Partida Rol por web

Aquella Tortuga logró alejarse lo suficiente de aquella pelea para poder estar en una zona lo suficientemente tranquila en donde poder trabajar, y por trabajar, esta se refería a sanar sus heridas, a fin de cuentas aquellos enemigos le habían causado bastante daño y no estaba en su mejor estado.

-Aguantad un poco, -les dijo a sus compañeros que se enfrentaban a esos bandidos mientras este usaba imposición de manos para curarse- enseguida voy, dadme un minuto...

Torcuato logró separarse de la puerta y ahora era el propio Aldorth el que iba a hacer de cuello de botella para los enemigos... O al menos esa era la idea, ya que recibió un duro golpe que penetró sin demasiada complicación su armadura y le hizo sangrar, algo que le hizo enfadar y lo pagó con aquél tipo que intentaba perseguir a Torcuato.

He venido aquí a decir ocurrencias y dar espadazos. - dijo con su primer golpe. - ¡Y no me quedan ocurrencias! - dijo con un segundo golpe hacia aquél enemigo que les bloqueaba el paso, pero que ahora había recibido de lo lindo.

Puede que Torcuato se hubiera apartado de la puerta, pero ahora Aldorth se había colocado en medio, bloqueando el acceso a cualquiera. A cualquiera que no fuera Vapte, pues la mediana no tuvo problema en aprovechar su pequeño tamaño para pasar entre Aldorth y el bandido y golpearle con la maza a este último desde el interior de la sala.

Entonces fue cuando se fijo en que no estaban solos.

-¡Eh, aquí hay otro!

Dioses benditos… La maga no daba crédito a la falta de estrategia al abandonar aquella posición y cargar sobre los enemigos. Pero no era tiempo de cuestionamientos, por lo que solo dejo que ellos abordaran el combate cuerpo a cuerpo y se mantuvo alejada del mismo, guardando su magia para cuando fuera realmente necesario. En tanto aquella osadía funcionase, había de dejarla ser

Solo avanzo para colocarse junto a Shasha y desde allí ver si tenía tiro hacia algún otro adversario.

La tortuga se había cambiado de posición para recuperarse de sus heridas utilizando aquel poder sobrenatural que está en él, el cambio del "plató" principal de Torcuato a Aldorth ocasionó que este último se enfrentara directamente al enemigo mientras amenizaba la escena con otra de sus interesantes frases... y quizás el poder de la frase fue tal que sus dos golpes dieron contra los enemigos haciendo que el más pequeño de ellos cayera al suelo; Vapte, haciendo manifestación de la facilidad de movilidad que tiene, se escabulló para enfrentarse directamente al enemigo y propinarle otro nuevo golpe; Katia, al parecer molesta por algo, se movió al lado de Shasha quién al parecer esperaba ver algo para actuar...

El enemigo que aún estaba en pie recibió buenos golpes, pero esto al parecer solo lo hizo molestarse aún más. Se lanzó contra Vapte desde su posición intentando golpearla con su cimitarra y logró su cometido haciendo bastante daño a la clérigo, luego se gira hacia Aldorth para darle algún cariño a él y también lo logra, luego saca su daga y apunta al cuerpo del guerrero nuevamente pero esta vez el falla golpeando el marco de la puerta...

Habiendo terminado de curarse, Torcuato Tort se percató de que sus compañeros quizás estuvieran en peligro, a fin de cuentas, estos habían terminado por quedar frente o incluso rodeados de enemigos, por lo que esta gran tortuga sacando su arma, se acercó con claras intenciones de golpear a aquel hombre.

-Tan solo te pregunté por un baño. -Comentó molesta la tortuga- ¿Tan difícil era señalar dónde estaba?.

Ante mi enorme y existencial duda de si el enemigo aún seguía tras aquél marco bloqueado por la minúscula Vapte y el corpulento Aldorth, no estaba completamente seguro de si debía o no disparar, ya que no acababa de estar convencido de que el enemigo siguiera intacto o en condiciones de continuar su misión para escapar de aquella habitación aparentemente por la única salida, la que estábamos bloqueando. O bueno, la que estaba bloqueando Aldorth, ya que Vapte en el fondo era minúscula y podía caminar entre los arcos de las piernas de casi todos los presentes. Como un pato grande. Los patos aún seguían en mi mente como una terrorífica sombra esperando a asaltar mi imaginación y confundirme con la realidad de un momento a otro, cual mal interno de las profundidades de aquella casa maldita de la cual me empezaba a arrepentir enormemente de haber entrado.

Y pues por culpa de mi pensar y de mi divagar con la idea de si Vapte era un pato o no era un pato el enemigo tuvo tiempo para actuar no sólo antes que yo, sino que alcanzó a atacar a los dos que se pusieron en la vanguardia y haciéndole daño especialmente a la Anciana Vapte (a juzgar por sus chilliditos-quejidos de dolor) devolviéndome a la realidad.

