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La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

Verdín: La Granja Maldita.

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19/02/2020, 18:32
Infantería: Soldado Novato Cielo.

SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISÉIS DEL MES.

DESPUÉS DEL OCASO.  - CAE LA NOCHE.


Le alegró oir las palabras del Capitán; eran, en su opinión, justo lo que necesitaban... Ahora, aunque fuese a corto plazo, tenían un objetivo, algo contra lo que luchar... un enemigo tangible. Ello le tranquilizó, pese a que seguía desconfiando de lo que quiera que hubiese en las entrañas de la tierra, en el oscuro pasillo que se abría desde el fondo del pozo del sótano.

Pero no era momento de preocuparse por eso; para ello estaban los mandos. Había cenado y solo le quedaba elegir un turno de guardia. Declaró en voz alta, a la vez que golpeaba el suelo con la parte trasera de la lanza:

-Me presento para el último turno de guardia

El último turno le gustaba; permitía ver el amanecer, y recibir un nuevo día con alegría... Estaban en... una especie de "otro mundo", y ...todo era nuevo; nuevas referencias para todo... Sentía que él mismo también tendría que cambiar en algo, pues adaptarse era la forma de sobrevivir.

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19/02/2020, 19:45
- Melancolía.

SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISÉIS DEL MES.

DESPUÉS DEL OCASO.  - CAE LA NOCHE.

Todos cenaron, las sopas de harina preparadas por Frontera, algunos tomaron dos escudillas, pues estaban calientes y reconfortaban el cuerpo y en parte el espíritu.

Tras una nueva exploración del sótano de la granja por parte de los Cabos de la Compañía, se decidió utilizarlo también como zona de descanso, pese a que era obvio que había sido utilizado en el pasado como cámara de tortura y contenía un sospechoso agujero en el suelo que conducía a un túnel ignoto. Al menos era un lugar resguardado del viento y del frío, que podía ser calentado con facilidad mediante una hoguera en un pozo especialmente construido para encender el fuego.

El Cabo Barril propuso los lugares de descanso para esa noche, que fueron aprobados por el Capitán. Se usarían esteras, mantas y sacos de dormir, pero no tiendas de campaña.

En la vivienda de la granja, en la planta principal, dormirían el Capitán, Analista, el Mago Serpiente, el Cabo Ponzoña, el malherido Guepardo, Chamán Rojo, el enfermo Piojillo, Dedos, Reyezuelo, Pelagatos, Sabandija, Preocupado, la Pitonisa Khadesa, Palomita y Plumilla. Tendrían el calor de la chimenea de la cocina, que los más sanos se turnarían para mantener encendidos durante la noche con la escasa leña disponible.

En el sótano, también con un pequeño fuego, dormirían el Cabo Barril, Grito, Lagrimita, Lombriz, Tarado, Derviche, Caracabra, Romo en Indómito. Lombriz, Tarado e Indómito, sin embargo, sufrirían horribles pesadillas de tortura y mutilaciones durante la noche.

En el granero, un edificio cerrado, pero menos resguardado y sin fuego, dormirían Rastrojo, Dolor, Campaña, Cielo, Uro, Matador, Frontera, Keropis, Ballestero y Desastre.

Antes de retirarse a descansar, Analista, Grito y Pelagatos, se ocuparon de desensillar, cepillar y alimentar a todos los animales, los cinco caballos y las dos mulas. Los pobres animales no habían sido bien tratados en los últimos días y aceptaron de buen grado por fin recibir estos necesarios cuidados. Rastrojo se quedó mirando.

Durante la noche, los que dormían en el Granero se turnaron en patrullar el exterior de la granja por parejas. Afortunadamente, no se presentó mayor peligro que una noche verdaderamente heladora y un inquietante silencio sepulcral en los campos secos y malditos.

También durante la noche, el Capitán, Plumilla y Lagrimita se turnaron para cuidar de los heridos y de los más enfermos, procurando que estuviesen en todo momento vigilados y atendidos para que su estado mejorase durante el descanso nocturno.

En el sótano, el pozo que conducía a un túnel subterráneo fue tapado con los Escudos de Reyezuelo, Matador y Grito, encima de los cuales el Cabo Barril había dispuesto la mesa con el instrumental de tortura, de tal forma que si alguien o algo los empujaba durante la noche, indefectiblemente haría ruido. Afortunadamente, la mesa con los instrumentos oxidados y arruinados para provocar dolor y daño no causó ningún sonido durante toda la noche.

