Partida Rol por web

-Si no la vas a usar a mi me puede venir bien, nunca se sabe- la calidad de el sable de energia del comisario era superior a la de las espadas que el mismo portaba asi que si nadie iba a darles un uso apropiado el lo haria.

Toda tuya! Dijo McStreen mientras se la lanzaba a Guilz. Como si acabase de quitarse un peso de encima.
Bueno, así al menos si nos encontramos con el comisario no la tomará conmigo por llevar "su" espada.

El grupo empezó a avanzar con cierta premura, pero sin corazón ni alma fortalecidas. El pasillo pareció, por momentos, más largo de lo esperado, o al menos, esa era la sensación que todos teníais en vuestro interior.
A pesar del duro entrenamiento que tiene la élite de la guardia imperial, la escuadra de Sturnn sentía los músculos arder presa del cansancio extremo, pesados...

No había nada que prender, los cadáveres se quedaron ahí por no gastar más munición de los lanzallamas, daba la impresión que la misión iba a ser más larga de lo pensado inicialmente.

Miradas caídas, rostros pesarosos... aunque muchos detestaran la figura de Phassar no dejaba de ser un camarada, otro miembro más, alguien supuestamente leal se había corrompido, había cruzado la fina linea de la cordura y había destrozado todos los pilares por los que se sustentaba la vida de uno, la moral, la lealtad y el honor... Phassar perdió todo aquello y ninguno entendía por qué, ninguno lo sabía...

A pesar de todo aquello la escuadra continuó con Jehen a la cabeza; entrasteis en la amplía sala de las grandes tuberías donde Heleana os encontró y ayudó... aquel recuerdo asoló alguna de vuestras mentes y sentisteis todavía más la muerte de la Arbitradora. Pero sois guardias, es vuestro deber luchar hasta que os quedé la última gota de sangre en vuestro cuerpo.

La puerta sellada ya estaba operativa, operativa y abierta de par en par... Lukas dio señas para avance cauteloso y todos acataron la orden con un asentimiento ligero de cabezas. Armas en ristre, linternas encendidas, necesarias por la ominosa oscuridad del corredor y paso lento... rodillas flexionadas, espaldas ligeramente encorvadas... avance táctico, algo que habéis hecho mil y una veces.

Mientras Lukas colocaba una tubería gruesa en el raíl de la puerta Jehen hizo una seña, alzó la mano y se la iluminó con la linterna de su casco... tenía el guante ensangrentado, y la sangre, era inequívocamente muy fresca.

Sturnn asintió a Jehen, e hizo señas a Astaldo para que barriese la sala con el aúspex antes de dar la orden de entrar. Si la sangre era fresca, los que la derramaron seguramente estarían presentes, y la única entrada era un cuello de botella perfecto para un tirador.

Astaldo, ante las ordenes del Teniente, saco el Auspex e hizo un barrido de las proximidades. La idea de otra sorpresa a la vuelta de la esquina no le hacía demasiada gracia, ya eran demasiadas seguidas.

Detectas dos formas de vida, una de ellas es el comisario ya que su transpondedor sale en el auspex, el otro no lo puedes saber. No hay nada más salvo lecturas de energía en la última sala

-Teniente, detecto 2 formas de vida en la sala, una de ellas es sin lugar a dudas el comisario-. ¿Quien seria esa otra figura?, seguro que más sorpresas y de las desagradables.

Guilz enarcó una ceja-¿Comisario? Pues si que ha llegado lejos despues de esa carrera- estuvo a punto de soltar una carcajada pero se contuvo y en su lugar empuñó el recien adquirido sable de energia del comisrario, parecia de una calidad superior a lo normal-logico- esperaba que asi fuera. Avanzó un poco sin hacer mas ruido que el que provocaba su propia respiración.

Sturnn tomó nota de las posiciones estimadas de los dos objetivos detectados por el aúspex. Abrió el canal de comunicación interno, para poder hablar sin que le escuchasen los de dentro.- Entramos, aseguramos la habitación. Si es posible, capturamos los objetivos para interrogación. Asuman que son hostiles, sin embargo. No podemos permitirnos otra emboscada por los poderes ruinosos. A la primera señal de amenaza, abatan los objetivos. Despliegue de barrido.- Cargó el lanzagranadas con cargas de fragmentación, preparado para proporcionar cobertura al despliegue.- En marcha.

Cuando el grupo iba a irrumpir en aquella sala se dio de bruces con una oscuridad inmensa... las linternas alumbraban pero las dimensiones de la sala eran muy grandes...

