Partida Rol por web

Ambos fuisteis capaces de percibir, entre todo aquel cacao, que solo un zombie habló, y que cuando este murió (al margen de ser más fuerte y duro que el resto) dejaron de levantarse el resto de zombies que habían muerto.

Sturnn desactivó el campo de energía de su espada y la envainó. Dejó hacer a Shmuel. - Informe de daños, tropa. - Cuando éste termino de aplicar los antisépticos y empezó con el vendaje, Sturnn dijo- Suficiente, doctor, yo puedo encargarme a partir de aquí. Usted y el hermano Astaldo reparen al resto. - Sturnn terminó de vendarse, se pellizcó el puente de la nariz, y se puso de pie. - Maldita sea.  Krugbarg, supongo que es consciente de que esta gente tendría bastante más valor para nosotros como prisioneros para ser interrogados que como cadáveres despiezados. Dos veces. De vuelta en el campamento, vamos a tener que repasar su disciplina de tiro. - Se rascó el cuello.- Específicamente, su carencia de la misma. Ahora, registre esos cadáveres. Más le vale que encontremos algo de información útil. McStreen, Stabross, busquen entre hatillos y pertenencias documentación o similar. Venris, requise el gramófono y la música. Nunca se sabe.

Envaino la espada de energía y seco el sudor de mi frente tras la ardua batalla.

Después de las palabras de Lukas:
- A sus órdenes, ¡señor! Aunque debo informarle, de que la fuente de este mal, parece provenir de aquel zombie de allí, es el único que habló y en cuanto acabamos con él dejaron de levantarse el resto de cadáveres.

Acto seguido me dirijo hacia el gramófono para hacerme igualmente con él.

Le costo envainar las espadas proque le temblaban un poco las manos:

Señor, si señor-apenas consiguio emitir un hilo de voz que ni siquiera sono como su voz.

Su subconsciente le habia vuelto a traicionar, tenia que aprender algo de autocontrol a partir de ahora.

Le quemaba la cicatriz de la espalda. Seria por culpa de la pelea seguro y la falta de aire limpio.

Se froto un poco, la herida de la pierna ,que tenia algo insensible, y empezo a registrar los cadaveres.

Argh... que asco, por dios... Dijo McStreen mientras buscaba una posible documentación entre las pertenencias de los... No muertos-muertos. Echó un vistazo hacia su compañero Guilz... Bueno, podía ser peor... Le dedicó una sonrisa pícara a Stabross. Nos ha tocado la parte... limpia...

Ahora, después del combate y la sorpresa del mismo podéis reparar mejor en el lugar en el que os encontráis. Es una amplia sala, con un techo sobre los seis metros... La profundidad será algo difícil de interpretar con tanta cosa por ahí en medio, pero podría llegar perfectamente a los doscientos metros... el ancho, en cambio si que era imposible de determinar ya que los habitáculos imposibilitaba esa tarea.

Se pueden contar, a ras de suelo unas treinta puertas, sesenta en total en el primer piso siendo un máximo de ciento veinte salas. No es más que una calle larga con "casas" a cada lado y un segundo piso que se accede por pasarelas y escaleras metálicas... Quizás haya más gente escondida.

Guilz acabo de registrar los cadaveres sin encontrar nada y se quedo mirando la sala donde se encontraban:

-Aqui puede haber mas gente escondida,¿Por donde empezamos?.

Mientras el resto buscaba cosas infructuosamente, ya que no hallaron nada, Shmuel trató de restallar las feas heridas de Reimius... pero en aquel instante, el joven médico no logró parar la hemorragia, pero no paró de intentar salvar la vida del guardia... tras una larga y agónica hora, Shmuel logró vendar y sanar, en mayor medida las heridas... aunque seguía mal herido. 

-Tranquilo, Krugbarg. Ahora nos encargamos de eso. Primero, hay que atender esas heridas. No queremos perder efectivos a causa de una infección. - Se dirigió a donde el tecnosacerdote atendía a uno de los heridos.- Hermano Astaldo, déjeme ver el mapa un momento.- Sturnn rememoró la posición de conductos de ventilación y se cercioró de nuevo de que no había más salidas. Cuando los dos médicos hubieron acabado su tarea, continuó. - Bueno, cualquiera lo bastante pequeño para huir por los túneles de mantenimiento lo habrá hecho ya, y cualquiera demasiado grande está muerto o escondido. - Se rascó la base del cuello.- Kholja, Abner, vigilen el acceso al sector. El resto, por parejas y puerta por puerta; Krugbarg con Stabross, McStreen con Venris, Astaldo conmigo. Llamad primero, si no responden, echad la puerta abajo. - Echó una mirada de soslayo a Krugbarg. - Pero recordad, queremos prisioneros, no más cadáveres. Informadles de que están arrestados y los mandaremos para arriba.

Krugbarg desvio la mirada en cuanto Lukas hizo alusion a su anterior momento de locura:

-Si señor- busco a Starbross para empezar a revisar las viviendas: ¿Vamos?

Sonríe, bueno... es un amago de sonrisa, divertida, al comentario de McStreen y se dedica a buscar la información entre los hatillos de ropa y demás que se encuentra por el recinto. La verdad es que si es asqueroso, pero no le presta mucha atención a ese aspecto ya que tienen que llevar a cabo las órdenes.

Escucha las nuevas órdenes y asiente. Se dirige hacia Krugbarg y le indica con la cabeza una dirección.

-Vamos.

Camina con el arma bien sujeta para que no pasen desgracias... aunque le debería preocupar más la puntería de su compañero.

No sé si será prudente llevar esto encima mientras registramos las habitaciones, capitán. Parece frágil. Mostrando el Gramófono.

Sería mejor que alguien lo guardase a mejor recaudo.

Vamos Fortuna, no me abandones. Dijo Mcstreen mientras cogía una carta aleatoria de la baraja y se la ponía en el casco sin tan siquiera mirarla. A ver si encontramos una casita decente, que me han soplado que este vecindario se va a quedar muy tranquilo, después de que hagamos un poco de limpieza, una mano de pintura y un par de cientos de ambientadores igual tenemos nuestro... nidito de amor. Las dos últimas palabras las pronunció con cierto tono burlesco.
Eran habituales las chanzas de Mcstreen hacia los miembros de su grupo, y aún ante la atenta mirada de sus superiores no podía reprimir la tentación.

Como no te des prisa nos van a robar la mejor. Dijo ya agarrando el rifle de plasma mas pendiente de los habitáculos que de su compañera.

Sturnn se pellizcó el puente de la nariz.- De acuerdo, Venris. Déjeselo a Kolhja.

-Muy bien, iré con usted Teniente-.Esperaba que esta vez fuese más útil, el ataque de aquellas criaturas lo dejo perplejo, no pudo reaccionar hasta mucho después de que acabasen con ellas. Rezó al Dios Maquina para que le diese fuerzas contra cualquier amenaza futura.

Aquí tiene Kolhja, tenga cuidado que parece frágil.

Me acerco a John y emito un leve gruño, no creo que sea apropiado montar una escena por una chorrada. Vamos entonces.

Después de que Shmuel restallara las heridas de todos y las vendara empezó el registro. Shmuel cubrió el acceso mientras el comisario os evaluaba con cara de pocos amigos, el combate contra lo que se suponía civiles le había afectado a su ética... tal era su mal estar que a quien desde luego no perdía de vista era a Guilz, su falta de autocontrol había desencadenado aquella masacre, que al margen de que fueran heréticos, no era la manera de actuar.

¿Cómo iba esto?, primero se tiraba la puerta y luego se preguntaba, ¿no?