Partida Rol por web

Un olor no agradable sale desde detrás de la puerta recién cerrada por Torcuato, fuera de eso nada les parece extraño... hasta que  Vapte cree ver un movimiento en la habitación en la que está actualmente.

Vapte dio un pequeño salto de sorpresa. No por el olor de las actividades de Torcuato en el armario, sino por la posibilidad de que no estuvieran solos en la habitación.

-¿Habéis visto eso?-le indicó a sus compañeros la dirección en la que había visto el movimiento, y presta y dispuesta, se acercó a investigar. No había alcanzado a distinguir qué era exactamente, pero pronto lo sabría.

-¿que has visto?... - *Será... no, no puede ser. Serán... 

-N-no son... no son patos, verdad?...

Me acerco a Vapte con toda la precaución del mundo mundial. Mirando en dirección en la que la pequeña anciana miraba.

Torcuato Tort salió de aquella estancia para unirse con el resto de sus compañeros que seguían en el lugar; al parecer el había terminado de hacer sus quehaceres y ahora se encontraba algo más tranquilo y aliviado por haberse aliviado. Aunque por desgracia el olor iba a permanecer en ese cuarto un rato más.

-Bueno, pues podemos continuar... -Comentó la tortuga mucho más alegre que lo habitual- ¿Queréis seguir investigando este piso o nos movemos?. De todas formas creo que ya no hay más bandidos... lo digo porque salió corriendo ese último por la puerta en vez de ir en busca de sus aliados...

Aldorth, quien no había visto nada, miró de lado a lado de la habitación. - ¿Qué has visto, sabia anciana? - le preguntó a Vapte, esperando recibir la advertencia sobre algún peligro.

Se giró entonces hacia Shasha, quien parecía asustado. - ¿Qué demonios pintaría aquí un pato? - le inquirió, intentando por otra parte acudir a su raciocinio y calmarlo.

Por último, un muy desagradable olor le llegó a la nariz. - ¿Cómo puedes estar tan podrido por dentro? - comentó con una arcada, parecía que estaba a punto de vomitar.

Ciertamente Vapte había visto algo porque, y como si de los esfuerzos del narrador por terminar la historia se tratasen, en el medio de la habitación se abrió un portal... al otro lado podían ver un camino que estaba flanqueado en su lado izquierdo por altos arboles.

Qué más se ve ahí?? por supuesto, un pato... un pato que está siendo atacado por lo que parecen lobos, algo extraño en el pato? lleva un sombrero y un monóculo.

Cuando Torcuato Tort vio a aquel pato lo tuvo bastante claro, sus ideas preconcebidas sobre aquel lugar terminaron por ser ciertas; por lo que este sacó su arma y se dispuso a atravesar el portal, pero antes de hacerlo este se giró hacia sus compañeros de viaje.

-El pato está ahí, ¡rápido!. -Dijo de forma paradójica aquella tortuga- ¡Tenemos que entrar ahí dentro y solucionar el problema!. ¡Creo que entre nosotros y los lobos podemos apalear a ese ser del averno!.

Y sin esperar más tiempo, fue con la clara primera intención de golpear a ese pato que tantos problemas le habían estado causando al grupo, o al menos los problemas que este creía que les estaba causando tras una no-muy-larga-investigación y proceso mental... O quizás fue para evitar la verguenza de haber hecho el nº2 en el cuarto de al lado.

El portal de salida!! Era eso lo que buscaban aquellos rufianes, salir de aquí!

El camino tenía altos árboles a un lado, como si de un bosque se tratara. Pero había alguien más... lobos, como si del bosque hubieran salido... y un pato.

EL PATO.

-M-mi...MI SEÑOR?... - como si una atracción mental me empujase a ir hacia él, di un paso adelante involuntario, sin poder apartar la mirada de aquél monóculo... aquél elegante y maravilloso monóculo.... Y sólo justo antes de cruzar el portal me sacudí la cabeza -NO! no eres mi señor!!... *NO!! ese pato no es mi señor!! deja mi mente en paz!

Torcuato entró, y yo entré tras él con el rostro serio y dispuesto a dar caza al monstruoso maleante. No iba a volver a permitir que siguiera jugando con mi cabeza.

Aldorth cada vez se sentía más confuso ante lo que sucedía allí. - Esto sin duda... Es una extraña villa. - comentó, observando lo que había a través del portal que se había generado de forma tan misteriosa en el interior de la casa.

Espera... Espera. ¡¿El pato es real?! - se notaba que estaba muy sorprendido de que los miedos de Sasha no fueran infundados y que todo este tiempo tuviera razón. Empezó a pellizcarse a sí mismo, sentía que estaba en un sueño o más bien, en una pesadilla de la que no podía escapar.

Viendo que tanto Torcuato como Sasha entraron al portal, el guerrero no dudó y se adentró allí para acabar con el mal que asolaba ese extraño lugar. - Si acabamos con él... ¡Esta casa dejará de ser, la casa de la muerte! - y con su espada en mano, decidió aventurarse adentro, sin entender muy bien lo que sucedía ni si iba a salir de allí.