La Compañía se había reconfortado con una cena caliente, un lugar seco y razonablemente cálido para dormir y unas cuantas horas de descanso.

Antes de retirarse a dormir, el Capitán se había dirigido a todos, explicándoles la situación. Era posible que por fin las cosas empezasen a mejorar algo, o por lo menos se clarificasen un tanto.

Notas de juego

 

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19/02/2020, 19:48
EL TIEMPO JUEGA EN TU CONTRA.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

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19/02/2020, 21:10
Cuadro de Magos: Serpiente, Primer Mago.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

¿Qué tal noche había pasado? No lo podía decir con seguridad. Había descansado, ciertamente, pero nada más despertarme por la endemoniada luz del sol que de forma inclemente había atravesado mis párpados hasta devolverme a la realidad, tuve la sensación de que necesitaba dormir más. Aquella sensación no tardó en desvanecerse tan pronto sentí una brisa gélida que, afilada como un cuchillo blanco, se había colado por una rendija en algún lado.

Ya no iba a poder continuar durmiendo y tarde o temprano me tendría que levantar, así que mejor hacerlo cuanto antes. Así pues, me desperecé, aún arrebujado bajo la manta, estirándome con cuidado de no exponer un trozo desnudo de piel a la atmósfera del cuarto. Luego me levanté con cuidado, ceñí a conciencia la capa y me eché sobre los hombros la manta para mayor seguridad.

Sin preocuparme por nadie más, abrí la puerta de la granja, y salí al exterior. Después de todo si yo ya estaba despierto, no era mala hora para despertar. Además, ¿por qué ser cómplice de la pereza y la vagancia de los demás? Eran vicios a los que, de vez en cuando, merecía la pena rendirse; pero tan maravilloso como esos vicios era el de joder el descanso a los demás. Además estaba de buen humor: la herida del ritual, por fin, empezaba a curar.

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19/02/2020, 21:43
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.


Serpiente se encontró con que no estaba solo. No. No era de los que estaban haciendo la última guardia. La mirada fúnebre de ballestero le siguió conforme salía de la cálida y confortable granja.

No había podido pegar ojo en toda la noche. Tenía los ojos hundidos en las cuencas (más de lo normal).

Pero la presencia de Ballestero era simplemente incómoda, y nada más. No se dirigió a Serpiente, ni hablando ni con un gesto sencillo. Una vez constató que ese ruido había sido el mago, trató a este como si fuera una vaca que pastara por ahí: no le hizo ni caso.

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19/02/2020, 21:51
Instrucción: Recluta Reyezuelo.

SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISÉIS DEL MES.

DESPUÉS DEL OCASO.  - CAE LA NOCHE.


La voz de Lagrimita sacó a Reyezuelo de su ensimismamiento a tiempo. Las raciones eran importantes, sin duda. Sintiendo los pies cada vez más pesados, Se desvía hacia la cocina y busca dónde guardarlo - ¿Alguna alacena alta, o... si, esos ganchos servirán.

Ahí cuelga el petate con las provisiones restantes de la compañía. No estaba seguro de si daría para que todos comiesen al día siguiente, pero no estaba para ponerse a hacer cuentas de nuevo. 

Las palabras del capitán las recibió con agradecimiento. Ahora sabían dónde estaban. Podía parecer poco, pero por nimio que fuese conocer el suelo sobre el que pisaban daba tranquilidad.


TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.


La mañana era fría, pero la mejoría de su estado de salud le permitía alejar el fantasma del temor al frío.

Desearía quedarse donde estaba un rato más, pero tenía algo que hacer. 

Con un gruñido, se levanta para presentarse frente a Analista. ¿Qué demonios sería lo que le quería enseñar? - Seguro que alguna tontería. No me será difícil - Respondió su parte más soberbia a la duda antes de estar del todo despierto.

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19/02/2020, 21:52
[RIP] Instrucción: Soldado Novato Desastre.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.


