Partida Rol por web

Miré aquella casa con los ojos bien abiertos. "La Casa". Era esa.

- ... -   luego miré al resto de mis compañeros. Esperé su actitud al respecto, tendría que intentar convencerles de que tendríamos que entrar, en caso de que no quisieran. 

Observé bien la casa y la fachada, si había algo moviéndose dentro a través de algún resquicio mal tapiado.

La respuesta de Torcuato era una buena señal. Veríamos qué dirían el resto.

¿Soy el único al que le sorprende que haya una casa en mitad de la nada y que casualmente tenga gente que necesite ayuda dentro? - mirando a Torcuado, ya supuso que a él no le sorprendió tanto. - En fin... Mejor que estar en la niebla, supongo que es.

A no ser que todo esto sea algún tipo de alucinación, debida a la influencia mágica del bosque, que no me sorprendería, los magos hacéis cosas muy raras... - rio muy levemente. - Así que no quiero imaginarme que es capaz de hacer algo que es pura magia, como un bosque mágico. - decidió encaminarse dentro, eso sí, dejando que Torcuato encabezara la marcha.

-¡No digáis tonterías, los monstruos no viven en casas!-respondió con energía Vapte a los niños, girándose a inspeccionar la casa con los brazos en jarras.-Viven fuera de ellas. 

-Como la niebla que se acerca, así que vamos a ir adentro, vamos.-les invitó, pero adelantándose a las preocupaciones de los pequeños, siguió explicándoles:-Soy muy fuerte, y mis compañeros también. Si de verdad hay algún monstruo adentro, ¡lo machacaremos!

Y acompañó sus palabras chocando su puño contra su palma. Su seguridad y confianza compensaban el hecho de que era una anciana apenas de la altura de los niños.

-¿Verdad?-buscó la aprobación de los que todavía no habían opinado, sonriendo al ver que Torcuato ya se había apuntado a ayudar a los niños.

Aranor le dice que sí con un gesto a Aldorth. Es bastante sospechoso, si.

Es todo algo forzado piensa Aranor. Con un gesto, Arneson la comadreja intenta buscar un agujero de entrada en alguna de las casas que NO son la casa principal para mira rqué hay en el el interior. Sino, habrá que tirar al suelo la puerta de la posada. 

Mientras tanto Aranor se acerca a los niños y les sonrie mientras saca algo de comida de su zurrón.

Aprovecha para miralos con atención a ver si son humanos o hay algo más en ellos...

Si hay un monstruo habrá que echarle ¿qué os parece? Hay muchos buenos guerreros en este grupo que ayudarán en esa misión. ¿Podeis decirnos algo más de ese monstruo?¿Como es y como actúa?

¿Quién más vive aqui con vosotros?

No parece que sus palabras sean muy escuchadas, pero tampoco parecen causar daño. 

Desde el punto de vista de Katia, aquello gritaba “peligro” aún más claramente que la niebla. La casa no parecía en lo absoluto algo habitado, por lo menos, por alguien vivo.  Claramente, la idea de entrar por entrar no la seducía en lo absoluto.

-No hay que subestimar la sabiduría de los niños… +comento suavemente, mientras se apretaba las manos con nerviosismo+ ¿Podemos intentar entrar en alguna de las casas tapiadas y pensarlo con calma antes de actuar apresuradamente?  Los fuertes guerreros que luchan con monstruos también deben poder derribar alguna de las puertas… Luego que pase la niebla y los pequeños nos cuenten su historia podemos investigar ese… “hogar” y apaciguar sus miedos.  +sugirió tímidamente.

Estaba claro que todo aquello era atípico, todas las alarmas del bárbaro se disparaban todo lo que ocurría no podían ser casualidades, habían sido atraídos hasta ese punto y por alguna razón todo acababa adentrándose en aquella casa siniestra, incluso aquellos pequeños niños parecían tener algo extraño, junto las casas abandonadas.

Estaba claro al parecer que no disponían de otra opción, la niebla aunque había reducido su avance continuaba a echándole y no era opción si continuaba siendo peligrosa, sus compañeros parecían notar también que algo no encajaba, pero no había alternativa.

- No queda otra adentre monos y pongámonos a resguardo para una vez dentro analizar bien la situación, y si hay un monstruo ahí dentro acabemos con el. Creo que no tenemos muchas opciones. 