Ah, y Katia estaba junto a mí ahora, por alguna razón, mirando hacia adelante sin hacer nada más. Pero no sólo eso, Torcuato se estaba auto-curando enfrente de un pasillo inexplorado preguntando aún por su necesaria urgencia de evacuar sus heces o sus fluidos cuanto antes. Pero eso era mejor ignorarlo hasta ahora, ya que se disponía a atacar al enemigo a distancia desde donde estaba, lo cual sería digno de ver.

En resumen, tenía en frente y casi en una diagonal perfecta la suficiente visión como para ver que uno de los enemigos, al que disparé por primera vez, se le ponían los ojos en blanco en total y completa demostración de como uno se muere, o queda inconsciente. Al parecer Vapte pudo darle en sus golpes más bajos hasta dejarle completamente noqueado, muerto o no, probablemente sí por el flechazo previo que haría que se desangrase deprisa.

Y hablando de ese otro individuo, qué hacían aquí dentro? buscar algo? robar? gritaron que les habíamos descubierto pero no tenía claro de qué exactamente. Se estaban escondiendo de los patos?... o de algo peor? no, nada era peor que los patos. Aquellos escalofriantes bípedos de dientes serrados ocultos en su aparente pacifismo animal. 

Un gruñido del otro enemigo restante me despertó de nuevo de mis cavilaciones, al parecer las ostias sólo le hicieron enfadarse más *Es que acaso es tonto? somos 5 contra uno. Le vamos a masacrar.  - O quizás su temor por los patos es mayor a la lógica de supervivencia de frenarse ante la agresiva bienvenida que acabábamos de darles.

No importaba, atacó, fue él quien atacó a la enana patosa. Y cuando le vi volverse hacia Aldorth con daga en mano pensé que era mejor disparar ya, pero no debió darme tiempo. Como si el mundo se moviera a cámara lenta o como si esperase una señal del universo para entender si debía disparar o no, o si debía seguir abriéndole puertas o cuadros al Torcuato senil. Por suerte su último ataque se lo llevó el marco de la puerta, que se tragó toda la rabia de aquél tipo con mala puntería y que iba a ser masacrado por nosotros en plan sandwitch de la muerte. Sus espíritus quedarían para siempre vagando en las oscuras estancias sin iluminar de aquella casa maldita de aquél pueblo oscuro rodeado de la niebla asesina que se carcomía a los vivos.

*¿pero donde **** nos hemos metido?... - nunca antes había sentido tantas contrariedades juntas ni tanta argumentación mental sobre la vida y la muerte, el terror y los patos. Era algo nuevo para mí, y eso me hacía temer. Temer lo peor que pudiera pasar. Temer que mi vida no tuviera sentido y no fuese más que un alma dando vueltas en un ciclo sin fin con una niebla que me perseguía y nos perseguía a todos para llevarnos finalmente con ella hacia el olvido más profundo y nefasto del cual uno jamás pueda librarse. Peor que la muerte.

Y como cámara lenta todos los sucesos previamente descritos se repitieron en mi mente, pero al revés, revovinándose aceleradamente como las imágenes monstruosas que se colaron en mi cabeza en el pasillo. Para luego implosionar de nuevo en la realidad que tenía delante, con el arco en mano y mi flecha apuntando entre ceja y ceja del pobre desgraciado que habíamos pillado junto a su compañero, ahora muerto, en la habitación de enfrente. ¿cuánta gente habría atrapada en esta casa? ¿Estaban atrapados, o eran simples transeúntes, o ladrones? No me importaba. Habían hecho daño a la pata anciana de Vapte. Tensé la cuerda de mi arco, apunté raudo y eficiente, no era momento de demorarse, la vida de mis compañeros estaba en juego. Y aunque fueran irritantes y a veces desease que cayeran en la niebla o me dejaran simplemente tranquilo...

...

Pues disparé.

Aldorth no andaba muy contento tras haber recibido aquél daño, sin embargo contaba con las suficientes energías para seguir luchando, algo que mostro dando un diestro espadazo... Al suelo. - Eh... - dijo confuso en un principio. - ¡Ese brutal golpe ha sido de advertencia, si no quieres que el próximo vaya a ti, será mejor que te rindas! - argumentó, intentando arreglar la situación.

Dirigió entonces su mirada a Torcuato, quien no parecía estar tomando aquello demasiado enserio y seguidamente a Shasha, quien parecía estar viviendo su propia epopeya interior... Parecía mejor no preguntarle nada, pues seguía centrado en el combate.

Vapte trastabilló con un quejido de dolor, apartándose la sangre de la herida con el dorso de la mano. Luego levantó la mirada hacía el único bandido que quedaba. A juzgar por su gran sonrisa llena de arrugas, disfrutaba del combate como una enana.

-¡Me encanta entrenar!-río despreocupada lanzándose hacía él con otro golpe más.