La noche anterior Desastre había hablado con Frontera para hacer la guardia juntos, intentando encargarse de la primera guardia para que todos pudiesen descansar con normalidad y cenar mientras tanto, pues se había esperado a que lo hiciesen todos. Fría la comida no estaba óptima, la realidad era que no estaba ni buena, pero al menos llenaba el estómago.

Al amanecer Desastre se levantó. No era el primero, pero se sentía extrañamente normal, salvo por un hambre creciente.

Miró alrededor, sabiendo que tenían un nuevo objetivo: los capas rojas. Habían contratos que cumplir, y batallas que ganar. Pero antes él quería estirarse y hacer algo productivo, de modo que buscó a Capitán en la vivienda y, una vez lo encontró.

Capitán, me gustaría salir a cazar mientras todos terminan de levantarse.

Y esperó una respuesta, bostezando visiblemente.

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19/02/2020, 21:55
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

No había sido la noche más apacible que había pasado, pero la peor tampoco, aunque podía acercase. Había soñado algo que lo perturbó profundamente, el zombu que había visto el día de la llegada al lago verde, saliendo del maldito agujero del suelo, levantando los escudos de madera como si nada sin hacer ruido, acercándose a un Lombriz incapacitado, con el pie negro gangrenoso, el miembro hinchado del aspecto de una morcilla y los labios sellados como la tumba de un rey. Luego el zombu acuchilló en silencio y uno a uno a todos sus compañeros para luego torturar a Lombriz hasta el fin de los días, con aquella espantosa sonrisa en la boca que solo un zombu podía tener.

-Esto es departe del maestro, Lombriz por traidor, por pasártelo bien con tus nuevos amigos- Repitió el zombu en los sueños de Lombriz, sin cesar, mientras sajaba, tironeaba, cortaba o arrancaba con tenazas.

Lo primero que salió de su boca al abrir los ojos fue un 'JODER' bastante sonoro, tras lo cual abandonó aquel sótano, por si había molestado a alguien, que no lo viese tan perturbado en su despertar.

Salió fuera, donde una gélida brisa le provocó unos escalofríos terribles. Sacó su trozo de cecina dura y comenzó a masticarla, mientras veía aquellos trozos blancos caer del cielo, fríos como aquel nuevo día.

A su lado vio que estaba el Mago Serpiente, aunque no recordó en ese momento su nombre, tan solo imágenes pasadas de una oscuridad surcando los cielos, canalizando mucho poder 'Majiko'. Aquellas imágenes fueron tan vívidas en la mente de Lombriz, que casi podrían haber ocurrido escasos minutos atrás. 

Miró a Serpiente -Hace frío, ¿Sabes que es esto, Mago Cobra?- Comentó distraído, mascando la cecina dura al tiempo que con su otra mano miraba como se posaban en ella los copos de nieve.

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19/02/2020, 21:56
Hostigadores: Soldado Nuevo Caracabra.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.


No le gustaba demasiado estar ahí abajo, en un lugar que debía haber sido usado para horribles torturas. No le gustaba... pero tampoco es que fuera algo demasiado terrible. Era, después de todo, algo que entraba dentro de lo normal para la Compañía Negra. Había visto torturas muchas veces ya. Le preocupaba más (mucho más) el fuego, pero logró apartarse y mirar en dirección contraria, quedando rendido.

Despertó pronto, creyendo haber escuchado algo, y miró a su alrededor mientras bostezaba. Ahí abajo no estaba Lombriz.  Eso le hizo recordar que quería hablar con él. Había combatido mucho mejor de lo que Caracabra pensaba. Por otro lado... deseaba echar un vistazo. Sobre todo teniendo en cuenta que iba a sangrar por este pueblo. ¿Cuánto nos pagarán por cierto? Espero que bastante. Ojalá bastante. Apretando su muslo herido se puso en pie con cuidado, y subió a la planta principal. Allí casi todos parecían dormir, pero la puerta de la granja estaba abierta. Alguien sin duda había salido. Miró dentro, comprobando que Khadesa estaba bien... Sí, allí estaba, tendida junto a Ponzoña. Todo bien. Ella está bien.

Sonrió, lo que dio la sensación de una mueca grotesca, y salió al exterior apretujándose en su capa. No estaba acostumbrado a climas tan gélidos durante el día. Allí vio como Serpiente ya estaba fuera. Y Lombriz. Por alguna razón eso no le molestó.

