Partida Rol por web

Un ereño entra de repente en la taberna, su respiración jadeante, su cojera y sus ojos asustados os advierten de que algo malo pasa. Wendell le hace un gesto y se sientas a la mesa con vosotros mientras el dueño mueve una de las mesas y recoloca a los pocos parroquianos para que dificulten la visión desde la puerta.

La chica que haces las veces de camarera se acerca con la bandeja y se queda con una jarra en la mano delante del recién llegado, así no podrán verlo.

En unos segundos la puerta se abre y un orco se asoma a inspeccionar a la gente. Cuando el dueño se acerca todo adulación y cortesía le da un golpe furioso y sale a la calle.

- Seguid buscando, no está aquí.

- No se lo que has hecho pero parece que al final si vas a venir con nosotros.

Observo atentamente al recién llegado y asintiendo con la cabeza le doy la bienvenida a la mesa.Quedándome a la espera de que Wendell nos presente,aunque supongo que es de fiar ya que el gnomo lo ha invitado,me quedo a la expectativa por si acaso.

Wendell espera unos minutos a que todo se calme de nuevo.

- Bueno, pues aquí estáis. No sé si sois lo que necesito pero sois lo que tengo así que haré las presentaciones, dice mientras comienza a señalar con la mano con un gesto cansino.

- El desaliñado con la camisa verde pasada de moda es Urik, el alto musculoso es Owen y el que ha llegado el último trayendo compañía no deseada es Doinosh.

¿Y bien ?¿que es lo que deseas de nosotros exactamente?Pregunto con interes echando un rápido vistazo a los demás

Está claro que te debo una muy gorda, Wendell...

Digo recuperando el aliento.

Doinosh es un joven bastante atractivo. El pelo lo tiene bastante alborotado y tras dar un par de respiraciones profundas una pequeña sonrisa le viene a la cara.

Encantado de conoceros. Veo que también sois conocidos de Wendell.

Tras esto ofrezco mi mano a los desconocidos.

El hombre de la camisa verde gastada parecía a punto de decir algo al gnomo, con un gesto de claro disgusto en la cara, pero lo corta en cuanto el alto y musculoso se une a la conversación, mientras lo mira de arriba a abajo con unos ojos que diseccionan.

Entonces el extraño entra en la taberna y el personaje vestido de color bosque oscuro dirige toda su atención a la escena que se desarrolla en la puerta. Cuando el guardia orco entra, su silla está extrañamente vacía y el tipo se ha esfumado entre la gente como si nunca hubiera existido. Cuando el prófugo se dirige a la mesa, el ágil individuo vuelve a surgir de entre la gente como si fuera su primera vez allí, sentándose con una mirada digna de una gorgona de leyenda al gnomo.

Tras sentarse y escuchar en silencio las presentaciones del anfitrión, el individuo sonríe al resto de comensales con una resplandeciente expresión de vendedor y les tiende la mano por turnos. Lleva guantes, y siguen allí durante el saludo:

-Bien sabes que no importa el bolsillo en que metes la mano, sino en el que guardas el corazón, Wendell Vendaval. ¿O a tu gente se le ha olvidado de tanto visitar bolsillos llenos?- responde Urik ágil, devolviendo la pulla al semihumano -De hecho espero que tengas a bien llenar algunos más, si tus palabras muestran lo que esperas de nosotros, gnomo temerario.- añade el hombre levantando una ceja.

El gnomo observa divertido las presentaciones y la precauciÃ^3n de Urik al desaparecer cuando entro el orco.

- Bueno pues como parece que y anos conocemos podemos pasar al asunto que nos ocupa.

Espera a que la chica se retire y los parroquianos vuelvan a separar la mesa. No es que la taberna sea muy grande pero esta claro que la vuestra es la mas alejada de cualquier posible escucha indiscreta.

- Cada uno por sus motivos, dice mientras mira a los ojos a sus contertulios, necesita buscar una nueva meta en su vida y yo os propongo esa nueva meta. Tengo que acompaÃ+/-ar a varios personajes importantes para realizar una transaccion comercial y no veo conveniente hacerlo solo.

Antes de que los humanos puedan reprocharle nada Wendell contesta con aire de superioridad.

- No es que necesite ayuda en los negocios ya que soy uno de los mejores comerciantes de Eren central ni que mis clientes sean peligrosos pero la zona que atravesaremos puede presentar ciertas inconveniencias, ya me entendeis, dice seÃ+/-alando con la cabeza a la puerta por la que ha desaparecido el orco.

Mi querido amigo ,espero poder llamarte así merced a todo lo que has hecho por mi ,yo también te debo algo y si mis brazos pueden servirte de ayuda aquí los tienes a tu entera disposición.
El tono en que dice estas palabras mientras mira fijamente al gnomo, es de una sinceridad palpable.

¿Podemos saber algo de la gente a la que vas a acompañar? ¿Hacia dónde iremos?

Parece que algo en lo que ha dicho el gnomo ha despertao la curiosidad del ereño...

Wendell mira con una sonrisa picarona al mayor de los tres humanos sabiendo que ya ha picado el anzuelo.

- Pues si y no, jajajajaja

Se rie durante unos segundos y luego bebe un sorbo de cerveza.

- No es seguro deciros nada aqui pero por supuesto que os lo dire. Respecto hacia donde vamos....los oidos de la Sombra son enormes.

Ante la cara de escepticismo de los humanos aÃ+/-ade.

- Pero estaria dispuesto a pagaros muy bien, incluso en mercancias que no son faciles de encontrar, ya me entendeis.

Como he dicho te debo una e ir contigo es posiblemente la mejor de las opciones que tengo.

Doinosh estrecha la mano del gnomo para cerrar el trato.

Cuenta conmigo.

Cita:

-Bien sabes que lo que sea por un buen amigo, Wendell.- responde Urik con su resplandeciente sonrisa y un gesto de asentimiento -¿Cuándo partimos? Estoy seguro de que algunos tienen prisa.- añade moviendo la babilla hacia Doinosh.