Al acabar señala el avance de la niebla, y poco a poco se encamina hacia la casa. 

Aunque intentan mirar hacia el interior de la casa, solo pueden ver lo de fuera. Lo bueno es que la niebla se detuvo y, al parecer, en este punto no tendrán problemas con ella.

El vecindario parece estar desolado, 'la casa' se levanta alta al lado de pequeñas casas que muestran el paso del tiempo y el hecho de que sus habitantes al parecer tomaron rumbo hace algún tiempo.

Varios de ustedes comienzan a avanzar hacia la casa, algunos más entusiasmados que otros, pero Aranor no está del todo seguro en seguir y envía a su fiel acompañante a mirar por si algo encuentra. La comadreja desaparece por entre las maderas que cubren la puerta de la caza a la izquierda mientras Aranor comienza a charlar con los niños...

Los niños asienten con claro miedo en sus rostros cuando Aranor les dice que echarán las monstruo.

- No sabemos que aspecto tiene el monstruo. Pero escuchamos unos aullidos terribles que nos hicieron huir - dice la hermana mientras abraza al niño.

- Vivimos con nuestros padres y el bebé - responden a la pregunta si viven con alguien más.

Arneson vuelve y le hace saber a Aranor que no pudo ver nada.

Una puerta de hierro forjado cuelga en un lado. La puerta no está cerrada...

Esa es la casa. Lo sé.

-Deberíamos entrar.

Abro la puerta con cuidado y entro vigilando que no haya una trampa en la puerta o algo similar.

Torcuato escuchó con atención lo que aquellos dos niños tenían que decir, pues ahora que la niebla parecía detenerse momentaneamente, no era menester arriesgarse a entrar en la boca del lobo sin pensar, primero tenían que saber de qué enemigo, qué monstruo se trataba.

-Así que no lo visteis, tan solo lo escuchasteis... -Comentó repitiendo la información que tenían- Y lo que escuchasteis fueron unos aullidos terribles...

Después de un par de segundos de pensar y meditar la clase de monstruo que se encuentra dentro de la casa, Torcuato Tort lo tuvo bastante claro, casi podía verlo con sus propios ojos delante de él. Ya había averiguado cuál era el aspecto de aquella bestia aulladora.

-Es un pato. -Dijo con seguridad mientras seguía a Shasha Rist.- Te sigo, tengo ganas de un buen Pato a la naranja...

Por un momento, a Sasha se le erizaron los pelos de la nuca al oír las palabras del sabio Torcuato.

Tragué saliva.

Si había tortugas del tamaño de Torcuato, habrían patos humanoides gigantes ahí dentro?

Aldorth miró de lado a lado. - Que poblado está este sitio... Y encima con monstruos que aúllan y hacen ruidos extranos. - suspiró, con cierta pesadez. Se suponía que aquél pequeño viajecito iba a ser algo tranquilo para recolectar recursos y ahora se encontraban a punto de entrar en una casa que daba muy mal rollo, en una villa que daba aún más rollo.

Y como no le gustaba que una niebla misteriosa les persiguiera y les pudiera coger, decidió seguir en sus trece y entrar allí dentro. - Peor no podemos estar ¿no? Y una vez tocas fondo, ya solo se puede ir hacia arriba. A no ser que en el sótano de nuestro fracaso haya un piso más.

Se acercó entonces a Sasha y le dio una sonora palmada en la espalda. - Venga, arriba esos ánimos, si nos lo cargamos contarán grandes historias sobre como "Rist el matapatos", quien solo ha matado un pato gigante, mató un pato gigante. - rió, entonces miró a Torcuato, bastante más serio. - Además de que así no nos tendremos que cenar a la anciana tortuga, que yo ya empiezo a tener hambre.

-¡Oye!-exclamó Vapte, malentendiendo las palabras de Aldorth. Cuando oyó el final de su frase y entendió que se refería a comerse a Torcuato y no a ella, se relajó.

-Sopa de tortuga de primero y de segundo pato a la naranja...-murmuró con una ilusionada sonrisa que se acrecentaba a medida que más aceptaba la idea. Pero no debía distraerse, así que se limpió la saliva y miró con determinación a los dos niños.