Vapte había guiado a sus compañeros al portal, pero fue la última en atravesarlo. Desconfiaba de la magia que no conocía, y de aquel bonito paisaje que había aparecido de repente. Le recordaba a leyendas sobre mundos extraños donde te podías quedar atrapado desde años a siglos, manteniéndote vivo solo por la voluntad de las criaturas que lo habitaban.

Pero aún en el caso de que sus temores fuesen ciertos, no podía abandonar a sus compañeros a tal destino. Así que paso a paso, avanzó detrás de ellos, mientras se aferraba a su colgante con un miedo casi infantil. Las palabras de Aldorth solo terminaron de disparar sus nervios.

-¿La casa de la qué?

Sienten una gran fuerza de succión al pasar por el portal y, nuevamente como si el narrador de todo esto esté apurando las cosas y reciclando el material, caen en el suelo de un bosque desconocido... y ahí está el pato. Alguno aventura su nombre??

Al ponerse de pie se sienten más fuertes, al parecer el portal los hizo evolucionar...

Al parecer Torcuato Tort tenía bastante claro lo que iba a hacer en ese lugar, con un sentimiento de justicia completamente restablecido y lleno de un aura divina, este alzó su maza de manera amenazante ante aquel enemigo que el grupo había impuesto como el causante de todo.

-Pato. -Le dijo al pato, como señal de advertencia a lo que se le iba a venir encima- o Paté.

No es que de repente Torcuato Tort fuera inclusivo, -aunque en ningún momento lo negara serlo- sino que simplement iba a convertir a aquel animal en una comida con aquella Maza de guerra que este portaba... de hecho parecía que se había preparado exclusivamente para que el golpe que iba a dar no tuviera molestos enemigos.

-¡Ilun dago itsasoa nire ohe azpian: egunargi arte ez ditut irekiko begiak! -Comentó tratando así de alejar a quienes consideraba como molestias para estar a solas con el pato.

Sin saber cómo me sentía medianamente más fuerte que antes. Aunque como si por alguna razón no sabía manejar mis stats de forma manual y sólo se alteraron cosas en mi de forma automática, avancé detrás de torcuato con el arco en mano y sintiendo unas ganas crecientes de asesinar.

Era extraño. Como si nunca hubiera pensado en asesinar como vocación y ahora lo viera más sencillo. 

Aunque de sencillo no tenía nada pues no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Excepto apuntar al pato con mi arco.

¿Entonces el pato es el bueno? - preguntaba cada vez más confuso aquél humano. - ¿O es el malo? ¿No le estaba dando pesadillas a Sasha? - suspiró, aún teniendo la espada en la mano. - Como sea, supongo que tendremos que evitar que se coman a la pequeña criatura de dudosa moralidad e... ¿interrogarla? ¿A caso podemos hacer eso? - Se preguntó.

También miró a su alrededor, intentando orientarse. ¿Quién había abierto aquél portal? ¿Por qué a ese lugar en concreto? ¿Qué hacían ese pato ahí? Tantas dudas y cada vez más se generaban...

-Vapte.-susurró para sí la mediana, la vista clavada en la escena que se habían encontrado en el claro del bosque. Se giró hacía sus compañeros, y asintió enérgica con la cabeza.-¡Claro que tenemos que salvar al patopte! ¡Está en peligro!

Y sin pensárselo dos veces, empezó a correr hacía el claro.

Las fichas comenzaron a moverse y el primero en actuar fue Torcuato al gritarle al pato, luego dijo algunas cuantas palabras en un lenguaje extraño que generaron ninguna reacción en los demás presentes...

Los aventuraros pueden ver desde su posición como el pato se las ha arreglado hasta el momento para evitar los dientes y las garras de aquellos lobos

Vapte alzó su mazo en mitad de su carrera, mostrando el mismo símbolo que también llevaba en su cinturón.

-¡VAPTE!-y con su grito, un extraño crujido surgió detrás de los lobos, uno que atravesaba la tierra hasta el cielo, que desapareció tan rápido como había aparecido.-¡Alejaos, monstruos!

Por la trayectoria de su carrera, Vapte parecía decidida a encararse contra los lobos personalmente, aunque a causa de sus pequeñas piernas no lo conseguiría todavía

Con aquellas nuevas habilidades que tenía, Torcuato Tort se sintió lo suficientemente confiado como para proteger a sus compañeros usando el escudo que tenía encima, a fin de cuentas, nunca vendría mal un poco más de protección cuando se estaban enfrentando a un pato de tamaño de pato pero que usaba accesorios que no eran de patos.

-Si no os alejáis mucho de mi puedo protegeros con mi escudo. -Dijo confiado en su habilidad- Así que ya sabéis.. oh... ya se fué... -Comentó apenado que Vapte ya saliera a por el enemigo- Bueno, el resto avisados estáis...

Aldorth, quien no tenía formas de atacar a distancia con precisión, simplemente persiguió a la pequeña y chalada anciana, alzando su escudo para defenderse de los ataques que pudieran llegar. Se quedó cerca del pequeño pato que debían proteger, algo que le dio cierta rabia. - Si tuviera unas migajas de pan... - se quejó por lo bajo.

Venga patito... Ven hacia mí, así te cubro. - intentó decir con una voz dulce, esperando que avanzara hacia el guerrero y se beneficiara de las defensas que este proporcionaba.