Partida Rol por web

Me quedo con las ganas de preguntar si la guardia se muestra menos activa en esos lugares, pero el hombre ya ha hecho demasiado por nosotros para cuestionarle ahora por la autoridad. Me uno a los agradecimientos de Thanar y una vez nos hayas despedido de él, le digo al resto:

- ¿Cuál probamos primero? ¿El de pescado?

El clérigo negó con la cabeza pues su origen nobiliario le hacía que pensar en un almacén de pescado sería apestoso.

- El del pescado mejor para lo último, por aquello de poder asearnos después. Vayamos primero al de trigo y luego al de frutas.

Comentó como una opción.

Cuando se alejaron del anciano que les informaba, el monje exclamo: Estoy de acuerdo con Thanar. Mejor dejar el del pescado para más tarde, así el olor no nos delatara. Exclamó, razonando las palabras del Clérigo.
Bien, parece que vamos por buen camino compañeros.

El mercader hace una ligera reverencia hacia Talasek.

- A su servicio Caballeros.

Dice para despedirse. Daumaz comprueba una vez más la cerradura de su negocio y se distancia de vosotros calle abajo. Parece que habéis sido lo suficientemente discretos.

La actividad ha cesado considerablemente en el barrio y ahora no veis prácticamente a nadie, quizá es el momento de investigar los citados almacenes.

La oscuridad de la noche parece alargarse hacia el infinito mientras os dirigís a los almacenes indicados por Daumaz. Las temperaturas han bajado abruptamente y el frío os provoca un constante estado de incomodidad.

Tratáis de ser lo más discretos posible mientras os aproximáis al almacén del molino. Una vez en sus inmediaciones, esperáis más o menos ocultos a que algo ocurra. A esta hora parece que la actividad ha cesado en este almacén.

Hay que esperar para ver los resultados: es posible que paren la producción pero más tarde hagan otro tipo de actividad, o quizá hoy no iba a pasar nada. En todo caso, me quedo en completa alerta a partir de ese momento. Incluso le digo a mi psicocristal que eche un vistazo por los alrededores, para ver si capta algo sospechoso mientras nosotros nos enfocamos en el almacén.

El clérigo se quedó también a la espera. Quizá tras el cierre del almacén viniera alguien más.

- Si vemos que no ocurre nada nos tocará buscar una entrada. No podemos tampoco dejar cabos sueltos.

Claro que a saber quién podría abrir las puertas. Quizá tendrían que contratar a algún pillastre para que les echara una mano en esa tarea.

Yo me adelantare entre las sombras y podría intentar mirar a través de alguna de las ventanas del molino o podríamos tirar la puerta abajo y buscar preguntas directamente.

Vosotros diréis! Yo voy a intentar ver algo.

Me quedo en el sitio viendo partir a Dalibor, esperando que obtenga resultados (estoy atento también a mi psicocristal) o que al menos no sea descubierto. Me parece demasiado pronto para tirar la puerta abajo...

Kraag permanece callado e inquieto, se mantiene a cubierto con el grupo pero sin parar de moverse.

Ya lo conoceis, cuando empieza así es que está a punto de cometer cualquier estupidez.

Dalibor se aproxima al almacén y ve que no hay luz en el interior. Tan sólo hay una ventana en uno de los laterales por la cuál sólo se aprecia oscuridad en el interior. 

La puerta principal parece cerrada.

- Calma Kraag, es posible que tu deseada acción no tarde en presentarse... -le digo al chaman al ver su estado ansioso, pues si ahora comete una locura puede ser peligroso para Dalibor. Llamo de vuelta a mi psicocristal para concentrar toda mi atención en las acciones del monje y en lo que puedan desencadenar.

El clérigo esperaba que el monje tuviera la iniciativa pero claro, tampoco les iba a ayudar eso a superar esa cerradura.

- Ciertamente el sigilo no es lo mío. Entrar dentro vendría bien para ver si ocultan algo que no deben, pero tendremos que hacer esa puerta por la fuerza y hacer ruido.

Me giro a Thanar:

- La puerta no es un problema, dispongo de un poder mental que puede ayudarnos de forma silenciosa y sin dejar rastros. Pero antes de utilizarlo debemos estar seguros de que queremos entrar tan pronto a ese lugar, y avisar a Dalibor de ello...

No detectas nada dentro del molino. Dentro hay bastante oscuridad y no parece haber nadie dentro. No puedes ver mucho más desde el exterior.

Regresando junto a sus compañeros les relata que no detecta nada dentro del molino. Quizás haya que forzar la puerta para investigar mejor. Lo siento amigos! Vamos a tener que forzar la cerradura

Aunque yo personalmente sigo debatiéndome sobre la estrategia a seguir, los demás parecen bastante decididos, no debo ignorarles por mi cabezonería. Espero a que mi psicocristal haya vuelto hasta mí para decir:

- Esta bien: seguidme en fila, lo más junto que podáis del antecesor.

Me dirijo agachado pero a un ritmo de marcha hasta la puerta, pues mi habilidad para esconderme no es muy bueno y si aparece alguien de repente me va a detectar andando o casi corriendo, y una vez frente a la puerta me concentro para lanzar sobre ella salto en el tiempo.

- Pasad rápido- digo quedándome el último, no sea que haya calculado mal el tiempo y alguno de mis compañeros sufra las consecuencias.

El sorprendente truco mental de Raliet hace que la puerta desaparezca y os apresuráis a entrar en el molino, haciendo caso a las indicaciones del mentalista.

Ya en el interior, veis una gruesa cadena con un candado en el suelo. Probablemente mantenía cerrada y asegurada la puerta desde el interior, pero ahora ha quedado inutilizada.

Altos cubos de piedra de unos 20' de profundidad ocupan la mayor parte de la estancia principal. Están llenos hasta el borde ya que es temporada de cosecha. La mayoría contiene trigo y avena, aunque hay algunos con maíz y cebada también.

En la esquina noroeste el enorme molino debe ser accionado por cuatro bueyes o animales similares. Ahora mismo está parado y no hay señales de tales animales.

Dos puertas parecen llevar a pequeñas estancias y una ancha escalera desciende a un nivel inferior.

Miro desencantado la cadena:

- Hemos entrado, pero desafortunadamente sabrán que la puerta ha sido forzada, y ahora no podemos cerrarla. Si alguien viene esta noche, sabrá que hay gente dentro no deseada al instante. Tenemos que darnos prisa en actuar: ¿qué lugar registramos primero?

Había olvidado de nuevo el truco de Raliet para hacer desaparecer cosas. Enseguida atravesó el portal para encontrarse en el interior, lanza en mano. Pero no parecía haber peligro aunque sí varias puertas.

Se acercó a una de ellas.

-  Casi diría de ir directamente abajo pero si queréis exploramos esto antes.