- Buenos días, hermanos. Tranquilos, no tengo hambre- dijo bromeando por aquello de los nombres de unos y  otros- Serpiente, Lombriz, me alegra veros. ¿No es maravilloso que nadie nos haya atacado esta noche? ¿Contemplando nuestros nuevos dominios?

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19/02/2020, 22:03
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

No se dio cuenta de la llegada de Caracabra mientras masticaba su cecina, giró la cabeza para mirarle cuando este habló, entonces rememoró el episodio del primer día, en el que a sus ojos Caracabra se transformó en un zombu tras contemplar un rato el fuego. Durante un segundo, la cara de su compañero de pelotón se transformó de nuevo en la de aquel servidor totalmente esclavizado por su antiguo amo, fue tan solo durante el tiempo que dura un parpadeo. Lombriz dio un respingo pero se recompuso rápidamente, aunque dio un paso alejándose de Caracabra y acercándose al mago. 

-Hmm- Comentó algo nervioso, mientras inspeccionaba de nuevo al K'Hlata, pestañeando rápidamente para comprobar que no era un zombu, si no que el suceso había sido obra de otra mala pasada de su mente fracturada.

-Esto...No, más bien intentando comer algo, no cené nada de aquella sopa y tengo hambre, mis heridas no han mejorado ni empeorado- El tono nervioso continuaba, aunque estaba intentado con su palabras que no se notase mucho.

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19/02/2020, 23:06
Hostigadores: Soldado Nuevo Tarado.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

Tras comer un suculento cuenco de sopa, Tarado se fue a dormir al sótano donde habían colocado a los heridos. Por suerte esto su cuerpo lo agradeció posteriormente. Taparon el agujero pero no quitó la sensación de peligro, oscuridad y muerte que sentían al estar allí abajo. Por suerte mientras estaban despiertos el fuego había mantenido alejadas las almas en pena de aquel sitio, pero cuando llegó el sueño éstas volvieron para vengarse. Tarado sufrió pesadillas donde espíritus de aquellos bichos del nido le mordían, le mutilaban los huevos y le extraían el alma convirtiéndolo en uno de ellos. 

Despertó casi de un salto cuando ya había pasado la noche. Unos ligeros rayos del sol parecían cruzar as escaleras aunque no estaba seguro si lo estaba soñando. Estaba sudado, el corazón le palpitaba aún y la cara un poco desencajada de lo que los espíritus le habían mostrado. - Mierda no podría haber pasado peor noche, algún alma se ha querido vengar de un vivo y me ha seleccionado. - Se levantó y atizó un poco el fuego, sus compañeros que aún no habían despertado preferirían tener el calor presente allí abajo. - Buenos días - Dijo a los que se habían despertado - Lombriz ¿conseguiste dormir algo? Yo he dormido pero los sueños no me han dejado descansar. - Comenta aunque su cuerpo se sentía bien, al menos mejor que ayer, su mente no había conseguido descansar mucho. 

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19/02/2020, 23:28
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

Habían ganado el combate contra los Pies Rojos y el ganado se había salvado. Debería ser un momento de júbilo y sin embargo sentía una gran tensión en el cuerpo, sabiendo que entre los suyos había quienes habían intentado acabar con su vida. Un instinto, una premonición de que algo funesto iba a suceder lo invadió... y entonces despertó.

Abrió los ojos con mucho esfuerzo y tras parpadear varias veces su visión se aclimató al lugar. Era un lugar con escasa luz proveniente de fuentes naturales. Sentía cierto frío junto a una sensación de calor residual. Comprobó que estaba junto a un hogar, en una casa de construcción sencilla y con techo sobre sus cabezas. Miró a los lados y vio caras conocidas. La mayoría dormía, acurrucada. Otros se desperezaban. Junto a él dormía Plumilla y no muy lejos Piojillo.

Otra vez Plumilla, pensó recordando cuantas veces se había despertado observando ese agradable rostro. Sabía lo que significaba y una risa floja y desganada afloró en su boca, aunque solo pudo reír un instante antes de comenzar a toser por el dolor que le producía en el vientre la enorme herida de aquella criatura, pequeña pero letal.

Ah, sí. Esos bichos canijos, rápidos como el guepardo y dañinos como el león, recordó no sabiendo cómo había terminado la contienda. Esperaba que bien, ya que él se encontraba a salvo, aunque desconocía si el resto de su grupo había corrido la misma suerte.

