Partida Rol por web

Cuando estemos alejados de los soldados, Morzog se dispone a contar lo que le han comentado los prisioneros.

Tose un poco como llamando la atención - Bueno, en realidad no es que supieran muchas cosas. - Levanta los hombros como quitando importancia al asunto. - Pero es mas divertido dejar a esos patéticos soldados con la sensación de la conspiración, ¿no? - Añade jocosamente.

Pasan unos segundos en los que parece observar las orejas de su caballo con la cabeza ladeada.

Eran milicianos, de Tabriz ... una aldea agrícola de unas 90 personas que está hacia el norte. - Ladea la cabeza hacia el otro lado, mientras continua observando absorto la cabeza de su caballo. - El pueblo había sido mas grande anteriormente, pero las guerras de los herederos han reducido la mayor parte a cenizas y cascotes.

En el pueblo apenas quedan mujeres, ancianos y niños, esperando que los hombres vuelvan de alguna guerra ... un maldito pueblo de viejas y mujeres. ¿Lo pilláis? - Dice con tono burlón. - Esos soldados huyeron de viejos, mujeres y niños. El orgullo de Nigerthia. Seguro que Hextor les guarda un buen rinconcito en el mas allá.

¿Donde estaba? - Con la mano acaricia la punta de la oreja del caballo, haciendo que la mueva como si tratara de ahuyentar a algún insecto. - Tabriz ... si ... su alguacil es un mago que patrulla varios pueblos y reside en Alivio, al este de Tabriz. Le acompaña una escolta de guerreros pero no creo que se tomen su trabajo muy en serio.

Por encima de ellos está Damian Danpierre, un rey mago que gobierna con la ayuda de un consejo de magos. Aunque supongo que solo gobierna los despojos del reino de su padre, y que ademas se dispute con sus dos hermanos. Como Edmont Maistreli, que domina las tierras del este del reino de Damian.

Desde la muerte de su padre, esos tres bastardos se lo han estado pasando en grande jugando a la guerra. Supongo que sus súbditos deben estar hasta los mismísimos. Y ahora solo les faltaba nuestra llegada claro. - Deja de molestar a su caballo con la mano e inclina su cabeza hacia atrás con hastío, casi dejándola a peso muerto mientras continua su recital de memoria.

Pero me aparto de la historia. En todo caso, desconozco quien es el tercer hijo ... se que Edmont no es mago, pero dispone de ellos. Por otro lado, los magos de por aquí no parecen tener un denominador común, un barón de Alivio eliminó a todo un escuadrón de orcos con el fuego de sus manos, aunque otros se dedican a levantar muertos para prestar servicio. - Mira de reojo a Acrolis, como si esto quizá le interesase.

O mejor dicho, mas que no tener un denominador común, podríamos decir que pueden dominar todas las escuelas de magia ... así suena mas emocionante, ¿Verdad?

Se aclara un poco la garganta antes de continuar.

No conocen a los trasgos ... es decir, no mejor que nosotros. Estos han realizado algunos ataques sobre Tabriz, y saben que están situados a unos días al este de el. Pero nada mas. No parece que los usen como mercenarios, ni el pretendiente de Damian, Edmont.

A nosotros tampoco nos conocen, pero nos temen por lo bastardos que somos. - Dice con tono burlón. - No me extraña. - Añade mirando de reojo a Zandar, aun con la cabeza inclinada atrás.

Finalmente vuelve a sentarse bien. - Bueh, como dije ... nada interesante, ¿O quizá si?

Ríe entre diente y bajito como si se hubiera contado un chiste a si mismo.

-La mayoria de lo que te dijeron no es demasiado practico respecto a la mision presente, pero esta bien, tal vez a largo plazo. Por ahora, hay un par de datos a utiles. Grupos de soldados regulares, milicianos o pueblerinos, no son un reto para un grupo como el nuestro. Pero si es correcta tu informacion, ese mago y sus guardias pueden ser una molestia a tener en cuenta, al menos en estos territorios... Y su supervision de pueblos deja que desear, algo que se puede aprovechar...

Su mirada se torna casi añorante

-Como me gustaria encontrarme con ellos... En fin, rezare a Hextor que tengamos esa suerte. Sigamos.

El clerigo parece animado... casi divertido.

Yo digo que ataquemos ese maldito pueblo y que esclavicemos a todos los que queden alli. Luego podemos usar  a los esclavos como regalo ante los trasgos.

Zandar parece casi relamerse ante la perspectiva de obtener una decena de esclavos para su disfrute durante el viaje. El que en su mayoria se trate de viejos no parece importarle mucho.

Negando con la cabeza y esbozando una mueca burlona.

- Zandar, aunque la prudencia y la sapiencia no sean tus grandes fuertes, bastará conque os diga a todos vosotros que si nos cruzamos con tres magos que posean más o menos mis capacidades estamos todos muertos.

Cabalgando en el medio , prácticamente tratando de estar al lado de Morzog.

- No me mal interpretes... Tres o cuatro malditos principiantes con pergaminos de bola de fuego podrían hacernos desaparecer de este plano... Es por eso que nosotros no estamos sentados en la ciudad dominando a las masas, y estamos aquí, como carne de cañón para rejuntar a un grupo de bestias.

Mirando con detenimiento a cada uno...

