios... Estad alerta todos, Sebastian no descuides tu espalda, oí decir que estos moros son sodomitas y que sienten predilección por los guerreros fuertes...

Tras eso le guiño un ojo para que vea que mi último comentario era en broma, y digo, tabernero tienen buen vino cristiano aqui, o solo leche y miel??

- Mi buen señor , es más que grave se han adueñado del pueblo, no tienen  nada de vergüenza. Fijaos mi señor si mantienen los ritos que ni siquiera entierran a sus muertos en un cementerio como todo el mundo! , sino en las afueras del pueblo, ¡en esas dichosas cuevas!

Os dice el hombre con pose solemne y rostro serio

Taabernero, si puede hacerlo sin peligro, hablenos de esos funerales en las cuevas, es un dato interesante, como lo hacen? desde cuando?

  Esto es una posada?? donde están mis chicas ?? si esto parece un cementerio. Según estoy cavilando en mis cosas lo único que me hace salir de ellas es el comentario de Ignacio sobre mi puerta de atras. - No a nacido sarraceno que pueda entrar en mi templo sagrado, por detrás el pelo una gamba querido Ignacio.-

  Me siento como los demas en la mesa que nos limpia el posadero , justo en ese momento comenta a mi sorpresa  las cuevas de las que venia pensando desde mi llegada al pueblo.  - Seguro que en esas cuevas que comentais  encontramos mas fiesta que en su posada !!! ya son famosas ¡¡¡, digo esto en tono irónico y con cierto humor .-