Trató de levantarse pero sintió que su cuerpo aun no le respondía. La herida abdominal le dolía horrores, pero no era nada que no conociera ni pudiera soportar.

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19/02/2020, 23:54
Hostigadores: Soldado Nuevo Pelagatos.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

Los Capas Rojas era el nombre que había tenido rondando por su cabeza desde que Capitán lo pronunció. Su nuevo contrato consistía en cazar a unos bandidos, de los que esperaba que al menos hicieran honor a su nombre y portaran prendas del color indicado. No tenía pinta de ser uno de los contratos que más brillo darían a la historia de la Compañía Negra, pero viendo la situación en la que estaban, cualquier contrato era bueno.

Se despertó agitado, como de costumbre desde que habían cruzado al otro lado. Los recuerdos de la niña siendo devorada por sus antiguos hermanos juramentados seguían atormentándole. Tratando de olvidar esos pensamientos y percibiendo el comienzo de la mañana se puso en pie, con cierta dificultad, y quiso salir al exterior para comprobar que todo estuviera en orden, especialmente sus dos animales.

Se seguía encontrando mal, la fiebre se había aposentado en su cuerpo y al parecer no tenía ganas de marcharse. Sin embargo estaba lo suficientemente sano como para seguir activo.

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20/02/2020, 00:54
Infantería (P): Soldado Novato Lagrimita.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.


Cuando se vive por y para la guerra, los recuerdos y experiencias que atesoras si lograbas vivir lo suficiente, podían atormentar al más duro de los hombres, sin olvidar que ya nada será lo mismo para ti porque quieras o no, te cambia. Si sumamos eso a pernoctar en un lugar como el sótano de la casa principal, un lugar que había sido empleado para procurar el dolor y el sufrimiento, no es de extrañar que termines sumido en alguna que otra pesadilla que interrumpe el sueño varias veces durante la noche.

La cena le había sentado mejor de lo esperado, tras una breve charla con Pelagatos recogió sus pertenencias y puso rumbo a la casa nuevamente, concretamente al subterráneo. De entrada, al comenzar a bajar, notó como el instinto le advertía del lugar y frenaban sus pies paulatinamente. Tragó saliva y avanzó, pudiendo averiguar la naturaleza de aquellos temores en una estancia donde todos sus elementos no invitaban a que te quedases. Por insistencia, había conseguido convencer a Capitán para que le permitiera cubrir el turno ingrato que nadie quería en una guardia de tres, justo el del medio. Pero no pudo pegar apenas ojo al inicio de la noche, fue víctima de lo que se narraba al principio y en sus pesadillas se mezclaron realidad y ficción a partes desiguales.

En la peor, vivía en primera persona una escena terrorífica donde se torturaban prisioneros como si de un calabozo se tratase, con terribles detalles sobre el castigo a la carne y los métodos de tortura. Aquellos pobres suplicaban y luchaban por evitar un destino horrible, llorando en algunos casos, sin obtener la más mínima piedad.

Agradeció ser despertado, sentía el pecho oprimido, una angustia que casi le sobrepasaba y la necesidad de tomar un poco de aire. Tomó un trago de agua de uno de sus pellejos y subió hasta la puerta sin hacer el menor ruido, algo fácil al no llevar la coraza. Al abrir la puerta con cuidado, la bofetada de aire helado le acuchilló la cara y le produjo un escalofrío., no iba a estar mucho tiempo allí, no, pero aun así se permitió sufrir aquello con tal de olvidar el mal sueño. Exhaló aire caliente entre sus juntas manos y las frotó varias veces hasta que notó la presencia de algún centinela, saludó y al poco volvió al interior una vez se sintió mejor, comenzaba su guardia médica.

Durante el último tramo, el oscuro fue atacado nuevamente por espantosos terrores del pasado reciente donde la presencia del señor del dolor fue totalmente protagonista. Despertó al escuchar voces próximas, la de Tarado por último, de quien se alejó hasta tocar pared con la espalda visiblemente sobresaltado y jadeante. Se quedó mirando a los allí presentes, este último y Lombriz, hasta que fue consciente de la situación y se relajó un poco, dándose cuenta de que había desenfundado parcialmente a Compañera. Era la primera vez que dormía sin utilizar la tienda, hasta entonces, nadie sabía que dormía con la espada y su vaina entre los brazos.