Aldorth se adelanta para golpear al enemigo, pero el suelo es el que sufre el daño; Vapte, luego de recuperarse un poco por el daño recibido, golpea con su maza al enemigo quién recibe el daño en su hombro derecho; segundos después de que el enemigo recibiera el daño de Vapte una flecha pasó volando cercana a la cabeza de Aldorth y se clavó en el brazo izquierdo del enemigo; Torcuato se suma al baile con un intento de golpe que no alcanza al objetivo...

El enemigo miró allá y acá... y comenzó a correr en dirección a la puerta al darse cuenta, al parecer, de que esta batalla ya la tenía perdida...

El hecho de que el enemigo huyera, llenó de confianza a Torcuato Tort, al punto que este hombre tortuga decidió darle un único comentario viendo como este huía por la puerta de entrada pasando a través de todos los presentes como si nada con tal de encontrar una ansiada libertad.

-¡Por ahí no está el baño!. -Advirtió la tortuga al hombre en señal de "buena fé"- Espero que no haya ningún pato por ahí tampoco... con la golpiza que les dimos no tendrían ni una sola oportunidad ante dicha fiera criatura...

Habiendo terminado con aquello, Torcuato Tort se giró para atravesar otra de las puertas, a fin de cuentas, cada puerta abierta era una posibilidad nueva de encontrar un cuarto de baño.

Vapte estaba tan absorta en su disfrute de la batalla que casi se le escapó que el enemigo, viéndose superado en número, empezaba a huir. La mediana lanzó un mazazo en su dirección, pero su movimiento llegó tarde, y aquel hombre se escapó de su alcance.

-¡Eh, que se va!-gritó, avisando al resto.

Aldorth tras oír el grito de su compañera y ver que esta fallaba, decidió intervenir aprovechando que pasó por delante suyo. - ¡Ey, la entrada no es gratis! - comentó, haciendo alusión al portero de cualquier local de entretenimiento, arremetiendo con su espada a aquél bribón que en el símil sería quien intentaría entrar al lugar de la fiesta sin poner ni un solo chelín.

Logró acertarle con la punta de la espada, pues aquél tipo corría bastante, aún así, golpeando solo con la punta de esta, logró realizar un buen tajo que hizo sangrar un poco más a aquél ya malherido hombre. - ¡Que alguien le de el golpe de gracia, si se escapa puede que la líe con los niños que habían afuera!

Algo macabro sonrió para mis adentros en cuanto oí las palabras del anciano senil *Sí... comida para los patos... sería un perfecto sacrificio para los patos... SACRIFICIO!! - aún estaba apuntando con mi arco, pero temblaba como si dos voluntades no se pusieran de acuerdo. En vez de dejar que mi mente divagase de nuevo y se retorciera en su extensa y filosofal y extraña y complicada perdición laberíntica... disparé.

Con un obvio y evidente fallo. Mi mente decía síguele, mis pies estaban clavados al suelo. Katia estaba frente a mí. 

El enemigo, aunque recibiendo un último golpe de Aldorth, logró salir con vida de la situación y desapareció por la puerta...

El lugar queda de nuevo disponible para ser registrado por los aventureros. Torcuato abre una puerta, pero se encuentra solo con escobas y elementos de limpieza...

Ya con el bandido fuera de la vista, todo quedó en silencio.

Silencio interrumpido por un palo de escoba caerse. Al parecer Torcuato seguía incontinente.

Con el ceño fruncido empecé a recoger las flechas que pude y a investigar el cadáver del otro bandido caído.

dEl cuarto de las escobas era más que suficiente para Torcuato Tort, por lo que esta tortuga sencillamente se adentró en su interior para hacer sus necesidad, a fin de cuentas, todo es un baño si tienes -y le echas- las suficientes ganas para serlo. Por lo que con cierta educación este se despidió de sus compañeros.

-Vuelvo en un momento. -Comentó mientras se adentraba y cerraba la puerta detrás de sí- Salgo ahora...

Lo que Torcuato Tort estuviera haciendo allí era un misterio de la naturaleza... o simplemente haciendo "popó". Aunque sería mejor no pensar demasiado en ello hasta que saliera.

Aldorth suspiró al ver que aquél truhan se escapaba. - ¿No deberíamos seguirle? Quizá... Le haga daño a los niños o algo así. - pero viendo la actitud de sus compañeros, resignado, solo negó con la cabeza. - Tampoco me voy a echar a correr yo... Que esta armadura no es que pese poco.

Echó un vistazo rápido al interior de la casa, se rascó la parte trasera de la cabeza. - Y... ¿qué más deberíamos mirar? - preguntó, esperando alguna respuesta inteligente, aunque Torcuato ya se había encargado de "investigar" el baño.

-¡Hemos venido a buscar al monstruo, eso es lo que tenemos que mirar!-recordó Vapte mientras recogía sus cosas y se ponía a mirar a su alrededor, intentando oír algún ruido que indicara movimiento o cualquier otra pista sobre el paradero de lo que estaban buscando.

-Sino, veo que hay unas escaleras y una puerta. ¿Por dónde queréis empezar?-preguntó en voz alta mientras terminaba de revisar.