Partida Rol por web

Después de la exclamación del humano, sientes como la magia procedente del mismo cubre tu cuerpo, generando una película protectora entre este y cualquier mal.

Rhasgar se mantiene en calma mientras la neblina lo cubre todo y el oponente desaparece entre ella. Prepara una bocanada de hielo en su garganta a la espera de atisbar donde está.

Goinar corre a todo trapo hasta la salida gritando por el camino: 

Cubro la salida... no vas a escapar rata asquerosa!!

Goinar salió corriendo en dirección a la puerta con intención de defenderla, pero su trayectoria le llevó cerca de Golash... Demasiado cerca, pues poco después de empezar su carrera se encontró con una poderosa cola que le dió en pleno estómago con una fuerza inconmensurable, haciendole retroceder unos pasos para poder mantener el equilibrio tras tremendo golpe.

Oís perfectamente como Goinar empieza a gritar:

- Cubro la salida... no vas a escapar rata asquero... ¡UGH!

Justo cuando estaba a punto de acabar su "grito de guerra", oísteis un poderoso impacto, metal contra metal, seguido de los retumbantes pasos de Goinar, que retrocedía hacia la esquina superior izquierda del rectángulo central. Era imposible no saber mas o menos donde estaba colocado aquel montón de armadura con un enano dentro.

Cuando recobró el aliento, oísteis la voz del enano berrear:

- "MIERDA, ESTABA A MI LADO, DE CAMINO A LA PUERTA!"

Las ascuas nos rodearon tapándome la visión, haciendo que todo fuera confuso y caótico. El aire quemaba dificultando la respiración. Por un momento me cubrí los ojos, todo ese ambiente me recordó a un pasado distante y me costo reaccionar, pero el ruidoso enano me devolvió a la realidad y logre centrarme.

Escuche todos los sonidos de mí alrededor y sin pensar, dispare donde sabia que encontraría nuestro rival.

- Nuestro rival no se a movido de su sitio. – Considere oportuno advertirles.

- Nuestro rival no se a movido de su sitio.

Exclamó Dalrien, con calma gélida.

Chaedri tras ser invadida por la magia de Jullian agudizó su oído y alertado por las palabras de Dalrien levantó la mirada y la fijó hacia dónde se supone que debía de estar su enemigo. Concentró toda la energía de Khauntea y levantó unas plegarias. Alrededor de la druida comenzó a remolinarse unas corrientes espirituales y aparece una manada de lobos que se avalanza hacia el enemigo.

El lobo aparece entre la nube de cenizas, y Chaedri percibe que su magia surte efecto, pero nada mas. Las ascuas en el aire le impedían ver nada tan lejos.

- Eh, no creas que vas a asustarnos con tu nuevo aspecto. Nos das el mismo asco que antes

Camina despacio cegado por la nube de ceniza, pero más o menos sabe donde está la criatura. Con calma, se acerca hasta ella y cuando la tiene cerca vuelve a intentar uno de sus mejores golpes. Lamentablemente, sus ojos parecen afectados y la cimitarra pasa lejos de su objetivo.

- Eh, no creas que vas a asustarnos con tu nuevo aspecto. Nos das el mismo asco que antes

Oísteis gritar a Heskan, a la vez que sus pesados andares se acercaban al centro de la sala, seguidos de un sonoro "gong", metal contra metal.

Todos oísteis un gran rugido proveniente de aquel nuevo y metálico Golash, seguido del sonido de mil espadas desenvainándose a la vez.

Después se oyó un sonido de succión, otro, y después un tercero, y finalmente un cuarto. Como si alguien hubiese desconchado cuatro botellas en distintos puntos de la habitación.

Una nube de cuchillas de energía, proveniente del centro de la sala, viaja hacia ti y no eres capaz de detenerlas ni esquivarlas. Las cuchillas laceran tu cuerpo y armadura con facilidad, provocando millones de pequeñas heridas en tu cuerpo. Insignificantes por si mismas, pero preocupantes en su totalidad.

Una nube de cuchillas de energía, proveniente del centro de la sala, viaja hacia ti y no eres capaz de detenerlas ni esquivarlas. Las cuchillas laceran tu cuerpo y armadura con facilidad, provocando millones de pequeñas heridas en tu cuerpo. Insignificantes por si mismas, pero preocupantes en su totalidad.

Ves como Vas'ir Golash ruge, y de su cuerpo surge una nube de cuchillas de energía, viajando a toda velocidad hacia el norte de la sala y no eres capaz de detenerlas ni esquivarlas. Las cuchillas laceran tu cuerpo y armadura con facilidad, provocando millones de pequeñas heridas en tu cuerpo. Insignificantes por si mismas, pero preocupantes en su totalidad.

Después de oír el primer "pop" en donde sabías que estaba Vas'ir Golash, oistes un segundo justo a tu derecha. Tu instinto no te traicionó cuando decidiste pivotar sobre tu pie izquierdo, esquivando con facilidad la garra del monstruo, monstruo que se encontraba ahora inmediatamente a tu derecha, a menos de veinte centímetros de ti.

Pero eso duró poco, una vez hubo acabado su fallido ataque - no llegó a un segundo de tiempo - desapareció de delante de tu vista con otro sonoro "pop", y un cuarto de esos sonidos se oyó unos diez pies a tu derecha.

Chaedri agudizó el oído y envió a su manada hacia la fuente de sonido. Se esforzaba por ver algo entre la neblina grisácea formada por la cenia. Sin embargo, no cejó en su empeño de localizar a su objetivo y envió a su lobo espiritual.

El lobo se dirigió presto y con confianza la localización del enemigo sin ningún atisbo de vacilación y le lanzó una dentellada la cola. El sabor de la sangre volvió más frenético aún si cabe al can.

Del centro de la sala oís como unas zarpas raspan el suelo al emprender la carrera. Oís jadeos y un gruñido, sonidos de can, y después, un quejido de la voz rota y metálica del nuevo Golash.

Como si de una venda en mis ojos se tratase, el polvo y la ceniza me impiden ver nada en absoluto y solo consigo guiarme por los ruidos que se escuchan en la sala y las voces de mis compañeros. Trato de distinguir aunque sea la triste silueta de nuestro enemigo a la par que me agacho para que no me vea el metálico Golash.

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