- Buenos... Días. - Acertó a decir, envainando el arma y levantándose. Se acercó con la manta por encima a la lumbre recién removida y aguardó un rato allí sentado con las piernas cruzadas sin abandonar en ningún momento su espada larg. Notaba como la angustia le atenazaba la garganta y dedicaría unos cinco minutos a relajarse, luego, ya vería.

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20/02/2020, 09:51
Infantería: Soldado Novato Romo.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

La noche pasó con suma tranquilidad y no sufrieron ningún percance ni ataque durante la noche. El hueco del sótano, bien tapado y preparado por si salía algo de allí, estuvo tranquilo y la mayoría de los miembros de la Compañía que les tocó dormir allí tuvieron un descanso “reparador”. Al menos así fue para Romo, que se despertó algo más descansado. Notaba como su cuerpo empezaba a mejorarse, y creía que un día más de descanso podía recuperarse por completo. 

Tras levantarse y vestirse, saludando a sus compañeros ya despiertos, sus tripas rugieron. Tenía bastante hambre.

Espero que hayáis descansado- dijo a los que se encontraban ya despiertos. 

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20/02/2020, 10:49
Cuadro de Magos: Rastrojo, Segundo Mago.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

Rastrojo había comido una ración extra por la noche, pero el esfuerzo de hacer ver como que cuidaba a los animales y las patrullas nocturnas le consumían todas las energías. Se despertó de hambre. Por el portón del granero se veía caer la nieve.

¿Qué demonios...?

Los copos que caían eran blancos, como los Oscuros, y por tanto malignos. Pero también eran pequeños, así que no podían hacerle daño a Rastrojo. Salió con su manta sobre los hombros y usó uno de los pozos secos de la granja para descargar su orina bendita. Allí fuera estaban Cielo y Uro haciendo la última guardia. Inexplicablemente también había un montón de idiotas madrugadores que podían estar durmiendo en estos momentos. Uno de esos idiotas era Rastrojo.

Mejor me vuelvo a la esterilla...

El chamán volvió al granero. Se acurrucó en la esterilla, bajo la manta y rodeado con un pequeño nido de paja amontonada alrededor. El calorcito hacía que le volviese el sueño. Tal vez cuando se despertara aquello de la nieve no se diferenciaría de un sueño.

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20/02/2020, 11:40
Hostigadores: Cabo Ponzoña.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.


Sintió cómo despertaba, abrazado al cuerpo de Khadesa que respiraba regularmente. Aspiró su olor y se dejó envolver por su calor, tratando de alargar el momento en el que debería ponerse en pie y empezar a bregar con el nuevo día. Eran muchas las cosas que deberían hacer, tanto si permanecían en aquel lugar como en el otro campo del cual les había hablado Analista. No obstante, dada la presencia de las edificiaciones y la protección que estas suponían frente a las simples tiendas, abogaría por permanecer allí. 

Renuente se puso en pie. Las prioridades las tenía claras. Agua, leña y comida. Contaban con cubos y barriles y un pozo al que acudir. La comida deberían de comprarla o conseguirla a través de la caza. Y la leña... Habían árboles cerca pero carecían de hachas. Quizás...

Se estiró, bostezó y se encaminó a la salida, cubierto por su manta. El húmedo frío lo despejó de inmediato y miró perplejo las extrañas semillas blancas que caían del cielo plomizo. Se preguntó de qué árbol serían y extendió la mano para coger una de ellas. Esta, sorprendentemente, se fundió en su mano. Por un instante sintió el temor de lo desconocido, la posibilidad de que aquello también fuera magia, pero acabó descartándolo. Nada tan bonito podía responder a la magia. Contempló durante unos segundos aquellas falsas semillas que caían suavemente y volvió a entrar en la casa. Se dirigió a donde estaba Khadesa y la sacudió para que se despertara.

-Debes salir y ver lo de fuera. Del cielo caen extrañas semillas que se funden al contacto con la piel. Es hermoso -le susurró al oído-. Aunque no tanto como tú -añadió mordisqueándole la oreja. Sintió el poderoso deseo de hacerla suya allí mismo, pero se apartó con un suspiro. Se puso en pie y se encaminó al sótano, a donde bajó buscando a Barril.