Se escuchaba un ligero goteo y una respiración muy pesada...

Agarró con fuerza su Rifle de Plasma y le hizo un gesto a Astaldo para que le indique en que dirección apuntar.

Intentar no hacer ruido parece fuera de lugar, están de pie en frente de la puerta y alumbrando con linternas a la oscuridad, lo que haiga dentro ya los ha visto, solo falta esperar a que se muestre.
O encontrarlo... McStreen intenta agudizar sus sentidos buscando al ser jadeante, seguramente el comisario recuperandose del sprint de su espantada.

Aciendo caso omiso del teniente, desenfundo la espada de energía a una mano y avanzo, el hereje pagará por ello. Tal vez no vendría mal un fogonazo de lanzallamas para iluminar la zona, pero no había que malgastar combustible tontamente. Y gracias a las instrucciones del tecnosacerdote sabíamos aproximadamente dónde estaban nuestros enemigos, al menos antes de descubrir que la sala era más grande de lo que pensábamos.

Astaldo, por dónde están!

La lectura marca a sesenta metros con un desvío de cuarenta y cinco grados a la izquierda

-A 60 metros, 45º a la izquierda de nuestra posición- dijo tras comprobar el auspex

La respiración no cesaba y os estaba martilleando el cráneo, era un sonido realmente aterrador...

Esa oscuridad que tienen delante es densa y apremiante, por no decir el sonido de aquella respiración que parece taladrarles el cerebro a cada segundo que pasa. No, eso no pinta bien. Eso que respira tiene pinta de ser grande y peligroso y de estar por todos lados. En el techo de la sala, quizá?

Con la linterna intenta iluminar por encima de su cabeza, aunque sabe que no llegará muy lejos.

Reimius se acercó lentamente hacía el lugar que señaló Astaldo, esperando que el Teniente lanzase su granada y buscando algún pilar u objeto para ponerse a cubierto y tener vía libre para disparar con su rifle de fusión.

Aunque se imaginaba que era una trampa, probablemente el comisario viniese atraído por algún demonio del caos y lo usasen como cebo para atraernos...

El grupo, en silencio y con una incertidumbre tan brutal que les hacía temblar de miedo a mas de uno, avanzó lentamente por entre la oscuridad con la única ayuda de sus linternas.

Cuando pasaron unos agónicos segundos, un sonido gelatinoso, húmedo empezó a sonar... un sonido que se iba aproximando hacía el grupo lenta pero constantemente. Más que algo peligroso parecía más bien nauseabundo, y ese hecho quedó patente cuando algo golpeó la bota de Reimius que era el único que se había adelantado.
Lentamente y en tensión todos bajasteis la mirada para poder ver que era aquello...

Unos se alegraron, otros se preocuparon... pero todos os acojonasteis; el comisario, era su cabeza, una cabeza destrozada y descarnada que apenas si se podía reconocer y que de su boca abierta sin expresión empezaron a salir cientos de moscas que os rodearon por completo, el miedo se hizo patente en todos... un hombre fuerte y ducho en combate había muerto y entonces se hizo el silencio...

La respiración seguía presente, lenta, húmeda, pesada... y de repente el lugar se iluminó con una luz verde, de varias antorchas como fuegos fatuos que iluminaban tímidamente toda la estancia.
Una figura de más de dos metros y medio de estatura lanzó el cuerpo de Phassar hacía vosotros a la vez que Lukas tiraba su granada para intentar crear una cortina de humo o una distracción... fuere como fuere, todos visteis como aquel ser enorme ignoró por completo la descarga y se dirigió al centro de la la gran sala... unos pasos metálicos que invitaban a tener pocas esperanzas iban sonando a cada paso que daba mientras vuestra helada sangre no os dejaba mover ni un músculo... llegó al centro y se metió dentro de lo que parecía ser un púlpito de algún templo arcano e impío quedandose entre cuatro columnas que emitían un tenebroso brillo... un brillo más intenso que dejo ver de quien se trataba...

Un marine del caos...

Sturnn vio a la figura avanzar. Con un paso lento, mesurado, y terrible. Su corazón, fugazmente atenazado por el miedo, se vio inflamado por una súbita rabia. Puede que Phassar hubiese perdido la razón, pero aquel maldito engendro no tenía derecho a acabar con él. - HOMBRES DE LA GUARDIA! MANTENED LA LÍNEA! QUE NO QUEDE HEREJE EN PIE!