Partida Rol por web

Tratando de calmarte con un poco de bebida etilica, alguien se puso a tu lado y te sonrió escuetamente, con frialdad... como acostumbraba. Antes de que se pusiera a tu altura ya supiste quien era, su oler siempre fue el mismo, un tipo de incienso diferente, algo que siempre lo usabas para pillarle cuando intentaba ponerte nerviosa.

 - Ha sido una coincidencia - esa palabra la soltó con un extraño tono - que tu triste batallón pasara a formar parte de la guardia en la colmena que me han enviado - no tenía bebida entre sus manos, y no parecía tener ganas de beber - he seguido de cerca tus pasos hermana, estoy muy orgulloso del arrojo que has demostrado en cada conflicto... pero, parecéis malditos desde aquella batalla en aquel planeta perdido de la mano del infortunio - su tono de voz era un tanto insidioso, como acostumbraba... buscando una brecha por la que embaucarte y recabar información...

No te quitaba el ojo de encima mientras esperaba tu respuesta...

Cada uno buscando algo, o nada, os topasteis en la amplia avenida comercial... Astaldo llevaba un par de pequeños paquetes con componentes electrónicos que le habían sido muy fácil encontrar y que se los facilitaron a un precio casi de risa al ser del gremio.

Remius por su parte había encontrado una interesante reliquia, el fémur de un valeroso heroe de la colmena que murió valerosamente durante una revuelta cultista... tras negociar y demostrar las marcas de su devoción.

La avenida era dantesca, abovedada y repleta de gargolas que vigilaban con sus pétreos ojos. Los agentes del comisariado escuchaban las conversaciones ajenas con total impunidad mientras otros gritaban sus mercancías, pequeñas peleas que los arbritres rompían a base de porras eléctricas... el bullicio característico de una colmena... atestada de gente, altercados y violaciones continuas a las libertades.

 Fortuna no levantó la vista de su vaso, y en silencio vuelve a beber, tras las palabras del Inquisidor.

-Señor, las coincidencias no existen, solo el camino que el Emperador nos hace recorrer, y ya hemos vivido con ese peso mucho tiempo, pero no nos hace mas falta que nosotros mismo y la luz de nuestro Señor Emperador para seguir con su mision.

Dió otro largo trago.

-Y por favor, Inquisidor Venris, no me trate como una igual, no tengo ese rango como par que me denomine hermana

Sabia que entre los marines, y los inquisidores, se llamaban entre sus iguales, hermanos. Intentó meter el dedo en la yaga, a ver si veia algun movimiento en el frio rostro de Wolf. ¿Lo veria? ¿O en realidad habia perdido su ya helado corazon?

Yo le copio eso a Astaldo antes de que se vaya y me voy a dormir. Por la mañana me levanto como una hora antes de lo estipulado para mirar eso en una consola pública.

Sonrió sin humor alguno - por desgracia para ti nunca dejaras de ser mi hermana de sangre, por mucho que quieras evitarlo... todos saben que yo moví los hilos para que te cogerían entre esta panda de corruptos herejes - su juicio estaba siendo feroz, mortal, directo al corazón con una daga ponzoñosa - el problema es que me has decepcionado profundamente, creí que llegarías a resistirte y denunciarlos... pero te has unido a ellos - la mirada se torno a asco y repulsa.

Te cogió del cuello con fuerza y violencia y acercó sus resecos labios a tu oído - eres la vergüenza de los Venris, Fortuna - su susurro resonó por todo tu cerebro como si fuera un proyectil de mortero silbando su melodía de muerte antes de impactar contra una trinchera... te beso la mejilla y se fue alejando de ti con paso recto y orgulloso; pero no sin antes añadir... - os cogeré a todos, y la pira se alimentara con vuestros cuerpos corruptos

Marcaste aquella secuencia de números y esperando unos veinte segundos se escucho un leve susurro desde la otra linea - ¿Si?

  Fortuna intentó zafarse del beso, pero no lo consiguió, en realidad lo intentaba, pero al sentir los labios de su hermano en su mejilla, una lagrima recorrió su rostro.

- Buenos días. Quisiera hablar con Karl, me manda Leo.

La voz masculina, algo fina e estridente, como de raton se cayó durante un largo rato... sabías que estabas ahí pues su respiración se agito al escucharte decir aquello - Que quiere - dijo al fin...

"Que quiere". Esa era una excelente pregunta. ¿Qué quería Sturnn realmente? ¿Qué esperaba conseguir con esta llamada?

- Información. He hecho unas preguntas a nuestro amigo común que me han remitido aquí. ¿Hay alguna información de por qué se requiere aquí a una división de la Guardia Imperial con una reputación bastante específica? ¿Quizá referido a alguna de las altas esferas de autoridad presentes en el planeta?

Los componentes eran fáciles de encontrar y por separado no podían despertar sospechas. Poco después, en su habitáculo privado, Astaldo se puso manos a la obra... necesitaba un sistema de escucha y rastreo.

Consigues hacer el aparato pero no es del todo "perfecto" , sabes que es fiable, pero no te dará ninguna ayuda y seras tú el que deba realizar los ajustes del aparato de manera manual.

Has invertido toda la noche en hacerlo, otro día tendrás que probarlo.