Cuando dio con él, le saludó con un gesto de cabeza.

-Barril, debemos organizarnos, saber si nos quedaremos aquí o no. Pero necesitamos agua, leña y comida. Para el agua, podríamos servirnos del carro de Khadesa. LLevar los barriles hasta el pozo, llenarlos y traerlos en el carro nos evitará esfuerzos y ahorraremos tiempo. Para la leña necesitaríamos hachas. Quizá Analista pueda comprar algunas. Para la comida, habrá que decidir si organizamos una partida de caza, además de poner trampas y forrajear a la búsqueda de lo que el bosque pueda ofrecer. Y ahí fuera hace frío.  Más que ayer diría. Necesitamos prendas que nos sirvan de abrigo. Ir casi desnudos aquí no es bueno. 

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20/02/2020, 12:23
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.



 

La noche anterior no se había andado con muchas ceremonias. Había visitado a todos los Infantes para constatar su estado, y tras despedirse de los que dormían en otros lugares había rumiado su ración (generosa, después de todo era un tipo grande) de gachas y se había ido directo al catre. Un para de sorbos (muy cortos) de su odre habían precedido a la retirada de su armadura, excepto la pieza que cubría su cabeza. Sí, todos los que estaban en el sótano pudieron ver antes de que cubriera toda su figura (cabeza incluida) con una manta que aparentemente el jefe de la Infantería dormía con su casco puesto. Luego no le dieron vueltas porque entre el ruido de primero sus ventosidades y luego sus bufidos nocturnos, tenían otras cosas de qué preocuparse.

Cuando Ponzoña bajaba la escalera hacia el sótano, le alcanzó el vozarrón de Barril.

— ¡Ya subo yo! — Imaginó que estando su mujer arriba, lo único que le haría volver al lugar que le había puesto algo pálido sería el hablar con su par.

Mientras escuchaba su concienzuda descripción de las tareas a acometer le indicó con un gesto que salieran al exterior; quería observar qué les deparaba ese nuevo día y sentir esa temperatura de la que hablaba el Hiena. Cuando llegó al exterior, Barril se quedó paralizado observando la fina llovizna de copos de nieve que caía lentamente del cielo. Luego hizo algo totalmente inesperado: Rompió a reír con ganas.

— ¡¡HO, HO, HO!! ¡Creí que no volvería a ver algo así en toda mi vida! Aún era un niño imberbe cuando hubo en Taglios un invierno particularmente crudo. Recuerdo jugar con mis hermanos a coger los... ¡copos! Así los llamaban, recuerdo... — Un angustioso silencio sigue a las declaraciones del obeso cabo, cuyo fuelle parece haberse agotado. Por un momento una mano enguantada se mete debajo de su casco como si hubiera algo que le molestase debajo de el; un par de movimientos precisos parecen acabar con la fuente de la incomodidad, tras lo cual vuelve a hablar, con un tono algo más atiplado que se normaliza después de dos o tres palabras. Lo curioso es que nadie recordaba que Barril tuviera más hermanos que el desaparecido Destello, el herrero de la Compañía negra.

— No los temáis, es agua que está muy, muy fría. Si un copo cae en vuestra piel se hará agua por vuestro calor corporal. Es como si lloviera, pero de un sitio del que hace tanto frío que el agua toma ese aspecto. Este es un lugar curioso sin duda. — Luego se vuelve hacia Cabo Ponzoña.

— Usar el carro es buena idea como dices. Aunque para bajar los barriles cargados de agua del carro al suelo necesitaremos una plancha de madera y unas cuerdas, o que Campaña y yo echemos una mano, jo, jo.

Tenemos un par de hachas al menos, Matador y Uro poseen un par de buenas hachas de combate, no sé si alguien más tiene alguna a mano. ¡¿Alguien tiene un hacha aparte de Matador y Uro?! — Pregunta Barril a voces. — No perderán su filo por cortar unos troncos. Mejor reservar la plata para cosas de primera necesidad.