-Podéis venir con nosotros, os protegeremos.-parecía que la niebla no seguía avanzando, lo cual eran buenas noticias, pero Vapte prefería terminar de asegurarse de que los niños estarían bien cuidados.

La puerta ya estaba convenientemente abierta, y Sasha se acercó a investigar. Vapte fue detrás de él, desenfundando su escudo y su maza por si acaso.

Aranor asintió a las palabras de los niños. Parecian simples niños asustados. 

Asintió con las palabras de Aldorth. El noble caballero claramente pensaba en el bien común de todos, lo cual le alegraba. Un espíritu más noble que el suyo propio siempre estaba bien. Y la idea no parecía mala. Les ofreció una sobrisa afable y una mano a los niños por si quierían sumarse al grupo y con la otra sacó un trozo de queso y pan de la mochila por si lo necesitaban. 

Si quereis podeis comer algo antes de hacer nada. Mientras los niños comen les hace juegos y les hace una bateria de preguntas entre la conversacion para entretenerles.

¿Cómo se llaman vuestros padres y hermano?
¿De esa niebla nos podeis decir algo? ¿Ha ocurrido otras veces?
¿Sabeis si empezó ante o despues de los aullidos?
Cuanto hace de los aullidos y de vuestra salida de la casa?
Habia ocurrido algo notable en los dias anteriores antes de los aullidos? Visitantes, un accidente en el bosque de alguien, que un padre se pusiera enfermo...?

El grupo se dividía entre los que estaban ya dando los primero pasos hacia la casa y los que aún interrogaban a los niños...

- Tenemos mucho miedo como para ir con ustedes. Si pudiéramos esperar aquí hasta que sepamos que todo está tranquilo, se los agradeceríamos - responde la hermana mientras el niño esconde su rostro en la falda de su hermana.

-Nuestros padres son Gustav y Elisabeth Durst - responde la hermana a Aranor.

-¿Esta niebla? ¿tiene algo de especial? - 

- Los aullidos los seguimos escuchando hasta que salimos de la casa. Salimos hace poco de ahí -

La hermana rechaza lo que les entregan para comer de manera muy respetuosa.

Por parte de Torcuato, este se prepara para lo que fuera a ocurrir en el interior de aquella vivienda, aquellos patos gigantes iban a ser una amenaza real a la que tenían que enfrentarse tarde o temprano y él iba armado para ello. Siguiendo muy de cerca a Shasha Rist por si este pudiera defenderle en caso de que un pato o peor aún, un ganso, saltara a atacarle.

-Con cuidado, -les advirtió a sus compañeros- los patos son voraces seres del mal.

Vapte aprobó que los niños rechazaran la comida con un pequeño asentimiento y una sonrisa en su dirección. Parecían bien educados a la hora de esquivar posibles peligros. Claro que era un poco más dificil evitarlos cuando se te metían en tu propia casa.

Se detuvo al lado de Shasha, quien parecía estar inspeccionando la puerta. Vapte se quedó esperando a tener noticias de su investigación.

-¿Ves algo?-le preguntó.

NO recibiendo más informacion de los niños, Aranor les sonrie y se dirige tambien a unirse con sus compañeros. Mientras lo hace agarra un guijarro y pasandole la mano por encima lo hace brillar con una intensa luz blanca. 

Parecía que valentía primaba sobre la precaución. Katia inspiro profundamente. Quizás eso era algo que le faltaba como aventurera, aparte de la confianza en si misma. De todos modos, aquella casa no inspiraba la menor confianza y menos cuando la niebla se había detenido… era demasiado sospechoso.

-Ahora de verdad quisiera usar detectar magia…+susurro quedamente, hundiendo los hombros mientras se quedaba en el centro del grupo, aunque dudaba que eso bastase para protegerla.  Pero se limitó a apretar con más fuerza su bastón y quedarse a la defensiva, hasta los exploradores dieran el visto bueno.

El grupo se comienza a acercar a la puerta...

Los oxidados goznes chirrían cuando las grandes puertas de roble son abiertas por Shasha dejando a la vista de los aventureros un gran vestíbulo. Colgando en el muro sur del vestíbulo hay un escudo blasonado con un escudo de armas (un estilizado molino dorado sobre campo rojo), flanqueado por retratos enmarcados de gente parecida entre si. Unas puertas dobles de caoba se encuentran en el lado contrario del vestíbulo.