Partida Rol por web

El luminoso del periódico es llamativo pero no sirve para evitar fijarse en lo cutre que es el sitio. Un viejo almacén reciclado como oficinas y rotativas, de hecho no solo publican el periódico sino que también usan las maquinas para publicar libros. Hay folletos en la entrada con los costes para publicar tu propio libro y los precios no son muy caros. Por 2000$ puedes tener tu propia edición limitada de 300 libros.

Veis a mucha gente yendo de un lado para otro pero nadie os hace caso hasta que de pronto te das cuenta de que un tipo con una fregona te mira con mala cara. Cuando miras el suelo te das cuenta de que estas pisando el suelo que estaba fregando.

Eeehh, disculpe por ésto dice Barley apartándose torpemente de la zona fregada. ¿Sabe donde puedo encontrar a Cole Shack?. Tenía cierta información para él...

- Hace un par de días que no viene por aquí. Ese tío siempre anda metido en alguna cosa chunga, ya aparecerá. Ahora, si me hace el favor... - dice a la vez que introduce la fregona en el cubo y te salpica los zapatos con el agua sin escurrir.

De acuerdo, de acuerdo dice Charles mientras intenta esquivar los salpicones. ¿Me puede dar al menos su teléfono, o preguntárselo a alguien que lo tenga?.

El tipo te responde:
- Estoy trabajando, colega. ¡Quítese de en medio!

Bill te hace una señal y observas una puerta en la que pone "Dirección" aunque también ves a varias personas tomando café junto a una maquina.

Barley evita al bedel antes de que se enfade más con él y se dirige a la gente de al lado de la máquina de café.

Perdonad, ¿sabéis donde anda Cole Shack?. ¿Hace un tiempo que no viene por aquí, verdad?

Los empleados te miran de arriba a abajo. Tienes que volver a insistir hasta que te hacen caso.
- Mire amigo, si viene a quejarse de algo hable con dirección, ¿Vale?
Y, si, hace un par de días que no viene por aquí

Bufando por lo bajo, Charles se dirigió hacia la zona de dirección. Al parecer la simpatía era un valor apartado de aquella redacción. Acercándose a la puerta, Charles llamó y preguntó: ¿Se puede?.

Bill te sigue de cerca aunque te das cuenta de que parece un zombi pegado a ti. Apenas habla y parece que le ha vuelto a dar a la bebida, sin embargo consigue conservar una imagen integra siempre y cuando no te acerques demasiado a él.

Una voz varonil te responde desde dentro en algo que entiendes como "Adelante". Al abrir la puerta ves a un hombre mayor, bien vestido, fumando un puro y con cara de pocos amigos.

- ¿Que quiere usted? ¿Viene a cobrar? No, parece un médico - pulsa un botón y dice al interfono. ¡Seguridad! Saquen a estos tipos de mi despacho, ¡YA!

Espere, espere un momento... vengo a ofrecerle suculenta información acerca del asesino del Soho. ¡De hecho soy colaborador de la policía! dice Barley mientras miraba temeroso a su espalda esperando encontrarse de un momento a otro a un gorila que lo echara de allí.

El tipo vuelve a pulsar el botón del interfono y dice:
- ¿Seguridad? Vayan a tomarse un café y luego vengan aquí con un café largo con azúcar - suelta el botón, se sienta, se os queda mirando y os dice: Tienen cinco minutos, ¡Aprovéchenlos!

No os ha invitado a sentaros pero es que solo hay una silla libre, la otra tiene una pila de papeles encima. De hecho toda la oficina esta llena de hojas, carpetas, fotos y cosas así. Os sorprende que este tipo puede dirigir el periódico con tanto desorden

Bueno... pues verá... no se lo va a creer pero... Barley intenta que no se note demasiado que se está inventando totalmente lo que dice. Resulta que hemos descubierto que el asesino en realidad es un ser creado mediante ingeniería genética... una mezcla entre humano y lobo... ¡pero si quiere más datos debe decirme donde puedo localizar a Cole Shack y qué es lo que han descubierto ustedes!

Bill toma la palabra cuando se da cuenta de que el director del periódico vuelva a coger el teléfono y hablar, relativamente sereno.
- Señor, somos miembros del grupo especial de investigación de la policía de nueva york. No le estamos engañando ni vacilando, es cierto.
Estamos dispuestos a filtrar algo de información a cambio de los datos que puedan facilitarnos ustedes. Por lo que hemos leído en la prensa parece que su corresponsal esta muy al tanto de lo que ocurre en el Soho.

El jefe del periódico parece tranquilizarse y en una conversación bastante relajada os informa de que hace un par de días que no se sabe nada de él. Empiezan a sospechar que se haya acercado demasiado a la noticia. Lo que viene a significar que sospechan que hayan muerto ya que no es habitual en él estar tanto tiempo sin avisar, ya que cuando hace esto de desaparecer siempre le llama para avisarle y que no le borre de plantilla con la promesa de una noticia impresionante que nunca es más que otra de sus tontería pero que por alguna razón es lo que hace vender más ejemplares de este triste periódico.

Sorprendido ante la entereza de Bill, quién últimamente parecía estar de todo menos entero, Charles da las gracias al director del periódico y le deja su número de teléfono por si hay alguna novedad de Cole Shack o del caso. Mirando a Bill, dice: ¿Nos vamos pues?

Una vez fuera de aquella redacción de locos, a Barley se le ocurre una posible vía de investigación alternativa.

Oye Bill, ¿que te parece si vamos a visitar a la comunidad hindú de esta ciudad?. Si no recuerdo mal, algunas teorías sobre el origen de ese "ser" provenían de la leyenda de dicha religión. ¿Conoces algún templo, algún líder religioso de referencia?.

Un par de llamadas a los chicos de la cueva del departamento de policía os proporciona una pista a seguir. Resulta que en el Soho hay un gran restaurante hindú bastante famoso llamado Tamarind. Un lujoso restaurante que se especializa en comida cocinada al "tan-door" (horno de barro) y del noroeste de India.
Es un buen lugar para preguntar.

Un restaurante... mucho mejor que un templo, donde va a parar. Prefiero reconfortar mi estómago antes que mi alma. Vayamos a preguntar allí.

Miráis el reloj, son las 18.30h pasadas. Es pronto para ir a cenar pero buena a ese sitio pero buena hora para acercarse a preguntar.

La entrada es muy bonita como si fuera una vieja casa de piedra y con farolillos colgando e iluminando el umbral. Dentro no hay mucho movimiento pero ves a dos tipos vestidos como cocineros fumando un cigarro por un callejón lateral. En la entrada principal no se ve a nadie pero se aprecia cierto movimiento dentro como si estuvieran preparando las mesas para la cena.

Barley se acerca a los cocineros que fuman en el callejón y, tendiéndoles la mano, les dice:

Buenas tardes, mi nombre es Charles Barley y éste es Bill Mayhem. Estamos colaborando con la policía en una investigación aquí en el Soho y me preguntaba si sería posible hablar con el encargado en este momento...