Estoy de acuerdo con todo lo demás, sólo falta asignar los hombres en base a cuánto saben de estas cosas. En cuanto a la ropa, algo habrá que hacer. Lo pasé como agua en la lumbre en la Gran Sabana, parece que ahora es vuestro turno de preocuparos, K'Hlata de pecho descubierto, jo, jo. Habría que encuestar a los hombres buscando habilidades para forrajeo, trampas y caza. Sin olvidar que necesitaremos algún buen combatiente; la caza se defiende bastante en este lugar, según nos han dicho. Pero dales una hora para que descansen y miren lo que les rodea; después de todo lo que han pasado, se lo han ganado. Yo voy a mordisquear parte de mi ración para desayunar, ¿te animas? —

Barril rescata algo de agua del recipiente que la contenía en su escudilla de recluta, y se dispone a desayunar parte de su ración diaria, que conservaba desde el día anterior.

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20/02/2020, 13:12
Hostigadores: Soldado Nuevo Caracabra.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.


Lo cierto era que, por algunos segundos, el bueno de Caracabra no había tenido muy claro si se imaginaba esa especie de ceniza blanca que caía del cielo. Al fin y al cabo las visiones raras habían sido habituales desde su paso por el infierno, y su cierta falta de prudencia implicaba también cierta falta de imaginación.

Quizás por eso no se sorprendió que, desde que estaba allí, ninguno hiciera referencia a eso que no sabía se llamaba nieve. Asintió a las palabras de Tarado y no dió importancia alguna a que Lombriz tratara de alejarse de él. Era algo habitual y Caracabra, no del todo justamente, lo achacaba en exclusiva a su famosa fealdad.

- ¿Copos?- preguntó a Barril cuando éste salió con unas enormes risotadas, para luego mirar a todos los presentes- Ah, entonces son reales. Por un momento pensé que lo imaginaba. Copos. Qué cosas más raras. ¿Qué espíritus los producirá?- luego pareció repasar las palabras de Barril y negó con la cabeza- No tengo hachas. Pero aunque aún estoy algo herido puedo intentar cazar algo.

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20/02/2020, 13:49
Cuadro de Magos: Serpiente, Primer Mago.

TERCER DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: DIECISIETE DEL MES.

ALBA.  - CAEN LIGEROS COPOS DE NIEVE.

Miré sorprendido a Lombriz, no porque en su rostro hubiera nada sorprendente, más allá, por supuesto, de lo que a cualquiera no acostumbrado a verle le hubiera sorprendido ver. Lo que me resultó inusual, desacostumbrado, era que se hubiera dirigido a mí. Pero no había mal que por bien no viniera.

Claro que sabía lo que era, y aunque nunca lo había presenciado, nunca lo había sentido, Escupeculebras no había perdido el tiempo conmigo. Al contrario que otros “maestros” me había enseñado algo más que magia, y sus clases no pocas veces versaban sobre cuestiones que en condiciones normales quizá nunca hubiera llegado a ver. Experiencias suyas y de aquellos que le habían enseñado a él. Pero allí estaba yo, experimentando lo inesperado, y con conocimientos suficientes como para aliviar por un rato el aburrimiento…

¡Ah! Ver correr a los K’hlatas de un lado a otro fruto del pánico, buscando con desesperación un techo con el que cubrir sus cabezas de aquella “maldición” que caía de los cielos hizo que se ensanchara mi sonrisa. Iba a ser divertido. Claro que lo iba a ser… Pero antes de que pudiera hacer o decir nada, llegó el idiota aguafiestas de turno dispuesto a estropearlo todo.

- “Barril…”

¿Por qué tenía que ser tan estúpido? Claro, sin prisioneras a las que violar ahora se dedicaba a joder al resto.

- Es nieve. Copos de nieve- respondí de forma átona tras perder el interés por Lombriz y Caracabra.

Eché la vista al cielo, hastiado, y, sacando la mano sana del refugio proporcionado por capa y manta, dejé que varios de los copos que caían se derritieran sobre ella. Luego lamí con curiosidad el agua en el que se transformaron.

La verdad es que, a pesar de todo, era una experiencia interesante, nueva. Y uno no experimentaba cosas nuevas todos los días. No podía quejarme. Además, se me había ocurrido otra idea, otra broma, y prometía ser mucho, muchísimo, más divertida; pero para ello habría que esperar a que el sol se ocultara.

- “Si, en la noche…”- me dije, antes de soltar una carcajada.