- La mejor forma de acabar con un grupo de magos, es por la traición. Cuando duermen si es posible.

Luego volviendo mi rostro dentro de la capucha como me es habitual.

- Igualmente no es necesario que nos arriesguemos a tal cosa.. Sería preferible que nos olvidemos de esto y apuntemos a nuestra misión... sin embargo si deseamos invadir dicho poblado tal vez lo mejor será analizar dos probables escenarios: Hacerlo por la noche, con el sigilo como nuestro aliado, o llegar ofreciendo nuestra ayuda como mercenarios, y una vez dentro... bueno, ya saben... Zandar violando niños, Morzog dialogando con soldados y yo tal vez investigando los libros de estos magos... este Rey Mago puede llegar a ser un aliado interesante.. o un enemigo poderoso...

Escuchaba tranquilamente la conversación.

- Yo no creo que fuera buena idea asaltar el pueblo. - intervengo tras Acrolis - Cierto que sólo son un montón de mierda que consiguió repeler un ataque, pero en el caso de atacarles y conseguir unos cuantos esclavos dejaríamos un rastro más que evidente, por no mencionar que avanzaríamos más lento con ellos. Os recuerdo que andamos en territorio enemigo y podrían decidirse a darnos caza si nos detectaran. - me tomo un segundo para tomar aire - Por no mencionar que podríamos acabar entre un fuego cruzado si los trasgoides no se muestran muy afables.

Bah! Sois unos aguafiestas! La proxima expedicion la hare con un grupo de monjes de clausura, seguro que me lo paso mejor. Está bien, busquemos a los trasgos y a los buhos rosa de girac. Pero hagamos algo de una vez o yo me vuelvo a la ciudad.

Retraso mi posicion hasta colocarme a la par de Xiaoyan, que está muy callada últimamente y le digo sólo para ella.

¿Y a ti que te ocurre mi preciosa monjita? Ultimamente no abres la boca.

Cita:

Cualquier mujer se arriesga a abrir la boca contigo cerca, responde Xiaoyan con doble sentido. A la que me descuidara la tendría llena.

Continuais vuestro avance por las tierras de cultivos de los más alejados y arriesgados colonos de Nigerthia, llegando ya a las fronteras de lo explorado, e hipotéticamente gobernado, por la ciudad. Es cuando ya está próxima a caer la noche, cuando pasais junto a la más norteña de esas fincas, totalmente vallada. Y justo a mitad de pasar la puerta de la misma se abre y un hombre corpulento, y con aspecto nigerthiano, os saluda

- Que Hextor os guarde, viajeros. - os dice con cortesía

Briareos cabalgaba en silencio, meditando. Contesta el saludo casi automaticamente.

-Muchas gracias... Y que la bendicion del supremo señor descienda sobre vos, señor... +le devuelve+

Rapidamente, mira al hombre, percatandose de las palabras que han surgido de su boca a la par que sale del ensimismamiento. Detiene su caballo para mirarlo.

-Disculpe... Podria indicarnos un lugar apropiado para pasar la noche?

Cita:

Cualquier mujer se arriesga a abrir la boca contigo cerca, responde Xiaoyan con doble sentido. A la que me descuidara la tendría llena.

Jajaja! No te preocupes. Con las amigas no hago esas cosas. No si ellas no quieren.

Cita:

Hombre, una buena forma de que quieran más es que te laves más. Las chicas, lo de la higiene lo tenemos bastante claro.

Ey, que yo me lavo muy a menudo. El olor que notas es el de Briareos que se me pega todo el dia.

Hago bromas pero es cierto lo de mi aseo personal. No confundamos no lavar a la mediana con no lavarme yo.

Cita:

Al oir esto último, Xiaoyan arquea una ceja, inquisitiva.

Vaya, pues si que estáis... próximos, bromea. ¿Acaso te respira en el cogote?, comenta ácidamente.

A veces tengo esa impresion, si. Escucha, solo queria decirte que, si tenemos que combatir, me fio más de ti que de Girac como compañero.

Zandar se revuelve inquieto en su caballo. Le cuesta mantener tu mirada y se muestra casi...¿timido?

Cita:

¡Hay que ver qué mal ha quedado eso!, dice Xiaoyan.

Cita:

Xiaoyan recibe la información sin inmutarse, y sólo comenta: Entiendo.

Después, acerca su caballo al de Zandar y, mirándole fijamente sin decir nada, coloca el dorso de su mano izquierda sobre el muslo derecho de éste, deslizando las uñas muslo arriba, en lo que en otras circunstancias pasaría por una caricia. Después, vuelve la cabeza hacia adelante y pica espuelas para recuperar su puesto en la formación.

- Mi nombre es Al-Demais, y soy el propietario de estas tierras conforme a las leyes de El Don de Hextor - dice el agricultor empleando el término formal- Si lo precisais puedo ofreceros mi hospitalidad para pasar la noche

-Mi nombre es Briareos Blodfist, clerigo de nuestro Supremo Señor. +me presento ante el hombre, enseñando con orgullo el simbolo que llevo en el pecho+

Hago un gesto, abarcando al resto de los que cabalgamos, al añadir sencillamente:

-Estariamos muy agradecidos de aceptar esa hospitalidad esta noche, señor Al-Demais.

Observo al hombre mientras hablo, parece competente y respetuoso... Culpable hasta que se demuestre lo contrario...